Capitulo 1
Las horas se escurren, los minutos se van fundiendo lentamente agobiando su mente, los monótonos golpeteos producidos por su exhaustivo entrenamiento con el saco de boxeo brotan del silencio, ensordeciendo su alma, desgastando su alegría.
La rutina ha marchitado su vida, pero a aprendido a soportarlo, ahogando sus gritos, reteniendo su llanto, entrenando día a día para consumir sus energías, esperando poder dormir cuando el sol caiga y la luna se alce.
Pero hoy ha fracasado, tendido en su cama, comienza a sumergirse en un abismo de melancolía, vagando por sus recuerdos, visitando viejos colegas con los que ya no puede hablar.
Sus ojos de cielo clavados en el techo se hallan opacados, tan vacíos, ocultando la tristeza en su mirada. Sus cabellos rubios y sedosos revueltos se hallan. Sus labios resecos entreabiertos descansan, su garganta lo obliga a carraspear, pero no ayuda a aclararla. Sin más, se levanta de su cama.
Con pasos cansados atraviesa la sala de estar notando la luz de la cocina encendida, en silencio y con cautela se acerca, pensando en que podría tomar un vaso de agua y salir sin llamar la atención como para no tener que entablar una conversación con el vengador que sea que se encuentre despierto.
Para su mala suerte no era nadie más que el, cínico, descarado, arrogante Anthony Stark. Lo encontró buscando algo en la heladera, mientras balbuceaba algunas cosas que no comprendía, supuso que había bebido demás en alguno de esos eventos de caridad a los que solía asistir por las noches. Decidió dar la vuelta eh irse, no tenia ánimos de tener un enfrentamiento con el billonario, nuevamente se dirige hacia su habitación.
-Buscabas algo?- Escucha la voz de Tony a sus espaldas, Steve frena sin voltearse.
-No, buenas noches- Respondió tajante sin querer extender la conversación y poder marcharse.
-entonces bajaste dos pisos solo para irte o solo estabas espiándome y ahora estas huyendo?
-No seas ridículo Stark, solo he olvidado lo que venía a hacer-
-Tu, olvidas..
-Lo siento Stark estoy cansado, iré a dormir-
En su habitación se recuesta desganado, suspirando pesadamente, intentando dormir.
Como todos los días se levanta temprano a pesar que no ha dormido lo suficiente, su rostro refleja lo mal que ha dormido y lo cansado que se encuentra, pero sabe que aunque quiera no podrá dormir así que solo se limita a bajar al gimnasio y entrenar.
Su tarde comienza igual amenazando con ser la misma rutina repetitiva de cada día, aun así Steve no pierde las esperanzas, esperando que repentinamente llegue Nick Fury y le asigne una misión.
Un poco animado sigue golpeando con sus puños vendados el saco de boxeo. De repente se escuchan pasos que se acercan detrás de él, Steve se detiene sorprendido y escucha con calma cada pisada, recuerda con tranquilidad el día en el que se le asigno su última misión, aquel en que pudo volver a sentir el orgullo de ser el Capitán América, volvió a servir a su nación y salvo al mundo de la esclavitud. Una inconsciente sonrisa brota de sus labios y una alegría comenzó a aflorar en su pecho, ¿al fin le asignarían otra misión?
-Hey capi, tienes que ayudarme-
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