Estúpido azabache cuyas esperanzas están nulas, estúpidas tus esperanzas que no te quiere ¿y no te rindes? Estoy cansado ya de verte, como si mendigaras un poco de amor. Como si suplicaras su mirada. Y como lo deliberadamente lo sobreproteges de todo, para que nada le pase para que nada lo dañe, él y yo nos parecemos somos las distintas caras de una misma moneda pero él a mí no me agrada.
¿Sabes por qué? Porque yo no simulo… yo no aparento ser alguien bueno. Yo no finjo ser lo que no soy. Y si te agrado como soy bien y si no te agrado pues me da igual, pero él no… el opto por ponerse una falsa máscara ¿no lo has notado? Yo sí, yo lo he visto en los bares bailando y seduciendo a los demás dejando de lado aquella fachada inocente que en este lugar a todos nos da.
A ese chico cuando las hormonas lo invadieron todos los complacieron dándole lo que él quería. Por eso ahora es como es, pero finge ser lo que no es… ¿no te das cuenta? Ha como lo detesto. Pero qué más da. No hare nada para ponerme en su contra es como echarme a todos encima. Es desgastante. Por qué todos se me echarían encima como perros hambrientos, diciéndome todo lo contrario todo lo que no es y es que las personas caen tan fácil en las apariencias.
-hermano ¿estás bien? –Me pregunto mi hermana –Andas muy abstraído
-Mh… si estoy bien –Le respondí –
-Es que nuevamente estas mirando a Kagamine –Me dijo ella – ¿acaso estás enamorado de él?
-Ni loco que estuviera –Respondí –Enamorarme de mi espejo
-Ja –Dijo ella riendo –
En realidad no quería contarle a nadie que estaba enamorado de ti, sería demasiado humillante para mí que todos supieran que yo te amaba. Porque supuestamente yo soy uno de los chicos malos los rebeldes que no pueden amar, lo que deciden vivir en su propio mundo y no le importen nadie más… sería horrible que se enteren de que te amo. Pero sería peor aún que te lo contara y aun sabiéndolo, sabiendo que premeditadamente me rechazarías por amar a tu querido primo. Sería peor aún, sería ya la burla de lo demás y yo no soy payaso de circo de nadie para que se anden riendo de mí, no le daré esa oportunidad a nadie.
Me quede mirando al intenso cielo azul faltando a una de mis tantas clases no quería entrar tenía que verle nuevamente la cara, aquella cara que odiaba y que al mirarme al espejo era la misma. Solté un suspiro cerrando los ojos. Al abrirlo nuevamente el frío se sintió en mi cuerpo me encontraba enteramente solo.
¿Quién dice que no puedo tener fantasías? Pues la tengo, a veces fantaseo con que me hablaras me sonreías. Luego me dirás cosas bonitas. Me dirás que yo te gusto, y podría salir contigo ¿estúpido no? Son las fantasías de un adolescente. Pensar como un adolescente enamorado qué asco. Pero tú me haces sentir cosas que jamás había sentido por alguien.
Desde lo que paso con mi padre. Al cual odio repudio y desprecio. Pensé en sentir no amor, en ser un cascaron vacío, tendiendo a usar a los demás para puro placer pura complacencia a mi ser incompleto. Pero luego apareciste tú, con hermosos cabellos azabaches y bellos ojos ambarinos. Desde que llegaste a la universidad te he observado de cerca de lejos siempre me has ignorado. Así que ha dado igual.
Pues siempre has estado atrás de tu primo como si fueras su misma cola, al principio yo también me creí su máscara. La de un chico tierno, ingenuo e inocente, hasta que lo conocí en el bar, allí fue donde la fachada se rompió. ¿Y por qué mentir? Yo me había acostado con él. Y aunque quise algo más pues ambos eran iguales. Simplemente me mando para el coño como si no fuera más que pura satisfacción barata, eso me hirió el orgullo. Pues era muy raro que un chico me hiciera lo que seguido les hice a los demás, me enojo, como no tienes idea. Pero no pude hacer más. Aquella interacción fue quedada en el silencio.
-Oye Magane –Me dijo Isamine – ¿vamos hoy al bar? Ya sabes a divertirnos
-Ah, por qué no, pero siempre te terminas yendo a tener sexo con Kagura –Dije él solo sonrió –no entiendo que le vez a ese barman
-¿su miembro de 24 cm? –Me dijo yo quede casi boquiabierto ante su respuesta – ¿qué? Es bastante complaciente
-Nunca te lo buscas pequeños verdad –Dije él sonrío –
-Querido me gustan las anacondas no las pequeñas serpientes como las tuyas –Dijo como si nada –
-Hijo de puta –Dije molesto mientras él reía ¿pequeña serpiente? ¡No es tan pequeña! ¡Es de un tamaño normal! –
-no te ofendas con la verdad –dijo él –
-Como si la tuya fuera tan grande –Dije fastidiado –
-Entre 15 y 19 cm hay diferencias –Dijo él una vena se posó en mi frente –
-¡Son solo tres centímetros! –Le reclame –
-tres centímetros son tres centímetros –Me dijo –
Una vena se posó en mi frente mientras llegábamos con las chicas para ir. Al terminar las clases simplemente nos fuimos al bar a beber y pude notar que en la barra estaba él. Bebiendo como si no hubiera un mañana distante, le observe despechado, desconsolado ¿esta sería mi oportunidad? Me pregunto si yo te sedujera… entonces ¿serías mío?
-Vaya realmente te vez horrible –Le dije –
-¿Len? –Soltó parecía completamente borracho – ¿qué demonios haces aquí ya no me hiciste suficiente?
-Magane Len –Respondí –
-Al demonio contigo –Me dijo una vena se posó en mi frente ¿quién demonios te crees? ¿Cómo para rechazarme así? –
-Vaya sí que te ha dejado destrozado –Le dije él tan solo chasqueo la lengua soltado aquel Tsk –
-¿y qué si lo hizo? No puedo dejar de quererlo –Dijo con un puchero –Soy un imbécil
-y de los grandes –Dije me miro molesto –bueno… ¿y por qué te rechazo?
-Está enamorado de uno de sus amigos… su nombre es Utatane Piko, pero Piko está enamorado de Oliver y jamás le pondrá atención, así que fijo su atención en Kaito, pero Kaito está enamorado de Gakupo –Dijo él –
-¿Y luego fijo su atención que Gakupo pero Gakupo está enamorado de? –Dije –
-De Kaito –Respondió –
-No me digas, su corazón se fija en todos menos en ti –Dije él solo se desplomo contra la mesa golpeándose la frente –
-fíjate que tienes toda la razón del mundo ¿Cómo llegas a saberlo? –Dijo él, levantando la mirada –
-Simple adivinanza –Dije, pero era que en realidad vivía contigo constantemente –
-que cruel es la vida –Me dijo –
Comenzó a contarme muchas cosas que en realidad podía interesaren menos, pero bueno, no podía hacer más copa tras copa tras copa veía para desahogar aquella pena. Ni yo me ponía tan patético.
-Sabes… tu eres muy lindo –Me dijo acercándose para besarme, sentí el sabor al alcohol rápidamente, combinados con aquellos suaves labios –Eres…muy….muy lindo
-Y tú estás más que borracho –dije soltando un suspiro, busque a Isamine por el rabillo del ojo pero ya se había ido con el barman, solté un suspiro no poniéndome salvar de esta y tener que llevarlo conmigo –
Y a pesar de que siempre había querido tenerlo en mi cama esta no era la forma en que quería tenerle, solté un suspiro de frustración, viéndole dormir tranquila y pacíficamente, volví a soltar otro suspiro por no tener controlados estos infames sentimientos hacia él que me molestaban con demasía, me acosté a su lado y me quede dormido, esta no era la forma en la que quería dormir a su lado. Pero no me quedo de otra.
A la mañana siguiente él ya no estaba como lo había suponiendo. Me levante estirando mi cuerpo entumecido, para poder levantarme, al salir un olor particular salía de la cocina lo cual era extraño pues yo vivía solo. Pero allí estaba él tranquilamente cocinando.
-Buenos días –Me dijo –
-Buenos días –Respondí –
-Esto… lamento… todo lo de anoche –Me dijo –Sé que cause muchos problemas
-Ah… no te preocupes –Respondí –
-Sabes nunca pensé… que fueras así –Me dijo –
-¿cómo así? –Le pregunte –
-Que fueras buena persona –Me respondió –Siempre pensé que eras un imbécil hijo de puta
-¿Qué te parece mi fama me preceded? –Dije para que soltara una ligera risa –
Esa mañana hablamos con total calma al menos él yo sentía que el corazón se saldría en cualquier momento tonto corazón que late con agitación cuando esta con un imbécil como él ah cuanto desprecio estar enamorado y albergar en mi aquel grotesco sentimiento, al que no puedo resistirme. A hacer cosas que jamás pensé hacer. Como ser bondadoso eso no es parte de mí y hasta yo mismo lo sé, me enoja y me fastidia tener que ser así y no poder evitarlo, ponerme nervioso y que mi corazón este tan agitado como si yo fuera un estúpido.
Esa tarde lo vi nuevamente con su primo nuevamente como renovado a ser su cola a estar siempre a su lado aun sabiendo que nunca lo querría y siempre lo rechazaría ¿por qué no te rindes ya? ¡¿Por qué no me rindo ya?! ¡Demonios ni me saludaste al verme! Eso me dolió como tú no tienes idea. Solté un suspiro, no puedo creer que vaya a hacer esto. Cuando él estaba solo lo jale de la camisa llevándolo a un lugar solitario.
-¡¿Qué rayos se puede saber qué te pasa Magane?! –Me dijo enojado –
-Quiero que hablemos seriamente –Dije me miro arqueando una ceja –
-¿de qué? –Me pregunto –
-¿tú no amas a Rei verdad? –Le dije –
-No, es mi primo nos criamos juntos como hermanos, no puedo verlo más que como un hermano –Me dijo –
-¿significa que tengo el camino libre para intentar enamorarlo? –Le dije arqueando una ceja –
-¿qué estas tramando con mi primo? –Me dijo –No te atrevas siquiera a lastimarlo, que no lo ame no significa que no lo quiera
-¿Tengo el camino libre o no? –Dije serio –O tengo que contarle a toda la universidad que haces en los bares
-Si tienes el camino libre pero no tienes derecho a amenazarme de esa manera –Me dijo –
-Pues entonces no me hagas amenazarte –Le dije –Después de todo no puedo terminar lastimándolo, más de lo que tú ya haces
-Sé que lo hago y créeme que no me complace ¡Pero qué puedo hacer si no deja de ser tan insistente! –Me dijo serio –
-Espera… significa que ¿lo de estar enamorado de los demás es falso? –Dije él solo suspiro –
-Es falso, excepto que estoy enamorado de Piko, por eso Oliver nos encubre a ambos, tengo una relación en secreto con él, pero no quiero que Rei lo sepa, temo… que resulte lastimándolo más –Me dijo… vaya… no es el chico que creí que era –
-Entonces déjame todo lo demás a mí –Dije confiando pero en realidad no sabía si podía lograrlo –
-Está bien, pero si llegas a lastimar a mi primo… tengo contactos –Me dijo –
-Créeme que no te tengo miedo, después de todo… yo soy el de la mala reputación aquí y debes creer que yo si tengo contactos –Dije trago saliva para irse por su camino –
Bien ahora que sé que tengo que camino libre ¡¿Qué demonios se supone que deba hacer?! Si ni siquiera te atrevías a saludarme… bastardo ¡no sabes cuánto te odio! Pero… te amo más que odiarte… ¡Ah! ¡Cómo me desprecio por pensar como una maldita colegiala enamorada!
Y te comencé a encontrar en los bares, de tal forma que quedabas completamente borracho, solté un suspiro exasperado hasta que una noche simplemente tome tu trago.
-Basta ya de esto –Te dije serio –
-¿qué? Oye no te pongas así conmigo –Me dijo serio –
-¿quieres desahogarte como se debe? –Dije con una sonrisa en mis labios –Entonces… desahógate conmigo –Le susurre en el oído pude sentir el escalofrío que recorrió todo su cuerpo –
Él no dijo más simplemente me acompaño hasta mi departamento, de alguna forma entre sus besos y caricias me sentí destruido como si realmente aquel frío tacto no me llenara. Sus ojos mostrando… aquel vacío… como si realmente no me viera a mí. Al día siguiente solo lo mire durmiendo plácidamente a mi lado… y me quise echar a llorar por alguna razón que me molestaba aún más. Pues me prometí a mí mismo jamás ser lo suficientemente débil como para llorar.
Los días fueron trascurriendo diferente él no me hablaba en la universidad pero todas las noches iba a mi departamento, a satisfacer su necesidad… ¿por qué me dejo hacer esto? Realmente esto no era lo que yo deseaba termine convirtiéndome en un muñeco para él que usa cuando desea.
-R…Reí –Susurre podía sentir su brusco tacto sobre mi piel –D…detente… detente –Pronuncie pero ese día simplemente no quiso hacer caso, sus besos seguían recorriendo mi piel tan fríos tan gélidos –ahh…
-¿te gusta? –Pronuncio entre sus lamidas ¿gustarme? Me estoy destrozando lentamente por ti –
-No –Dije, para sentir como su mano acariciaba mi miembro con tal brusquedad que solo me hacía retorcerme en el placer y en el dolor –ah. Me estas lastimado….ah
-Parece gustarte mira como está reaccionando tu cuerpo –Me dijo, desgraciado no te burles de mí, solté un gruñido para sentir como sus dedos entraban en mi interior, moviéndolo con rapidez –
-Ah…ah… ¿qué…qué te pasa? –Dije pero no me quiso responder solo me beso mordiendo fuerte mi labio por primera vez esos ojos no estaban tan gélidos me miraban a mi…. Pero… no… no con amor… con irá con enojo… como si le fuera echo algún daño – ¡AAHH! –Solté un fuerte grito arqueando mi espalda había entrado de repente ¿realmente tanto me odias como para hacerme esto? –
-Len –Le escuche pronunciar sin saber si era mi nombre o el de él… del quien jamás te correspondería –ng…
-Ah…ah…mh…ah –Solté sintiendo como se movía en mi interior sin darme paso siquiera a acostumbrarme simplemente me retorcía constantemente, entre ese placer doloroso que me causaba mis labios pronunciaban su nombre una y otra vez… y a cada momento aquel nombre salía de tus labios, me dolía y me impacientaba, me despedazaba el saber y el pensar que ese no era el mío, que tu no me llamabas a mí lo llamabas a él… una y otra vez constantemente –
Este era el retorcido ser que yo había creado y no podía soportarlo ya no más… hasta que… no pude… no pude tolerarlo más… ¿Qué había hecho? siento aquel nudo en mi estómago ¡Se supone que tenía el camino libre! ¡Por qué demonios te estas besando con él! ¿Cómo puedes? Yo…yo… no…no
-¡Maldito! –Solté completamente enfurecido y te golpee tan fuerte con tanta irá que caíste al suelo – yo…yo ¡Ah! –Tu simplemente te habías levantado pero no te di la oportunidad y te volví a golpear –Eres un desgraciado un maldito un imbécil ¡Idiota! ¡Insensato! –Lo golpeaba una y otra vez hasta sentirme completamente desahogado –Y tú Kagamine Len ¡Maldita rata mentirosa! –Y a él también lo golpee dejándole un ojo morado –
-No lo metas en esto –Me dijo escupiendo sangre –
-¡Tú…tú no te metas! –Dije para volverlo a golpear pero los profesores terminaron separándome –
Estaba demasiado molesto allí estábamos los tres en dirección mis manos estaban temblando, de rabia de ira, de impotencia, me mordía constantemente los labios rechinaba los dientes escuchando las preguntas constante del director que más eran gritos a mi persona pero no podía responderlas, apretaba tan fuerte las manos que me clavaba las uñas intentado contener mi propia ira, al final me terminaron sacando de la dirección con una expulsión permanente de la universidad.
-Magane –Pronunciaste mi apellido –
-Tú…tú eres… un…un –Por primera vez me había atrevido a levantar mi mirada, ya no podía contener más el llanto ¿era esto lo que yo mismo me había causado? –eres un ser despreciable… pero aun así –sentía mi garganta agrietarse mi voz volverse más débil y aquel nudo más fuerte –no te puedo odiar ¿por qué demonios me tuve que enamorar de alguien como tú? Eres un imbécil
-Ma…Magane –Soltaste nuevamente intentaste tocarme y solo te di un fuerte bofetón –
-No te me acerque… no me toques… déjame en paz… por primera vez… alguien me causo el suficiente daño como para sentirme un maldito muñeco agrietado, felicitaciones, me has destruido completamente espero seas feliz –Dije para irme de aquel lugar –
Al menos así no tendría que volverle a ver la cara, me encontré encerrado en mi departamento solo saliendo para ir a trabajar. Isamine, Kagura, Hagane… ellos me visitaban hasta mi hermana… preguntándome ¿él por qué? Yo no querías decirle la verdad sería demasiado vergonzoso para mí el admitir que me había atrevido a llorar.
Y me sentía como un muñeco vacío, roto… aquel muñeco de porcelana que se ha caído y en mil pedazos se volvió.
-Maldita sea –Pronuncie ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Por qué rayos actué de semejante manera si tú y yo no éramos nada! Solo… solo era tu juguete sexual no me complacía… no me llenaba me terminaba de destruir si esa era la palabra correctamente utilizada –
Y lo peor de todo es que por tu culpa ya no podía tener relaciones sexuales no me satisfacía estar con alguien, veía tu cuerpo, escuchaba tus suspiros, aquel sudor corriendo por tu piel crema… aquellos suaves labios que sabían a la hiel… misma…
-Solo me quedo un sabor amargo de todo esto –Dije soltando un suspiro, escuche tocar la puerta y allí estaba esa maldita y despreciable rata – ¿qué demonios haces en mi casa?
-¿puedo hablar contigo? –Me pregunto –
-¡No! –Iba cerrarle la puerta en la cara pero me detuvo –
-¡Escúchame con un demonio! –Grito empujando fuerte la puerta haciendo que me golpeara y cayera al suelo –discúlpame…
-Tú….tú ¡Tienes diez minutos antes de que te mate! –Le dije él suspiro algo tembloroso –
-Perdóname yo no sabía que amabas a mi primo y el beso que viste… realmente no era… lo que crees enserio, tu sabes que yo amo a Piko, pero él me dijo nada más por sentirlo antes de querer separarse completamente de mi al menos sea una vez… yo solo lo quise complacer… créeme… que… no fue… como crees, Rei de alguna forma se había logrado enamorar de ti y planeaba alejarse de mi lado… pero tú lo viste… y bueno –Dijo él –
-No te creo, así que vete –Le dije –
-Pero es la verdad –Me dijo –
-¡¿Crees que puedo creerle a una maldita rata arrabalera como tú?! ¡¿Semejante escusa?! ¡Jamás en la vida ahora largo antes de que te quiera romper toda tu maldita cara! –Le grite para cerrarle la puerta y trancarla con pasador –
Golpee fuerte la pared intentado no recordarlo intentado contener las lágrimas que amenazaban por caer de mis ojos ¿de cuándo acá yo era tan débil? ¿Tanto me despedazaste? ¿Tan roto y frágil me volviste? Volví a ser aquel niño que lloraba encerrado en un rincón esperando a que su padre no lo encontrara… intente sacar aquellos recuerdos de mi cabeza, aquellos recuerdos que me llevaron a ser quien soy.
-“¡Jamás serás alguien en la vida! ¡Siempre serás patético! ¡Naciste siendo un inútil y un inútil te quedaras! ¿Para qué te esfuerzas? No vale la pena perder el tiempo contigo… ¡Deberías rendirte de una vez! ¡Es que no te das cuenta que jamás te servirá de nada!” –Me deje resbalar por la pared recordando cada una de las palabras que me dolieron durante tanto tiempo y que me volvieron fuerte durante mi adolescencia –
Y es que… ¿por qué yo? A mí nadie jamás me querría. ¿Por qué yo tengo que enfrentar este cruel destino? Primero mi madre murió cuando yo tenía tres años luego mi padre se vuelve un maldito borracho que abusaba de mí y que intento matarme…. Pero yo lo mate a él… quede al cuidado de mis tíos… los cuales me odiaban por haber matado a mi padre… ¡Pero era auto defensa! Él me quería asesinar… y nadie jamás creyó en que pudiera ser alguien en la vida. Jamás alguien… ni lo mismo profesores en mi cabeza están sus gestos de desprecio… a mi persona… ellos no han tenido que pasar lo que yo pase… ellos no han tenido que vivir lo que yo viví… los desprecio…
-“¿realmente crees que una basura como tu llegara a ser alguien? Solo eres un rebelde un reganado de la calle, nunca servirás para nada… terminaras muriendo como las demás alimañas” –Solté otro suspiro ¿por qué tenía que acordarme de aquellas palabras hirientes que escuche durante toda mi vida? –
Pero deseo demostrarles lo contrario que yo puedo ser alguien a pesar de mi pasado yo quiero superarme… eso era lo que yo había deseado… echarles en cara a todos y cada uno de ellos… que yo… realmente no sería la rata de la calle que siempre quisieron que fuera…
Pronto mis ojos se comenzaron a cristalizar, el living se volvía borroso y solo pude volver a llorar. Al menos lo único bueno que tengo en mi vida es que pude proteger a mi hermana de toda imprudencia de que pudieran lastimarla y dañar su esencia ¿eso es lo único bueno que he hecho en la vida? Me levante de donde estaba negándome a llorar y comencé a buscar una nueva universidad en la cual estudiar. Para demostrarle a todos aquellos de que yo podía ser alguien y no solo aquel muñeco que habían creado.
Me encontraba en un parque mirando el cielo azul, intentado buscar un toque de esperanza más allá de esta soledad que me invadía… más allá de estos fúnebres pensamientos, desde hace tanto que no se acumulaban constantemente en mi mente acribillándome uno a uno. Estaba buscando una universidad pero por mi historial ya no me querían aceptar.
-¿estás bien? –Escuche una voz para ver aquellos ojos ambarinos de los cuales me había enamorado observando aquel rostro agotado y abatido tal vez hasta más que él mío –
-oh vaya, te dignas a hablarme en la calle ¿estas enfermo acaso? –Le dije molesto –
-Magane…yo –Dijo mientras yo soltaba un suspiro para levantarme pero solo me forzó a quedarme –
-Te he dicho que me dejes en paz, estoy intentado rehacer mi vida –Dije –
-Solo escúchame por favor –Me dijo –
-Bien tienes poco tiempo antes de exasperarme la paciencia –Dije él tan solo tomo un poco de aire –
-Lo lamento perdóname… yo… sé que todo este tiempo me he portado como el grandísimo idiota que crees que soy, sé que… no te he valorado como debería… sé que no te he tratado como debería tratarte, y me comporte muy mal contigo pero créeme que ya no amo más a Len… te lo puedo asegurar –Me dijo –
-¿Qué es este juego que andan jugando los dos? ¿Acaso no se les hizo suficiente el haberme herido ya? –Le dije – ¿Qué no te cansaste? ¿No te consto con una vez verme llorar? ¿Cuánto más intentaras hacerlo? ¿Cuánto más me quieres quebrar? ¿Hasta que quede hecho pedazos y jamás me pueda reparar? –Pronuncie serio –Rei tú y yo estamos echo en mundos distintos… tu… tuviste una vida con una familia que te quería yo jamás pude conocer lo que es el calor de un hogar… yo tuve a mi madre hasta los tres años… desde entonces mi vida se volvió un completo infiero ¿quieres saber por qué me decían el rebelde? ¿El desgraciado? ¿El hijo de perra? ¿Aquel ser cruel? ¡Por qué así me hicieron las personas! ¡Me herían y me herían hasta volverme el ser que soy ahora! Yo… no quiero seguir con la misma rutina de siempre no quiero que me sigan hiriendo ya
-Te prometo… que jamás voy a herirte… pero realmente mis sentimientos son sinceros hacía ti –Me dijo yo me iba a levantar pero solo sostuvo mi mano –Por favor… por favor… por favor… jamás en mi vida me he atrevido a suplicarle a alguien Magane… estoy haciéndolo ahora… nunca me había atrevido a mendigar amor… pero te pido… por favor créeme en que realmente estoy enamorado de ti, te prometo que jamás volveré a herirte… a lastimarte… a dañarte… solo… por favor… acéptame.
-Yo… no lo sé –Respondí –
-te… te lo demostrare –Me dijo levantándose de donde estaba de golpe –Te demostrare que mis sentimientos hacia ti son completamente sinceros… lo are ya verás –Me dijo sonriendo –
-Ha… has lo que quieras –Dije soltando un suspiro, pero… una parte de mí se sentía feliz, él comenzó a seguirme mientras pasaba la calle se escuchó el sonar de un auto un ten cuidado, el empujón fuerte de alguien el choque… todo fue demasiado rápido para mí yo me encontraba al otro lado de la calle… mirando el cuerpo bañado en sangre, el semáforo en rojo y las personas sorprendidas por lo que acababan de pasar – ¿Rei? ¿Rei? –Dije para llegar a su lado – ¿Rei? –Intente moverlo pero no se movía, el carro se había dado a la fuga –
Una ambulancia llego, mientras yo me encontraba en emergencias. Sus padres me culparon por lo que había pasado… ¿pero? ¿Pero? Como yo iba a saberlo ¿Cómo yo iba a saber que eso pasaría? Fue demasiado repentino… el tiempo no se detuvo en pestañeo todo había pasado. La felicidad me duro tan poco. Aunque no me permitieron ir a su funeral yo estuve en un entierro de ultimo… yo era el culpable ¿no es así? Si no te fuera aceptado tal vez seguirías con vida me siento como un gato negro, con tan mala suerte, que… no lo puedo seguir soportando. La lluvia comenzó a precipitarse de repente sobre las personas y una a una se fueron marchando, yo me quede un rato allí admirando aquella lápida con un cuerpo sepulcro. Con diferentes tipos de flores. Me marche a casa. Con mi cuerpo temblando por el frío allí me esperaba mi hermana… simplemente no pude evitarlo y me eche en su regazo a llorar como si me tratara de un niño pequeño.
-Sabes que no es tu culpa –Me dijo ella intentado darme consuelo –
Pero fue algo que poco pude obtener, me quede llorando bastante tiempo y mi hermana no me quería dejar solo, y no lo quiso hacer por mucho tiempo se quedó en mi departamento temiendo a que yo fuera a causar alguna imprudencia, hasta que simplemente una tarde salió. Le deje aquella nota.
“Perdóname hermana… sé que tu no querías que esto pasara… pero sabes… las personas como yo… no estamos echas para este mundo, te quiero tanto por favor cuídate… y mi juegos de consolas no se los des a Isamine te quiero”
Tome aquel cuchillo de la cocina, pero cuando lo iba a ser simplemente no pude atreverme como si algo me fuera causado detenerme a hacer tal cosa. De repente tocaron la puerta. Yo no quería abrirla. Pero aun así lo hice, allí ante mis ojos se encontraba alguien idéntico a quien yo amaba.
-Hola...esto… soy nuevo me mude hace unos días y no conozco mucho, por aquí… ¿me podrías ayudar? Es que necesito comprar unas cosas y no sé dónde está ni siquiera una bodega –Dijo solté un ligero suspiro –
-Claro –Respondí él solo sonrió –
Creo que… tendrá que esperar mi fin… ¿esto no puede terminar así? Me encontré caminando a su lado ayudándole. Con el corazón destrozado intentado repararse… pero el final mío no puede ser así… aun me queda demostrarle a los demás que yo no terminaría en este trágico final… que no moriría de esa manera. Al regresar nuevamente a casa, tome aquel papel y lo volví una bolita hasta botarlo… observando aquel cuchillo simplemente sonreí con vacilo…
-Sera otro día –Pronuncie –
Fin…