En el viejo continente, La paz reinaba en la nueva mansión Phantomhive, hasta que de la nada se escucha un estruendoso ruido en la habitación de un enfuorico joven y es asi como da comienzo esta historia…
-¿Qué?!, Madre!!!, ¿Cómo que me tengo que casar con un hombre???-, gritaba Ciel con gran sorpresa y enojo, - lo siento Ciel, pero eso dice el testamento de la abuela Claudia-, -No, no no, no lo puedo aceptar, es inaudito madre!!!, Ciel por favor hazlo por la familia, recuerda que la compañía Phantom, está en riesgo de quebrar y si recibimos la herencia todo se solucionará, además, el sr Michaelis no se ha opuesto ya que el está en la misma situación, y el es un beneficiario, ya que su padre era un queridísimo amigo de la abuela Claudia-, explicaba Rachel tratando de calmar a su hijo, - Sr???, ósea que ni siquiera es alguien de mi edad, si no que me tengo que casar con un viejo pervertido!-, -No es tanta la diferencia de edad Ciel, tú tienes 18 años y el 25, además según el testamento los herederos de ambas familias tendrán que mínimo estar casados y vivir como una pareja en la antigua mansión Phantomhive (donde vivía la abuela) por 6 meses, por favor Ciel hazlo por mi y tu padre-, -¿y que pasara con Elizabeth?, recuerda que ella era mi prometida, a si y es una chica!!!, aunque es mi prima, no me había opuesto, para no lastimarla, aunque no la amo como mujer si no como familia-, menciona y murmura Ciel mirando el piso,-Todo esto fue muy repentino, pero tendremos que romper ese compromiso, además de que ya escuche lo que piensas, aunque a Francés no le va a parecer la idea y tal vez Edward te quiera golpear- espetaba Rachel, Ciel sintió un peso menos de encima, ignorando los problemas que tendría con su tía y su primo, -ahaaa- suspira el azulino, -Bueno, y ¿cuando se supone que me debo de “casar”?, cuestiona curioso el azulino, -Bueno… etoo… mañana- tartamudea Rachel cerrando los ojos por el esperado grito de enfado de su hijo,-¿Qué?!!!, pero ni siquiera lo he visto una vez, no lo conozco, no sé nada sobre él, Aaaa por que a mí!!!, está bien Madre, si no me queda de otra lo hare por la compañía y la familia te parece-, -enserio?, gracias hijo!, no sabes cuánto me alegra que nos ayudes, le diré a tu padre tu decisión-, sale Rachel triunfante por haber convencido a su hijo,-¿Quién será ese tal Michaelis?..., de seguro es un tipo feo y antipático-, decía el chico malhumorado, -Me tengo que casar con un desconocido, si tan solo hubiera sido el joven que me salvo hace un tiempo no me hubiera importado, lástima que nunca lo volví a ver, pero que estoy diciendo, son alucinaciones de un amor platónico de la infancia- murmuraba para sí mismo.
Mientras que el azulino se especulaba quien sería su nuevo “familiar”, alguien ya sabía casi todo sobre el…
-Ciel Phantomhive, 18 años, 1.60 cm, hijo único, chico prodigio, egresado de la universidad de Cambridge, toca el violín, color favorito es el azul, le encanta el chocolate, alérgico a los gatos, malo en los deportes, sufre de asma, personalidad arrogante y orgullosa, Mmmmm, es muy lindo, si no lo conociera pensaría que es una chica, por su cuerpo y sus facciones, he quedado intrigado, espero que nos llevemos bien, me embalsamado con tu belleza, y más por esos ojos que se parecen a los de esa dulce niña que conocí hace 11 años, me urge conocerte en persona, Joven Ciel, espero con ansias nuestra “boda” de mañana.
A la mañana siguiente, los Phantomhive fuero citados en la mansión Michaelis para que se llevara a cabo “la boda”, el chico todo el camino estuvo renegando, llegando a la residencia Michaelis, son recibidos por el mayordomo de la mansión, un señor ya grande quien dijo ser Tanaka, Vincet le comenta algo cansado por sus quejas, -Ciel por favor tranquilízate, guarda la compostura y resígnate-, -Resignarme?, eso no es una opción, pero está bien me tranquilizare, a conocer a ese viejo pervertido- espeta el joven, este abre la puerta del despacho, el se encuentra con una silla, que lentamente gira a su dirección, Ciel posó sus ojos en él, “el viejo pervertido” como este le decía, era un joven apuesto, en sus veinte, alto, delgado, vestido con un traje negro elegante, con el cabello color azabache, oscuro como la noche, y sus ojos, más que nada sus ojos, como dos intensos rubíes, esos ojos le recordaban a alguien, pero no quería decir quien, -Bienvenidos sean Ciel, Sr. y Sra. Phantomhive- saluda Sebastian levantándose de su silla para poder estrechar la mano de Vincent, besar la mano de Rachel con caballerosidad y fijar su mirada en Ciel, -Es un gusto por fin conocerlos, a pesar que mi difunto padre era muy amigo de la Sra. Claudia Phantomhive nuestras familias perdieron contacto- decía este con una sonrisa dibujada en su rostro, -Desean beber algo- ofrece amablemente, antes de que Vincent hablara Ciel le roba la palabra, -Podemos acabar ya con esto!-, sus padres quedaron mudos por tal sorpresa, pero el azabache le contesta -pero si esto acaba, algo nuevo comienza, no crees mi querido Ciel-, este no dijo nada, él tenía razón, pero no se iba a retractar de lo dicho, -pero si ese es tu deseo, Tanaka, trae los papeles por favor-, el mayordomo los trajo y se los entrego a Ciel, -Yo ya firme a sí que solo faltas tú, espero que seamos buenos amigos-, dice con una sonrisa dibujada en su rostro, el azulino lo mira con amargura, ve a sus padres, -Claro, amigos- dice sarcástico, -excelente, ahora él y yo nos tenemos que ir a la antigua mansión, sus padres abogaron o más bien preguntaron –¿ahora mismo?-, -si a mí me gustaría seguir lo establecido en el testamento al pie de la letra-,-valla sí que nos entendemos, ya ordene que enviaran mis cosas a la mansión, bueno yo me tengo que ir nos vemos-,se despedía Ciel, sus padres entendiéndolo solo sonríen, por que no sabían ni que decirle, -Hasta luego Srs. Phantomhive, yo cuidare de él, no se preocupen, por favor sígueme Ciel-, decía mientras estrechaba nuevamente sus manos y salía del despacho, subieron a un lujoso automóvil, conducido por Tanaka y emprendieron su camino.
La antigua mansión se encontraba a una hora a las afueras de la ciudad de Londres y Ciel trato de romper un silencio incomodo que llevaba bastante tiempo - ¿Tanaka también estará con nosotros estos meses?, -Si, a él le puedo confiar hasta mi vida, y espero que pronto tu me puedas confiar la tuya-,-Ja!, te estás tomando esto del “matrimonio” muy enserio, esto yo lo tomo como negocios y esperaba que tu también lo hicieras pero ya veo que no lo ves asi-, -todo en lo que me lo involucro lo tomo enserio,(lo mira fijamente y con seriedad) a mira al fin llegamos- le dice desviando la mirada, se bajan del auto e ingresan a la mansión, ambos se dirigen a la biblioteca, entra primero el azulino, y le sigue el azabache cerrando la puerta con seguro sin que el joven se dé cuenta, -Sebastian Michaelis, 25 años, dueño de Raven Corp. Y ahora mi “esposo”, es lo único que sé, cuéntame más sobre ti- le espeta el joven, Sebastian sonríe y le dice,- Mmmmm, veamos, pues mido 1.86 cm, mi color favorito es el negro, me encantan los gatos, se cocinar, soy bueno en los deportes, no sé en que sea malo-, -Valla que “modesto”, eres egocéntrico te pareces un poco a mi-, -a por cierto muchos dicen que soy bueno en la cama- se acerca lentamente al joven para arrinconarlo, este sonrojado le dice, - lo sabia eres un…-, -Viejo pervertido?, te diste cuenta de una cosa cuando me conociste, cierto?, pero solo te equivocaste en algo, no soy viejo pero sí que soy un pervertido-, Sebastian toma las muñecas del chico y lo recarga a una pared mientras le susurra a su oído,-recuerda que nos casamos y tendremos luna de miel-…