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El sonar de las campanas por Eliann

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Notas del fanfic:

Solo... espero no me maten n-nU

Notas del capitulo:

Bueno...aquí vamos. . .

Era un día sosegado en la familia Taisho, excepto por algo, el corazón de uno de los Taisho se estaba haciendo pedazos completamente. Su expresión mostraba completa seriedad ante ello. Pero por dentro no era más que un mar de segmentos dispersos.

 

-¿Inuyasha? ¿Casarse? –Profirió aun sorprendido por las palabras que le había dicho su padre –

 

-Así es –Contestó el mayor –Es por no querer comprometerte Sesshomaru

 

-¿él lo acepta? –Pregunto, su voz era completamente normal –

 

-Si, en realidad por bastante tiempo Inuyasha ha estado cortejando a la joven Higurashi –Pronunció su padre aun mirando la expresión de su hijo, sabía que no trataba de demostrarlo pero, estaba sufriendo en ese instante –

 

-Oh, entonces debe de estar muy feliz –Dijo, para levantarse de donde estaba e ir a la oficina de su padre –

 

-¿A dónde vas Sesshomaru? –Le pregunto –

 

-Tengo cosas que hacer padre, no ando de vagó como tú, por si no lo sabías –Con aquello se marchó el mayor soltó un suspiro sabía que su hijo mayor estaba mal –

 

¿Cómo no iba a estarlo? Todos allí sabían que Sesshomaru desde pequeño había querido, más que como un hermano a Inuyasha, cuando llego a la familia, porque su amada y amante Izayoi había muerto acepto con facilidad a Inuyasha se encariño con él, aunque con los demás mostraba no más que una fría transparencia pero con Inuyasha era todo lo contrario, este acontecimiento debía dolerle más a él que a cualquiera.

 

Los pasos del joven de cabellos armiño eran rápidos por aquel lugar que era su hogar y en el cual residía con su madre y medio hermano, por cada paso que daba sentía que más se desmoronaba. A pesar de ser alguien fuerte pero, ¿Cómo puedes sentirte? Al enterarse que la persona que has amado durante toda tu vida, ¿se va a casar?

 

-“Sabía que esto algún día llegaría” –Pensó le faltaba poco para llegar a su habitación –“Pero. . .  nunca pensé que. . . tan pronto”

 

Inuyasha apenas tenía diecinueve años estaba en la cúspide de su juventud, pero ahora se estaba atando con cadenas de brío a alguien. . . para nunca estar con nadie más, sabía que él siempre sería fiel a su palabra. . .

 

-Sesshomaru –Se auscultó, al voltear era aquella persona que ahora le causaba un cruel dolor – Quiero hablar contigo

 

-No tengo deseos de hablar ahora –Contestó queriendo seguir su camino hasta su habitación ¿desde cuándo se le había hecho tan largo el camino hasta su habitación? Eran pasos largos hacia aquel lugar donde se podía sentir seguro –

 

-Pero es que lo necesito –Profirió siguiendo al mayor pero este caminaba más rápido –Escúchame detente Sesshomaru

 

-Ya te he dicho ¡No tengo deseos de hablar! –Vocifero, Inuyasha se detuvo de golpe era la primera vez que Sesshomaru se atrevía a gritarle – ¿Quieres decirme que te vas a casar? No te preocupes ya lo sé, felicidades por tu boda. . . pero ahora no tengo tiempo para perder en tonterías como esas

 

-Sessho –Ambos ojos ambarinos se miraban, uno mostrando completa sorpresa ante lo que sus ojos presenciaba ¿por qué Sesshomaru se comportaba así con él? Tan frío, tan serio. . . él no era así, su mirada mostraba una frialdad que te helaba la piel –

 

Con aquellas palabras dejando a un aturdido Inuyasha se fue hacia su habitación encerrándose en la seguridad de esta, cayo a la cama como si su cuerpo estuviera hecho de plomo. . . sentía un dolor constante en su pecho, cerró los ojos intentado controlar sus propias emociones pero le era casi imposible. ¿Cómo podía superarlo? Se iba a casar se iba a apartar de su lado. . . para siempre ya no podría tenerle, sabía bien que nunca le tuvo ¿pero tan pronto? ¿Tan pronto había llegado ese tiempo que no quería que llegara? 

 

-Esto. . . es una pesadilla –Musitó abriendo sus ojos mirando el techo de la habitación –

 

Y si sabía que estaba mal, que sus sentimientos a Inuyasha siempre estuvieron mal, que jamás debió sentirlos y que nunca sería correspondido por el contrario ¿pero que podía hacer? Si estos solo habían invadido su ser, sin querer dejarlo. . . Sintió que alguien tocaba su puerta pero al pensar que era Inuyasha no se levantó a abrirla, realmente era la última persona que quería ver. Pero en cambio entró a su habitación, sin siquiera pedir permiso, observo a aquella persona parada en la puerta y cerrándola, aun en la oscuridad del cuarto se vislumbraba la figura de la elegante y agraciada mujer que era su madre.

 

-¿Qué quieres? –Pronuncio mientras ella se acercaba a su lado –

 

-Nada –Contestó sentándose a un lado de la cama observando la expresión de Sesshomaru, su mirada nuevamente mostraba esa mascara de frialdad – ¿Cómo te sientes?

 

-de maravilla ¿Qué no ves? –Respondió descortés realmente no se sentía de ningún humor deseaba estar solo en esos instantes –

 

-Lo noto –Musitó sin impórtale mucho las palabras tan bruscas que salieron de sus labios para acariciar su pecho, sintiendo lo bien formado que estaba – ¿Qué harás?

 

-¿Qué debería hacer? Se va a casar no puedo hacer nada –Contestó sabía que su madre estaba enterada de que él amaba a Inuyasha, por eso no le sorprendía aquella pregunta ni el porqué de su estadía en su habitación –

 

-Nunca pensé que fueras tan cobarde –Mascullo Iruzane mirando a su hijo en ese estado, realmente Sesshomaru siempre había sido alguien duro, desde niño había creado su propio escudo para que nadie lo atravesara, desde que su padre lo dejaba, a pesar de querer jugar con él… solo por su amante –

 

-No soy cobarde madre, es sentido común, ¡Cómo rayos Inuyasha va a amarme si somos hermanos! Por favor madre. . . es ilógico, absurdo un intento patético el siquiera pensar que en algún momento pudo sentir por mí, más que una solemne hermandad yo soy el idiota que me enamore y más nada –Contestó el contrario, su interior se encontraba herido, sus palabras le vulneraban más y estaba conteniendo todo su ser para no derramar lágrimas, se sentía destrozado tanto que con su brazo había ocultado sus ojos soltando un suspiro de pesadez –

 

-Son medios hermanos –Contestó ella –

 

-Eso no quita que llevamos la misma sangre en las venas, que está mal visto por la sociedad, de por si no acepta el amor entre dos hombre, ¡¿Cómo rayos crees que aceptarían el amor entre dos hombres?! ¡¿Qué además son medios hermanos?! –Vocifero sentía que la garganta le fallaba que no podía ni controlar el volumen de su voz –

 

-Esas excusas pareces dártelas más a ti que a cualquier otro Sesshomaru –Respondió ella, en los labios de Sesshomaru se posó una mueca, era completamente ciertas sus palabras, se lo decía a si mismo que a cualquier otro, siempre se lo había dicho, era ilógico y poco racional ¿Por qué rayos tenía que sentir algo tan inadmisible como eso si siempre creyó ser alguien coherente? – ¿qué harás?

 

-¿Qué quieres que haga? –Pregunto, sintiendo como su madre se acostaba a en su pecho en un cálido abrazo para pasar su otro brazo hacia la cintura de su madre correspondiéndole –

 

-Creo que deberías decirle lo que sientes, que no deberías enmudecer, antes de perderle –Dijo ella –Sé que él te comprenderá al menos un poco. . . y si no lo haces… pues ya sabes que lo perdiste, pero que fuiste lo suficientemente valiente como para contarle lo que sentiste siempre por él

 

-Madre –Musitó quitando el brazo que cubría sus ojos para mirar a los ojos ambarinos de su madre, con aquella sonrisa en su rostro que solo decía te apoyare, se levantó de donde estaba –

 

-Anda no seas cobarde –Le dio un ligero golpe en el abdomen para levantarse de donde estaba –No podrás mantener en la sombras tu sentimientos por siempre. . . deberías de saberlo. . . –Con eso se marchó de allí, era extraño que su madre se preocupara por él, siempre había sido de preocuparse de otras cosas que de él, de mantener su imagen en la alta sociedad, después de todo era alguien muy elegante –

 

Se quedó pensando un momento en las palabras de su madre. . . pero negó ante esto era una locura decirle sus sentimientos a Inuyasha. . . aunque sabía que lo perdería, no quería perder el poco orgullo que le quedaba en esos momentos.

Lo había evitado durante todo ese tiempo, diciendo tener demasiado trabajo como para atenderlo lo cual no era del todo falso después de todo ser uno de los presidentes de la compañía Taisho no era nada sencillo, a veces tenía que salir de viaje. Quedarse en distintos lugares ir a reuniones, a comités, tener que ir a fiestas de galas representando a su familia. Por todo ese tiempo se mantuvo ocupado. . . pero fue obligado a asistir a su boda, no importa cuanto lo evitara como si su padre le obligara a estar en ese lugar.

 

-Estoy emocionado –Escucho las palabras de Inuyasha mostrando una sonrisa nerviosa –

 

-Realmente te vez muy guapo en ese traje –Pronuncio su madre, quien lo miro – ¿no lo crees Sesshomaru?

 

-Tsk –Mascullo para mirar por la ventana mal humorado, no quería estar allí no quería verle casarse, no quería presencia la separación completa que tendría con su hermano –

 

-Sesshomaru –Escucho la voz de su padre y solo suspiro, volteo a mirar al dueño de su corazón observándole de arriba abajo –

 

-luces como cordero al matadero –Contestó para nuevamente mirar por la ventana una gota de sudor corrió por la sien de las tres personas que se encontraban en esa limosina que los llevaría a la iglesia todos pensaron que dirían un “luces bien” pero fue todo lo contrario –

 

-“Y así me siento” –Pensó el novio soltando un suspiro, una melancólica sonrisa se posó en sus labios, odiaba la distancia que había tomado Sesshomaru de él, como lo alejaba, como creaba una distancia entre ellos dos. . . al ser unido con él era lo que más le dolía, al haber perdido a su madre sintió que él era lo único que tenía, pero ahora que se casaría. . . no tenía nada –“¿realmente ha valido la pena esto padre?” –Pensó para mirar al hombre quien era su padre y bajar nuevamente la mirada queriendo llorar en ese instante –

 

¿Y quién se sentiría más destrozado ese instante? ¿El novio a punto de casarse? ¿O quien tendría que observarle casarse a pesar de que le amaba? en ese mismo instante no se sabía realmente quien era a quien le dolía más. . .

 

Sesshomaru tuvo que observar en primera fila como su Inuyasha se casaba, como daba el sí acepto y como besaba a esa mujer, sentía un profundo odio a aquella que era digna del corazón de quien amaba de quien nunca podría tener. . . cerro los ojos aceptando su derrota ante ello. .  . El sudor frío le invadía, mientras con nerviosos ojos los veía salir del altar, felices de obtener nupcias, se quedó un rato sentando en donde estaba, esperando a que las manos dejaran de temblarle, que su ser se aplacara, toda esa dolencias que invadía su alma, no sabía qué hacer en esos instante que ya le había perdido para siempre, como si fuera no más que un cadáver que se mantenía sentando allí.

 

El sonido de las campanas eran lo que resonaban en sus oídos constantemente, demostrando que lo que había visto sus ojos era completamente cierto y que los recién casados felices habían marchado. Se levantó de donde estaba, pero su marcha no sería hacia la fiesta.

 

Mientras tanto en la fiesta los recién casados recibían regocijos por su consorcio, la novia brillaba de felicidad en ese instante pero el novio se encontraba buscando con la mirada a su ser faltante, no veía por ningún lado a Sesshomaru y aquello le preocupaba ¿se había marchado ya?

 

El sonido de un disparo alerto a todas las personas que fueron a ver lo que había ocurrido hasta el mismo novio, allí tirado en el suelo yacía quien buscaba mientras la cabellera armiña se teñía de carmín sus ojos se desorbitaron al presenciar aquello, su garganta se agrieto queriendo gritar en ese mismo instante viendo como el color se marchaba del cuerpo yaciente en el suelo.

 

-¡Sesshomaru! –Cayó de rodillas cerca de quien siempre había amado, mientras las lágrimas una a una caían por sus mejillas – ¡Sesshomaru! –Grito fuerte abrazando el cuerpo yaciente sin vida mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas  mancillándolas–

 

Se sentía destrozado en ese instante, el dolor invadía su alma sin nada que pudiera apaciguarlo, no podía creer que eso estuviera pasando. . . pero… allí estaba, allí yacía. . .no respondía. . . ya no regresaría. . . la lluvia comenzó a precipitarse entre las personas… hasta el mismo cielo lloraba aquel acontecimiento. Tuvieron que alejarlo de aquel cuerpo. . .

 

Se había quedado sentando mientras gotas de agua recorrían su blanca cabellera, su cuerpo temblaba, escuchaba las palabras de consuelo de su ahora esposa pero nada podía consolarlo en ese mismo instante, la persona a quien siempre amo yacía muerta y él no había podido hacer nada, se sentía culpable y ante ese solido pensamiento que invadió su mente no pudo evitar volver a llorar.

 

Aquel se supone que debía ser un día feliz, pero en cambio era completamente trágico. . . no pudo marchar de luna de miel con su esposa en cambio volvió a su hogar sintiendo que aquello que acababa de pasar no era cierto queriendo creer que lo que había presenciado sus ojos no era cierto. . . marcho por las escaleras a paso lento, sintiendo como fuertes punzadas de dolor corrían por su garganta sin permitirle el habla, otras punzadas como si fueran dagas invadían su pecho, clavándose profundamente en su interior, se detuvo en lo que era la habitación de Sesshomaru para abrirla, observo aquel cuarto que tan bien conocía. Unas muecas comenzaron a posarse en sus labios mientras su vista se tornaba completamente borrosa, cayó en la cama de su amado sintiendo el aroma de él invadir sus fosas. Cerró los ojos aspirando el olor de este. De repente noto una pequeña carta que estaba en la mesa de noche. . .tenía su nombre escrito en ella, era la cursiva de su hermano, la abrió con cuidado.

 

Inuyasha si estás leyendo esto significa que. . . no pude soportar el verte casarte, sé que. . . ¿debes ser feliz hoy? Interrumpir de esta manera, ilógico ¿no? Pero el simple hecho de que te cases y te marches no puedo soportarlo. . . ¿sabes por qué? Te amo. . . te he amado desde hace ya muchos años, ah, tan estúpido he sido que solo me he atrevido a contarlo a través de una carta, me he vuelto tan ignorante estos últimos días que pase sin ti. . . creo que no toleraba el hecho de que ella fuera digna de ti. . . y yo jamás pudiera tenerte aunque este sentimiento que me carcome seguía creciendo más y más. . . En fin. . . quería desahogar esto de mi alma, darme una forma de paz.  .  . Sabes si ella te hace feliz quiero que lo seas… aun sin mí, pues yo fui el cobarde que no pudo soportarlo, como dijo mi madre…

 

Te amo Inuyasha y te seguiré amando aun después de esta vida, fuiste lo mejor que me paso. . . realmente lo fuiste. . .

 

Sus manos pasaron a sus labios, sintiendo como trazos de su alma se deshacía y su espíritu caía, sus ojos se encontraba ya hinchados y rojos de tanto llorar su partida, ahora el saber que lo amaba derrumbaba más su alma. Un grito de dolor se escuchó en esa habitación mientras caía al suelo, golpeándolo una y otra vez.

 

-¡Por qué demonios nunca me lo dijiste! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡Sesshomaru! ¡¿Por qué?! –Grito una y otra vez mientras sus puños le dolían por golpear tan fuerte el piso –. . . ¿por qué? –Musitó esto último sintiendo su vista borrosa –

 

-¡¿Inuyasha?! –Escucho una voz ¿de quién era? – ¡¡Inuyasha!! ¡¡Inuyasha!! –Nuevamente esa voz, era Sesshomaru ¿Quién le llamaba? De repente sus ojos se abrieron adaptándose a la luz, observando los ojos ambarinos de su medio hermano mayor –

 

-¡Sesshomaru! –Se abrazó a su cuello sin querer soltarlo –Que bueno que estas bien, que bueno que todo fue un sueño…ah… Sesshomaru

 

-¿pero qué te pasa? –Pregunto el contrario, lo había escuchado gritar, entro a su habitación mientras escuchaba el “¡Sesshomaru! ¡¿Por qué?!” para encontrarlo profundamente sumido en un sueño y llorando – ¿Qué rayos soñabas?

 

-¡Eso ya no importa lo importante es que no es real! –Simplemente se lanzó a besar aquellos labios que había deseado besar –Y que estas vivo

 

-Inuyasha –Musitó sorprendido por tan repentino beso y no pudo evitar, besarle nuevamente –

 

-Te amo Sesshomaru –Contestó cuando se separaron –por favor. . . nunca… nunca… nunca te vayas de mi vida… por favor… o te juro que me moriré

 

-Está bien, pero no digas esas cosas –Respondió sintiendo como su hermanito menor volvía a abrazarle, simplemente no quería escuchar nuevamente el sonido de las campanas si significaba perderle, pero deseaba estar a su lado –

 

-¿me amas Sesshomaru? –Le pregunto el contrarió solo le miro para besarle –

 

-Si te amo –Respondió –

 

-Las…campanas… las escuchas… siguen sonando –Dijo pero el otro solo sonrió negando –

 

-Has enloquecido, completamente –Profirió –

 

-Tal…vez así sea –mustió –pero te tengo a ti… así que no importa –Simplemente ya no importaba todo lo que había visto era un sueño todo lo que había vivido era mejor que se quedara así, no deseaba perder a quien amaba… solo por el sonar de las campanas –

 

Fin…

 

 

Notas finales:

Bueno espero les haya gustado y por favor comenten n-n


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