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Insolente por SakuraSan

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Notas del capitulo:

Oh, primer capítulo de este PRIMER fanfic que hago. Espero, de verdad, que les guste y el poder seguirlo sería genial. Sólo disfruten O//w//O

Una pequeña luz se asomaba por el oscuro pasillo y, a medida que se acercaba, se hacía más intensa, tanto que molestaba a la vista. Se podían escuchar unos pasos juntos con unos murmullos. El joven que estaba asomado por una las puertas del aula de música, observaba con curiosidad pero cauteloso, no quería ser descubierto en aquellas horas de la noche dentro del establecimiento educativo y, es que era algo raro en él hacer ese tipo de cosas. Colarse para robar las preguntas del próximos examen.. que bajo había caído, uno de los mejores alumnos, de los más prestigiosos de aquella escuela, la envidia de todo. ¿Por qué estaba haciendo eso?

                Cuanto más escuchaba acercase aquellos pasos, más se intentó esconder dentro del aula, cruzando los dedos para que quienes fueran aquellas personas no lo vieran. Sería su fin. Mientras pensaba en eso, se arrepentía de estar ahí.

                -No…- susurró para sí mismo, asomándose con cuidado.

                Hubo un silencio, todo estaba oscuro. La luz y los pasos habían desaparecido de repente. Haruhi se puso nervioso, tanto que sus manos comenzaron a sudar. Sintió un escalofrío que le recorrió la espalda; se alejó de la puerta, asomándose hacia el pasillo y caminó con sumo cuidado en dirección a las escaleras que llevaban a la sala donde guardaban todos los archivos, papeles, exámenes, etc. Pero se detuvo, su corazón comenzó a latir tan rápido que pensaría que se desmayaría. Habían dos sombras a su lado, observándolo inmersos en aquella oscuridad.

                -¿Qué carajos haces aquí?- Dijo una voz masculina.

                -Espera, espera…- Dijo el otro en tono de sorpresa, saliendo de aquel halo de oscuridad.

                Un joven alto y delgado, muy pálido y de pelo oscuro se acercó a Haruhi, éste al verlo comenzó a temblar. Comenzó a sentirse mareado.

                -¿Haruhi?

                -¿Lo conoces?- El joven que sostenía la linterna alumbró a Haruhi, que estaba totalmente pálido.

                - Va a clases conmigo.

                -Ah…

                Haruhi estaba atónito, tanto que no podía soltar una sola palabra, sólo se quedó clavado mirando a aquel muchacho.

                -¿Haruhi, que haces aquí en la noche?- Preguntó casi en un susurro.

                -Yo… yo- tartamudeó.

                -Ah! Tú eres el pendejo del consejo estudiantil!- Dijo el otro muchacho molesto en un tono de voz alto.

                El joven de pelo oscuro le lanzó una mirada desagradable, no era necesario hablarle de ese modo, ya parecía demasiado asustado.

                -Cállate Hato.- Dijo firme mientras sostenía el brazo de Haruhi.

                ¿Qué hacían esos dos ahí? Se preguntó Haruhi para sí mismo a pesar de lo nervioso que estaba. Hato, un grandullón de hombros anchos y rostro cuadrado, un idiota que se metía con todo el mundo, ese pandillero que no hacía más que burlarse de los más débiles. Y después él, Kiriu, un tipo aparentemente tranquilo, solitario que no solía meterse con nadie, pero que en ocasiones se veía envuelto en alguna que otra pelea. Como fuese, aquellos dos muchachos no eran amigos, o al menos eso pensaba Haruhi, nunca los había visto hablar y menos a Kirui que era tan antisocial. Sintió como su brazo era presionado con fuerza  mientras el que lo sostenía miraba de mala gana al más grande.

                -Oye no me mires así…

                -Su…suéltame. -Dijo al fin Haruhi, haciendo que Kirui se volteara a verlo.

                 -No. ¿ Qué haces aquí?- volvió a preguntar.

                -No es asunto tuyo.

                Kirui ante su respuesta, abrió los ojos asombrado. Nunca le habían contestado de aquella manera, menos Haruhi que parecía ser el chico más tierno y sumiso del mundo.

                -Ya, déjalo y acabemos nuestro asunto.- Dijo el grande molesto jugando a prender y apagar la linterna.

                -Ya acabé de hablar contigo.- Terminó de decir Kirui.

                -¿Qué…? ¡Oye tú!

                Kirui tomó con más fuerza el brazo de Haruhi y, dejando atrás a Hato, se lo llevó escaleras arriba, al segundo piso. El ambiente ahí era realmente frío, se podía sentir una brisa que se colaba por las ventanas del pasillo. Todo estaba muy oscuro y silencioso.

                -¿Qué estás haciendo?- Haruhi se zafó del apretón y dio un paso atrás, nervioso.

                -Te pregunté que por qué estabas aquí, responde.

                La voz de Kirui parecía esperar con impaciencia su respuesta, pero Haruhi no podía decirle a su compañero de clase cuál era la razón, simplemente no podía decirle que estaba ahí para robar las respuestas de los exámenes. Además, se sentía avergonzado y nervioso por su presencia y por esa mirada; sabía que aquellos ojos azules lo estaban mirando a pesar de la oscuridad.

                -¿Y tú qué hacías aquí también, eh?

                -Tenía asuntos que tratar con ese imbécil. Ahora respóndeme tú.

                ¿Asuntos que tratar? ¿ Qué clase de asuntos tenían esos dos? Haruhi estaba confuso, no veía a Kurui como ese tipo de chico “mafioso” que tenía cosas que tratar con matones de la escuela, y menos como los de la calaña de Hato.

                -Olvidé mi carpeta.- Mintió

                -¿Buscas tu carpeta a las doce la noche?

                Su mentira fue tan absurda que hasta él mismo se arrepintió de haberlo dicho. Kirui no era fácil de engañar, era un chico muy astuto y parecía saber de todo. Dio unos pasos acercándose a Haruhi hasta acorralarlo contra la pared. Pudo sentir su aliento casi tan cerca de su rostro que se sonrojó de inmediato.

                -Escucha… no quiero verte aquí a estas horas nunca más, es peligroso.

                -¿Eh?

                ¿Peligroso? Haruhi no entendía a qué se refería, ¿acaso pasaba algo en las noches dentro de la escuela? El joven de cabello oscuro se apartó y comenzó a caminar en dirección a las escaleras, dejando a otro con una sensación extraña en su pecho.

                -Oye, espera Kirui…

                El joven se detuvo y volteó su mirada hacia atrás.

                -¿A qué te refieres con que… es peligroso?

                -Sólo hazme caso, nos vemos.

                Y así terminó la noche. Extraña, con dudas, con malestar y nerviosismo, pero sobretodo con una sensación muy intensa en su pecho que no sabía bien qué era. Haruhi se dio la vuelta sobre su cama por tercera vez, después de pensar toda la madrugada lo que le había pasado.

                -Peligroso…- susurró, hasta finalmente dormise.

Notas finales:

Se me hizo un poco corto! Ah.. >n<


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