Quiero que sepas.
Que no está mal.
Que lo que sentimos.
No es un error.
Solté un suspiro mirándote al lado de tu hermano gemelo, nuevamente estábamos reunidos en la isla de Tetrax s, pues al parecer había un extraño problemas. ¿Cuál era ese problema? Los muertos vivientes habían despertado de su largo sueño. Eso significaba que pronto él despertaría y querría arrasar con las tierras de los elfos, con todos.
-¡¿Y cómo se puede solucionar este problema?! –Pronunciaste con cierta alteración –
-Calma Kael –Respondió Tetrax –
-¡¿Cómo quieres que me calme?! ¡Si él despierta significa la destrucción!, no solo será Asahi, Eien no yuro, no solo será Sefa, Terrad, Airopolis, ni Adcuand, ¡No solo los elfos sufriremos! ¡Con el fin! Los orcos, Troll, Humanos y Hadas también correrán con el mismo fin –Prorrumpió observe como cada uno bajaba la mirada pero quien siempre mantuvo la calma fue Tetrax carecía de esa calma inalterable, no por nada fue el segundo guardián de Eien no Yuro quien tenía más años y más experiencia era él nadie más –
-Pero mi querido Kael –Pronunció acercándose alterándolo, ah desgraciado. . . a veces te odio tanto. . .odio cuando tus manos lo tocan, cuando te les insinúas, pero sé que Kael jamás caerá en tus manos… ni en las manos de ningún hombre… si ni siquiera logran caer ante las mías –Si logramos salir de esta, en el comienzo… ¿no crees que lo aremos ahora?
-¿Y yo te recuerdo que te enfrentaste a la muerte de los cinco guardianes verdad? –Contestó con la ceja arqueada – ¡Deja ya de tocarme me alteras en vez de relajarme! –Se aferró a su hermano mirándole serio –
-Ya déjale Tetrax –Pronunció Ken quien había estado en silencio –Si antes no te prestaba atención siendo una mujer menos lo hará ahora que es un hombre
-Ah, Night tuviste las mejores de la suerte tras tener el amor de la bella Kaela –Contestó Tetrax –
Y era más que cierto yo tuve las mejores de la suertes, Kael y yo éramos reencarnaciones… Kaela Canarión, era antes una de las hijas de un terrateniente del reino de Asahi cuya madre murió en el parto y cuyo padre había muerto de una muy extraña enfermedad y tenía que vivir con su madrastra y sus dos hermanastras. . .hasta que yo llegué a las tierras del reino un príncipe al que todos consideraban y sigue considerando ciego… te enamoraste de mí aun pensado que lo era… y al descubrir el porqué de mi venda me amaste aún más. Fue el amor más cálido más tierno y más hermoso que los mismos cuentos. . . y aunque no tuvo final feliz… volvimos a renacer. . . pero renacimos como guardianes… renaciste como un hombre… con un prejuicio que no me deja amarte… que no te deja amarme.
-Lo pasado quedo en el pasado –Contestaste y eso me dolió en el alma como no tienes idea –
-Mejor volvamos al tema –Prorrumpí de mi silencio – ¿cómo aremos para volver a dormir al príncipe de la muerte?
-Como lo hicieron los antiguos guardianes obviamente –Respondió –
-Pero eso costó la vida de los cinco guardianes del pasado sabes muy bien, que pronto los humanos entraran en guerra con nosotros, no podemos darnos el lujo de morir, no creo que nuestros reinos aguanten mil años para que los nuevos guardianes nazcan –Contestó Terra –
-Eso lo sé –Profirió Tetrax –pero ahora no son cinco si no seis –Miro a Ken quien arqueo una ceja –Por lo tanto es más el poder dado… no creo que ustedes mueran… además… el príncipe no ha despertado. . . por lo tanto hay que hacerlo ahora que estamos a tiempo –Kael solo suspiro –Yo viví la muerte de los guardianes hace trecientos mil años. . . yo mismo conocí al príncipe de la muerte y entable charla con él. . . Se los errores que cometí y que los guardianes cometieron. . . no permitiré que pase eso… no perderé a mis pupilos nuevamente
-Aunque seamos seres eternos nosotros también podemos morir… ¿realmente pueden llamarnos inmortales? –Habló Aíra –
-Mis queridos pupilos –Prorrumpió Tetrax haciendo que todos le miráramos –Tengo una misión para ustedes que no deben rechazar. . .
-¡¿Quieres que vayamos a una misión en esta circunstancia?! –Exclamo Fénix –
-¡Te calmas o te clamo flamita! –Prorrumpió de manera seria –
-¡Eres pasivo con él porque te gusta con lo demás no eres más que un cretino! –Vociferó Fénix –No entiendo que le ven de bonito a un hombre con apariencia de mujer
-Fénix… te estás ganando lugar en mi lista negra –Pronunció Kael mirándole molesto –
-No te tengo miedo –Contestó –
-¡Basta! –Clamó Acua –Paren ya, todos aquí sabemos que Tetrax estaba enamorado de Kaela pero Night se la gano, todos sabemos que Kael siendo ahora un hombre no le va a poner cuidado a ninguno de los dos, Night está bien con eso –Dijo, yo tan solo guarde silencio como siempre –Y tu Tetrax espero que ya te consolides a estar bien con eso de igual forma, porque si no acepta a Night que fue el amor de su otra vida… menos te va a aceptar a ti que ni te quiso a su lado, me cansan las peleas sin sentidos que siempre se forman por la misma razón, ahora Tetrax dinos ¿Cuál es esa misión que no podemos rechazar?
-Quiero que busquen las cinco dagas de la muerte, que son las únicas que pueden matarlos –Profirió –Puesto que si el príncipe de la muerte obtiene esas dagas… entonces ocurrirá lo mismo que en el pasado –él solo suspiro –Terrad, tú daga está en el nacimiento, Aíra en los aires acústicos del cielo… donde el sol toca a la luna y le canta, Acua la daga está en el agua más profunda donde no la toca ni la tierra ni el agua… Fénix, el ave mortal que te guía cuida la morada donde la daga habita, Night donde la luna llora el maltrato de los seres donde solloza su desconsuelo por su amor no correspondido. . . –Y por primera vez me atreví a interrumpirlo –
-¿Eso no sería en el volcán de Eien no yuro, en el templo de magma? –Él solo respondió asertivamente – ¿Si sabes que yo no puedo tocar el fuego?
-Que uno de los gemelos vayan contigo con tal solo se necesita a uno para la misión –Prorrumpió Kael y Ken solo se miraron entre si –Y por último, en los yacimientos del templo destruido se escuchan los lamentos que del sol han caído oyente con atención el recado puesto que pronto estarás con la daga en la mano.
-Bien Kael tu acompañaras a Night –Contestó Ken –Ya que yo soy mejor con los acertijos que tú
-Pero –Y se vio interrumpido por su hermano –
-No cambiare de opinión –Objetó –
-Bien –Suspiro –