Gabardina negra, pantalones ajustados y unas botas negras
Sí.. Ese era Do Kyungsoo
Modesto, cínico y sobre todo, perfecto a los ojos del mundo
Modelaba su gran aspecto por los pasillos escolares sin voltear en mínimo a encarar quienes desde su entrada clavaron sus afilados ojos en él, no, claro que no, esos eran de bajo nivel para merecer si quiera que los mirase.
Apoyo sus codos en el escritorio de dirección esperando por su cartilla.
- Se te ofrece algo? – pregunto la secretaria que por su aspecto se podía afirmar que era de edad avanzada –
- Mis padres hablaron ayer con el director, me entregarían la cartilla con mi grupo y horario de clase –
- Veré en los archivos, hasta el momento no me ha llegado nada sobre un nuevo estudiante – respondió agachándose en uno de los estantes y rebuscando entre los cajones – por cierto ¿Cuál es tu nombre? –
- Do Kyungsoo –
- Mira esto es lo que encontré sobre ti – entregándole un folder con bastantes papeles a decir verdad –
- Gracias – murmuro tomando los papeles y dirigiéndose al aula estudiantil –
Abriendo la puerta y sin querer está haciendo un rechinido irritante capto la atención de los alumnos cercanos a la entrada.
Incluso la de él
- Preséntate – dijo el que parecía ser el profesor sin voltearle a ver, concentrándose en unos papeles –
- Soy Do Kyungsoo – susurro más para él que para todos – y no vengo hacer amigos, solo quiero graduarme, gracias. – Estaba claro que desde ese día nadie se le acercaría a aquel cretino engreído-
- Toma asiento – él profesor que hasta el momento no había discutido la no muy “buena” presentación del castaño se propuso a mejor dar la clase antes de armar un pequeño debate-
- Sabes yo también odio los lunes pero procuro pensar que es viernes para no llegar con una mala cara – una gruesa voz irrumpió sus tímpanos -
- Solo no me hables – se limitó a decir sacando sus libros y dejándolos en su pupitre –
- Soy Kim Jong In, pero puedes decirme Kai- estiro su mano de forma amistosa esperando el mismo gesto que por supuesto nunca llego –
- Eres raro – levantando una ceja pero sin voltear a verle, solo fijándose en las hojas blancas de su cuaderno –
- Y tu muy amargado – dos podían jugar así –
- Te dije que dejes de hablarme –
- Pero tú no quieres eso- lo que le faltaba, un idiota más –
- Que te hace pensarlo? – anotando las operaciones en su libreta fingiendo desinterés –
- Ya habrías dejado de contestarme – jaque mate! –
- ……. –
- Estoy en lo cierto no es así? – sonrió victorioso-
- Solo déjame tranquilo –
Listo!
Desde esa hora no volvió a insistirle más, solo se calló y volteo su cuerpo nuevamente al frente para prestar atención a la clase
Oh! Pero Kim Jong In no era alguien que se rindiera tan fácilmente.
Terminando la clase él castaño tomo su mochila y desapareció por los pasillos, evitando cualquier contacto visual, pláticas absurdas o intercambio de información personal con alguien.
Una mano agarrada de su codo le hizo parar.
Volteo de reojo y observo al mismo irritante chico de su clase
¿y ahora que querrá? – se preguntaba –
- Podríamos empezar por saber que te gusta – sonrió de la misma forma que cuando lo saludo –
- Esa estúpida curva en sus labios – maldecía en sus adentros –
- Eres bastante molesto ¿sabes? – respondió quitándose la mano de este y siguiendo con su camino seguido por este –
- Si lo soy porque sigues hablándome? – nuevamente su estúpida pregunta –
- Porque no dejas de seguirme – parando en seco y encarándolo – ¿Qué demonios sucede contigo?, ya para de hacer eso –
- ¿El qué? – como si no lo supiera-
- El seguirme, ya basta – esto lo estaba sacando de sus casillas, tenía unas ganas inmensas de estampar su puño contra el rostro de ese moreno fortachón –
- Tienes bonitos ojos – Perfecto. Lo que le faltaba, aparte de acosador resulto ser un lunático aquel tipejo que trataba por todos los medios de cortejarlo –
- Ni en sus más grandes sueños – pensaba –
- Vete – amenazo –
- Que harás si no?- le siguió el juego, el chico nuevo le resultaba bastante simpático aunque con carácter fuerte –
- Te golpeare –
- No te atreverías – respondió confiado de sí mismo y sonrío el muy desgraciado mostrando esos blancos dientes y esos ojos penetrantes, retándolo nuevamente, eso le mataba, lo llenaba de ira –
- Ponme a prueba – apretando los puños y cerrando los dientes con fuerza, sus ojos desbordaban las llamas del mismísimo lucifer, en cualquier momento explotaría –
- Hazlo – acercándose lo suficiente para que el menor quedara a la altura del moreno, postrando su mejilla frente a este, esperando por la siguiente acción de Kyungsoo que se mantenía estático -
Jamás creyó encontrarse con sujeto más molesto que Kim Jong In, debió mantenerse callado desde el momento en el que este le hablo, pero aun así habría sido inútil, si antes no le había hecho caso y que por más que le pidió no le hablase ahora estaba acosándolo y pidiéndole que le golpee en la cara y lo peor Kyungsoo parecía no querer hacerlo, solo mantenía su mirada postrada en esos pómulos alzados que se postraban envidiablemente frente suya.
Joder, de repente le vinieron unas ganas inmensas de acercarse a ese rostro masculino y morder esos dos cachetes semi-regordetes tan tentadores y apetecibles.
Casi por reflejo retiro esos pensamientos lujuriosos de su mente y cerró los ojos calmando su acelerada respiración.
- No lo vale – murmuro dejando sus dedos entre guardados en sus pantalones ajustados – rarito – menciono esquivando a este y saliendo de los pasillos por fin –
- Alguien se calentó – río burlón –
- ¿Qué dices? – mirándole extrañado –
- Tus mejillas están rojas – picando suavemente con sus dedos uno de los sonrojados cachetes –
Por instinto llevo sus manos a su rostro pero no noto ningún cambio de temperatura, quizá.. Solo fue el momento.
Bufo cansado, sabía que nunca podría librarse de ese grandulón por lo que opto por ignorarlo, era la mejor manera, después de todo en algún momento tendría que cansarse de acosarlo y terminaría por darse la vuelta dejándolo tranquilo como hace unas horas deseaba.
Pero no estaba del todo enterado de quien era Kim Jong In, él chico más persistente e inquietante que podrías encontrarte.
- Me caes bien – sonrió descaradamente – podríamos salir algún día –
- Olvídalo, ya te lo dije, solo déjame solo – sentándose en el pasto y cerrando los ojos –
- Me has repetido lo mismo por horas, creo que puedo empezar a llamarte “Mr Cold” – dice divertido y por supuesto al otro no le dio ni una pizca de gracia –
Estaba más que seguro que jamás en su vida había entablado una conversación tan larga como la estaba teniendo con el moreno y no es que como muchos le miraban porque fuera “amargado” solo era de carácter fuerte y muy selectivo en tanto a quienes estén a su alrededor
Y claro estaba que ese chico no iba a conseguir nada de él, si pensaba que porque le contestaba iba a tener algún vínculo estaba muuuy equivocado.
- Está bien, ¿quieres hablar conmigo? – río en sus adentros al imaginar lo tonto que se vería por lo siguiente – bien, como dices primero debemos conocernos del todo y algo que debes saber de mi es que amo los juegos, ¿quieres que te diga cuál es mi favorito? – sonriendo malicioso y tratando se mantener un aire que le permitiera engañar al mayor –
- ¿Cuál? – dijo curioso –
- Policías y ladrones – este se rasco la cabeza y miro confundido a Kyungsoo que por dentro moría de la risa –
- No lo conozco – “claro” –
- Entonces yo te enseño – levantándose del pasto y esperando a este – Tú serás el policía y yo el ladrón, tienes que encontrarme –
- Es todo? Suena muy infantil –
- Nadie dijo que no lo era, pero como te dije, amo los juegos, quieres ser mi amigo, entonces juega conmigo -
- Está bien, entonces.. solo ¿te atrapo? – pregunto confundido y algo avergonzado, que tan crío se vería buscando por todo el campus –
- Sí, pero tienes que contar hasta 100 para ir a buscarme –
- Y que gano si te encuentro? – eso era lo que más importancia le estaba dando el mayor, ansiaba recibir algo de Kyungsoo y no solo un “felicidades, ganaste” sino quizá algún gesto amistoso de este-
- Eh..? qué.. no lo sé – susurro bajando la mirada, no se había planteado esa pregunta, solo pensó en engañarlo e irse lo más lejos posible de él –
- Hmm.. muy mal Mr Cold, así no se puede jugar – cruzándose de brazos, como reprendiéndolo, le causaba gracia –
- Y que quieres a cambio? – mirándolo ahora sí enojado, no le gustaba que las personas se burlaran de él ni aunque fuera de broma-
- Un beso –
- Qué?! - mirándole incrédulo – ni loco! –
- Te recuerdo quien fue él que dijo “me gustan los juegos, hay que empezar uno” – imitando su aguda voz –
- Yo en ningún momento dije eso, solamente te iba enseñar a jugar –
- Bueno y estoy aprendiendo, porque aún y nunca me haya llamado la atención estas cosas sé que en cada juego hay un premio –
- Bueno pues no en este caso – dándole la espalda y cruzándose de brazos –
- ¿Qué tienes que perder? Además no soy bueno buscando, es más la probabilidad de que tu ganes –
- Y el que haya al menos un 0.1% de probabilidad de que tu ganes lo hace peligroso para mí –
- Es solo un beso –
- Aun así, no quiero-
- No sabes si te va gustar –
- Pero sé que no quiero besarte.-
- No tiene sentido –
- Y es que pedir un beso lo tiene? –
- Si –
- En qué sentido? –
- Se fortalecerá ese amor que hay entre nosotros –
- ¿Cuál amor? – ahora si soltando una pequeña risa, ese tipo era todo un engreído –
- Por favor, no me dejarás mentir que te sentiste atraído por mi hace unos momentos en el pasillo –
- Tu sí que estas mal – tocándose la frente, no podía estarle pasando esto –
- Y es que la fobia a los besos es normal? – alzando una ceja -
- Si! Más si tienes que besar a un cretino –
- Pero yo no soy cretino –
- Vaya, lo que me faltaba, además de cretino, cínico –
- Se pasa el tiempo –
- ¿Qué dices? –
- Que faltan 10 minutos para que acabe nuestra hora libre, hay que jugar rápido –
- Ni pienses que me besaras –
- Ya lo veremos –
- Ya te lo dije, no quiero jugar-
- Hace un momento tú lo proponías –
- Sí pero ahora cambie de opinión –
- Amargado –
- Cretino –
- Miedoso –
- Cínico –
- Malcriado –
- YA! –alzando un poco la voz – esto es estúpido –
- No estaríamos así si hubiéramos jugado –
- De acuerdo… - bufo cansado – acepto esa condición –
- Enserio? – si alguien viese la cara de tonto ilusionado que había puesto Jong In habría muerto de la risa –
- PERO! – levantándose su dedo índice en señal de amenaza – si pierdes tendrás que mantenerte al menos alejado de mi 30 metros –
- Por cuánto tiempo?-
- Por siempre –
- Que cruel –
- Aceptas o no? –
- Mmm.. tentador pero.. está bien –
- Ya sabes, no puedes voltear a ver en donde me encuentro, tú tienes que predecirlo –
- De acuerdo –
- Que empiece el juego –
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Se golpeó mentalmente, era un estudiante nuevo, el cual no conocía ninguna de las instalaciones de ahí y mucho menos algún sitio donde ocultarse
Idiota
Se regañó mentalmente y fue hasta un pasillo que parecía estar deshabitado, fisgo puerta por puerta pero ninguna parecía ser un sitio adecuado para ocultarse.
Su cabeza hizo un CLICK
Recordando al instante el laboratorio, según su horario solo le tocaba los viernes, los lunes estaba solo y con llave lo único que tenía que hacer era tomarlas y encerrarse ahí.
Le tomo unos segundos pasar por dirección y robar del estante del director las llaves, parecía puesto de tacos sin ningún tipo de seguridad, eso sí que no era una escuela.
Sus manos temblaban y no sabía si era por el miedo a que le regañaran o por ser encontrado
Cerró la puerta con seguro y se sentó en uno de los bancos que estaban en el salón, tocando su pecho que subía y bajaba a gran velocidad.
Eso había sido tenebroso
Pero al menos ya no tendría que lidiar con el moreno, eso de alguna forma le tranquilizaba, pero muy dentro de él, deseaba ser encontrado…
Pasaban los minutos y parecía no haber señal de nadie, quizá se habría rendido, quizá habría aceptado el hecho de que nunca serían amigos y solo quizá.. se habría arrepentido de haber pretendido con Kyungsoo
Pensando bien las cosas había sido muy cruel desde un inicio, después de todo Jong In solo quería ser su amigo nada más y él de muy mala forma le rechazado además de engañarle para que lo dejara en paz, tal vez solo debió conocerlo bien pero no debía llegar a tal grado de burlarse en su cara.
No..! claro que no!
Se lo merecía – pensó –
Tomando el cerrojo salió del viejo laboratorio y devolvió cuando pudo las llaves, tenía que regresar a clase.
- Estás bajo arresto – susurraron en su oído haciéndole saltar de golpe –
- ¿Qué demonios pretendes?!?! – alejándose de golpe – casi me matas de un susto –
- Shh..! tiene derecho a guardar silencio – seguía en sus papel –
- Ya acabo el juego! –
- Y parece ser que gane – sonrió triunfante – si no mal recuerdo acordamos algo –
- Fue trampa –
- Claro que no –
- Me tomaste desprevenido –
- Y es que un policía esperara a que el ladrón esté listo para atacar? – BINGO!-
- No..- susurro –
- Entonces.. quiero mi premio – relamiéndose los labios –
- Solo será un beso – advirtió –
- Eso depende de ti – atrayéndolo por la cintura – si te gusta o no – murmuro muy cerca de sus labios –
Los nervios aparecieron de repente, las manos empezaron a sudarle y sus labios se le secaron.
Su respiración quedo atascada en cuanto unos cálidos y carnosos labios invadieron los suyos, apenas rozando la comisura de estos, paseándose alrededor de estos como instándole a que ansiara más de ese cálido tacto, hasta que por fin hizo presión sobre ellos moviéndolos a un ritmo lento y calmado, saboreando todo de este, no había lujuria ni perversión en el beso, solo eran dos bocas contactándose
Una lengua traviesa se abrió paso entre los labios de este que dudoso entreabrió la boca permitiendo así el acceso total a su cavidad bucal, jamás en su vida había besado a alguien de esa forma, solo había llegado a un contacto suavecito pero solamente eso.
Al separarse sintió un vacío enorme pero de nuevo su carácter y coraje volvieron a él mirándole con cierta superioridad
- No te ilusiones, solo fue un beso – rompiendo el bello momento que se había formado –
Jong In solo pudo sonreír y asentir, estaba claro que tendría que lidiar mucho para estar junto a Do Kyungsoo.