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"Volar sobre el pantano" por madroj

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Notas del fanfic:

Bueno este es mi primer fic, acepto comentarios buenos o malos asi podre ver en que puedo mejorarlo. *No sean demasiado malos conmigo*

Los personajes son de mi propiedad.

-dialogo

-pensamientos-

No los molesto más, a leer se ha dicho!!!

Notas del capitulo:

Apariencias:

Andy: tiene 19 años, mide 1,68, delgado, cabello castaño corto y ojos ambar. Doncel y novio de Connor.

Connor: tiene 21 años, mide 1,80,delgado pero con cuerpo bien formado,cabello azabache (negro), ojos metalizados. Novio de Andy. 

Era una fría noche de lluvia, me estaba preparando para dormir cuando mi padre Erick Johnson entró a mi cuarto. No tocó la puerta. Irrumpió como si se estuviera incendiando la casa.

-¡Tienes que venir conmigo! Vístete rápido.

Era una orden.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué estrás así?

-No hagas preguntas Andy.

-Son las 11 de la noche por si no te distes cuenta.

-No importa, ¡apresúrate!

-Ya voy, dame un momento.

Termine de vestirme con lo primero que encontré, un pescador de mezclilla, una camiseta roja y unas tenis blancas. Salí de mi cuarto. Sin decir una palabra, vi como papa caminaba decidido hacia la puerta de la casa. Lo seguí. En la puerta estaba mi madre Sarah Johnson jugando con sus dedos, pase junto a ella, evadió mi mirada.

El auto se hallaba encendido, la puerta abierta y con las luces encendidas, como si acabara de llegar y solo para recogerme.

-¿A dónde vamos?

No contestó. Tenía el rostro desencajado, la respiración alterada. Manejo bruscamente, casi con enfado. Vivíamos en Kioto, se dirigía al centro de la ciudad.

-¿Desde cuando sales con Connor?- mi padre pregunto

-¿A dónde vamos?

-Te hice una pregunta.

-¿Por qué rayos mi padre pregunta eso?-

-Desde hace 6 meses.

-¿Te ha dado algún tipo de sustancia?

-Qu… Papa, ¿Qué te pasa?

De improviso viro a la derecha y se internó por una barriada oscura. Después de dar varias vueltas sin ninguna precaución, se detuvo justo en frente de una pareja que se abrazaba y besaba. Detrás de ella había varios jóvenes acomodados en una banca, compartiendo alcohol y cigarros de marihuana.

-Pero ¿Qué es esto? ¿Por qué me trajo aquí?-

-¿Lo ves?- mi padre se hallaba fuera de sí.

Negué con la cabeza.

-¿Qué quieres que vea?

-Observa bien.

Se agacho para alcanzar una linterna que llevaba debajo del asiento y, cuando trataba de encenderla, una de las chicas que se encontraba sentada se acercó hacia nosotros. Mi padre la alumbro con la linterna. Tenía escasos 17 o 18 años, con la cara sucia y la blusa desabotonada completamente.

-No abras- dijo papá.

La chica se acercaba al auto tambaleándose, puso su boca sobre la ventana de mi lado, nos ofreció una botella de alcohol, se rio y fue bajando despacio hasta que cayó al suelo.

-Vámonos –dije por el terror que me causo la escena- No sé qué tratas de ensenarme.

-Observa.

Papa apunto la linterna hacia la pareja que seguía abrazándose. Me quede congelado y con la boca abierta.

-¿Por qué se me hace uno conocido? ¡Es mi imaginación! ¡No puede ser el! ¡Por favor no!-

-¿Ahora si lo ves?

La luz descubrió por completo los rostros de la pareja, los dos de cabello corto y delgados – sí, los dos eran chicos- uno tenía el cabello rubio y ojos color verde y el otro era azabache y ojos metalizados. A uno de ellos los conocía muy bien.

-¿Connor…?

-Sí.

-No puede ser… Sólo se parece.

-Es él.

-Pero…

Una angustia comenzó a asfixiarme. Abrí la puerta y me bajé, vi con espanto a la chica que estaba alucinando casi debajo del auto. Camine con pasos temblorosos hacia la pareja. Mi padre me alcanzó.

-Es peligroso…

Connor me clavo la mirada como intentando conocerme. Se apartó de su acompañante.

Mis lágrimas de miedo se convirtieron en lágrimas de ira. Quise golpearlo, matarlo, matarme… Maldije la hora en que me invito a salir, la hora en que, sin conocerlo más que de vista, acepté, la hora en que…

-Hola… - susurro – nece… ven… acércate… necesito…

-¡Vámonos, hijo!

-Espera, quiere decirme algo.

-¡Vámonos!

Papa me jalo hacia el coche, hizo a un lado a la muchacha, me abrió la puerta, me metió al asiento de copiloto, él se subió y arranco a toda velocidad.

Durante un buen rato en el camino de regreso a casa no hablamos. Yo llevaba la vista perdida, los ojos llenos de lágrimas y un nudo de rabia en la garganta.

-Sé cómo te sientes, Andy – dijo al fin – pero hay muchos hombres en el mundo – dice hombres ya que soy doncel – este sujeto es un drogadicto… Y perdóname que lo diga pero, qué bueno que lo viste ahora y no antes de que te lastimara o drogara.

No conteste… ¿Cómo decirle que siento poco amor y atención en mi familia? Que aunque tuviéramos una buena vida no tenía valor para mí. ¿Cómo decirle que precisamente por tener una existencia vacía me había…entregado… a… él… aun sin amarlo ni conocerlo bien…?

-Yo también me siento destrozado por tu tristeza- comentó mi padre- la semana pasada dijiste que querías mucho a ese muchacho.

La semana pasada quise hablar, pero nadie paro de hacer lo que hacía para escuchare de verdad, así que solo pude decir eso, que me gustaba Connor, nuestro vecino de toda la vida. Pero no era eso lo que quería decir… no era sólo eso…

Estaciono su automóvil frente a la casa de mi “novio”. Se bajó. Toco la puerta. El padre de Connor salió. Saludo de mano al mío y se inició entre los progenitores una penosa conversación. Papá explicó lo que habíamos visto, haciendo grandes exageraciones. Al rostro de su interlocutor se le fue yendo el color. La madre apareció en escena; ella sí reaccionó agresivamente, insultando, gritando…

Agache la cabeza. ¿Cómo me fui a enredarme con él? Siempre fue un vecino distante. Me caía mal. Cuando era niño, lo veía matar pájaros desde mi ventana con su honda y aventar piedras a los buses. Apenas 6 meses atrás, nos encontramos en el parque. Yo seguía desgarrándome, me sentía muy solo y acepte su invitación a salir… Desde la primera cita note algo muy raro: sus repentinos cambios de humor, su sadismo, sus ojos rojos, era a veces violento y otras veces dulce, no le di importancia a esos cambios.

 

Notas finales:

Como ya dije acepto reviewa buenos y malos.

 


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