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Madness por Spieluhr

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Notas del fanfic:

Este fic  básicamente será de suspenso y misterio, un poquito de terror y gore, así que si esperabas algo cursi no te recomiendo que lo leas ^^

Me inspiré un poco en "la historia del loco" de John Katzenbach, pero sólo me basé osea que no es una adaptación, por si notan algun parecido al principio, después será diferente.

Disfrutenlo! :D

Notas del capitulo:

Hola, mi nuevo fic :3 denle una oportunidad, sé que probablemente este capítulo esté un poco aburrido pero irá mejorando. 

Donghae un chico castaño que apenas tenía 21 años, miraba asustado a su alrededor, sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas sabiendo que, probablemente, sería la última vez que pasaría por ahí: los lugares tan conocidos para ir a la escuela, la casa de los amigos, el parque.

El automóvil aceleró provocando que el paisaje se volviera una gran mancha difusa.

-Baja-le ordenó el enfermero en el asiento de enfrente después de hora y media de recorrido, el chico se limitó a obedecer lo más tranquilo que podía, ignorando el temblor que tenían sus manos en se momento a causa del pánico haciendo sonar las esposas que las apresaban.

-Estarás bien-le decía el enfermero que antes conducía, guiándolo por un camino de grava-tus compañeros son bastante agradables a pesar de todo.

Se quedó estático mirando al enorme edificio frente a él: blanco, con enormes barrotes y rejas en cada ventana y enormes enfermeros en cada puerta, se podía ver que había un jardín en la parte de atrás con árboles grandes. Miró atrás donde otras imponentes y negras rejas de metal se alzaban con las palabras “Hospital psiquiátrico Saint Marie” haciendo que su nerviosismo aumentara.

Siguió a los enfermeros hasta una puerta que decía consultorio, tocaron y lo hicieron pasar.

-Buenas días -saludó un doctor, tenía un hermosa sonrisa y el cabello casi rubio-soy el doctor Park Jungsoo, pero puedes decirme Leeteuk, así todos me dicen-dijo manteniendo su sonrisa.

-Lee Donghae- contestó mirando toda la sala, era de un blanco total, los muebles, el traje del doctor, las paredes, era tan blanca que sintió escalofríos.

-¿Sabes dónde estás?-le preguntó.

-En un manicomio-dijo sintiendo un nudo en su garganta.

-Correcto ¿No quieres sentarte?

El chico negó y empezó a llorar.

-Quiero ir a casa, ya me portaré bien.

-Tristemente no puedo dejarte ir tan fácil, tu familia dice que hablas sólo.

-No es verdad-contestó el chico.

Pero el doctor pareció ignorarlo y siguió.

-¿Sólo oyes voces o también ves personas?

El chico miró a su izquierda, había un chico con unos cachetitos redondos y ojos pequeños viéndolo.

-Henry-susurró Hae mirándolo, el chico le sonrió.

-¿Que dices?-preguntó el doctor.

-Na...nada, no hay voces ni personas, no estoy loco.

El doctor miró hacia dónde él miraba.

-¿Hay algo ahí?

Henry negó y Hae volvió a mira al doctor.

-Nada-contestó.

El doctor frunció el ceño y lo miró fijamente, luego fue a su escritorio y escribió algo en una libreta.

Hae aprovechó para volver a ver al chico que se acercó corriendo a él.

-Lo siento-le dijo en un susurro.

Hae trató de ignorarlo pero hizo un movimiento rápido con su mano indicándole que todo estaba bien.

-Serás atendido por el doctor ZhouMi, ya lo conocerás más tarde, por ahora te llevaran a tu habitación. Que tengas buen día.

Un enfermero entró y se llevó a Donghae.

-Realmente te tocó con los más tranquilos, así que no te asustes.-le decía mientras lo guiaba por un largo pasillo, doblaron la esquina frente a un enorme ventanal protegido por unas largas rejas caminaron por otro pasillo dónde al final se veía una puerta con rejas, el enfermero la abrió y pasaron a lo que parecía una sala de estar, había dos sillones, una mesita en el centro y un enorme enfermo recargado en la pared, que alzó una mano como saludo-ese es el baño le dijo señalando una puerta del lado derecho-y ahí está donde dormirás-señaló otra puerta frente a la que le habían indicado como baño.

Era un pasillo largo con ocho camas acomodadas a los costados, cuatro de cada lado cada una tenía un buró y a los pies un cofre. Al fondo había una puerta de metal.

-El comedor está bajando unas escaleras cerca del gran ventanal que viste, pero nosotros te llevaremos cuando sea la hora, bueno, te lo encargo-le decía mientras salía al enfermero que estaba en la sala, este asintió y se acercó al chico.

-Me llamó Shin Donghee pero los pacientes me dicen Shindong- lo hizo entrar en la habitación y le quitó las esposas - tus compañeros están en su terapia de grupo pero no tardaran, esta es tu cama-le dijo señalando una cama del lado derecho-Ya pusieron tus cosas ahí, porque no te acomodas ¿eh?-le dijo dándole unas palmaditas antes de regresar a la sala.

Donghae se sentó en la cama, no era el colchón más blando y los resortes rechinaron apenas se recargó un poco.

-Hae, yo estoy contigo ¿está bien?-le dijo Henry secándole las lágrimas que intentaban salir-lamento que por mi culpa hayas terminado aquí, pero ya verás que todo mejorará.

Donghae sonrió levemente, realmente esperaba que todo mejorara, que con el tiempo todo pareciese una pesadilla, comenzó a sacar su ropa de la maleta que estaba recargada en la cama, al menos agradecía no tener que estar usando batas o ropa blanca.

-Eso así me gusta, entusiasta y positivo Hae-dijo Henry parándose frente a él y sonriéndole.

Hae le devolvió la sonrisa y entonces sintió que algo golpeaba su pie, una pequeña pelota de goma azul se fue rodando hasta quedar debajo del mueblecito de noche.

-¡No!-gritó un chico en la entrada de la puerta corriendo para tratar de detener a la pelota, pero apenas desapareció bajo el mueble empezó a llorar.

Donghae miró sorprendido, jamás había visto a alguien de esa edad haciendo un berrinche por una pelota.

-Tranquilo-le dijo Donghae, se agachó y logró tomar la pelota-Ten-el otro la agarró con cierta desconfianza, como la que tienen los niños al ver a alguien extraño.

-Gashias-dijo tomando la pelota.

-¡Minnie!-gritó un chico un chico mayor y más fornido desde la entrada-¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?-y entonces miró ferozmente a Donghae-¡Tú! ¡¿Qué le hiciste?!

Henry asustado se puso detrás de Donghae.

-Dile la verdad Hae, dile que sólo ayudabas al otro chico.

-Sólo…le devolví la pelota.

-¡Peota!-gritó el otro enseñándole el juguete-Se cayó ahí-dijo y entonces señaló el mueble.

El enorme chico tomó al que había llamado Minnie y lo cargo, luego lo llevó hasta la última cama, lo recostó y empezó a cantarle una canción de cuna mientras acariciaba su cabecita.

Donghae vio cómo entraban poco a poco el resto de sus compañeros.

Primero un chico flaquito y pequeño, murmuraba algo, se sentó en la penúltima cama del lado contrario y se quedó viendo a la nada mientras seguía murmurando.

Luego entró un chico alto con flequillo hasta la mitad de los ojos  se acercó a Donghae y apenas lo vio empezó a tocar la cara del asustado chico.

-¿Cómo te llamas?-preguntó como en un susurro.

-Lee Donghae.

-Donghae-repitió, el chico sintió la fría mirada, los ojos negros miraban los suyos como queriendo traspasarlo, pero apenas parpadeó el chico se fue susurrando "Lee Donghae", se sentó en la última cama, al lado del chico flaquito,  y empezó a dibujar algo en un cuaderno con crayolas Hae notó que en la mesita de noche había una pecera con dos tortugas en ella.

-Nos mintieron Hae, nos metieron donde están los más locos, ese tipo da miedo, puede ser un psicópata o algo así-empezó a decir Henry y ese miedo se le contagió a Donghae que empezó a temblar-Mira ese está muy raro-Entonces miró al chico frente a él, era un poco más pequeño y estaba recostado con la cara pegada a su almohada gimiendo.

-Tranquilo-dijo un chico poniendo su mano en su hombro-Sólo necesita acostumbrarse a que hay alguien nuevo, y Yesung es raro pero es muy amable.

El chico tenía el cabello castaño claro y unos ojos muy tiernos.

-Soy Lee Hyukjae ¿y tú?-Le preguntó.

-Lee Donghae-dijo con la voz cortada.

-Está bien pequeño, todo estará bien ¿Tienes miedo?

-Mucho-dijo empezando a llorar-No quiero estar aquí.

-Ninguno de nosotros, pero no hay nada más que hacer.

Donghae soltó un suspiro el otro sonrió y lo tomó de la mano.

-Ten cuidado, podría ser algún tipo de violador-le seguía diciendo Henry mientras se escondía.

-No seas tonto-respondió en un susurro tratando de que Hyukjae no lo oyera.

El chico lo levantó y lo llevó a la salita luego lo guió a la ventana tras los sillones, ahí le mostró el bello paisaje al otro lado: un pequeño jardín con el pasto totalmente verde y un árbol en una colina rodeada de flores.

-Ahí nos llevan los viernes y Shindong nos cuida, supongo que son las ventajas de que este lugar no sea del gobierno, nos dan mejor trato.

Donghae se sintió un poco feliz, realmente era un bonito lugar sólo tenía que acostumbrarse a sus habitantes.

-Las voces que oyes ¿Te dicen cosas malas?

Donghae miró a Henry que seguía embelesado con el paisaje en la ventana.

-No son voces, es un ángel-le dijo, estaba harto de que dijeran que estaba loco, él tenía el don de ver a Henry que era su ángel guardián.

-Vaya me gustaría tener un ángel-le dijo, Donghae miró alrededor buscando al ángel de Hyukjae.

-Debes tenerlo sólo que no puedo verlo.

-Supongo que es porque soy una persona malvada.

-Te lo dije-le susurró Henry-Yo estoy aquí no dejaré que te haga algo.

Hyukjae sonrió pero sus ojos mostraban melancolía.

-Ven te presentaré a todos-le dijo jalándolo de nuevo a la habitación.-mi cama está junto a la tuya, el de enfrente tuyo es Bummie, él es como autista, creo, al lado se sienta Rella pero todavía no llega porque se quedó hablando con Hannie y dijo que era una princesa encantada y por eso era hombre, a Kangin y a Minnie ya los conoces, Minie es casi un bebé así que debes tratarlo con cuidado sino Kangin se enoja; el de allá -dijo señalando al chico que seguía dibujando-es Yesung y al lado Wookie, Yesung puede hablar con los animales y Wookie oye voces pero no creo que sean de ángeles sino de demonios y ahora estás tú que puedes ver ángeles.

Donghae se tranquilizó sabiendo que ninguno de ellos era un psicópata. Iba a preguntarle por qué estaba ahí cuando el enfermero Shindong le habló.

-Conocerás a tu doctor-le dijo haciéndole señas de que lo siguiera.

-Suerte-le dijo Hyukjae caminando hacia su cama.

Donghae se limitó a seguir al enfermero, volvieron a caminar hasta el ventanal pero siguieron el camino donde le habían dicho estaba el comedor bajaron por unas escaleras y lo alcanzó a ver a la distancia sintiendo el leve aroma de la comida que preparaban, sin embargo se detuvieron en el pasillo, estaba lleno de puertas como las de las caricaturas, tocaron en la segunda del lado derecho y una voz les indicó que pasaran.

-Hola Donghae-le decía, era bastante alto y tenía una agradable sonrisa.-Siéntate-le dijo señalando dos sillones frente a su escritorio.

La oficina no era tan blanca como la de Leeteuk, tenía colores claros pero le incomodaba menos a Donghae, el chico se sentó en uno de los sillonsitos de color café crema.

-Me llamo ZhouMi pero los pacientes me dicen Mimi ¿Ya conociste a tus compañeros?

-Sí, eso creo, aunque hay una cama vacía.

-Es de Rella, ya lo conocerás.

-¿Rella?

-Sí en realidad se llama Heechul, pero sólo responde si le dices Rella o Cinderella. Pero bueno en realidad no estamos aquí para hablar de él, ¿Sabes por qué estás aquí?

-Porque piensan que estoy loco.

-Sí pero específicamente ¿Qué pasó hoy que hizo que terminaras aquí?

-Me pelee con unos chicos.

-¿Por qué?

Donghae dudó y luego miró hacia donde estaba Henry.

-Díselo quizá te crea-le dijo.

-Porque me dijeron que Henry no existía.

-¿Henry?

-Sé que sonará loco pero es mi ángel, es un ángel algo travieso y por eso no se oculta, pero como es mi ángel sólo yo puedo verlo es como Dios nadie lo ha visto pero creen que existe y Henry existe.

-¿Y Henry no te dijo que pelear es malo?

-Sí, me regaño mucho pero le prometí que no lo volvería a hacer.

El doctor sonrió.

-Bueno estando aquí sería bueno que escucharas sus advertencias. Verás, en esta área sólo están los pacientes en observación para saber si pueden o no volver a la sociedad.-Anotó algo en su libreta-si quieres volver a casa deberás mostrar un muy buen comportamiento.

-Sí lo prometo me portaré muy bien-dijo levantándose.

-Bueno ya lo veremos, ahora ya es casi hora de cenar y te sugiero que seas puntual uno de tus compañeros tiene un tipo de autismo y es exageradamente puntual.

Donghae asintió.

-Te veré pronto para que pueda seguir evaluándote ¿ok?

Donghae volvió  a asentir y miró de reojo a Henry que miraba con una sonrisa al doctor.

-Bien que tengas una noche agradable-le dijo mientras se levantaba y abría la puerta.

-Igualmente-dijo el chico ya sin el miedo que tenía momentos antes.

-Provecho-se despidió el doctor cerrando la puerta.

Donghae miró el comedor, su estómago rugió, no sabía si regresar a la habitación o ir a comer.

-Parece que saldremos fácil de aquí, y el doctor parece muy agradable-comentó Henry.

-Sí, bastante-dijo el chico.

-Donghae, ven es hora de cenar-le dijo Shindong dándole unas palmaditas en la espalda.

Caminaron hacia el comedor.

Era una mesa larga con sus compañeros ahí, había un chico en la cabecera que no conocía, a la derecha en una mesa un poco más pequeña comían los doctores, sólo pudo reconocer a Leeteuk. Todos miraban el reloj atrás que marcaba 5 para las 8

Shindong lo sentó en la orilla junto a Hyukjae frente a Bummie. Junto a Hyukjae estaban Kangin y Sungmin y Junto a Bummie Wookie y Yesung el chico en la cabecera miró curioso a Donghae luego golpeó su vaso con una cuchara como si fuera una campanilla, lo cual le pareció muy gracioso al chico ya que era de plástico y no de cristal.

-Parece que tenemos un nuevo invitado, preséntate-dijo señalando al chico que sintió las  miradas de todos.

-Lee Donghae-dijo tímidamente.

-Te nombro Haehae-dijo moviendo con gracia las manos en el aire, como si lo escribiera una carta-Yo soy Cinderella y ellos son...-

Pero Hyukjae lo interrumpió.

-Ya le he dicho los nombres de todos.

-Ah bueno, muy bien Hyukjae, eres muy amable al ahorrarme trabajo.

El reloj dio las ocho y Bummie empezó a comer, todos lo imitaron.

Donghae miró su plato, había una sopa de pasta fría, una ensalada y un pedazo de carne.

Oyó que algo caía y vio como Min levantaba una cuchara.

-Ya está sucia, ya no la puedes usar-le decía Kangin mientras Shindong le daba otra-tienes que agarrarla más fuerte-el chico asintió, tomó el cubierto y una cucharada de la sopa pero no calculó bien y se embarró en la barbilla.

Fue hasta ese momento que Donghae notó que traía un babero de conejo.

-Ah déjame hacerlo-dijo Kangin tomando la cuchara.

-Kangin-le habló un doctor-¿De qué hablamos?

El chico le dio la cuchara a Sungmin y le indicó como, después de un rato Min ya pudo comer con cierta normalidad.

-Bien Minnie, parece que aprendes rápido-le dijo Hyukjae.

El pequeño asintió con una sonrisa.

A Wookie le intentaban dar de comer.

-Está envenenado-murmuraba.

-No, no lo está-le decía Shindong-mira-y le daba un bocado-hum delicioso, vamos, come.

-Tomaste el antídoto antes, está envenenado.

-Hazlo por las buenas ¿sí?

Pero el otro se tapó la boca con las manos.

-Es prácticamente imposible que esté envenenado-le dijo Hyukjae-A ellos les pagan por nuestro bienestar y además hay demasiados testigos, no está envenenado.

Ryeowook dudó un poco pero después comió, al principio con desconfianza pero después más animado.

Donghae tomó un bocado de la sopa, no sabía mal, estaba hambriento así que empezó a comer de todo con rapidez.

Ya llevaba más de la mitad cuando oyó a Min quejarse.

-No quero-dijo haciendo su plato a un lado-quero gedatina.

-No hay gelatina sino te acabas tus verduras-le dijo tranquilamente Kangin mientras le acercaba el plato.

-Si hay-contestó el otro volviendo a mover el plato, en eso un doctor le habló.

-Min te compré un nuevo libro, pero si lo quieres tendrás que acabar de comer.

El chico empezó a hacer pucheros y moverse en su asiento.

-No quero-repitió.

-Ah bueno, entonces no te lo daré-el doctor sacó un libro de su saco, era pequeño pero se notaba que tenía muchos dibujos-que lástima, pensé que te gustaría.

El chico volvió a comer con un puchero, todos se tranquilizaron y Kangin lo miraba sonriente. Después les sirvieron gelatina, a Donghae le tocó de limón, a pesar de como estaba cuando llegó ahora se sentía más tranquilo y con el estómago lleno.

Eran las nueve de la noche y se tenían que meter a bañar, Hyukjae le explicó que antes de las nueve y media tenían que terminar porque a esa hora se bañaba Bummie ya que no le gustaba bañarse con los otros.

El baño era otro pasillo largo donde al inicio habían dos lavabos, el pasillo seguía con cuatro retretes, luego tenías que dar vuelta a la izquierda porque del lado derecho sólo había un pequeño cuarto con productos de limpieza; después de doblar a la izquierda tuvo que volver a doblar al mismo lado, ahi estaban ocho regaderas sin cortinas ni separación,cuatro de un lado y cuatro del otro con un pasillo en medio donde había una banca de metal ya un poco oxidada por el tiempo.

Shindong los acompañaba, en realidad sólo a Wookie que susurraba algo de que lo querían ahogar o que le clavarian un cuchillo cuando cerrara los ojos para el shampoo mientras el enfermero lo desvestía.

Donghae se desvistió tímidamente, por suerte entre sus pertenencias estaban su shampoo, esponja y jabón, eso de alguna extraña manera lo hacía sentirse seguro.

-Te acostumbrarás- le decía su ahora amigo mientras se quitaba la camisa.

Donghae lo miró con una sonrisa tímida.

-Tu tranquilo, yo te cubro por si alguien intenta hacerte algo-le dijo un animado Henry sentándose en la banca.

Donghae dejó que el agua cayera sobre su cuerpo, no era el agua más cálida del mundo pero estaba bien y era agradable estar bajo ella, miró a sus demás compañeros, Shindong abrazaba a Wookie mientras le intentaba lavar el cabello, Yesung y Hyukjae se bañaban con normalidad al igual que Heechul aunque él se movía con gracia como queriendo que todo el mundo mirara su cuerpo, Kangin bañaba a Sungmin que miraba divertido las burbujas que empezaban a llenar el baño, a Donghae le llamó la atención el cuerpo del pequeño chico, tenía gruesas cicatrices en su espalda y en sus brazos.

-¿Qué miras?-le preguntó un molesto Kangin.

-Na...nada-susurró-disculpa si te incomodé.

Y continuó lavándose, Kangin lo miró un rato pero luego de asegurarse que no era ningun pervertido se siguió bañando y a Minnie que se tallaba los ojos por el jabón que había caido en ellos.

 

Eran las diez de la noche, Bum ya había salido de bañarse y ahora leía, Kangin le leía a Min que miraba divertido los dibujos, era el cuento de los tres cerditos y el lobo feroz, Hae sintió de nuevo un nudo en su garganta, su mamá le leía ese libro, a él, a su hermano y a Henry aunque ella no sabía de la existencia del ángel. Por más a gusto que se sintiera extrañaba a su familia.

-Todo está bien, yo estoy aquí-le decía Henry abrazándolo-nunca te dejaré sólo, lo prometo.

-Gracias-susurró tratando de que nadie lo oyera.

-Hora de dormir-anunció Shindong, todos se recostaron en sus respectivas camas, costó un poco de trabajo que Minnie se acostara solo pero al final lo hizo, y apagaron las luces.

El silencio reinó, aunque no fue por un rato tan largo como le hubiera gustado al recién llegado, al poco rato se escucharon los gemidos de Wook, seguido del llanto de Min que fue consolado por Kangin, Hyukjae les siguió y finalmente Heechul que soltó un grito desgarrador, le sorprendió ver que ni Bum ni Yesung estaban despiertos, al parecer ya se habían acostumbrado.

Henry comenzó a cantarle, porque sabía que a Donghae le tranquilizaba que le cantaran, sólo bastó una canción para que Donghae cayera en los brazos de morfeo sintiendo un alivio, soñando con el hogar que lo esperaba, sin saber que las peores de sus pesadillas apenas empezarían.

 

Notas finales:

Gracias por leer, actualizaré el próximo viernes (si veo que va bien, tal vez antes)

Dejen su review porfii

Byebye~


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