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Quiero hacerte feliz por Chimuelo

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Notas del fanfic:

Nuevo fic de Jack x Hipo, espero les guste mucho y se aceptan reviews :) 

Notas del capitulo:

Primer capítulo de esta historia, se aceptan reviews y comencemos:

“¿Por qué la vida es tan cruel?” se preguntaba Jack Frost mientras caminaba a su casa después de ir a la escuela. Jack, un chico alto y delgado de cabello blanco como la nieve, piel pálida y ojos azules como el cielo de la mañana. Detestaba su vida, era una maldita burla de los dioses. Llegó a su casa para aventar su mochila, era un estudiante del último grado de bachillerato, su padre, el señor Claus, era dueño de una juguetería muy reconocida en la ciudad y a veces se iba a laborar con él, pero últimamente ya no para evitar las preguntas de ¿y la novia? Que repudiaba ya que esa preguntaba le hacía recordar lo miserable que era su vida (según él) hace dos años conoció a una chica muy linda llamada Anette, era todo para él, muy atractiva, era la luz de su vida, inclusive ya pensaba casarse con ella, él era conocido por la alegría que llevaba siempre  y la manía de hacerle bromas a los demás, pero la mayoría lo disculpaba por ser tan amable persona con todos; desafortunadamente su alegría desapareció cuando se enteró que su novia lo engañaba con un señor de negocios que al hacerle frente a ella sobre eso, ella no lo negó.

–Tú no eres nadie a comparación de él, por eso te engaño, eres un escuincle baboso –dijo la chica para así dejarle solo y nunca más verse, de eso ya han pasado cuatro meses y la alegría del joven desapareció trayendo consigo amargura que varios de sus amigos y padre quisieron recuperar pero fue inevitable.

Pasó el día y el chico sólo se la pasó detrás de su lap top escuchando música de rock y leyendo un nuevo libro que había descargado.

–Hijo, qué bueno que ya estás aquí –dijo su padre al llegar–. Creí que irías al negocio.

–No, no tenía ganas de ir a ningún lado –dijo Jack sin siquiera mirarlo.

–¿Ya hiciste tu tarea? –preguntó el adulto.

–No nos dejaron hoy, me voy a mi cuarto, hasta mañana –dijo Jack sin siquiera prestarle atención al otro.

Claus sólo suspiró, sabía que la amargura de su hijo se trataba por haber terminado con su pareja.

–Sólo espero que pronto alguien le vuelva a demostrar que el amor existe –dijo para sí.

 

A la mañana siguiente, Jack se levantó temprano para ir a su escuela, se vistió usando una sudadera azul, un pantalón café y unos tenis blancos con estrellas. Fue el primero en llegar y se sentó al pupitre más alejado de todos, cuando sus compañeros llegaban no lo saludaban siquiera, se habían hartado de rogarle por atención. En poco tiempo el salón se llenó y la maestra de física llegó saludando a todos, comenzó la clase y en veinte minutos la puerta fue abierta por el director.

–Maestra lamento la interrupción es sólo que ha ingresado un nuevo alumno a nuestro instituto y lo incluí al salón –mencionó el director mientras entraba–. Pasa, por favor.

Todos los alumnos observaron entrar a un pequeño chico de cabello castaño, ojos verdes como el musgo, piel un poco pálida y pecas en sus mejillas, era delgadito, inclusive un poco más que Jack.

–Permítanme presentarles a Hipo Horrendo Abadejo, será su nuevo compañero, sean amables con él y ayúdenle a ponerse al tanto en sus materias, Hipo, ¿deseas decir algo a tus nuevos compañeros? –preguntó el director ignorando que varios alumnos se reían del nombre del chico.

–Mi nombre es Hipo o Hiccup como gusten decirme, espero ser su amigo –sonrió el chico demostrando su perfecta dentadura.

La maestra lo envió a una banca al lado de Jack, la única vacía, el director dejó el salón para que la clase continuara, Jack observó al nuevo chico y vio la mochila de éste que tenía un parche de lo que lucía ser un dragón oscuro.

–Muchos gusto, me llamo Hipo, ¿y tú? –preguntó el nuevo estudiante tendiéndole la mano a Jack.

–Jack Frost –dijo el otro sin mucho interés.

Así continuaron las clases, en el descanso varios alumnos le preguntaban a Hipo sobre en qué otra escuela estudiaba y cosas así y él sólo respondía alegremente. Llegó el receso, todos salieron excepto Jack quien siempre se quedaba en el salón a comer.

–¿No piensas Salir Jack? –preguntó el oji verde al ver que el chico ya estaba almorzando en su banca, quien lo negó al instante­–. Entonces me quedaré contigo, no me gustaría dejarte solo.

–No es necesario, me gusta estar solo –mencionó Jack dando a entender que no le agradaba la idea de Hipo.

–La soledad es buena algunas veces, pero no siempre –sonrió el otro mientras sacaba su almuerzo para empezar a comer –. Cuéntame de tu vida Jack.

–No hay mucho que contar, tengo diecisiete años, vivo con mi padre que es dueño de una juguetería.

–¡Genial!, una juguetería es algo muy lindo, yo tengo dieciséis años, me encantan los dragones –mencionó Hipo.

–Me di cuenta con tu mochila y ¿por qué te cambiaron de escuela tus padres? –preguntó por educación, no es que estuviera interesado.

–Mmmm, digamos que no me sentía muy a gusto en la otra –respondió Hipo con dificultad.

Las clases terminaron, Jack quiso irse pronto pero sus deseos fueron interrumpidos.

–¡Jack, espera! –gritó el nuevo estudiante.

–¿Qué quieres? –preguntó el otro con voz de cansancio.

–¿Estás muy ocupado?, es que me gustaría conocer la juguetería de tu padre, claro si no te molesta.

Jack suspiró y accedió a la idea de Hipo así que lo llevó consigo muy a su pesar mientras el chico hacía plática de tonterías según pensaba Jack y éste solo se limitaba a asentir a cada frase que decía el más pequeño.

–Eres muy amable Jack, estoy seguro que seremos grandes amigos –sonrió Hipo al ver al otro chico.

Jack lo observó por unos momentos, vio aquella sonrisa que reflejaba inocencia y ternura, aquellos ojos verdes le hicieron sentir por un momento alegre. 

Notas finales:

¿Qué les pareció?, espero les halla gustado y se aceptan reviews para mejorar. 


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