Celos: Sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella…
Si, Satoshi Ishikawa estaba celoso. Y aparte de eso, estaba asustado, angustiado, preocupado y triste. Hacía ya casi un año que se sentía de esa forma. A veces por eso se le veía tan desganado en su gira por Europa, él afirmaba que estaba así de cortante por el cambio de horario y por los continuos viajes que hacían, pero en el fondo, su espíritu siempre sonriente estaba sumiéndose en una oscura depresión. Tanto Nii como Ryo trataban de animarlo y de incitarlo a que salieran con ellos, pero siempre se negaba diciendo que debía de componer algunas canciones o que se sentía demasiado cansado y adormilado. Quizás físicamente no estuviera cansado ni somnoliento, pero si psicológicamente. En su mente pasaban demasiados recuerdos, la mayoría hermosos, pero al mismo tiempo recordaba el por qué habían empezado los problemas y si estos iban a tener solución; aunado a esto, el hecho de sentirse incómodo al ver como alguien se acercaba a su… bueno, definiéndolo profesionalmente, al bajista de la banda, hacía que se sintiera peor.
Al regreso del tour europeo, las cosas se calmaron un poco, la grabación del video promocional de su más reciente proyecto era un collage de risas y bromas, y se dio cuenta de que evadir la diversión no le iba a ayudar en nada. Poco a poco fue cambiando a ser como de costumbre: el chico bromista y escandaloso que siempre había sido, pero seguía con aquella incomodidad provocada por el chico de STAFF más reciente, le hacía ruido en su cabeza. Lo peor del caso, era que él había llevado a ese chico para que les ayudara como STAFF, era buen chico, baterista y DJ, así que les sería de gran ayuda ya que no tenían personal después de que cambiaron de manager y pues también serviría para que alguien de su otra banda estuviera con él y tratara de convivir con su banda madre, pero nunca pensó que le podría causar un leve dolor de cabeza y que en su corazón se hiciera una mescolanza de oscuros sentimientos.
Kunio Ookuma hacía muy bien su trabajo, les ayudaba bastante colocando la batería de Ryo, ayudándoles en la mezcla de los fondos musicales en los lives, a veces llevándoles el agua al camerino, pero también salía con ellos a las promociones de su disco y él se encargaba de tomar las fotos para el Twitter de la banda o para las cuentas personales de los chicos, también acudía a las cenas post conciertos, tomaba con Ryo Nii y Shuu, convivía con Shuu, le hacía bromas pesadas a Shuu, le tomaba fotos a Shuu… salía de promoción con Shuu. Varias veces, el bajista era el que debía de ir a promocionar a las tiendas de música el disco “gravitation” y en esas salidas, Ookuma era el acompañante y fotógrafo del chico de cabello ondulado, pero también disfrutaba de hacerle compañía al bajista. ¿Cuándo fue la última vez que Satoshi había salido a divertirse con Shuu? Ya había pasado demasiado tiempo que ya no recordaba cómo era salir con él. Esto le dolía un poco pero al mismo tiempo sabía que él tenía la culpa por negarse a salir con todos los chicos, y en especial con Shuu.
Las fechas de su gira “gravitation” fueron pasando poco a poco, llego el 2015 y entre los propósitos de año nuevo, el vocalista se había prometido salir un poco más con sus compañeros de banda, así que después de darle muchas vueltas al asunto, optó por la estrategia sorpresa.
-Oye, Shuu-san.- preguntaba algo emocionado el castaño.
-¿Qué pasa Satoshi?- el peliondulado estaba bostezando un poco, el frío invernal estaba en su punto aquel día.
-Este amm, ¿Y si vamos a comer udon?-
-¿Quieres ir a comer? Este, pues si gustas.- Shuu se levantaba de su asiento y Satoshi lo esperaba parado en la puerta de la sala de grabaciones.
-Claro, si no quieres pues…- Satoshi no quería verse muy ansioso o insistente, así que trataba de comportarse como siempre. –Quizás Nii-chan esté disponi…-
-¿Estás seguro que quieres ir a comer udon?- Shuu se paraba frente al vocalista esperando una respuesta.
-Anda, ¿Si? Es que desde cuando tengo el antojo de un buen udon y un ramen.- el vocal actuaba de forma algo infantil, era la única forma en la que sus ganas por salir con el bajista no se notaran.
-Okey, okey, vamos.-
-¡Muahahaha! Serás mi guardaespaldas.-
-¿Eh? Oye no te andaré cuidando para que no te pierdas.-
Entre algunas risas y leves reclamos, ambos salían a comer. Satoshi estaba feliz, estaba haciendo las dos cosas que más le gustaban en la vida: comer y salir con Shuu. Desde que se hicieron amigos, las salidas con el peliondulado eran divertidas: concursos tontos como ver quien comía más fideos, por ver quien salía del restaurante con el babero de papel que les ofrecían en ese lugar, platicar de bastantes cosas sin sentido… olvidarse un poco de sus problemas. El chico de menor estatura veía como su acompañante a veces estaba algo serio, pero de reojo, le veía que él también sonreía. Satoshi no sabía cómo tomar eso, no sabía si Shuu se estaba acordando de algo chistoso o si sonreía porque le gustaba estar con él. De repente él también sonreía pero era una leve sonrisa de lado. ¿Qué tal si en la mente de Shuu pasara alguien más? ¿Y si fuese así? El castaño agitaba su cabeza varias veces, para ver si así conseguía eliminar esas ideas, ideas que hacían que se pusiera depresivo. Después de comer ahí, pasaron cerca de un restaurante de ramen, y señalándolo levemente, Satoshi decía que ese lugar era muy bueno para el ramen, miraba a su compañero de comida y este sólo suspiraba. El vocal también soltaba un leve suspiro pero sentía una mano tomándolo por el brazo, y al alzar la mirada, veía a un sonrojado Shuu el cual refunfuñando un poco lo llevaba a aquel restaurante. Satoshi sonreía, pero esa sonrisa no era perceptible; su corazón estaba feliz y su alma también, esas dos cosas eran las que sonreían. Al parecer, todavía había algunas brazas de amor ardiendo un poco en el corazón de cada uno.
Aunque fue un día muy especial y divertido para el vocalista, de nuevo esas malas ideas le regresaban a su mente cada que veía el Instagram y Twitter del peliondulado, en los post de Shuu sólo se leía: Ookuma esto, Ookuma lo otro, Kuma-chan y yo… algo enfadado aventaba su celular contra su cama y apagaba su iPad. ¿Por qué siempre era Ookuma? Respirando profundamente trataba de tranquilizarse, pero sólo conseguía tener un pequeñísimo nudo en la garganta. De nuevo, Satoshi entraba en un leve estado de depresión.
Un día después de un live, Satoshi estaba muy cansado, y seguía con esas ideas las cuales le causaban su mal genio, pero al ir por sus zapatos que estaban en su camerino, veía algo inusual.
-¿Qué diablos?- el castaño veía que sus zapatos estaban llenos de cáscara de mandarina. –¿Nii-chan fuiste tú?- decía hacia el chico de cabello extra lacio.
-¿Eh? ¿De qué hablas, Satoshi?- asomándose por la puerta del camerino, el guitarrista veía a su compañero vocal y se reía al verlo alzar sus zapatos. -¿Qué demonios? ¡Ahahahahaha! No bueno, ve y persigue a la ardilla que te dejo ese basurero.- Nii estaba riéndose bastante y Satoshi soltaba una leve risilla.
-Bueno, ya saldrá el culpable.- sacando su celular, el vocal escribía algo, para después tirar esas cáscaras a la basura.
Dos días después, su celular estaba lleno de notificaciones, pero una le llamaba la atención.
“grgm_shuu: Fui yo ºwº/ ¡gracias por el buen trabajo! RT @grgm_satoshi: He encontrado cáscaras de naranja dentro de mis zapatos. Misterio.”
¿Shuu había sido aquella ardilla comelona y desastrosa que había dejado tantas cáscaras en su calzado? Shuu le había jugado una broma… ¿Acaso era todo un pequeño sueño? Lentamente abrazaba aquella pantalla de su celular y se acostaba en su cama rodando un poco. “¡Es un tonto!” fue lo primero que salió de sus labios, y esbozando una sonrisa tipo guasón, Satoshi le contestaba a ese chico de lunar en el mentón.
“grgm_satoshi: ¡¿aahh!? Oh tú… LOL. Igualmente, ¡gracias por el buen trabajo! RT @grgm_shuu: Fui yo ºwº/ ¡gracias por el buen trabajo!”
El vocalista de girugamesh estaba más feliz que de costumbre, hasta accedía a hacer alguna tontería con Nii como brincar para una foto. Todos estaban felices de ver al castaño más feliz.
En el tour de Asia había ocurrido un incidente el cual logró que Satoshi pudiese demostrarle algo de interés a Shuu.
-Ay… maldito estóma…- Shuu se estaba retorciendo de dolor estomacal, al parecer algo no le había caído muy bien.
-Oye, toma.- decía un Satoshi algo sonrojado.
-¿Eh?-
-Toma… siempre cargo estas pastillas cada que salimos de tour, después de mi norovirus, ya todo me da miedo je, je, je.- Rascándose la cabeza, Satoshi esbozaba una pequeñísima sonrisa.
-Gracias…-
-¿Sabes? Deberías de dejar de comer un poco las cosas nuevas que te dan.- Satoshi se sentaba junto al bajista y le veía preocupado.
-Yo qué iba a saber que me caería mal la maldita comi…-
-Shuu, ¿te duele mucho?- la mano diestra de Satoshi estaba acariciando el estómago de Shuu, el enfermo sentía esa calidez protectora bastante característica de Satoshi, por lo que sólo le sonreía y decía:
-Si, me duele bastante…-
-Nee, iré por un ramune, eso te hará eructar y te asentará tu pancita.-
-Je.. gracias….-
“En este caso, fui un tonto y Satoshi-san me dio medicina. Cuando estamos solos se transforma en un niño suave y tierno.”
Aquel tweet hacía que el corazón del vocalista se acelerara. Niño suave y tierno… Shuu seguía llamándole niño, y eso le gustaba.
Al parecer todo iba a la perfección, pero el vocalista necesitaba sacar lo que él sentía hacia el chico del STAFF. Así que, empezando la gira nueva, iría a hablar con su padre.
Ya había comenzado la primavera, y en Osaka, se sentía un poco más el calor que esta trae consigo. Satoshi estaba sentado en una mesa con un gran asador frente a él, y también tenía varios cortes de carne alrededor de la mesa.
-Bueno, bueno, vamos a ver, ¿Qué pasa en tu subconsciente que te tiene tan mal, hijo mío?- decía un señor de mediana edad sentándose junto al castaño.
-Papá, es que no sé bien como definirlo pero…-
-¿Problemas con Hide-chan de nuevo?-
-Papá, es Hideyuki, no Hide y pues recuerda que es Shuu para nosotros y…-
-Yuki-chan suena como nombre de niña, y sólo es Shuu-chan cuando estamos con los demás, a parte, siendo mi yerno, creo que llamándole por su nombre es más común ¿no? Pero bueno, entonces sí son problemas con Shuu-chan.- el padre del vocal estaba tomando un poco de cerveza mientras veía atento a su hijo.
-Pues… con él no hay problemas, él me ha tratado bien últimamente, a veces salimos un poco y pues todavía no hemos tratado de estar más tiempo a solas, el peso del pasado nos estruje el corazón y nos hacemos un poco fríos… pero él ha estado en la mejor disposición para salir conmigo… quizás el del problema soy yo, siento que soy muy rejego con él, pero es que todavía me duele lo que paso hace dos años.-
-Acá entraría una pregunta: ¿Todavía lo quieres?-
Satoshi se quedaba callado unos segundos, sólo se escuchaba el ruido de la carne friéndose y cómo los hielos se movían por el calor del local.
-Sato, tu todavía lo quieres, y no te hagas el orgulloso.-
-He pasado la tercera década de mi vida con él, me acostumbre a su carácter tan agridulce, a sus sentimientos depresivos, a su perfeccionismo, a su horrible sentimiento de rencor que le carcomía el alma, me acostumbré a sus rutinas de comidas que son tan parecidas a las mías, me acostumbré a vivir con él, a amarlo, quererlo, necesitarlo… sí, creo que ya no es sólo una costumbre, se me hizo necesidad, así que ahí está tu respuesta padre, tu hijo todavía sigue queriendo a ese chico que tanto te agradó desde que lo conociste.- las mejillas del vocal estaban demasiado sonrojadas, su voz temblaba un poco al igual que sus manos, su mirada gacha y sus labios entre abiertos dejando que se escapara un suspiro.
-Mi hijo, tu amas a ese cachetón, y me encanta que no lo niegues, pero, tú mismo lo acabas de decir, el peso del pasado les está haciendo mal; Satoshi, creo que debes de olvidar todo lo que pasó, está bien que te dolió mucho y a él también, pero debes de ceder un poco.-
-Pero papá lo peor es que he cedido, he salido con él, he estado tratando de acercarme más a él, hasta bromas nos hemos hecho, pero… ver que en su maldito Instagram hay fotos de ese idio…-
Arqueando una ceja, el padre de Satoshi le pasaba un brazo por sus hombros.
-C-E-L-O-S-O. Eso es lo que te pasa, tu mi querido hijo, estás celoso.-
-¿Celoso del tonto de Kunio? ¡Claro que no!- Satoshi se enojaba un poco y fruncía su seño.
-A mi no me engañas, te sientes celoso del flaco ese.-
-Papá tu mismo lo has visto, Ookuma esto, Ookuma lo otro, Kuma-chan esto, ¡KUMA CHAN! papá, ¡le dice diminutivos! A mí apenas y me dice Satoshi-kun y…-
-Satoshi, ¿Ya le dijiste qué es lo que sientes?-
-No…- desviando su mirada, Satoshi evitaba el contacto visual de su padre.
-Ahí está tu grandísimo error, grandísimo menso.-
-¡Papá! Sabes tiendo a ser algo orgulloso y.. y no puedo creer que yo tenga celos de un tipo como Ookuma.-
-¿Sabes qué? Necesitas mostrar que todavía lo quieres, que todavía tienes interés en él y sobre todo, decirle lo que sientes.-
-Claro papá, iré a su departamento y le diré: Oye estúpido Shuu, tengo celos del estúpido de Ookuma, me caga que le tomes fotos, que salgas con él, que te rías con él, que él esté contigo, hago bilis cada que le dices Kuma-chan, me duele ver que a él le sonrías y a mí no… ¡ME DUELE Y MUCHO!- Satoshi comenzaba a temblar de nuevo, pero sus ojos estaban cerrados fuertemente para tratar de no llorar. Sintiendo dos brazos cariñosos que lo abrazaban, abría sus ojos y veía a su padre dándole un fuerte abrazo.
-Sólo omite las palabras altisonantes, pero si no quieres decírselo, piénsalo bien, recuerda que hablando se solucionan las cosas.-
-Pe-pero…-
-Acércate a él como si fuese la primera vez que lo tratas de enamorar y dile que realmente te sientes incómodo cuando Kunio está junto a él, ese es el consejo que te puedo dar, lo demás depende de ti.-
-Mi otro miedo es que no sé si me siga queriendo…-
-Nee, él ha accedido a unos caprichitos tuyos, así que no dudes que todavía siente algo por ti…-
-Papá…- El vocal cerraba de nuevo sus ojos y lloraba un poco abrazando a su padre.
-Todo va a estar bien, sólo sé sincero con él y síguelo queriendo, yo sé que él también sigue sintiendo algo por ti.-
Al otro día en el concierto, Satoshi decidió acercarse un poco a Shuu aprovechando que podía hacerlo; tenía una sonrisa enorme por la euforia del concierto y obvio por haber estado junto a Shuu unos cuantos segundos, como lo hacían tiempo atrás.
Los acercamientos iban siendo más frecuentes, hasta por admirar el solo de bajo del peliondulado desde la perspectiva del público, Satoshi se había dado un buen golpe en la cabeza olvidando lo pequeño que era el live house, tal parecía que todo estaba de maravilla y marchaba de la misma forma… pero Satoshi seguía retorciéndose del coraje al ver a Shuu junto a Ookuma.
-Y entonces en Kagoshima tu cara fue tan épica.-
-Ya cállate kuma-chan, si me dan miedo las alturas, pero tu moviendo esa maldita cosa fue tan…-
-Hace mucho que no me subo a una rueda de la fortuna…- decía algo triste Satoshi.
-Ooohhhh, pues cuando vayamos para allá, a que te subes con Nii y Ryo.- Ookuma se sentaba junto a Shuu y le daba algunos codazos haciendo que el chico de barba se molestaba levemente.
-¿Y por qué no te subes tú con ellos?- el tono de voz del castaño era un poco frío y plano. Esto preocupaba a Shuu haciendo que se levantara de su asiento.
-¿Te sientes bien Satoshi?-
-¿S-sabes qué? Nos vemos mañana en el live, con su permiso…- saliéndose de la sala de grabaciones, Satoshi iba casi llorando hacia su coche. ¿Por qué demonios tuvo que haber llevado a Kunio a participar como STAFF de girugamesh? ¿Por qué carajos Ookuma se lleva tan bien con Shuu? ¿Por qué Shuu es tan cercano a él? ¿Acaso Ookuma sentía algo por Shuu? Tantas preguntas hacían que sólo las lágrimas salieran con más velocidad de sus ojos. Cansado de tanto llorar, el vocal se ponía unas bolsas de té verde en sus pequeños ojos, mañana iban a tener live y no podía verse así.
Llegaba la noche y en el backstage del live house, se veía a los chicos de girugamesh repasando el setlist de sus canciones.
-¡Ay! Hace años que no tocábamos GAMBLE.- decía emocionado el batero.
-Ufff, desde el 2009.- le contestaba su hermano.
-Chicos ya casi salen al escenario, así que váyanse preparando.- comentaba otro chico del staff.
-Bien, ¡a hacerlo bien chicos!- gritaba el vocal mientras hacían su típica reunión de dedos como ritual de buena suerte.
Antes de salir, Shuu se acercaba al castaño.
-Este, Satoshi, amm… sé que mañana tenemos concierto, pero, pues…-
-Shuu, necesito hablar contigo.-
-Yo también.-
-Nos vemos en tu departamento ¿okey?-
-Okey… pero…-
-Hay que echarle ganitas, Shuu-chan.- diciendo estas palabras, Satoshi se dirigía hacia el mayor de la banda dejando solo a Shuu.
El concierto iba de maravilla, y a la mitad de este, la siguiente canción era Freesia. El ambiente se tornaba algo melancólico por el juego de luces azules, rosas, rojas y moradas del escenario. Satoshi tomaba algo de aire y volteaba hacia donde estaba Shuu. Las primeras estrofas las cantaba con los ojos cerrados, pero en algunas cuantas palabras el vocal miraba al bajista.
“Miro el amplio cielo estrellado, mientras esbozo nuestro futuro, sintiendo miedo por el mañana, pero manteniéndome completo.
Sigo con la vista aquellos repetitivos días, cada vez que los observo, mi mano izquierda tiembla y mi aplastado pecho lagrimoso se abre; acabo de pronunciar ese amado nombre.”
Al mismo tiempo que veía a Shuu, de reojo veía a Ookuma, el cual lo veía seriamente. Al ver aquella reacción del chico de staff, Satoshi cantaba con más sentimiento aquella canción.
Terminando el concierto, Satoshi era el primero en salir de camerinos.
-Oye Shuu-chaaan, vamos a beber un poco ¿no?- decía Ookuma pasando un brazo por los hombros del bajista mientras este acomodaba su ropa limpia y no sudada.
-Tengo cosas que hacer Ookuma, luego vamos todos.-
-Naaa, vamos tú y yo solos.- Ookuma le revolvía el cabello necio a Shuu pero este de un leve golpe, alejaba la mano del baterista de REDMAN.
-Nii y Ryo son mejores bebedores que yo, ve con ellos.- alejándose bruscamente del más bajo, el bajista salía del camerino dejando a Ookuma solo.
-Mm… pues creo que no se me hará tener a ese hombre, pues ya que, aunque… siento que el día menos pensando Ishikawa me va a golpear, naaa, no es mi culpa que él sea tan cobarde como para no acercarse a su… ¿es su ex novio o su novio? Aahhh, cómo sea…-
Shuu llegaba a su departamento y en el estacionamiento para invitados veía un coche familiar. Al ingresar a su edificio, en la puerta del departamento, veía a Satoshi sentado en el piso.
-¿Sato?-
-Shuu, qué bueno que ya llegaste.- Levantándose del piso, Satoshi tomaba la mano de Shuu y este la apretaba un poco.
-¿Te sientes mal?-
-Shuu, Shuu, necesito que me contestes algo…-
Abriendo la puerta de su departamento, el peliondulado jalaba hacia adentro al vocal. La mano de Satoshi empezaba a temblar, y eso no le gustaba al dueño de esa vivienda.
-Satoshi, ¿Qué tienes?- se ponía frente al castaño y este escondía su mirada en su fleco.
-Shuu, ¿Estás saliendo con Ookuma?- decía de tajo el vocalista.
-¡¿Qué?! ¿Saliendo con Ookuma? ¿Por qué me preguntas es…- antes de acabar su pregunta, Satoshi se le iba encima abrazándolo fuertemente.
-Estoy celoso… ¡CELOSO MALDITA SEA! Siempre sales con él, siempre le tomas fotos, le dices diminutivos, él te hace bromas pesadas y tu no te quejas, él te molesta y ¡tu sigues sin quejarte! A parte… siento que él quiere algo contigo y… ¡y tu no te das cuenta! ¿acaso él significa algo para ti?-
Shuu estaba callado escuchando todo lo que el vocal le decía, cerraba sus ojos y lo abrazaba cariñosamente.
-Satoshi, él no significa nada para mi, sólo es un compañero de Staff…-
-¿¡Pero por qué no te alejas de él?! Shuu, a leguas se nota que él te ve deseoso… Shuu no es mi imaginación, y a parte yo…-
-Él no es nada, ya te lo dije.-
-No te creo…- Satoshi seguía temblando un poco hasta que sentía los gruesos labios del más alto en su mejilla derecha.
-Kunio Ookuma no es nada, sólo es un compañero más.-
-Shuu…- los ojos de Satoshi se cerraban más fuertemente y de esos salían unas cuantas lágrimas empapando sus mejillas.
-No, no llores mi niño, no llores…- Shuu besaba aquellas lágrimas con algo de desesperación.
-E-es que ¿por qué sólo él? Y-y se ven tan contentos y tan…-
-Si por mi fuera, siempre te tomaría de la mano, te besaría en público y gritaría que somos novios, pero recuerda que el manager dijo que…-
-¡El manager y sus estupideces! Shuu, Shuu, por favor, dime… dime que soy el único…- Satoshi iba besando el cuello del peliondulado mientras que este cerraba sus ojos sintiendo aquellos húmedos labios recorriendo su cuello.
-Sa-satoshi…-
-Dímelo, por favor, dímelo, dime que soy el único.- alzando su mirada, Satoshi buscaba los labios del bajista pero antes de poder verlos, éstos ya lo estaban besando pasionalmente.
Hacía mucho que no lo besaba de esa forma, los labios de Shuu se movían despacio pero la profundidad del beso era bastante, las lenguas de ambos chocaban entre sí y las caricias comenzaban a aparecer. Después de unos segundos, Shuu se separaba de Satoshi.
-Créemelo, eres el único en mi maldita y horrible vida.-
-Shuu, yo… yo quiero, que me demuestres que soy el único.- Satoshi acariciaba la espalda de Shuu mientras que rozaba sus labios con los del contrario.
De una sola intención, Shuu quitaba la playera de Satoshi y dirigiéndose a al lado izquierdo del pecho del vocal y le realizaba un leve chupetón. Ante la sensación de dolor y placer que esto le provocaba al castaño, éste emitía un leve gemido.
-Esto significa que eres mío y de nadie más…- Satoshi dirigía su mano hacia su pecho y sentía como aquello dolía un poco.
-Yo.. yo no sólo quiero que lo demuestres así, quiero que estés más tiempo conmigo, quiero que salgamos juntos al parque de diversiones, a comer, al supermercado para la comida de fukutarou y de Bunbun, quiero que pasemos más noches juntos…- Satoshi iba caminando hacia la habitación del bajista, quitándose en el camino su pantalón.
-Lo haré. Pasaré más tiempo contigo, saldremos al parque de diversiones, iremos a comer, a comprar la comida de nuestras mascotas, pasaré lo más que pueda las noches contigo.- cayendo a la cama, Shuu admiraba el cuerpo desnudo de su chico.
-Promételo.- Satoshi veía a los ojos a su pareja y este le sonreía tiernamente.
-Lo prometo.-
Aquella habitación se inundaba de palabras bonitas y de algunos gemidos, pero lo que más resaltaba era la frase: tú eres él único. Después de mucho tiempo, ambos estaban amándose con un poco de pasión, disfrutando la piel de cada uno.
Al otro día, Satoshi era el primero en despertar, con un leve ardor en su pecho y espalda.
-Itaii… ¿Shuu-chaan?- preguntaba el vocal sentándose en la orilla de la cama.
-¿Qué pasó?- se asomaba un bajista en pijama holgada y colocandose un hielo en su cuello.
-¿Qué te pasó en el cue…- Satoshi recordaba lo que había pasado la noche anterior y se sonrojaba tanto que se escondía debajo de las sábanas. –¡Perdón!-
-Errh… no te preocupes, yo también necesito pedirte perdón.-
-E-es que yo.. ¡ay!- Satoshi veía su vientre y se percataba que tenía unos cuantos hematomas y sobre todo, en uno se marcaba un pequeño canino. –O-okey… esto va a durar bastante…-
-Perdóname niño mío, perdón pero…-
-Je… no hay nada que perdonar.- levantándose de la cama, y sin importarle que estuviera desnudo, Satoshi abrazaba a Shuu cálidamente.
-Pe-pero…- Poniéndole una sábana encima, Shuu le besaba la frente al más bajito.
-Shuu, sé que soy el único, y lo tengo más que claro…-
-Si Satoshi, siempre serás el único en mi vida, nunca lo olvides.-