Capítulo 1
Bullying
Sasuke se paró frente de la válvula y miro con enfado el marcador. Subió dos kilos. Cruzo los brazos y en vez de retornar a su rutina de ejercicios solo tomo aquellas pastillas ocultas bajo el refrigerador.
-Una, mitigara el hambre; dos, serán mejores que una… tres… cuatro- las pastillas caían sobre sus manos, ya perdía la cuenta. Solo pensaba que nada importaba. Si se esforzaba y no bajaba de peso, cuantos días estuvo sin probar alimento alguno, tantos que perdió la cuenta, tantos que soñaba con la comida, tantos que no aguanto más y abrió la nevera y devoro todo lo que encontró dentro. Solo rompió la dieta un maldito día y subió dos kilos…
Más tabletas. Más, debía olvidarse de la maldita comida. Debía olvidar su tonta necesidad de alimentarse. Se lo había dicho el. Selo había dicho el. ¿Cuántas tabletas fueron?
-lo logramos- oyó la voz de las enfermeras. Se preguntó como había llegado al hospital, estaba en casa hacia solo segundos y ahora estaba en el hospital.
-¡Sasuke!-Llamo Naruto con los ojos enrojecidos. Rio levemente, como siempre solía hacerlo al verle. ¿Pero porque lloraba?- ¡BAKA! ¡ME DISTE UN SUSUTO DE MUERTE!- continuaba Naruto su reprimenda mientras ingresaban a una sala de observación. Una de las enfermeras detuvo a Naruto y le pidió que saliera, no era un lugar para niños.
-Así que estas gordo…-Repuso el médico de cabecera- por eso te tomaste esas quince tabletas de subitramina- soltó con un poco de enfado- ¿Cuántos años tienes?
-trece…- Susurro. Era complicado hablar con ese tubo en la garganta.
-Trece…- Replico con pesadez- Tienes un buen amigo, de no ser por el ahora estarías muerto.
Sasuke miro al médico y asintió. Claro que tenía un buen amigo. Naruto era su mejor amigo sobre toda la faz del planeta. Era el héroe de la clase. El mejor del colegio, el chico popular, el anti bullying. Naruto era genial.
-Escucha. Sé que con los medios y por temas de salud siempre pedimos que niños como tu deben bajar de peso, pero esta no es la forma. Solo te haces daño. ¿Acaso no piensas en lo que sentirán tus padres si algo llegara a pasarte?...- el doctor comenzaba a dar su sermón de siempre. Pero Sasuke no le escuchaba, solo podía pensar en Naruto, en lo triste que se pondría si algo malo le pasaba, y era verdad. Solo Naruto se pondría triste si algo malo le pasara. Sus padres ya no existían. Según su psicóloga el comer compulsivamente era una manera de llenar el vacío de su ausencia, pero… Ahora tenía a Naruto. Tenía un amigo y no uno cualquiera, tenía un mejor amigo que era el más genial de la clase. Por ese amigo tenía que bajar de peso. Tenía que estar a su altura para poder ser parte de su equipo de básquet. Así lo había dicho Naruto, que si bajaba un par de kilos podía ser parte del equipo.
-La persona que te quiera debe aceptarte tal como eres. Nunca dejes que las apariencias gobiernen tu vida. Ser gordo, flanco, alto bajo… tener nariz respingada o de loro… Nada de eso hace la felicidad. Uno puede ser el ser más perfecto del mundo y aun así ser el mas infeliz. Si uno no aprende a valorarse a sí mismo. Siempre será infeliz… -Seguía el doctor con el sermón.
Sasuke ya lo había oído tantas veces que se lo sabía de memoria. Primero quiérete a ti mismo si quieres que las personas te quieran. Naruto siempre se lo decía.
Sin saber porque Sasuke tomo la mano del doctor y con la otra señalo su bolígrafo. Rápidamente el médico le presto su bolígrafo y una pluma:
“Lo sé. Suena tonto que lo diga, pero lo sé. Es solo que de verdad quería entrar al equipo de básquet. Pero creo que debo esperar la siguiente temporada, para esa seré un chico normal.”
El medico leyó la carta algo satisfecho y preocupado: Normal. Acaso ser gordo era algo anormal. Bueno era malo para la salud, pero no era algo anormal. Cada quien podía decidir cómo vivir.
-Haremos una cosa- dijo el médico- te hare una dieta especial- y cada día quiero que vengas para seguir un control. Te prometo que si sigues esa dieta al pie de la letra, serás un chico con un peso idóneo con tu edad. Di a tus padres que vengan y concluiré los detales con ellos.
Sasuke pidió nuevamente el cuaderno y el bolígrafo
“No tengo familia, pero mi tutor legal puede venir, él se encargara de los detalles”
El medico miro con mayor detenimiento al chico, pero luego asintió con la cabeza.
….
Como era de esperar los adultos siempre rompen sus promesas por el trabajo. El médico que prometió ayudarle a las pocas semanas fue trasladado a otra ciudad. Se quedó solo. Pero no importaba, Naruto siempre estaría allí para él.
Una año más paso. Y le contemplaba como si se tratase de un dios. Siempre llevando sus cosas a los entrenamientos, siempre velando por cada detalle del rubio, pero quizás eso fue el detonante que acabo con todo.
-¡SAKURA CHAN! –Gritaba Naruto emocionado de ver a la peli rosa
-Naruto porque siempre gritas- Repuso Algo molesta
-Obvio, siempre me pongo contento de ver a la chica más sexi del colegio en mi búsqueda
-Idiota- replico Sakura negando con la cabeza
-Y a que debo tu visita
-Solo quería darte las gracias… Como encarga de curso se me asigno el caso Uchiha. Ya sabes… el chico gordo. Realmente me salvaste. Hacerte su amigo le ayudo mucho. Espero que no suponga para ti una carga.
-Sasuke mmm…- dijo con duda de su respuesta- claro que no, es un buen chico, es cierto esta pasado de peso, pero es un buen amigo
-Gracias- dijo aliviada Sakura- de verdad, no tienes idea de lo que me costó emparejar al Uchiha con el resto. Todos dicen que es un bicho raro y feo. Suda como cerdo y no sabe hacer nada bien.
-¿Sasu?-cuestiono Naruto, pues con él siempre era detallista, de hecho Sasuke le ayudaba a cumplir todos sus deberes. Era como su secretario personal. Quizás el resto no conocía al verdadero Sasuke por eso todos se comportaban así- pues no le conocen realmente. Sasuke es un chico muy inteligente y amable, siempre se preocupa por los demás…
Sasuke desde la esquina de los vestuarios podía oír todo. Sus mejillas se sonrojaban, no era acaso Naruto un amor. Era, era… dijo sin comprender por qué lloraba. Quizás porque el resto del mundo lo odiaba, pero al diablo el resto. Naruto siempre estaría a su lado como su mejor amigo, como su familia.
-Ya hemos hablado mucho del gordis…-dijo Naruto con su sonrisa pícara, acercándose lentamente a Sakura- prometiste que si metía cinco canastas tú me recompensarías… ¿Mi recompensa?
-¿YO? ¿Cuándo?- Soltaba Sakura con tono ofendido para luego ser atrapada por los brazos de Naruto- Ok. Ok. Me rindo, me rindo- se oía –Pero solo será un beso…
Sasuke camino fuera del vestuario. Era cierto. Naruto era su mejor amigo, pero no sería para siempre. Era varón, y como todo varón en su desarrollo pronto abandonaría los videojuegos y buscaría el amor. No sería su mejor amigo, con el tiempo seria el novio de alguna chica. El esposo de alguna mujer y el padre de algunos niños. Su vida se apartaría de la suya. Y donde quedaría él.
Sasuke miro la cancha de básquet. Y miro sus manos. Eran regordetas. Sus dedos eran largos pero parecían chatos por su exceso de grasa. Se sentó y espero a que Naruto saliera del vestuario.
-¡Sasuke!-Le llamo como era costumbre. Y Sasuke solo quedo prendido de su imagen, de la forma del cuerpo de Naruto. Como deseaba ser el, ser bello, perfecto. Sintió como lago se paraba… miro el suelo y lo comprendió… deseaba a Naruto de forma sexual. Sin pensarlo dos veces soltó las cosas y corrió al baño
-Tengo diarrea- se excusó y se encerró en el baño por largo tiempo. Naruto apenas se acercó a decirle que se marchaba con Sakura.
Solo sentado sobre el escusado, sintió sus manos regordetas frotando su miembro. Con los ojos entrecerrados solo podía imaginar el rostro de Naruto, sus palabras, sus acciones… Era tan genial.
El líquido blanco salió y su vergüenza se manifestó. Era: gordo, feo y ahora un maldito gay.
Tomo su libro de apuntes y escribió un sencillo corazón y dentro dos siglas unidas por una y (N y S)
Dos semanas pasaron y Naruto comenzaba a notar los cambios en Sasuke. Algunos para bien otros para mal. El Uchiha había logrado perder un par de kilos, pero aún seguía siendo un gordo. El resto de los cambios eran algo extraños. Sasuke se había empeñado en ser indispensable en todo sentido. Le hacia los deberes, preparaba sus comidas, le ayudaba en los exámenes. Incluso había hecho un cronograma de entrenamiento que ayudaría a Naruto a mejorar su desempeño en básquet. Era halagador y tétrico. Ciertamente halagador y muy, muy tétrico.
-¿Ocurre algo?-Pregunto Sakura a Naruto, al sentir como este suspiraba al aire repetidas veces
-Quizás sí, quizás solo exageró
-cuéntame. Soy toda oídos
-Te parecerá estúpido, pero creo que Sasuke está enamorado de mí
-¡Que!. ¿El gordito es gay?- soto sorprendida
-No. Solo digo “PARECE”
-Bien, cuénteme todo señor dudas y yo en mi sabia experiencia le diré la verdad.
-Bueno en el último mes no deja que haga nada. Hace mis deberes, me ayuda en los exámenes, prepara mi comida… siempre está pendiente de mis entrenamientos, trae mis uniformes lavados… y esas cosas.
-¿Oye, que no hacia eso siempre?
-sí, pero no es lo mismo, antes siempre se avergonzaba y miraba al suelo, ahora le he pillado mirándome en el vestuario… es incómodo.
-Ay… Sonar mal, pero debes cortarlo.
-Que dices, si no salgo con el
-Por eso. No sales con él. Si sigues así el pensara que salen juntos… solo le darás esperanzas falsas. Naruto, a veces uno debe ser frio y cruel para evitar un daño irreversible.
-Ok. Mañana hablo con el- repuso Sakura
-No. Mejor lo hago yo, soy mujer tengo más tacto que tú.
….
-¡Ino!-Chillo Sakura sin saber que decir
-¿Que te pica ahora?- interrogo la rubia
-como le hago
-¿Que?
-Prométeme que no se lo dirás a nadie
-Ok, a tanto misterio, pero ya suelta, que me rompes el brazo- se quejaba Ino, pues Sakura tenía la manía de colgársele del brazo cada que no sabía qué hacer.
-Veras… Sasuke está enamorado de Naruto.
-¡QUE!!! ¡¿Cómo QUE EL CERDO ESTA ENAMORADO DE NARUTO?!- toda la clase dio vuelta. Incluso Naruto y Sasuke dieron vuelta mirando a Ino y Sakura.
Estallo la bomba.
“El gordo gay. Te va comer…
El gordo gay quiere comer
El gordo gay ¿amara mamar? ¿Quizás coger?
Pregúntale a Naruto, él lo sabrá…”
Comenzaban las canciones. Si Sasuke recordaba el bullying. Podía soportarlo, pero lo que le era desconocido era el alejamiento de Naruto. Agacho la cabeza. Supuso que él no estaba acostumbrado a ser parte de las burlas de los demás.
“Gordo estúpido. Anormal. Metete un palo por el recto y deja de mamársela a Naruto” “Naruto mi amor. Si tanto te gustan las tetas rellenas te ofrezco las mías…” Sasuke leyó aterrado en el pizarrón antes de que Naruto llegara tomo el borrador y comenzó a borrar la evidencia. Mientras los presentes solo reían amas no poder.
Quizás los únicos que no reían con las bromas pesadas eran Sasuke, Naruto y Sakura. Ino al inicio trato de mantenerse seria, pero después se unió al grupo. Era divertido.
-¡Sasuke!- Llamo Naruto de la nada una tarde deportiva. Sasuke corrió a su encuentro. Finalmente podían aclarar todo. Mentiría. Diría que todo es una mentira, que quien sabe de dónde Ino sacaba esas cosas.
-Naruto…- Repuso Sasuke riendo estúpidamente por la emoción de volverle a hablar.
-Es verdad que tu…- Naruto se acercó a Sasuke, tan cerca que Sasuke podía oler su shampoo- ¿Yo te gusto?- pregunto
-Tu…- Sasuke miro a todas las direcciones y nadie se hallaba en el lugar. Quizás podía arriesgarse y revelar sus sentimientos. Naruto era diferente. Naruto comprendería y no le rechazaría. Quizás no lo aceptaría como novio, pero no le negaría su amistad. Las cosas ya estaban mal. ¿Qué más podía pasar? Solo estaban Naruto y el- Si…- Contesto tímidamente mirando directo a los ojos de Naruto que retrocedió.
-¡WOW! ¡WOW!- comenzaron las exclamaciones y las bullas del resto de los compañeros de clases que estaban escondidos en el vestuario. Naruto tenía el móvil prendido y todos escucharon la conversación. Todos hacían acto de aparición y Sasuke al verles solo voltio a ver a Naruto con los ojos húmedos. Con una expresión de desesperación que pedía una explicación.
-Como ya escucharon. Él está enamorado de mí, no yo de él. Así que por favor dejen estas estupideces…-Naruto comenzaba a sermonear al resto del curso- Además yo amo a Sakura. Es mi novia, pregúntenle, si soy gay o no. Ella sabrá que responder y valla que lo sabe.
“Sasuke y Naruto se quieren mucho
Sasuke lo pone o Naruto será…”
Comenzaban a cantar los chicos. Y Naruto ya perdía la poca paciencia y compostura que tenía. Se suponía que esto aclararía todo. Jamas creyó que sus compañeros eran unos idiotas de primera.
-¡Cállense idiotas! ¿Cómo pueden creer que a mí me guste un hombre y menso un hombre gordo y feo como Sasuke…?- estallo y trato de detenerse pero ya era tarde.
No solo logro callar a sus compañeros, el silencio fue tanto que se podía oír el tictac del reloj. Pero uno soltó la primera carcajada y el resto le siguió. Naruto miro como Sasuke cubría su cara y salía corriendo. Era obvio que lloraba. Era obvio que las bromas no cesarían por un largo tiempo.
Karin miro al menor. Negó con la cabeza. Lo que oyó de la consejera estudiantil la dejo algo pasmada.
-Nos mudaremos- repuso como si esa fuera la solución al problema- anímate. Comenzaras de cero. Podrás ser quien tú desees. Sasuke sabía que nada cambiaria, siempre seria el punto de burla de alguien. Eso lo sabía y lo aceptaba, pero Naruto… sus palabras fueron peor que todas las cosas juntas. Naruto, su ídolo resulto ser igual que los demás. Quizás peor. Pues se prestó para esa broma maqueabra, solo por librarse de las burlas. Negó con la cabeza. No era su culpa. No era culpa de Naruto. La culpa la tenía solo él. Solo el por existir, solo él por ser feo, solo él por ser gordo, solo él por ser gay. El mundo estaría mejor sin él.
Después de varios intentos fallidos de Sasuke por acabar con su existencia y diversos fallos en los colegios. Karin solo opto por ponerle un tutor y un entrenador personal. Sasuke debía enflaquecer si deseaba recuperarse de su depresión. Debía verse diferente si deseaba crear una nueva autoestima.