El aire frio que entró por la ventana abierta de la recamara, hizo que el despertará, Waluigi se voltea boca arriba, entre sueños busca la sabana para cubrirse cuando la realidad lo golpea.
"No estoy solo..." Recordó, y efectivamente, el hombre alto de bigote estrafalario estaba acompañado por una figura dormida por su lado. Waluigi suspira y comienza a recordar los dulces besos, las cálidas acaricias proveniente de unas manos suaves y gentiles, las respiraciones agitadas de él y su acompañante. Todo parece un sueño, como si nunca hubiera ocurrido a pesar de verlo dormir a su lado.
Waluigi se muerde los labios, estira su brazo para acariciar el cabello de la persona que lo hizo estremecer y gemir de placer, cerciorándose de que en verdad está ahí y no es producto de su imaginación, Waluigi sonríe pero lentamente esa sonrisa se desvanece cuando por su cabeza surgen las interrogantes.
¿Qué pasará una vez que despierte? ¿Todo permanecerá tal y cómo es? ¿Acaso fue solo por una noche?... Todas esas inseguridades que abrumaban a Waluigi, justo cuando finalmente se sentía bien consigo mismo, seguro de lo que quería y de lo que necesitaba por una vez en su vida. Incluso si eso era exponer su compañerismo con Wario, el sujeto que le presentó a quien sería su perdición o su adicción. A este punto ya nada le importaba a Waluigi, ni siquiera le importó en el momento que le confesó su amor, ni mucho menos cuando se besaron por primera vez, entregándose el uno al otro, ahogándose entre largos y apasionados besos, jadeando y aumentando la intensidad de las acaricias. Justo cuando la necesidad de respirar hizo que ambos se detuvieran, Waluigi jadeaba y sentía como su corazón latía con fuerza, pero nada comparado cuando se dejó desvestir, lentamente removiendo sus prendas de tonos morados y obscuros hasta finalmente exponer su desnudo y delgado cuerpo, el hizo lo mismo, su mirada concentrada en cada esquina de aquel cuerpo cálido y de contornos redondos, Waluigi acariciaba suavemente esos bellos contornos y cortas extremidades, acto seguido, sucumbieron al deseo carnal, rozando sus pieles intensas acaricias hasta finalmente terminar en una lluvia insaciable de placer y gemidos ahogados, pronunciando su nombre. ¿Acaso será un sentimiento efímero que solo podría sucederle una vez en toda su miserable vida?
Waluigi prefirió ignorar esos temores y vivir el momento, el tiempo dirá que es lo mejor para ellos. Waluigi seguía acariciando con su larga y delgada mano aquella basta cabellera obscura, cuando esa persona se mueve entre las sábanas, exponiendo su cuerpo desnudo, Waluigi se detiene abruptamente al ver que esos somnolientos y relucientes ojos azules entre abiertos lo observaban, Waluigi los observó, en silencio.
"Mmmh... ¿Waluigi...?" Murmuró el acompañante, tallándose los ojos con sus pequeñas manos.
"No digas nada..." Waluigi murmuró, abrazándolo con sus huesudos brazos, besando tiernamente su frente, luego su sonrojada mejilla y finalmente esos tiernos y cálidos labios.
"Luigi..." Waluigi suspiró, sonriendo tiernamente, sosteniendo su mano "No hables... solo déjame amarte, aunque sea solo esta noche..." Waluigi no dijo una palabra más, debido a que tiernos y delicados besos no le permitieron.