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Infidelidad Inducida por LORD GRIM

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Notas del fanfic:

Bueno dedico a que mi historia "Cuando la luz se convierte en oscuridad" ha finalizado en la parte del desarrollo que me corresponde (he terminado de escribirla); me he dedicado a intentar concretar algunos nuevos proyectos. 


Sin embargo cabe decir que no ha sido tarea facil, a lo largo de los ultimos meses he escrito diversas historias que al final perdieron mi interes dado lo aburrido o largo que resultaria la trama, por lo que decidi dejar de perder el tiempo e intentar centrarme en una sola. 


Por lo tanto traigo ante ustedes una nueva historia titulada "INFIDELIDAD INDUCIDA", esperando que me regalen algunos comentarios respecto a si vale la pena continuar desarrollandola o es mejor buscar un nuevo proyecto. 


Eso sería todo de mi parte espero que les guste y bueno basta de blah blah y a leer. 


Saludos a todos 

Notas del capitulo:

Bueno no tengo mucho que decirles, ya que la mayor parte de mis pensamientos o deseos de expresión, han quedado plasmadas al inicio. 


Solo me queda pedirles algunos comentarios, saludos y espero que les guste. 

Era un día común y corriente en la ciudad de Tokio, sin embargo en un despacho legal se estaba llevando a cabo una batalla enorme, la cual prometía durar mucho tiempo, en especial porque uno de los involucrados poseía mucho poder e influencia dentro de la sociedad japonesa.


 


-Esto es imposible señor juez, el templo ha estado en nuestra familia por generaciones – afirmo el patriarca de los Uesugi, quien colocaba sus manos en la mesa de la autoridad – No puede simplemente quitárnoslos de las manos.


 


-Me temo que no hay nada que pueda hacer Sr. Uesugi – opino el juez quien revisaba con atención cada uno de los documentos que se encontraban esparcidos sobre su escritorio – Los términos y condiciones del trato están perfectamente detallados en los contratos, no hubo trampa o engaño alguno y como llevan su firma son perfectamente legales.


 


-Esto tiene que ser una broma – grito el menor de los hermanos, levantándose de su asiento al mismo que era regresado a su lugar su hermana.


 


-No… el templo Uesugi es desde ahora propiedad del Sr. Thouma Seguchi, - expuso el juez colocando ante la familia mencionada, el acuerdo de compromiso que el patriarca hizo con el tecladista tiempo atrás.


 


En el mismo se estipulada que el patriarca entregaba a su hija mayor Mika Uesugi en sagrado matrimonio a Thouma Seguchi, este prometía velar por la familia de su conyugue cubriendo las necesidades básicas como: alimento, vivienda, educación, etc. Mientras la primogénita del clan, fungía como una esposa perfecta, para encubrir la preferencia sexual del empresario, por lo que jamás podría enamorarse de otra persona o de lo contrario todo lo que el tecladista invirtiera en el cuidado del clan le sería reembolsado y por ende perderían el templo.


 


-Pero algo tiene que poder hacerse – dijo el escritor hablando por primera vez, no es que le importase demasiado el templo de su familia, simplemente no le agradaba la idea de que este terminara en manos del falso rubio.


 


-Me temo que no… el acuerdo fue roto por la señora Mika Uesugi, al momento de cometer adulterio – confesó el juez con seriedad, contemplando a la castaña con un gesto de enojo – No hay mucho que hacer a menos que… lleguen a un acuerdo pacífico con el señor Seguchi, los dejare solos para que conversen en calma.


 


-Adelante escuchare lo que tengan que ofrecer querida y antigua familia… - el empresario se encontraba al otro lado de la habitación sonriendo ampliamente, al darse cuenta de que todo estaba saliendo en beneficio para él.


 


-Después de todo lo que nos has hecho, no puedes esperar que nos sentemos a charlar, mientras tomamos té y galletas – menciono el hermano menor, mientras miraba al tecladista con mucha ira.


 


- Y las cosas apenas empiezan – amenazo el empresario entrelazando sus dedos para colocarlos sobre su regazo - ¿Qué pasaría si el pequeño desliz de Mika fuese exhibido en cadena nacional? – cuando termino con aquello miro a su antigua familia, esperando sus reacciones.


 


-Eres un… - el menor de los hermanos se levantó intentando golpear al empresario siendo detenido por su progenitor – suéltame padre, voy a darle un paliza a este tipo.


 


-Tranquilízate Tatsuha, - declaro el escritor con una mirada gélida, - no hagas que las cosas se compliquen, Mika… no mejor dicho todos cometimos un terrible error al involucrarnos con alguien como este bastardo.


 


-Eiri, que cruel eres y yo que pensé que éramos amigos – confesó el rubio con tristeza fingida – va ser muy difícil que lleguemos a u buen acuerdo.


 


La familia entera miraba al empresario ya sea con enojo o ira, sin embargo no había mucho que pudieran hacer más aun, cuando su antiguo familiar tenía muchos lazos con el gobierno japonés, además de una gran fortuna que durante años fue creciendo exponencialmente generándole muchas ventajas y contactos en su enorme agenda social.


 


-Thouma… si lo que deseas es un disculpa, me arrodillare ante ti para evitar que nos quites el templo, por favor – menciono la castaña uniendo la palabra con la acción – Te lo imploro, no culpes a mi familia por mis errores – con eso la dama empezó a llorar esperando que eso conmoviera al empresario.


 


-Mika es mejor que te levantes, solo estás haciendo el ridículo – confesó el tecladista mirando hacia otro punto de la habitación – creí que me conocías un poco mejor, no encuentro ningún beneficio para mi persona al aceptar tu disculpa especialmente viniendo de ti – aquello ultimo lo dijo como si conociera alguna verdad oculta de la castaña- , es más conveniente que me quede con el templo – una idea surco su mente y no tuvo problema en compartirla – podría demolerlo y construir un hotel o algo por el estilo.


 


Con esa posibilidad el patriarca de la familia Uesugi comenzó a perder el aire, siendo auxiliado por su hija quien al darse cuenta del estado de su padre, se levantó del suelo para socórrelo.


 


-Padre… - lo sujeto siendo ayudada por Tatsuha quien ayudo a su progenitor a llegar al sillín – por favor perdóname, - rogo la mujer mientras se arrodillaba quedando justo frente a su padre – todo esto es mi culpa, si tan solo no me hubiera enamorado… nada de esto estaría pasando.


 


-No Mika… - el patriarca de la familia tomo con suavidad el rostro de su hija para intentar calmarlo – como Eiri ya lo ha dicho la culpa fue de todos por involucrarnos con él – confesó observando al empresario quien solo sonreía con burla – tu solo fuiste una víctima de todo… pero si alguien debe pedir perdón ese soy yo… por haber involucrado con este miserable.


 


-Bien… en vista de que se van a pasar la tarde insultándome – el empresario se levantó de su sillón para emprender su camino a la salida – lo mejor será retirarme, si fuera ustedes empezaría a buscar un nuevo lugar donde vivir.


 


-Alto ahí Thouma – menciono el escritor deteniendo el paso a su excuñado, para después mirar a su familia – déjenme un momento a solas con este tipo, prometo que arreglare las cosas.


 


A pesar de los gestos de preocupación de la familia del escritor, basto con una gélida mirada para que finalmente terminarán por salir del lugar en espera de que nada malo pasara.


 


-Bien Eiri, deberías saber que no es muy buena idea prometer cosas que no puedes cumplir – opino el rubio mayor – aunque déjame decirte que no hay nada que puedas ofrecerme y que sea de mi interés – con eso contemplo de arriba abajo a su antiguo familiar – incluso has dejado de atraerme Eiri, ya no tienes ese encanto e inocencia que tanto me atraían.


 


Una confesión verdadera, pues siendo realistas desde un inicio lo que le atrajo del escritor fue esa belleza e inocencia tan propia de un niño pequeño, una que perdió tras el incidente con Kitasawa, por lo que durante largos años intento de todo con tal de que aquel niño regresase de entre las sombras, algo que jamás ocurrió, más aún porque el tiempo causo estragos en aquel cuerpo infantil; así fue como todo el amor, la atracción y el deseo que alguna vez sintió por el segundo de los niños Uesugi desapareció totalmente.


 


-Por favor me crees tan tonto como para no darme cuenta de ello – el escritor pareció estar leyendo los pensamientos del mayor – se a la perfección que dejaste tu loca obsesión por mí, desde hace un tiempo atrás, sin embargo – por la mirada seria del menor, el empresario supo que algo grande estaba tramando – no eres tan perfecto como quieres hacernos creer.


 


-¿A qué viene tu comentario? – pregunto el tecladista con su usual sonrisa falsa, esperando alguna respuesta favorable o al menos entretenida.


 


-Por favor- el rubio menor sonrió – a pesar de que te des tus aires de hombre respetable, eres un completo pedófilo – aquella confesión hizo que el empresario temblara por dentro, sin embargo se mantuvo controlado – fue por eso que te enamoraste de mi siendo un niño, - lo miro con seriedad dispuesto a decirle una enorme verdad – lo que a ti gusta son los hombres jóvenes, entre más mejor o me equivoco.


 


-Vaya que bien Eiri, me has atrapado pero… nada de eso te servirá si es que planeas chantajearme – nuevamente una sonrisa triunfal se forma en el jovial rostro del empresario.


 


-No me malinterpretes, no pienso chantajearte sería perder mi tiempo, - el escritor sabía de antemano que el hombre ante él, era en extremo inteligente – no hay forma de que probar mis palabras, eres demasiado cuidadoso como para dejar algo así de delicado sea expuesto a la luz.


 


-¿Entonces?, ¿Cuál es tu propuesta? – comentó el empresario comenzando a cansarse de lo larga que estaba resultando la conversación.


 


-Considerando tu delicado gusto por los jóvenes – la cara del escritor se mostró seria ante lo que estaba por hacer, era una locura pero posiblemente era la única opción – No te gustaría tener entre tu cama a alguien 12 años menor que tu…


 


Aquello generó una enorme sorpresa en el empresario, la propuesta que le acababan de hacer era demasiado tentadora sin embargo debía ser muy cuidadoso pues en caso de dar un mal paso, el escritor podría destruirlo, por lo que guardo silencio y espero que terminara de hablar.


 


-Escucha con atención Thouma, si tu prometes devolvernos las escritura del templo yo… - el rostro del rubio menor estaba mortalmente frío, pues a su consideración no era momento de sentimentalismos, tenis que salvar el patrimonio de su familia uno que se construyó a través del tiempo – Dejare que hagas lo que desees con… Shuichi, durante un mes entero.


 


Aquella propuesta dejo frío al empresario, no lo podía creer en verdad el escritor estaba dispuesto a permitirle hacer lo que desease con su pareja durante un mes, con tal de salvar su templo, eso era demasiado increíble como para ser verdad, por lo que comenzó a reír con burla.


 


-Esto tiene que ser una broma – continuo con la risa, sujetándose de la pared para intentar no caer al suelo – Shuichi, en serio tienes que estar bromeando – su risa continuo por unos momentos más hasta que la paciencia del menor llego a su fin.


 


-No estoy bromeando Thouma, pero considéralo por un instante quieres… - el escritor ya tenía pensado en lo que debía decir para atraer la atención de su excuñado – tan solo piénsalo… Shuichi tiene 21 años, es un adulto en toda la extensión de la palabra pero… - el empresario espero a que continuara – aun con ello sigue teniendo el cuerpo de un chico de 14 años, es dulce, e inocente todas las cualidades que te gustan y lo mejor de todo, es que en caso de que desees acostarte con él, no habría problema alguno ya que sería consensual.


 


Ante eso la mente del tecladista comenzó a formarse la imagen mental del cantante de su segunda mejor banda, si bien el chico ya era mayor, las palabras de rubio menor eran verdaderas, a pesar de ser un adulto en cuestión de la edad, su cuerpo no se había desarrollado ni un poco, continuaba teniendo la apariencia de un chico de 14 años, si es que no de 13 pues quien viese al vocalista fácilmente lo confundiría con un infante, eso sumado a que el peli rosado era extremadamente bien parecido se le hicieron una idea tentadora ya que no tendría a un chico menor que el por 12 años en su cama, sino a uno de al menos 20 años en apariencia.


 


- Vaya Eiri, estaría dispuesto a entregarme a Shuichi con tal de no perder el templo de tu familia – una risa burlona inundo la estancia – estas más desesperado de lo que imagine.


 


- No te lo estoy entregando, pero dime entonces que me dices… tenemos un trato – a pesar de que estaba vendiendo a la persona que decía amar, no parecía mostrar ninguna clase de remordimiento o preocupación por sus acciones.


 


-Pero… ¿Qué hay de Shindou?, estas seguro que aceptara – pregunto el tecladista, tratando de que ningún hueco quedara en aquel contrato que estaba a punto de sellar.


 


-Por Shuichi no te preocupes, yo me encargare de convencerlo – declaró el rubio menor muy seguro de sí mismo, pues estaba seguro de que pareja no pondría objeción alguna más si se trataba de ayudarlo.


 


-Está bien Eiri, - comentó el tecladista extendiendo su mano para cerrar el trato – Shuichi será mío por todo un mes, cuando se haya cumplido te entregare las escrituras del templo de tu familia, antes no – el escritor estaba a punto de sujetar la mano de su excuñado pero – algo más, me llevare a Shuichi durante todo ese mes a un lugar donde nadie nos molestara ese es mi única condición.


 


-Está bien – fue todo lo que el escritor dijo para así tomar la mano de su antiguo familiar cerrando así un trato bastante peligroso.


 


-Perfecto, - dijo el empresario para comenzar a dirigirse a la puerta – me encargare de que K, no le asigne trabajo a Shindou para el próximo mes – miro al rubio menor – que esté listo, mañana empieza mi mes con él. 


 


Continuara...

Notas finales:

Bueno eso es todo por el momento espero que despues de leer esta historia, puedan tomarse unos momentos de su tiempo para dejar un comentario acerca de si vale la pena que siga escribiendo la historia. 


Espero que me ayuden a decidir el futuro de esta nueva historia que intento desarrollar. 


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