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Incubus por v j p 2

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Notas del fanfic:

soy la misma escritora de mi Dulce Tortura perdón por no subir mas caps. pero mi anterior cuenta no me la abre, como se darán cuanta esta es otra que hice de respaldo, aun no se si subiré de nuevo la fic en esta cuenta o esperare a que se abra la otra, aun no se. por mientras les dejo esta que ya había escrito hace tiempo espero les guste :3

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado, disculpe los errores ortografico que pueda tener este contenido.  saludos!!!!


La noche fría por la pronta llegada del infierno al castillo, el viento susurraba palabras extrañas al que lo escuchara. Hogwarts permanecía desierta como era de esperarse, el toque de queda ya había comenzado
Desde hace tiempo. Todos los alumnos permanecían en cama, pero a diferencia de uno, este rompía la regla. que deambulaba en plena noche como uno más de los fantasmas del gran castillo.
Al parecer el joven no tenía ánimos de permanecer en los mundos de sueños. Harry Potter o como muchos le llaman el niño-que-vivió, o ahora mejor nombrado como el-niño-que-venció-al-señor-tenebroso. Su rostro mostraba aburrimiento y cansancio. Ser la estrella del mundo mágico ya lo estaba agotando.
Pero era de esperarse, Harry Potter se había convertido en el mayor héroe de la historia. Al vencer al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos, y eso era merecedor de toda gloria y respeto. Él era toda una leyenda viviente, pero esto a Harry lo fastidiaba a veces, deseaba ser invisible aunque fuera por poco tiempo y no necesariamente gracias a su capa de invisibilidad.
Así que sin rumbo fijo caminaba deambulando en soledad, y como una luz al final del túnel, una idea se incrusto en su mente. Decidiendo al final en ir las afueras del castillo a visitar a su gran amigo Hagrid, el guardabosque del castillo de herencia gigante. Y finalmente con una dirección al cual dirigirse, se aproximó a las afuera del castillo rumbo a su cabaña. Pero lo que nuestro joven no se esperaba y sin aviso alguno ante su destino, este lo miraría de frente con un rostro de horror y dolor.


Caminaba con gran pesar como si en sus hombros el mundo entero se posicionaran en ellos; su vestimenta se visualizaba desgarrada, que manchada de sangre y tierra su camisa que alguna vez permaneció blanca inmaculada ahora permanecían en ella, como una pintura lamentable. Su piel pintada en marcas de moretones color lilosas cubría todo su cuerpo. Sus cabellos ahora rebeldes y llenos de pasto y tierra se enredaba en él. La visión era en si horrible, pero para desgracia de Harry, eso no era lo peor de la horrible situación enfrente a él. Con pesar y dolor miro hacia donde se posicionaba el horror, las piernas del joven libres de ropas que cubrieran sus partes nobles, era mostrados como algo horroroso. como cascada un líquido caía de ellas que a su pesar, no era más que sangre carmesí, que esta corría lentamente entre ellas, entre sus piernas.

-Potter....- su voz débil salía con pesar de su garganta seca, sus ojos claros como la luna lo miraban perdidos, como si se empeñaran en alejarse de su realidad, al igual que sus fuerzas, alegría y corazón. Que lo abandonaban cruelmente, y caía inconsciente al suelo desplomado y derrotado.

Harry corrió hacia él, tomándolo en sus brazos, al ver su rostro cerca, palideció. Parecía como si su cuerpo frio por la noche, lo había dejado falleciendo. Pero su pequeño y débil suspiro aun permanecía en el, dando alivio a Harry. Que sin pensar corrió como si el mismo señor tenebroso regresara de su tumba a por él. Entre más corría mas deseaba oprimir lo que su mente le gritaba, no podía escapar de lo evidente de la situación y eso le dolía. Su mente como fuerte lluvia, las preguntas inundaban su mente, ¿cómo pudo haber pasado algo así? ¿Cómo alguien se atrevería hacer algo así? ¿Cómo alguien se atrevería hacer algo tan imperdonable? Esto era mil veces peor que un hechizo imperdonable... mucho peor, Esto es...

Los pasillos permanecían aun desiertos como era de esperarse, los pasos apresurados de Harry rompían el silencio con violencia, su respiración lentamente lo dejaban que al contrario del cansancio que cada vez lo dominaban. Pero esto no le importaba a Harry, no se detendría por nada, hasta llegar a la enfermera y dejar al joven a salvo. Rogándole al mismo merlín y todos los dioses por su salvación, su rostro aun inconsciente lo desconcertaba aún más, ¿cómo pudo llegar a pasar algo así? ¿Cómo se atrevieron?

- señor Potter, ¿qué sucedió?...- la pregunta era innecesaria porque al ver su estado ella rápidamente supo que ocurría y su rostro se pintó en horror.
- ayúdenme, lo encontré así afuera del castillo...- menciono Harry acercando su cuerpo a la enfermera Poppy Pomfrey.

- ven rápido, ponlo en la cama con cuidado tengo que parar rápidamente las hemorragias...- Harry lo acostó lo mejor que pudo sin poder evitar ver su rostro, verlo de esa manera no le gusto para nada. Aunque fuera su némesis, eso simplemente era impensable. ¿Qué ocurrió? ¿Qué paso? Aun las preguntas lo golpeaban en su cabeza. ¿Cómo llego a esto.... Draco malfoy...?

Verlo así simplemente no lo concebía, Draco no se merecía algo así. Bien no era su amigo o algo parecido, pero nunca en su vida le desearía algo así, aunque se tratase se su némesis de por vida. Pero todo eso había quedado atrás. todos en el mundo mágico, sabían que Draco era inocente al igual que su familia. Todo bajo amenaza de Voldemort, él nunca tuvo la culpa de que su familia eligiera el lado equivocado, pero como alguien se atrevería hacer algo tan bajo y vil.

- Harry no comentes esto a nadie, ¿entendido?...- le ordeno la enfermera con voz dura empezando a romper la camisa de Draco dejando ver el horror plasmado en él.

- Tenemos que encontrar a los culpables... - la voz furica no podía ser controlada por Harry, que un odio inmenso se incrusto en su corazón al ver semejante bajeza.

- Las venganzas con gustos las veremos después Potter, ahora es más importante salvarlo... Llama al profesor Snape necesito su ayuda, necesito parar las hemorragias, está muy herido y perdió mucha sangre... si no lo paramos hora, lo perderemos...- sentencio ella al pronunciar sus palabras alarmantes.
Harry se asustó al escucharla, ¿tan mal estaba la situación de drago?

- Corre y no le digas a nadie de esto...- suplico ella y al verla, Harry se horrorizo corriendo de nuevo como si los Dementores fueran tras él.

No le importaba si el profesor no le creyera o se molestara, él lo llevaría a la enfermería arrastrando si fuera necesario. Al llegar a su dormitorio toco como maníaco ocasionando casi derrumbar la puerta.

- Profesor, profesor...- grito lo más que su pecho pudo pronunciar por el cansancio de correr un maratón desde la enfermería.

- ¡Demonios!...- se maldigo al percatarse que no había nadie dentro, pero pronto pensó que estaría en el armario de pociones y sin más, se dirigió hacia el lugar. Pensando en ir por su mapa de Meriodador para estar seguro, pero eso le llevaría más tiempo y no debía perderlo, la vida de Draco dependía de él y no se daría por vencido.

Al estar de frente a la puerta, toco desesperado y como un gran alivio observo la puerta abrirse con un profesor con rostro de pocos amigos mencionando sin más, con voz molesta.

- Potter... como siempre, su costumbre al romper las reglas nocturnas. No cambian.-

- profesor venga conmigo Malfoy...- menciono agitado de tanto correr.

- ¿Qué ocurre?- lo miro interrogante.

- Rápido... Malfoy está en la enfermería... Está muy grave, venga conmigo...- menciono tomándolo del brazo para iniciar de nuevo su recorrido.

- ¿Esto es una broma? Potter...- se zafó de su agarre molesto he irritado.

- Profesor si no llega pronto… Malfoy morirá...- las palabras suplicantes de Harry sorprendieron al profesor, no por nada sabía que el estúpido Gyiffindor no bromeaba con esas cosas y menos con esa cara de dolor plasmado en él.

- Toma mi mano apareceremos en la enfermería... Pero si esto es una broma… lamentaras el día en que pisaste por primera vez Hogwarts..- amenazo a lo que Harry lo tomo fuerte ignorando su amenaza.
Al sentir un mareo por el movimiento de desaparecer y aparecer, pronto sintió el suelo y observo el lugar en el que se encontraban ahora.

- ¿Que está pasando?- su voz no podía reprimir su sorpresa al ver lo que se mostraba ante él, en la camilla con un joven gravemente herido e inconsciente con rasgos de gran violencia y dolor.

- Profesor rápido... necesito su ayuda, está perdiendo mucha sangre y no sé cómo controlarlo... - suplico ella. Rápidamente el profesor se acercó y vio con horror a su amado ahijado que permanecía perdido en sueños, solo su cuerpo se aferraba en la cruel realidad.

- ¿Siente dolor?...- pregunto con voz casi inaudible tragando un nudo en su garganta rasposa.

- No, lo sede para dormir por ahora, pero necesitamos parar estas hemorragias, aun no entiendo como no paran, esto debe ser obra de magia negra, profesor... usted es el único que puede salvarlo...-

- Lo are inmediatamente... pero quiero saber… ¿Cómo demonios llego Potter aquí? acaso el...- su voz en furia miro a Harry con ojos cegados de un odio infinito. pero a pesar de ello, el dolor por su ahijado se reflejaba en ellos y Harry palideció como si un gran peso le cayera encima, nunca se imaginó ver así al duro y frió profesor.

- No, el señor Potter... Lo trajo aquí mismo profesor, lo encontró a fuera del castillo en este estado... gracias a él, podemos salvarlo...- menciono ella tratando de calmar su ira que se dirigía a la persona equivocada.

- Entonces... debería dar las gracias de nuevo... al gran héroe Potter....- menciono como si esa fuera la mejor manera de dar las gracias- Harry solo permaneció en silencio, no era el momento para pelear con el humor del profesor de pociones, lo importante ahora, era Draco y su vida.


- Entonces no le importara al gran héroe del mundo mágico, salir de la sala para poder continuar con nuestro trabajo...- menciono el profesor en marcha en su trabajo para salvar la vida de su ahijado.

- Pero... Yo...- Harry no quería irse, aunque no sabía el porqué, pero quería percatarse del estado de Draco.


-no te necesitamos Potter, ya bastante ayudaste en traerlo, así que hazme el favor de retírate...- sin mirarlo siquiera el profesor, el comprendía que su actitud, no era más bien muestra de su dolor, pero aun así quería quedarse.

- Por favor hijo... Debes descansar, nosotros nos encargaremos....- menciono amablemente la enfermen Poppy Pomfreyra tratando de manejar mejor la situación.

- Pero debemos encontrar a los culpables...-

- De eso... nos encargaremos nosotros… yo personalmente le informare a la directora... y te prometo que ellos caerán… no me importa poner al maldito colegio entero de cabeza... - su estruendosa voz paralizo a Harry junto con la enfermera, al ver semejante odio plasmarse en la mirada del profesor Snape.

- Está bien... Pero quiero saber del estado de Draco, ¿podría verlo después?...- aunque no sabía que ganaba con ello, el quería ayudar aunque se tratase de su némesis, el quería ayudarlo en esta horrible situación.

- ¿Y porque debería hacerlo? Tú no eres su amigo ¿O me equivoco?....

- No pero...quiero saber que estará bien, me sorprendió bastante todo esto... y me gustaría ayudarlo...

- Ya suficiente tienes con traerlo… el no necesita tu lastima...- el profesor ya estaba más que molesto, aun sin dirigir la mirada a Harry por estar concentrado en las heridas de Draco, aun podía sentir su desagrado hacia él.

- Lo que le tengo a Draco... no es precisamente lastima profesor, solo quiero ayudar eso… eso es todo...-

- Con salir de aquí es suficiente ayuda Potter, así que retírese ahora...-

- Pero...-

- Si, está bien Potter, pero debes prometernos no mencionar nada de esto... ¿entendido?- menciono de pronto la enfermera sin percatarse del profesor, que solo se limitó en seguir con las curaciones.


- No mencionare nada de esto, con su permiso...- y sin mirar al profesor. se retiró aun golpeado por toda esa situación.





En el último día de clases para las vacaciones de navidad habían llegado. Y Harry miraba sin poner atención a su comida, pensando en un rubio lleno de sangre y dolor. Aunque trato de verlo más de una ocasión.  El profesor Snape no se lo permitió y entre clases y sus amigos, no pudo contarles nada de la situación. Había pasado unas semanas y se sentía mas que desesperado, preguntándose si ya estaría mejor el estado de Draco o si tan siquiera estaría aun aquí. Ya que a los profesores y demás alumnos les informaron que Draco Malfoy tuvo asuntos de negocios que atender fuera del país, eso más le preocupaba.
Pero de una cosa si estaba seguro, Harry trataría de ayudarlo en esta horrible situación, aunque creia que a él no le agradadaria la idea. Aun se preguntaba que le diría si lo mirara de frente, sin duda no era una situación fácil, pero seguro necesitaba a alguien con quien desahogase, aunque se tratara de sus némesis.

- Harry… ¿ya sabes que desea Hermione de navidad? - le pregunto su amigo Ron Weasley sacándolo de su mar de pensamientos.

- ¡Claro!... ella desea un libro sobre las criaturas de la oscuridad del siglo XX menciono que es muy interesante...

- ¿En serio, y como lo conseguiré Harry?...-pregunto ignorante su amigo respecto al tema.

- Solo me dijo que lo vendían en una tienda de antigüedades del callejón Diagon... Pero que era algo caro...

- En serio... ¿Qué tan caro?...-

- Digamos que lo cuádruple de tu mesada...- rió Harry por la cara que su amigo mostró.

- Tanto así....- la preocupación de su amigo le mostró claramente que tanto estaba enamorado de Hermione y sin más menciono.

- No te preocupes amigo, yo te ayudare con el restante... no por nada tengo dinero en el banco, que mis padres me dejaron.-

- Wow… gracias Harry... Eres increíble amigo...-

- No es nada...- sonrió más animado al ver a su amigo, deseando que ya por fin fueran novios como se debe.

- Dime… ¿cómo te lo dijo?...-

- Digamos que ella solo lo menciono en la biblioteca...al parecer le tiene muchas ganas... Y espero que con esto ya te declares tonto...- sonrió ante la cara roja de ron.

- Si lo sé... solo estoy esperando el momento indicado y que más que la noche de navidad ya que la pasaremos juntos en mi casa... Aunque debo admitir que me da mucha pena...-

- no te preocupes... Hermione te aceptara, se nota que también le gustas y mucho tonto...-

- Y que hay de ti amigo... ¿No hay alguien que te guste? -le dijo su amigo ron divertido.

- La verdad... No, con todo lo que vivimos en la guerra no he pensado en eso...-

- Si fue duro todo eso... Pero ya es hora que te diviertas, ya no hay porque preocuparse, además eres el chico más popular y más codiciado. Todas quieren contigo, eres muy afortunado tonto... - las risas de su amigo lo contagiaron, no por nada era cierto su popularidad, pero a Harry no le interesaban las chicas que solo lo buscaban por su fama de héroe, simplemente nadie ha llamado su atención como para pensar en el tema.

- Si ron... pero por ahora no estoy interesado en eso, solo quiero disfrutar mi libertad y mi vivencia con Siruis, ya no vivir con mis tíos me quito un gran peso de encima...-

- Si, pero hasta el famoso Harry Potter merece encontrar a su media manzana ¿no?...-

- Media naranja ron...media naranja - rio Harry al escuchar su mal dicho.

- Como sea... Naranja o manzana... de lo que hablo es que es tiempo que encuentres a la persona que estas destinado a amar...-
Al escuchar a su amigo solo pensó que no tenía cabeza para enamorarse, ya bastante había tenido su vida llena de complicaciones, como para empezar en la vida amorosa.

- Hola Harry, ron...- se sentó su amiga con montones de libros dejándolo aun lado de la mesa.

- ¿Qué haces?... No crees que ya as leído demasiado para una vida...- menciono ron con cara de sorpresa ante semejantes libros.

- Muy gracioso ron...- menciono la chica castaña pero sin estar ofendida. -es solo que tome estos libros prestados de la biblioteca para entretenerme en las vacaciones- sonreía tímidamente.

- Tú nunca cambiaras...- menciono Harry divertido.

- Ustedes igual, ¿acaso ya terminaron todos sus deberes?- menciono la castaña sonriente.

- Si, ya entregamos los trabajos de poción hace una hora...¿ no es así Harry?.- respondió ron a la defensiva y con orgullo.

- Ya veo...pero ya entregaron la redacción de las defensas contra las criaturas del bosque rojo de los lamentos...- sentenció su amiga con una sonrisa, al ver la cara de ron.

- ¡Demonios!... Harry ayúdame...-menciono ron aterrorizado, a lo que sus dos amigos solo sonrieron.

- Claro en una hora te veo en la biblioteca...-menciono Harry.

- Gracias amigo te veo aya...- sin más ron se retiró hacia la casa Gryffindor, dejando a sus dos amigos en el gran comedor, a lo que una castaña aprovecho la oportunidad.

- Harry… ¿qué te pasa?...- el peli negro se sorprendió con la pregunta, no se lo esperaba.

- ¿De qué hablas?...- menciono mirando de nuevo a su plato.

- No puedes engañarme Harry... Sé que pasa algo, te noto algo ansioso y preocupado...- Harry sabía que su amiga era muy receptiva en estas cosas, pero solo no podía decirle sobre lo que paso esa noche.

- No pasa nada Hermione, no te pongas paranoica...-

- No estoy paranoica Harry... a mí no me engañas... Pero sé que no es el momento y esperare pacientemente, sabes que puedes hablar conmigo, yo te escuchare... - menciono tomando sus libros - No se te olvide...- le miro sonriente a lo que Harry le devolvió la sonrisa.

- Gracias Hermione...- menciono al verla retirarse, sabía que no podía engañar a su amiga, mucho menos mentirle. Se habían conocido tan bien y en los momentos más difíciles, que era casi imposible engañarla.

Y al sentirse con más ánimo gracias a su amiga, decidió hacer algo que tuvo que haber hecho desde hace días... Sin importar, que lo mandaran a volar en cuanto lo vean. Tendría que hablar con la persona que menos desearía ver en todo Hogwarts, para saber el estado de Draco, aunque tenga que enfrentar al mismo profesor Snape.

Al ponerse en camino un chico de su misma casa se dirigió a él.

- ¡Harry! qué bien que te encuentro, la Directora Mcgonagall dice que quiere hablar contigo en su oficina...-

- ¿Ahora que hice?...-menciono más para sí, no sabía porque precisamente hoy tendría que ser citado, pero ya que podría hacer.

Al dirigirse al despacho que fue y de cierta forma siempre será del director Albus Dumbledore aun sentía tristeza cada vez que entraba de nuevo ahí, los recuerdos lo inundaban. Al decir las palabras mágicas las escaleras se abrían una vez más.


Ya dentro observo ese retrato del profesor sonriendo como su costumbre; calmada y serena como si conociera todas las respuestas del mundo, aunque de cierta forma siempre fue así. Al ver hacia el escritorio. la profesora miraba atenta unos papeles, parecía que no se percató de su llegada hasta que fingió toser para anunciar su llegada.

- Señor Potter… disculpe no me percate de su llegada…
- No tenga cuidado profesora, me avisaron que necesitaba de mi presencia?

- Si señor Potter lo llame para pedirle que necesito su ayuda en una difícil situación.
- ¿Mi ayuda? ¿En qué situación?...

-Necesito que ayude a Draco Malfoy.....

___________________________


En una habitación oscura se escuchaba el llanto de un joven como si la misma tristeza llorara junto en su compañía. he interrumpiendo lamentable llanto. Se escuchó abrirse una puerta con demasiada precaución.
- Draco... ¿Puedo pasar?...
- Si padrino...

Al encenderse la luz ante la penetrante oscuridad de la gran habitacion, el profesor no pudo evitar hacer una mueca al ver el estado en el que se encontraba su querido ahijado.
- Te traje algo para cenar... ya que no has comido nada desde ayer.
- No tengo hambre... pero gracias padrino.
La mirada perdida de Draco no le gustaba para nada, desde que había despertado después de salvarlo y llorar de impotencia tras recordar lo sucedido, su miraba murió al igual que su alma, como si fuera un muerto en vida.
- Sabes que tienes que comer Draco eso no te ara bien y sabes porque...
- Por favor no lo menciones....-
- Sabes que no puedes evadirlo más Draco, tienes que entender que...
- ¡Maldición!, ¡te dije que no quiero que lo menciones!...
Tras gritar y arrogar la charola de comida en furia, salió de la cama y se encerró en el baño si decir más nada, dejando a un profesor con lágrimas desbordándose de sus ojos.
Mientras Draco lloraba y se odiaba en silencio frente al espejo despreciándose hasta el infinito, sintió un gran asco de sí mismo, como si su cuerpo fuera lo más asqueroso del mundo y no podía soportarlo.
- ¡¡¡Maldición!!! ¿porque me tiene que pasar esto? ¿porque tienes que estar aquí?
Mientras tragaba su coraje e impotencia golpeo con fuerza el cristal del espejo y su mano se cortó sangrando ante él, pero el ya no sentía dolor, no lo suficiente como para que le importara.

Tras el ruido del impacto, el profesor asustado trato de abrir la puerta, pero esta estaba hechizada por Draco, así que tras varios intentos con su barita la abrió con fuerza y lo que vio detrás de ella lo dejo sin aliento. ahí parado inmóvil observando su propia sangre desbordarse de su muñeca.
- ¡¡¡Nooo!!!...
Draco solo sonrió y con un trozo de cristal se cortó la otra muñeca como si fuera cualquier cosa, ante el horror de su padrino.
Y pronto cayó desmayado, Snape lo tomo y rápidamente detuvo las hemorragias en ambas muñecas, maldiciendo hasta merlín a quienes les hicieron esto.


_____________________





- ¿Draco Malfoy?... ¿Qué le sucedió?... ¿está bien?... ¿Ya encontraron a los culpables?
- No aun no, al parecer Draco no quiere hablar de ello, se niega rotundamente siquiera mencionar lo sucedido...
- ¿Como?... ¿Draco no quiere atrapar a los culpables de semejante horror así mismo?
Harry no creía que Malfoy no quisiera vengarse, era demasiado extraño y quería averiguarlo.
- Snape trato de mil manera de hablar con él, para averiguar a los culpables pero... Draco simplemente se encierra en sí mismo y nadie hasta ahora puede penetrar su coraza.
- Pero… ¿Por qué? Me pide precisamente a mí ayuda profesora, sabe también como yo que Malfoy y yo amigos nunca fuimos.
- Porque tú lo encontraste esa noche, porque quizás siendo su némesis y el salvador del mundo, puedas salvarlo de sí mismo... Harry... Draco trato de suicidarse anoche...
Antes las palabras de Magonagall, Harry palideció ante imaginar semejante cosa.
- Sabes que el está solo, sus padres tras morir en un accidente provocado por Mortifagos que escaparon de la guerra y fueron tras ellos por venganza, el solo cuenta con su padrino Snape y ni siquiera él puede salvarlo.

- Draco trato de....- Harry aun no lo asimilaba, no podía imaginar a un Draco atentando contra su propia vida, aunque con lo que le paso esa noche, ya no sabía que pensar.
- Ahora Malfoy se encuentra en la mansión Mayor. El profesor Snape y la enfermera Poppy Pomfrey lo cuidan minuciosamente, pero a cómo va la situación, no han obtenido buenos resultados y ya no sabemos que más hacer Harry...-
- Si quisiera ayudarlo, de hecho me dirigía con el profesor Snape para saber del estado de Malfoy pero ahora... No sé cómo podría ayudarlo...-
- Harry tu eres un buen chico y no hablo por tu fama ni por ser el héroe del mundo mágico… sino porque eres por naturaleza un salvador... y yo estoy segura Harry... que podrás ayudar a Draco a superar esto... El necesita tu ayuda.
Harry solo pensaba si seria de alguna ayuda, claro que quería ayudar a Malfoy, pero se sentía algo inseguro y perdido respecto a cómo ayudarlo.
- ¿cómo puedo ayudarlo? - al finalizar menciono con determinación a hacer todo por ayudar la situación de
Draco Malfoy.
- Como hoy es el último día de clases y para no interrumpir los estudios. El profesor Snape y yo quedamos en un acuerdo... Estas vacaciones de navidad... las pasaras en la mansión Malfoy.








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La luz de la mañana entraba a través de una pequeña abertura que se asomaba en la habitación de un rubio, esta se dirigió al rostro del mencionado. Pero con disgusto se movió hacia el otro lado ignorando la luz del sol, pero un reloj insistente sonaba anunciando la hora, sobre su cómoda marcando las 10:00 am.  y Draco no quería despertar en ningún momento.
Solo quería permanecer domino toda la vida si fuera necesario. No le importaba ya nada. Ya no tenía motivos por el cual vivir, aunque sonara totalmente egoísta. sentía que no debería de vivir mas. Y de pronto y sin a aviso sintió un cosquilleo en su estómago, como si le respondiera ante su negatividad.  Draco sonrió irónicamente como si quisiera burlarse de él.
- Maldito...deseo que te desaparezcas...- solo susurro ignorando las lágrimas que se abalanzaban fuera de sus ojos grises y tristes.

De nuevo la puerta es abierta haciendo que Draco se ocultara en las mantas limpiando su lagrimas rápidamente, al momento que las cortinas de su habitación fueran abiertas iluminaran todo el lugar..
- Draco sé que estas despierto, has dormido todo el día en estos últimos días, así que es momento de hablar...- el profesor se sentó a un lado de su cama viendo con atención la figura ocultas dentro de las claras sabanas.
Tras el silencio de Draco, Snape suspiro resignado, sabía que Draco no cambiaría su actitud y lo entendía perfectamente, pero tenía que poner de su parte y salir de ahí cuanto antes.
- Draco sé que no quieres ver a nadie o hacer nada, y te entiendo perfectamente, no fue y no será fácil enfrentar esta horrible situación que has pasado, pero quedándote encerrado no arreglara nada y lo sabes... Tienes que...



Draco salió de su protegidas sabanas y miro a su padrino con una mirada tan fría que congelo el alma del profesor Snape.
- ¿Me entiendes?... entonces ¿qué tengo que hacer?
¿Sonreír y salir a la calle como si nada? ¿Pasearme entre todos como una verdadera puta? Sabes que todos al enterarse me comerán vivo... y no quiero enfrentar semejante asquerosidad… así que, piensa lo que quieras, pero si no me traes a ese Medimago en estos días, lo are yo... en cuanto pase la próxima semana ya no sentiré este asco que llevo por dentro...

Al decir semejantes palabras el corazón de Snape se
Rompió en pedazos y no pudo evitar tomar aire para evitar derrumbarse frente a Draco. Su querido ahijado, ese mismo niño que cuido y protegió desde pequeño y que le sonreía con dulzura. Ahora lo miraba de tal forma que lo paralizo por completo. ¿Quién era la persona que estaba enfrente de el? Con una mirada tan muerta y fría. Se preguntaba, ya no era más ese niño, sino un hombre frio y sin corazón Alguno, dispuesto a cometer el peor de los pecados imperdonables jamás existido nunca.

Notas finales:

bueno espero les guste :3


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