1 La sonrisa
Era dientes blancos, ojos brillantes, un sueño, un tierno beso, una mano tibia; ese manojo de nervios, ese sentido desubicado. Era Loki, su hermano, amigo, confidente, amante, traidor, asesino, prisionero. Un maldito mentiroso, manipulador, sin escrúpulos, sin amor por nadie más que él mismo. Era lo peor. Pero lo peor era no poder odiarlo, porque en su celda de sonrisa brillante, como su mente, no, como su alma, era arrebatadoramente sensual, entonces entraba por la fuerza y estrellaba toda su belleza contra la pared, lo besaba, hasta borrar esa sonrisa que lo volvía loco, loco como lo que él era.
2 Mío.
Ráfaga fría, esquelética. Ráfaga, porque el príncipe no era otra cosa. Fuerte, cabrón, aguerrido, fogoso. Así era. Loki lo observaba, absorto en las increíbles formas del cabello ondulado de Thor, cuando éstas se movían como serpientes entrenadas en el viento, impúdicamente movidas por la fuerza de Thor. Su Thor. Tan suyo como de nadie más. Suyo en el día, aunque Sif lo envidiara. Y suyo en la noche, cuando se colaba en su cama. Suyo, para que les doliera a las perras ofrecidas del palacio. Suyo, como los movimientos en el cabello amarillo, erótico, del cabeza de aire de Thor.
3 Brutal.
Brutal, la cadera, el movimiento, el gemido, la copula. Thor volvió a penetrarlo, fuerte, agrio, qué le importaba. Cielos, era la quinta vez. ¿Se había enfadado tanto sólo por unos cuántos humanos?.., Thor era un hipersensible. ¡Ah!, dolor en su espina. Esplendido, no iba a poder sentarse en una semana. Susurró idiota, en su oído, pero un beso amargo se apoderó de su boca. Lo quería como una tumba. Bueno, si no paraban seguro que habría algún muerto pronto. Oh, el placer llegando. Si hubiese sabido que era tan pasional, podría haber matado unos cuantos humanos más. Aquello era genial.
4 Derrota.
Subieron por él y lo vieron ahí, tirado sobre los escalones de la casa. Les dijo “ahora sí quiero ese trago”. Podía jurar que Stark iba a soltar una carcajada. Thor estaba a punto de molerlo (aún más) a golpes. Su hermano era un irresponsable, cabeza hueca, celoso, hipercompetitivo, cínico que no se daba cuenta de que había destruido medio Midgard con su tonta guerra. Y sonreía como si fuera una gracia de niño pequeño. Thor caminó hacia él, lo levantó y luego frente a todos tomó su oreja y lo hizo caminar hacia la puerta. Loki era el colmo.
5 Hechizo.
Pronunció unas palabras ligeras, luego, todo fue un caos. Los bobos amigos de Thor bailaban como marionetas dentro de aquella taberna. Hacían el ridículo. Pero algo salió mal, se desconcentró, pronto los guerreros estaban sobre él, amenazándolo. Cerró sus ojos, de nuevo una paliza. Pero el dolor no llegó, solo unos brazos grandes lo cargaron, abrió un poquito sus pestañas, vio un largo cabello dorado. Después unos labios presionándose contra su cien y unos ojos furiosos que veían a sus disque amigos. Nadie lastimaría a su hermanito. Nunca, jamás. Y Loki supo, sólo entonces, que podía hacer lo que quisiera.