— ¿Qué cuantas veces lo eh visto morir?, He perdido la cuenta tal vez solo han sido una docena…
>>De nuevo estoy aquí y como siempre espero que esta vez sea la definitiva…
Lo observo está del otro lado de la acera, esperando por que cambie el semáforo y le dé el paso para cruzar al otro lado, por un momento nuestras miradas se cruzan pero eso solo fue un error ya que detrás de mí se encuentra la persona a la cual el realmente quiere ver y con la cual está a punto de encontrarse.
Volteo hacia atrás y la veo, una chica de apenas unos dieciséis años, piel clara y radiante, ojos color miel, cabello largo que le llega hasta la cintura, realmente da la impresión de ser una chica inocente, su voz interrumpe mis pensamientos…
—Discúlpame Jia Li llevas mucho tiempo esperando?
—En realidad no, apenas unos minutos…
—Me alegro!, Qué te parece si vamos caminando?, la biblioteca no queda tan lejos y en el camino venden unos helados deliciosos te gustaría comer uno?
—De verdad que siempre ha sido muy educado—pienso internamente, mientras doy unos pasos hacia el frente como esperando un taxi.
—LuHan, no estamos en una cita!¬—la chica le respondió amablemente pero en su voz se notaba la determinación
—Quedamos de vernos aquí, porque tenemos que realizar el trabajo de fin de semestre en equipo y no tenemos mucho tiempo. He revisado el material y de verdad que es demasiado…
—Sí, lo sé es solo que el clima era propicio para tomar un helado—LuHan se lleva ambas manos a sus bolsillos mientras patea una pequeña piedra que hay sobre la acera.
—Vamos deja de hacer el tonto! Tenemos trabajo por hacer—la joven lo golpeo en el hombro mientras se alejaba a paso decidido,
—Espera Jia Li!, No vayas tan rápido, —LuHan aceleraba el paso detrás de ella mientras le gritaba.
>>Siempre cuidaba de él, a donde quiera que iba lo seguía; incluso LuHan hace algunas semanas que había notado mi presencia, un día al salir de la estación del tren creí que se atrevería a encararme, pero no fue así. Ahora finge no verme, pero sé que él sabe de mí presencia y aunque no me conoce, tiene la seguridad de que no voy hacerle algún daño…
Pensé en seguirlos pero en cuanto di un paso, la marca en mi muñeca se encendió, me necesitaban y tenía que acudir de inmediato…
[LuHan]
>>Por estar eligiendo el atuendo apropiado para mi cita con Jia Li se me había hecho tarde y no había traído conmigo mi celular, el cual había olvidado debajo de toda la ropa que me probé antes de decidirme por una simple sudadera color azul cielo y unos jeans azules de lo más normales con unas zapatillas Nike blancas con líneas azul marino a los costados.
—¿De verdad no podía tener estilo aunque fuese solo por un día?—pensé algo enojado mientras bajaba en la parada del autobús, caminé un par de cuadras para encontrar el cruce en donde Jia Li y yo habíamos quedado de vernos.
—Genial! —susurre—El semáforo estaba en verde, unos minutos más por la espera supuse….
>>Cuando dirigí mi vista hacia el otro lado de la calle para buscar a Jia Li mi mirada hizo contacto con la de él, de nuevo estaba ahí con esa cara de palo, acaso no tenía una vida?, siempre estaba siguiéndome a todos lados, me topaba con él hasta en la sopa!
No entendía el por qué siempre tenía que encontrarlo a cada lugar al que iba. Y ahora estaba aquí en mi primera cita con la chica de mis sueños…
Su apariencia en realidad era algo melancólica, pero era un tipo al cual se le notaba la clase, era alto incluso más que yo, cosa que me frustraba, delgado, de piel sumamente blanca y radiante, mandíbula afilada, espalda ancha, cabello negro y liso, ojos marrones… sin dudarlo era bastante guapo, supongo que el tipo ideal de cualquier chica universitaria ya que se veía de unos veintitantos años, él era todo lo opuesto a mí!
—Él sí tiene estilo! —pensé para mis adentros, mientras el semáforo cambiaba de verde a rojo…
[****]
>>Por fin! Estaba a solas con la chica que me gustaba, Jia Li...Había estado enamorado de ella desde los doce años, cuando la conocí me rendí ante su sonrisa, siempre le había dicho lo bien que me la pasaba a su lado, pero ella solo me veía como cualquier otro compañero de clases, lo cual me frustraba demasiado, pero después de mi cumpleaños dieciséis había decidido firmemente luchar por demostrarle mis sentimientos y hacerle saber que estaría con ella en todo momento…
Tal vez esta no era una cita normal como todas las que tienen los chicos y chicas de mi edad pero estaba realmente feliz de estar con ella, aunque fuera solo por un trabajo escolar.
—Bien por fin terminamos! —pronuncio Jia Li con un suspiro de felicidad,
—Te dije que lo haríamos a buen tiempo— le sonreí mientras le guiñaba el ojo
—No es muy buen tiempo, a decir verdad ya son pasadas de las siete y necesito llegar pronto a mi casa, —me declaro preocupada mientras revisaba la pantalla de su celular…
—Necesitas que te acompañe? —Pregunte esperanzado—Me queda de paso, no es bueno que una chica ande sola a estas horas.
—LuHan ambos sabemos que tú vives del lado opuesto a mi casa, además llamaré a mis padres para que vengan a recogerme, gracias!
—Rayos, este día no estaba resultando en lo más mínimo—pensé decaído
—Está bien, pero Jia Li por que no aceptas salir conmigo otro día? ¿Qué te parece este viernes?
—LuHan—suspiro por debajo después de pronunciar mi nombre
—En realidad yo siempre te eh visto como mi hermano, no me gustaría otra cosa más que eso, tener citas y ese tipo de cosas es algo que conlleva a una relación de otro tipo y por el momento no estoy interesada en eso, ya te lo había dicho—susurro lo último mientras se levantaba de su asiento,
—Sí, me lo habías dicho pero Jia Li esta vez estoy decidido a demostrarte mis sentimientos
—Lo siento, LuHan pero mis padres me están esperando, nos vemos!
>>Jia Li se marchó después de pronunciar lo último..me sentía mal, por qué razón ella me rechazaba de esta manera?, sin darse la oportunidad de intentarlo…
Tal vez no era lo suficientemente atractivo para ella? Mi personalidad no le atraía?, eran demasiadas preguntas maquinándose en mi cabeza, por lo cual decidí salir corriendo de ahí antes de que se hiciera más tarde…
Las calles estaban vacías la gente corría para resguardarse bajo techo, los relámpagos eran el claro indicio de que una tormenta se avecinaba.
—Este día se pondrá aún mejor?, Y pensar que el día era soleado—pensé entre dientes—mientras corría hacia la estación de trenes,
—Seguramente el tipo con cara de palo estaría ahí…
Al llegar a la estación no lo encontré por ninguna parte, no era que lo extrañase o algo por el estilo simplemente se me hacía raro no verlo por ahí como siempre, incluso en la biblioteca cuando estaba con Jia Li no lo había visto rondando por los pasillos…
—En fin será mejor que me apresuré—pensé
>>A estas horas las calles cercanas a la estación en la que tenía que bajarme no eran del todo seguras, muchas veces había tomado un taxi desde ahí que me dejara sano y salvo en las escaleras de mi departamento, ya que cerca de ahí se juntaban tipos extraños…
Los vagones iban completamente llenos, la gente a esa hora salía del trabajo así que el ambiente era demasiado pesado, estaba a un par de estaciones de mi casa cuando se escuchó en los vagones:
—Señores/Señoras lo sentimos, pero debido a la tormenta, los trenes no pueden continuar con su funcionamiento, para evitar accidentes eléctricos, les pedimos desalojen todos los vagones y las estaciones en donde se encuentren, gracias por su atención y comprensión.
—¿Qué? Pero qué rayos? este día era un completo desastre!
>>La gente maldecía y corría desesperada por encontrar otro medio de transporte para llegar a su hogares, yo simplemente me decidí por salir corriendo de la estación y llegar a pie a mi departamento, seguro que si corría lo suficiente no tardaría mucho en llegar.
Me coloque la capucha de la sudadera y salí de la estación corriendo a toda velocidad, quise esquivar los charcos que había en la calle pero en un momento sin darme cuenta pasé sobre ellos, llenándome las zapatillas de lodo.
>>Podía sentir las gruesas gotas caer sobre mi espalda y divisar a los lejos los relámpagos surcar el cielo, y posteriormente escuchar los estruendosos truenos jamás desde que era niño me habían gustado las tormentas, siempre prefería quedarme en casa bajo las cobijas con una taza de té caliente y mirando algún programa de televisión, pero esta vez para mi grandiosa suerte tenía que correr bajo la tormenta con el lodo hasta las pantorrillas.
—Genial! —exclamé lleno de felicidad,
>>Habia llegado a mi estación, desaceleré el paso y ahora solo caminaba en dirección a las luces de esta, no sentía las piernas, de tanto correr, estaba empapado y lleno de lodo, pero seguramente ahí encontraría un taxi que me llevará hasta mi casa…
Estaba pronto a llegar cuando escuche detrás de mí...
—Mira que preciosidad!
—Seguro que necesita que la ayudemos,
—Si será mejor que nos acerquemos a ella…
Seguramente esos bastardos estaban a punto de intimidar a una chica… No iba permitir eso así que decidí detener mi camino para ayudarla…
—Oh! Mira se molestó!
—Pero si solo queremos ayudarte linda!
Acaso esos tipos se referían a mí? —pensé intrigado
—Te refieres a mí? —le pregunte perplejo señalándome con el dedo índice
—A quien más si no preciosa? —me contesto el tipo obeso que tenía frente a mi
—Ja Ja Ja —solté una carcajada bastante estrepitosa—mientras dejaba caer la capucha de la sudadera
—Soy un chico idiota! —ambos me miraban perplejos
—A quién llamaste idiota?! Imbécil, es claro que te confundimos por tu forma de caminar y eso pantalones tan ajustados que usas, dejan ver tu trasero rellenito—se burlaron ambos en mi cara—mientras me señalaban a la parte trasera de mis jeans
—Bien, si ya se divirtieron par de imbéciles, me largo—di media vuelta y me encaminé de nuevo a la estación… cuando sentí como uno de ellos me jalaba de la sudadera hasta hacerme caer al suelo, directamente a un charco…
—A donde crees que vas? Pequeño marica!
—Si!, quien te dio permiso de largarte? —escupió al suelo el otro tipo mientras se acercaba a mi…
—Como ya vimos que eres solo un marica ahora lo que queremos es que nos des tus pertenecías, saca todo el dinero que traigas! —me grito el otro sujeto, mientras de su bolsillo sacaba una navaja.
—Esp.. Pe..ra! tranquilo! —tartamudeé
—Esto es todo lo que traigo—saque mi cartera del bolsillo trasero y se la entregue, las gotas de lluvia me caían sobre la cara y no podía ver su rostro con precisión,
—Muy bien marica así me gusta! Ahora el celular, vamos rápido! —me ordenó mientras se ponía en cunclillas para estar a mi nivel,
—No traigo el celular—declaré nervioso
—Como no lo vas a traer marica??!!!—me grito mientras me apuntaba con la navaja directo al cuello
Yo solo cerré los ojos, implorando porque alguien escuchara la situación y se acercará a ayudarme cuando escuche:
—Te dijo que no lo trae idiota! o acaso eres sordo?
—Y tú quién eres? Esto es con el marica no contigo—el tipo de la navaja me empujo contra el pavimento mientras se reincorporaba para encarar a la persona que había intervenido en mi ayuda
—Regrésale la cartera si no quieres tener problemas
—Ja Ja Ja—se carcajeo sonoramente después de escupir sobre el pavimento
—Ahora quieres darme ordenes?
—Te los estoy pidiendo por segunda vez y créeme que no habrá una tercera—dijo el hombre frente a él, sin una pizca de duda
—Devuélvele la cartera.
Yo me encontraba aun en el suelo, no podía divisar bien si el hombre que me estaba ayudando venía acompañado o si se trataba de algún policía, solo podía ver la figura de la espalda del sujeto que anteriormente me había amenazado con la navaja
—Te devolveré esta!!!
Cuando menos vi el tipo de la navaja le lanzo una estocada rápida y certera que sin duda lo heriría gravemente…
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