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L0SER por MarLe514

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Notas del fanfic:

"PERDED0R"

Es una producción bien guay(? xd en serio espero que la sigan hasta el final. Babes, un beshote.

 

 

Notas del capitulo:

¡MarLe is back, BITCHES! B-)

¡Woah~! Estoy aquí despues de mis merecidas vacaciones xd 

Este fic esta dedicado a todas mis BaekYeol shippers... sí, a ti cochinota ¬3¬

 

By: Alejandra.

 

«Kids Of 88, tuvo muchos éxitos… incluso lamento que no obtuvieran ningún premio importante o más reconocimiento…»

Tamborileaba sus dedos sobre sus rodillas.

«Pero de todos los lugares del mundo, donde podría oír “Just A Little bit” tenía que ser aquí.»

Era su casa. Joder.

Podía echarlos de ahí con el bate de su madre… Pero no quería arriesgarse a enfrentarse con Kris, además no estaba precisamente en la mejor condición física para derrotarlo.

Suspiró y camino evitando topar a cualquier borracho. Llegó a la cocina y al abrir la nevera encontró muchas cervezas heladas.

« ¡¿Dónde diablos esta mi Coca-Cola zero?!»

Viró los ojos, soplando su cerquillo. Algún simio se la bebió.

¡Debes estar bromeando!

Tomó una botella cualquiera y se la llevó hasta su cómodo sitio al pie de la escalera.

Que adorable.

Sentía las miradas de desprecio, aun sin fijarse. Sabía que estaban dirigidas a él.

« ¡Oh! Vamos. Existen más 7.000 mil millones de personas en el mundo, y avanzando… 4. 384. 844 mil solo en el continente, 50. 424 mil solo en el país. Más de un quintar de la población humana padece algún tipo de enfermad, hay que admitir que vivimos en un mundo contaminado, pero solo el 3% de la población padece más de un tipo de alergia o fobia plasmática, ¡Gracias Dios! Sip, pedí ser así de especial. Pero el origen de todos mis males, no reside en ningún porcentaje, ya que todos en la escuela no me odian por ser un hipocondriaco, sino por ser ese 0.000001 % de la población que tiene a un simio como hermano, Kris.»

 

— ¡Hey, Kris! ¡Pase largo! — Y así fue como vi el costoso jarrón de mamá ser lanzado a más de 20 km por hora, por el aire, hasta aterrizar contra la pared de la cocina.

« ¡Bravo, Kris!» Pensó burlonamente.

Destapó como pudo la cerveza y la olfateó primero.

No era tan malo.

Arrastro su mirada hacia el frente y se preguntó ¿Cuántas neuronas tenían que morir en su cerebro para poder pertenecer a ellos?

Bailaban, muy cerca, rozándose. Parecería estúpido, pero eso le provocaba cosquilleos en el estómago. La rubia se dio vuelta restregando su cuerpo contra el jugador de futbol. Este no desaprovecho la ocasión y presionó sus caderas con ambas manos.

BaekHyun jadeó.

Su camiseta estaba un poco húmeda por el baile caliente y se adhería a sus brazos y pecho. De pronto se encontró pensando en lo estupendo que se veía, y en cómo le encantaría lamer sus bíceps.

Apartó la vista, avergonzado.

¡Mierda! ¿Acaso lo había pillado observándolo?

Apretó su cerveza y la elevó rápidamente a su boca, que repentinamente se hallaba completamente seca. La sustancia descendió lentamente por su garganta, quemando todo a su paso. Incluso tuvo que golpear su pecho intentando calmar el agrio en su estómago.

«Tan patético. »

Bajó la mirada, ahora ignorando la risa burlona de Marck, un amigo de su hermano, jugador de soccer y un completo simio.

Jugo con la etiqueta de su cerveza. Rascaba con sus uñas largas, hasta hacer desaparecer la palabra “CORONA” del envase.

« ¡Oh! Mierda»

Bufó enfadado consigo mismo, dejo la botella vacía en el escalón de abajo y se levantó sintiéndose completamente desubicado. En ese mundo de gritos, algarabía y descontrol.

« ¿Estoy muy lejos de mi inútil mundo?»

Se preguntó, mirando el panorama más amplio. Chicas sensuales bailando y bebiendo, la elite popular de su escuela en su jodida sala de estar. No habría sido ni siquiera avisado de esa reunión si no fuera porque su hermano la organizo.

A veces, solo deseaba no ser tan él. Sentir unas fuertes manos que supieran donde ir, acariciándolo. Era el sueño que anhelaba cumplir algún día.

Incluso sintió sus mejillas arder en ese momento.

Cerró con fuerza ambos puños a cada lado y se giró escaleras arriba, no soportaba más ese ambiente. No era su estilo. Nunca lo sería.

No combinaba para nada, sus jeans clásicos con las vastas rotas, una camiseta de algodón con la estampa de “Flash” y un par de gafas de marco grueso, no podrían combinar nunca con esa fiesta.

Aprovechando que Kris tenía los ojos en otro lado y abandonó el lugar con dirección a su habitación, ya tenía planeada su resto de la noche. Navegar por internet y comer sus reservar de ositos de goma.

— ¡Ah…! Lo siento. — Mencionó confundido cuando sintió que topó su hombro con alguien al abrir la puerta de su alcoba.

No recibió respuesta, solo fue empujado al interior. Su grito de sorpresa fue retenido por una gran mano sobre su boca, bloqueando cualquier palabra.

Casi al mismo instante en que la puerta fue cerrada, las luces se fueron.

BaekHyun abrió excesivamente los ojos, intentando mirar en la penumbra.

Un apagón.

Se lo esperaba. Había visto centenar de móviles cargando en su sala, incluyendo el estéreo, cualquiera podría imaginar que provocarían un apagón o corto circuito.

Pero su corazón no dejo de bombear sangre, incluso sintió la adrenalina del momento aglomerarse en su garganta.

Sin previo aviso una mano grande y ligeramente húmeda se coló dentro de su playera, acariciando sus pezones.

— ¡Mhn! — El grito murió en sus mejillas, se imaginó la saliva de los dedos jugando con su pezón y la idea lo hizo temblar del susto y de excitación.

« ¡¿Qué hay contigo maldito demente?!» Se recriminó, casi perdiendo la conciencia por la mano que bloqueaba su boca, y por supuesto la otra mano que frotaba su pezón placenteramente.

¿Cuánto había bebido que deliraba?

¡Esto debía parecerle asqueroso, incluso tenebroso!

Arqueó su espalda, abriendo la boca, solo probando con su lengua el sabor salado de la palma del desconocido, cuando este pellizco meramente fuerte.

Baek se agitó removiéndose intranquilo, ahora sus pulmones se negaban a respirar, estaba conmocionado y excitado.

« ¡Mierda, no te excites!» Se retó mentalmente. Moriría de la vergüenza si las luces volvían en ese momento. Era tan penoso.

—Te liberaré, no grites…— Le susurró en la oreja. Su aliento golpeó su piel, y los vellos de su nuca se erizaron dolorosamente.

Asintió perdido por el timbre de voz, que se filtraba por sus oídos y se enredaba en el mar de sus recuerdos, no era bueno en recordar nombres, rostros o voces. Pero podía jurar haberla oído, al menos una vez en su vida. Lamentaba no estar tan lucido como siempre. Maldijo la “CORONA” que bebió.

Sintió más débil el agarre sobre su boca y luego la abrió tomando una bocanada grande de aire, pero fue tan inútil. Cuando creyó que el juego había terminado el desconocido de voz hipnotizaste e innegablemente embriagada lo rodeo con ambos brazos, tan posesivamente que lo dejo sin habla.

— ¿Qué…? ¡Ah…!— Jadeó al sentir la incomodidad de los pantalones del contrario contra su trasero. Apretándolo cada vez más.

—No hables.

Le retó.

Y Baek cerró la boca al instante. Era enfermo ese sentimiento que crecía en su estómago, quería llenar esa necesidad por complacerlo. ¿Por qué obedecía?

Las fuertes manos que eran notoriamente más grandes, divagaron perdidas entre su abdomen y sus caderas, hasta delinear la forma de la pelvis.

— ¡Ah! Mgh…— Mordió su lengua, tragándose sus jadeos. No sabía que pasaba con su cuerpo, cada vez más sensible al tacto, pero deseaba que no se detuviera nunca. Siendo sinceros, nadie había tocado de esa forma su cuerpo, incluso de ninguna otra forma. No recordaba cómo se sentía el ser acariciado por otro hombre, besado… tomado.

— ¿Te gusta?

—Ahg, s—sí.

« ¿De dónde sacas tales…»

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un beso en su nuca. Fue tan repentino que, descolocó sus sentidos. El ardor en esa zona se extendió rápidamente por la nueva presencia de su lengua.

Baek deliró.

Lo había sentido, el roce de sus labios relamidos en su nuca. Y fue glorioso. Caliente.

— ¡D—Detente! — Chilló, no podía seguir más con eso, sentía sus fuerzas abandonar su cuerpo como un barco hundiéndose. Sus piernas se negaban a responder, incluso sus caderas compartían el movimiento de las del tipo abrazándolo. Parecían buscarse con cada roce.  — ¡Por favor!

Su voz se quebró al instante. Mentía.

Lo que deseaba ahora era continuar, sin importar el mañana.

—Mientes.

Le respondió agrió, parecía molesto.

Giró de improviso a BaekHyun, y tomándolo de los cabellos le hizo levantar la mirada.

Lo sabía, porque podía sentir su aliento agitado golpear contra sus labios resecos cada vez que hablaba, y por más que forzara la vista, no veía más que manchas rojizas debido a la calentura de su cuerpo en ese momento.

De esa forma Baek Hyun elevó los brazos colocándolos sobre el pecho del desconocido, sintiendo en sus palmas la dureza y forma deseable de su pecho.

El desconocido lo acercó desde la cintura, fregándose a su cuerpo. No pudo evitar gimotear por tal placer.

Lo deseas tanto como yo. — Acaricio su mejilla rozada, limpiando una lagrima con su pulgar.

Y Baek se encontró repasando esas palabras en su cabeza.

« ¿Él… me desea?»

Apretó los ojos con fuerza y se apoyó en el amplio pecho del chico, cuando una mano se coló dentro de sus pantalones, estrujando sus nalgas.

Saboreando del grito comprimido del bajo. Lamió su oreja.

Baek notó en ese momento que él no era el único embriagado, pudo oler el alcohol en la camiseta del otro. El aroma a licor le mareo, parpadeo lentamente adormilado.

— ¡Pa—para… estas…! Ah… mhg…

—Te deseo, Byun BaekHyun.

Tanteó en su parte trasera, frotando su largo dedo medio en la entrada rosa del muchacho que gimoteaba. Movía su dedo en círculos tentativamente, mientras apretaba más su cuerpo consiguiendo besos en su cuello blanco e inmaculado.

—Nunca nadie ha podido tocarte de esta forma… ¿Cierto? — Preguntó en suspiro, con su voz deseable y tres tonos más profunda. Pero aunque parecía una locura, más que una pregunta sonó como… una súplica.

¿Acaso estaba realmente interesado en ser el primero?

Baek no podía hilar las palabras en su cerebro, ya que todas sus células estaban concentradas en arder ante el contacto de su piel hirviendo.

Sollozó, perdido en las caricias y los besos. ¿Por qué debía seguir negándose?

Aun temblando por el éxtasis que se aglomeraba en su vientre bajo, rodeo los hombros del desconocido, mirando cualquier punto fijo, con la vista nublada y mejillas rojas.

Ahora ya no se movía, de pronto su abusador parecía estar congelado, incluso sin brecha de luz, temía ser descubierto y rechazado.

Pero por contrario de todo, el castaño de lentes gruesos y ropa friki juntó sus labios sedientos. Tuvo que ponerse de puntas para poder llegar a ellos, pero valió cada segundo.

Eran suaves, resbalosos y húmedos.

Fue cerrando los ojos paulatinamente, entregándose.

No le tomó mucho tiempo corresponder el beso con pasión e insistencia. Introdujo su lengua en la boca virgen del pequeño chico, saqueando todo lo que quiso, incluso enredó su lengua con la de Baek, haciéndole atragantarse.

El sabor se extendió por su lengua, haciendo vibrar sus papilas, nunca olvidaría el toque amargo  que se impregno en su garganta. Estaba embriagado.

Mordaz y salvaje tomó al más bajo entre sus brazos y caminó torpemente hasta la cama, rompió el beso y lo miro desde arriba, sus ojos eran los únicos que brillaban ante tanta oscuridad. Era lujuria y deseo impreso en esos ojos oscuros.

Baek se encontró presa de ellos.

Como fondo se escuchaban aun los murmullos y como decidían seguir con la fiesta en la piscina.

« ¿Hasta dónde piensa llegar?»

Se preguntó temeroso de la respuesta.

Los lados de la cama se hundieron y de pronto sintió el calor irradiar del pecho del muchacho largo sobre él. Un suspiro broto de sus labios, y sintió un hilillo de saliva recorrer su barbilla, su primer beso en sus dieciséis años de vida, le había robado el aliento. Eso se siento jodidamente delicioso.

Sintió su aproximación por el rechinido de las tuercas de la cama, y percibió el roce de algo frio y metálico contra su pecho, asumió que tal vez sería un colgante o collar, no quiso saber. Estiró las manos intentando buscar su tacto embriagador. Enredo sus dedos en su sedoso cabello largo y medio rizado, sentía las hebras del cabello cosquillar su mano, y lo atrajo.

Volvieron a besarse, pero esta vez el misterioso hombre se aseguró de apartar los lentes de su rostro, no vio donde llegaron a parar, pero a Baek Hyun no le importó.

Cuando tuvo la oportunidad de quitarle la camiseta tanteó el cuerpo musculoso, desde sus apetecibles abs, hasta sus pectorales. No pudo contenerse a pasear su boca.

Un gruñido profundo alteró a Baek que se apartó temeroso de haber cometido un error.

El alto le arrancó la playera de encima, rompiendo la tela suave. No lamentó el fin de su playera preferida, incluso gimió por la repentina brutalidad, volvió a ser arremetido contra el colchón y sus pantalones tuvieron el mismo final, aun con ayuda del bajo que pateo sus desgastadas converse, lejos.

Tomó sus piernas entre sus brazos y se recargó hacia adelante abriéndolas. Un impulso nervioso hizo dudar a Baek, que intentó cerrarlas. Se sentía demasiado descubierto.

El experto desconocido se inclinó suavemente, haciéndolo entrar en confianza. Besando los muslos internos del sumiso chico, incluso lamio encima de la tela de los boxers.

— ¡Dios! ¡¿Qué… hace—s?! — Cubrió su rostro apenado, el calor abrazador volvía a acogerlo, ahora mismo lo ahogaba.

Introdujo su firme mano, primero acariciándolo. El temblor se extendió por todo su cuerpo y sus músculos se tensaron tan notoriamente que creyó que se partiría un tendón. Empuñó la necesitada y húmeda entrepierna de BaekHyun bombeando.

Una fría risita lo hizo fruncir el ceño.

— ¿Qu—qué es tan… divertido? — Consiguió decir. Pero su respuesta fue otra lamida y ahora una mano se extendía hacia su pecho sensible y excitable. Lucho contra esa mano, que acariciaba su pezón con movimientos circulares, pero fue crudamente derrotado por la pasión del acto.

No podía. ¡Belcebús! No podía contener la oleada de libertad que se aglutinaba en su vientre y le producía dolor asfixiante. Un mareo previo, junto a la fuerte mano complacedora y explotó cuanto quiso. Un casto beso sobre la nariz, como su recompensa.

De pronto se detuvo, y por fin sintió el aire regresar a sus pulmones, pero ese sentimiento de decepción no abandono sus amígdalas. Lo oyó ponerse de arcadas sobre él y sintió el roce de su mejilla contra sus labios abultados y carnosos.

—No es divertido, estoy duro… — Le informó simplemente. Y la simpleza de la oración lo colocó rojo de la pena y… excitación.

— ¡¿Qué—?! ¡Ah…! — Jadeó al momento de percibir su última prenda  ser despojada de su cuerpo. —N—no…

Ocultó su rostro tras su almohada y apretó los dientes, sintió las enormes manos cálidas definir su cinturas hasta los huesos de sus caderas, donde dibujo círculos con sus pulgares, parecía tener una fascinación por esa zona en especial, ya que se tomó la molestia de morder, marcándola como suya.

— ¿Por qué…? ¿Por qué ahora? — Esa duda no dejaba de carcomerle la cabeza, si perdería su virginidad con este tipo, si solo sería comidilla de una noche. Deseaba saberlo de ante mano. ¡Dios! No se arrepentiría de ese momento. Solo necesitaba saber. —Dilo… si esto es solo una noch— Ehg… ¡Ah!

Y sin previa ni aviso separó sus rodillas y lo engulló, primero la punta. Se sentía gruesa pero resbaladiza. Aferro sus uñas a las sabanas de la cama y apartó el rostro, impidiendo que este le besara. Las lágrimas corrieron sus mejillas.

— ¡Mier—mierda! — Jadeo. Pero el alto solo respiró con dificultad, si se concentraba podía oír los latidos desenfrenados del chico sobre él, del cual no sabía nada, pero extrañamente lo calmaba.

Levantó más las piernas de BaekHyun abriéndolas al máximo y lo metió completo. Soltando un gemido alto, se empezó a mover de adelante hacia atrás. Arrugó la tela bajos sus palmas y se impulsó hacia adelante, ahogando a Baekhyun.

No supo en que más refugiarse, por lo que se abrazó a la espalda del fuerte hombre, que lo tomaba. Clavo sus uñas en su piel y pego sus pechos cardiacos, gimiendo en su oído que se detuviera. Pero sin creer en sus propias palabras.

Enredó sus dedos en el colgante del alto y lo arrancó de su cuello, ahora apretándolo contra su palma.

Sintió las punzadas profundizarse en su interior y lo ambicioso que se volvía con cada segundo.

¡Si esto era el sexo! ¡¿Por qué se había tardado tanto?!

Se entregó más, abriéndose cuanto el desconocido deseo. Juntando sus lenguas y envolviéndolas hambrientamente. La cama rechinó golpeando la pared, en ritmos repetitivos y Baek sintió algo desgarrarse en su interior.

«Esto dolerá mañana.»

Envolvió sus piernas en las caderas del misterioso Dios sexual y este lo cargo sentándolo sobre su hinchado y erguido miembro.

Sus cuerdas vocales estaban lastimadas y su cabeza daba vueltas, jamás había experimentado tanto placer, nunca en su vida se había hecho una paja. ¿Cómo se supone que soportaría el sexo?

Siguió subiendo y bajando, de forma abrumadora. Sentía que estaba a solo dos pasos de la meta, no se detendría ahí.

Sostuvo sus caderas ayudándole con los movimientos, ambos igual de perdidos por el éxtasis. Se corrió violentamente, llenándolo por completo. Solo en ese momento BaekHyun se desmayó, cayendo sin vida sobre él. Lo abrazó fuertemente pegándolo a su pecho, acarició sus cabellos y beso su frente.

Lo acostó sobre la cama y le observó…

Tan cercano, como para rozarlo con solo estirar la mano. Y tan lejano como miles de kilómetros.

De su entrada aun escurría, espeso y abundante liquido viscoso. De pronto se sintió terrible por notarlo sensual y provocativo.

Suspiró resignado y lo cubrió con una sábana.

— ¿Por qué hago esto? Porque te he amado siempre, BaekHyun.

 

 

Notas finales:

Eso fue todo por hoy, espero sus opiniones y su amol~

 

Las amolo bien jard core. 


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