Era igual que cualquier otro día, todo estaba tranquilo, nada fuera de lo normal… bueno, excepto lo que paso hace unos pocos minutos, dejando a todos helados.
No la verdad que nadie le creía, o más bien no lo aceptaban, no podían creer cierto lo que acaba de salir de la boca de Momo ni lo que hizo… más bien lo que NO hizo.
Es que, como es que el chico que durante medio año estuvo peleando con su hermano mayor por la atención de Gou por una cita, ahora se encontraba saludándola como si nada.
Definitivamente algo estaba pasando y Rin lo sabía.
Bueno, no solo él, Nitori y todos los del club de natación de Iwatobi también.
Aunque la mayor impactada era Gou, después de tantos “¡Gou-san! Gou-san! ¡Sal conmigo Gou-san!” y de tanta invasión de espacio personal que el joven Mikoshiba hacía para estar lo más cercano a ella,no se esperaba que hoy obtuviese una respuesta diferente “¡Hola Gou-san!” Solamente esoy nada más simplemente un saludo educado, Momo ni siquiera se le acerco como normalmente lo hace, solo se quedó ahí la saludo y ya.
A lo que están ahora, que todos ellos lo observan de una manera impactada, pero sobre todo curiosa.
- ¿Por qué todos me miran así? – Pregunto un confundido Momo, después de un largo silencio.
- Oi Momo, ¿Te encuentras bien?- Pregunto Rin, quien lo miraba preocupado.
- Claro que estoy bien senpai, ¿Por qué la pregunta?-
- En serio, ¿No será que te hizo daño el emparedado que te comiste antes de venir? – Preguntó un preocupado Nitori.
- ¡Eeeh! ¡Por supuesto que no! ¿A que todo eso? -
- Es que Momo-chan desde que llegaste no te le has lanzado encima a Gou-chan- Intervino Nagisa-
- ¡Nagisa/Nagisa-kun!-
- ¿Qué? Es la verdad- Se defendió este.
- De cualquier manera, Nagisa tiene razón- Hablo esta vez Gou.
- Si Momo, dinos que es lo que te pasa- Prosiguió Rin.
- ¡Eh! ¡Pero si ya le dije que estoy bien!-
- ¡Ya se! – Volvió a hablar Nagisa.
- ¿Qué es Nagisa? –
- Pero si es muy obvio-
- Dilo de una maldita vez – Apresuro Rin.
- Está interesado en alguien más – Para sorpresa de todos Haru fue quien hablo.
- ¡Eeeeeeh! -
- ¡No es justo Haru-chan! ¡Yo quería decirlo! -
Aunque nadie se diera cuenta, cierto chico de cabello negro y ojos aqua se dispuso a escuchar toda lo que estaban diciendo.
- ¡Como sabes eso! – Oops, Momo había cavado su propia tumba cuando dijo eso.
- Entonces es cierto – Hablo Rin.
- Oops – Dijo tapándose la boca, aunque ya era demasiado tarde.
-¿Pero quién podría ser? – Pregunto Ai.
- ¡Dinos Momo-chan! –
- ¡Nagisa!- Lo volvieron a reprender sus amigos.
- ¡Pero si ustedes también quieren saber!-
- ¡No se los diré!- Se defendió Momo.
- ¿Por qué no? – De nuevo hablo Haru.
Ya para ese punto el pobre de Momo se encontraba hecho un manojo de nervios, sabía muy bien que no lo dejarían ir tan fácilmente de ahí.
-B-bueno –
-Déjenlo en paz - Fue interrumpido por la voz de alguien muy bien conocido por todos – Ese es asunto de él no de ustedes, además ya es hora de irnos.
- Tsk, Sousuke tiene razón – Se giró para dirigirse a sus amigos – Bueno chicos, hasta luego.
- ¡Adios! - Sin más se fueron.
En Samezuka:
Mientras la mayoría de los chicos se encontraban disfrutando todavía de la piscina, en los vestidores se encontraban dos chicos en especial uno con la espalda pegada a la pared y el otro acorralando al primero.
-A-arigato por lo de hacer rato- Dijo un sonrojado Momo.
-¿Qué cosa?- Pregunto el otro, haciéndose el desentendido.
- Por sacarme de aquella incomoda conversación- Sonriendo alegremente levanto la cabeza para ver directamente a los ojos al otro chico – En serio muchas gracias, Sou.
- Ah – Sousuke no pudo evitar sonreír siempre le gustaba cuando su pequeño novio lo llamaba de esa manera – De cualquier manera tenemos que irnos, ve a traer lo que te falta de tus cosas y vas a tu habitación – Revolviéndole el cabello.
- ¡Hai! – Pero antes de poder ir por sus cosas, Sousuke lo tomo del brazo, guiñándole hacia él – Sou ¡Hmp! – Fue interrumpido por los labios de Sousuke en un suave beso, mientras este le sostenía ambos brazos.
A pesar de que no era el primer beso de ambos, Momo siempre siente que cada beso es como el primero, siempre sentía como su estómago hormigueaba y como su rostro se sonrojaba fuertemente.
Al separarse Sousuke se sentía orgullo, solo él lograba poner de esa manera a el pequeño Mikoshiba, aún si solo fuese un leve rose de labios.
Sousuke ya se dirigía hacia la puerta, dejando a un Momo avergonzado.
-¿P-porque? – Pregunto Momo, logrando detener a Sousuke, este se volteo y le dijo.
-No podía irme sin mi beso de buenas noches – Para luego giñarle un ojo y sonreírle seductoramente – Buenas Noches Momo – Saliendo así de los vestidores.
Pobre de Momo, se quedó ahí con los ojos abiertos, su rostro rojo como un tomate, su corazón latía a mil por hora, pero no pudo evitar que en su rostro se formase una gran sonrisa llena de alegría y de amor.
A pesar de ser tomado con la guardia baja, ya que era la primera vez de “beso de buenas noches” se sentía extremadamente feliz y la verdad no le importaba recibir todas las noches ese beso por parte de su novio.
Pero también estaba alegre por el hecho de que a pesar de que su relación era a espalda de todos, se notaba que era estable y como Sousuke se empeñaba en ser tan afectuoso cuanto podía, poniendo su parte para que su relación funcionase.
Así que muy decidido Momo pensó:
“¡Es mi turno de demostrarle a Sousuke cuanto quiero que lo nuestro funcione!”