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On a train... por YoyoKookieMonster

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Notas del fanfic:

Me da cosa, me da cosa :3 Espero os guste

Notas del capitulo: Annyeong ahora les dejo un one shot YoonMin -su couple favorito- y pos nada, disfrutenlo (?) supuestamente este era un regalo de cumpleaños para su tíoabuelohermano Uppie -Lo ama- pero pos ya paso, pero pos igual. Espero te guste x3 -huye-
—No es necesario que lo grites a los cuatro vientos, Jimin. Te dije que lo pensaría.

Suga, había cerrado el tema de conversación con esa simple oración, que venía diciéndole al menor desde hace unos días atrás. Jimin, no estaba del todo contento, pero de alguna manera conseguía tranquilizarse, después de todo, sabía que el confesara sus sentimientos al peli-naranja no sería del todo fácil. Suga solía ser con él demasiado cortante y frio, no expresaba sentimiento alguno hacia el menor, pero aun así Jimin sabía que lo quería tanto como él. Era tan notorio los celos que le entraban al mayor cuando le tocaba ver a Jimin tan cerca de J-hope, V, Jungkook, incluso de Jin y Rap Monster, pero en especial esa noche se la había jugado muy bien el chico de cabellos negros y de alma llena de esperanza. Era de imaginarse. Siempre era J-hope quien le sacaba de quicio.

—Hyung… —Suspiró Jimin después de un intento más por llevarse la concentración del blanquecino y encaramársele en su regazo.

Pero por supuesto, Suga, supo esquivarlo muy bien a toda costa. Lo aparto de un leve empujó en tan sólo sentir su presencia tan cerca. Estaba casi asfixiándole en esa pequeña habitación.

—Hyung. —Repitió Jimin, con voz desdeñosa. —Por lo menos deberías ser menos frio conmigo cuando estamos con los demás…me lastimas ¿sabes?

Suga, asintió sin ni si quiera mirarlo, toda su atención estaba puesta y dedicada para la pequeña laptop que tenía en sus piernas. Comenzaba a ponerse caliente pero aun así siguió tecleando cada delgada tecla. Para él era mejor no hablar, en aquellos momentos, si lo hacia posiblemente diría cosas que, en conclusión, quería guardarse. Además, el estar encerrados no era una buena forma de ponerlo contento, después de ver tal acto de Jimin y el “Put*” de J-hope. No tenía ni un solo sentido hablar de un tema del cual ya estaba casi por cerrado.

“Con Jungkook y Jin como pareja es más que suficiente para el grupo”

Aquello era lo que siempre ponía como escusa Yoongi, para que no anduvieran oficialmente como pareja. Y a Jimin le molestaba y mucho….más bien lo ponía triste.

—Creo que es momento de que salgamos, el estar aquí no sirve de mucho. Sabes, no debiste contarle de esto a Jin, ahora todos estarán confundidos y suponiendo cosas que no son.

—¡¿Cosas que no son?! —Vocifero Jimin dolido y malhumorado— ¡Hyung! Tu…

—¡Te he dicho que me hables formal, mocoso!

Entonces, Suga, soltó un gran suspiro, era hora de tomar el control. Calmar al niño que lo tenía hecho un caos. Así pues, dejo la laptop en el suelo, a un lado del sillón individual, parándose frenéticamente y mirando a Jimin con abstinencia. “Tranquilo” se decía en su mente mientras avanzaba cada vez más hacia el peli-capuchino. La mirada que el menor mostraba con enojo y frustración, con cada paso, se iba tranquilizando. La habitación era demasiado pequeña, por lo que en segundos YoonGi ya hacía con las manos ajustadas perfectamente a las caderas de Jimin, mientras el susodicho descansaba su espalda en la puerta y mantenía sus brazos pegados a ella.

—Sabes Jimin. —Suga murmuro tan suave sobre el rostro del menor, que le provoco erizar su piel. Lo acorraló todo lo que pudo entre la puerta y su pecho sudado para así proseguir con una mueca de total molestia. —Estoy celoso y mucho, no es nada bonito sentirme así. Hasta que el estúpido de J-hope te deje de restregarte el culo, entonces tal vez considere el… —Pero no pudo terminar su discurso.

Las palabras se habían quedado flotando en el aire, y ahora los papeles estaban invertidos. Jimin acorralaba a Suga con su cuerpo y prominentes labios. Había sido un movimiento tan inesperado para el de cabellos naranjas, que no podía ni siquiera detenerse a pensar cómo fue que Jimin fue tan rápido, ágil y fuerte para mantenerlo de aquella manera, que no le gustaba ni un poco, ya que al instante lo único que pudo captar y sentir a la perfección eran los gruesos labios de Jimin sobre los suyos, forzándole a besarlo, de lo cual dudó en corresponder, pero al fin y al cabo lo acepto. Jimin aprovecho las ropas flojas que llevaba su mayor y aventuro sus manos por la blanquecina piel del chico. A Yoongi se le había erizado la piel y había tomado los cabellos de Jimin como de forma automática, mientras se estremecía con cada caricia que Jimin iba dejando por debajo de su polera.

Pero no fueron a tal punto de perder el aliento entre tan caprichoso beso. Yoongi, al sentir que intentaban abrir la puerta a espaldas suya, se separó de golpe del menor, con un leve tono carmesí en sus mejillas y los nervios despiertos al casi cien por ciento.
Mientras tanto Jimin se levantaba del suelo, al cual había acertado a aparar cuando Suga le empujo con tal fuerza que le hizo perder equilibro de su cuerpo.

—eto…

—¡J-hope, hyung!

La persona menos indicada en aquel momento, observaba desde afuera, tan extraña escena. No pudo evitar sonreír al mirar el gesto de Jimin.

—¿Qué hacen aquí? Escuche gritos y… —J-hope comenzaba a excusarse, pero Suga no le había permitido

—Nada, Hoseok. Sólo practicábamos para nuestra próxima obra de teatro titulada “Gritando para que J-hope venga a meterse en lo que no le incumbe” –Suga, habló molesto. — ¿Qué no te han enseñado a tocar antes de entrar?

–Sí, lo siento, hyung, yo…

Pero para entonces, YoonGi, se había retirado sin tener más que decir y sin importarle en lo más mínimo las disculpas de J-hope. Este sólo miro a Jimin un poco confufido, mientras que Jimin dejaba caer sus hombros y sus ojos miraba al piso.

Los días siguieron así para estos dos chicos, aunque estaba vez fueron más distantes el uno con el otro. Ya que el señorito HoSeok, se había puesto de “detective” en todo aquel asunto y no paraba de hacer comentarios algo incomodos y de ser aún más cercano a Jimin, y eso a decir verdad no tenía nada contento a Suga. Por lo mismo evitaba estar en donde J-hope estuviese o donde Jimin y J-hope estuviesen juntos. Entonces, como si se hubiese tratado de un paquete, V, se unió al actuar de J-hope. Y lo peor –Según Suga- Era que Jimin se dejaba amar y al igual repartía amor como si fuese hecho de eso.

En algún conciso momento, la rutina tendría que cambiar. Algunos planes y actitudes tal vez. Los chicos tenían cada vez más presentaciones o entrevistas etcétera, y las salidas para convivir entre ellos se volvieron más frecuentes, y eso sólo solía complicar las cosas. Ya que Jimin y Suga se frecuentaban más en la casa o en las salidas entre ellos, como el ir a comer o ir al salón de ensayos para pasar el rato y divertirse haciendo idioteces.

En un momento dado, Suga dejo de asistir a toda esa actividad. Se quedaba en casa cuando los demás salían, y salía cuando los demás se quedaban en casa. Jimin ya ni siquiera podía verle, eran escasos los minutos que le veía, y en la mayoría de las ocasiones era por las salidas a presentaciones o la última vez que fueron a un show de variedades.

El pequeño Park, estaba más triste que nunca. No poder ver a su Hyung, le ponía molesto, ya que sabía que Suga se alejaba, que no eran coincidencias ni nada por el estilo, sino que Suga era quien influía en todo esto. No le parecía para nada justo, era un acto de cobardía.

—Jiminnie, hyung. ¿Puedo pasar?

Y he ahí, un día 17 de mayo, las siete treinta con cinco de la noche. Jimin se había encerrado en la habitación que compartía con V, mientras escuchaba música a todo volumen y oprimía sus labios para contener la ira. “¿Dónde se habrá metido, hyung?” pensaba una y otra vez.
Suga no había ido a dormir desde hace dos días a la casa Bangtan, Sólo iba a las pequeñas reuniones, o por ejemplo el día de ayer fue para coger un poco de ropa, informarse de próximos posibles eventos o presentaciones y habló un poco con el líder a solas.

Jimin, no lo comprendía.

Jungkook había ingresado a la pieza, ya que Jimin no le había prestado atención en absoluto, y cerró la puerta tras sí. Llego hasta la cama del peli-capuchino y se recostó a un lado del mayor con gran tranquilidad.

—eto…

Jimin había cogido el susto más grande de su vida. El no haberse percatado de la presencia de Jungkook desde un principio le llevo un golpe de sorpresa y fue a caer directo al suelo; golpeando sus caderas y raspando un poco su rodilla y codo izquierdos. Había pensado que se trataba de un fantasma o un monstruo, ¡O mucho peor! Un monstruo fantasma. Pero al ver los ojos de Jungkook asomándose por la orilla de la cama supo que no era así.

—¡Hyung, iremos a cenar a Suwon! —Había exclamado Jungkook con una gran sonrisa en su rostro.

Jimin torno una mueca y se levantó algo entumido y un poco adolorido del piso.

—¡Suga hyung, irá! ¡Dijo que él pagaría la cena! —Comento más emocionado para tal vez así animar a Jimin.

Cosa que si funciono.

—¿En verdad, galletita? —Jungkook asintió. —Ese hyung, ha sido muy malo conmigo, sabes. ¿No debería ir?

—Hyung. Mi Jinnie, me dijo que tú y Suga hyung, ¡Eran pareja! —Comenzó a comentar Jungkook con euforia. Jimin abrió los ojos un poco impresionado e indico con un ademán que no lo gritara. Entonces Jungkook prosiguió con un tono más bajo. —Pero dijo que estaba peleados porque Suga hyung, no se sentía listo…

—¡Vaya, kook! Jin hyung, no debía decirte. —Río Jimin.

En lugar de estar molesto parecía contento por la pisca de “inocencia” que Jungkook presentaba en aquellos momentos.

—Se lo tienen muy escondido, ¿Verdad hyung? Debe ir, así tal vez se reconcilien.

Jimin río más fuerte sintiendo el codeo del maknae en su abdomen. Así que Suga iría, después de tres semanas de evitar estos encuentros, a fin se presentaría nuevamente y aparte, pagaría la cena. Jimin estaba desconcertado ¿Quién se creía? Tenía que ir para poder reclamarle, así sería, sólo iría para eso. Porque si eso no importará, no hubiera ido, para que Suga sintiera lo que él. Pero igual era ridículo.

—No lo sé, kook. ¿Y sí sigue evitándome? No lo podré soportar.

—Sólo debe ser paciente, Suga hyung, entenderá. Y sí lo hace sentir mal, ¡castíguelo!

—¿Castigarlo? —Jungkook sonrío divertido y se levantó de la cama para dirigirse a la salida.

—Simplemente hágale entender.

Entonces, el maknae desapareció de la vista de Jimin, dejándolo dudoso. “¿Castigarlo, eh?” Aquello no sonaba nada mal.

Entonces, así se hizo. Los chicos partieron hacia Suwon-Corea del sur. Por supuesto, sin antes bañarse lo más rápido posible y vestirse cómodamente para una agradable cena. El viaje fue algo largo, pero rápido. Ya había anochecido cuando llegaron al restaurant particular que había elegido Suga, como uno en el que no solo comes la comida, sino que también la gozas. Cuando estuvieron dentro del cálido restaurant eran alrededor de las diez con quince, comenzaron a soltar suspiros de satisfacción y gruñidos contentos, estómagos vacíos. El aroma y el sonido de la comida hacerse era una gran gloria para los seis bangtanos.

Una ajumma les había recibido prácticamente con los brazos extendidos y les había dado la cordial bienvenido mientras les ofrecía una mesa especial para ellos –La cual ya estaba acomodada y lista para que tan sólo se colocaran las cazuelas y platos de rica comida.
Pero a todo esto, había un hueco vacío, que claro era uno importante.

—¿Dónde está Suga hyung?—Había cuestionado NamJoon de una vez, que todos estuvieron sentados conversando acerca del gran aroma del lugar.

—Oh, el joven Min dijo que llegaría tarde. —Gentilmente dijo una de las cocineras. —Dejo la cena pagada y dijo que por favor no lo esperaran para cenar.

—¡Waaa, hyung es genial! —Había exclamado J-hope con escándalo, a lo que V se le unió.

—¡El joven Min ha comprado a nuestros estómagos! —Había exclamado V saltando de su lugar.

—De igual forma. —Habló Jin. —Deberíamos esperarlo.

—¡Pero mi estómago gruñe! —Se había quejado J-hope y V al mismo tiempo.

Todos comenzaron a reír, a excepción de Jimin, no podía estar tranquilo en su lugar. Su distracción era la entrada, la cual estaba solitaria, con ningún Suga que se parara frente a ella, la empujase y entrase.
“¿En verdad vendrá?” se ´pregunto Jimin con cierta impaciencia.

Así pues, esperaron un poco más para esperar a YoonGi, pero al ver que no había señales de él, no tuvieron más que comenzar a comer sin el susodicho. Ya que no querían rechazar por más tiempo la deliciosa comida que se les tendía enfrente; se les enfriaría y era ya demasiado tarde. Cosa que al parecer no era un problema para las ajummas.

—Yo no comeré hasta que llegué Suga hyung. —Había sentenciado Jimin.

—Vamos, Jimin, Suga hyung, ha comprado esto para nosotros, él ya no vendrá. —Le había dicho J-hope que se encontraba a un lado de él. —De hecho, yo ya sabía sobre esto, me lo dijo ayer cuando fue a la casa.

—woo ¿En verdad, hoppie?

—Sí.

Pero aun así y con más razones, Jimin no había ingerido ni un solo alimento. Algo le decía que si vendría y que lo que había dicho Hoseok, era sólo para convencerlo de que comiera, como fuera él lo esperaría hasta que llegase. Y así lo hizo, Suga apareció a las 11 con veinte y dos minutos. Ya cuando todos, había casi terminado de comer y sólo se dedicaban a comentar cosas sin razón.

—¡Suga hyung! —Había exclamado Jungkook al ser el primero en verle entrar al lugar.

Jimin, en cuanto escuchó su nombre, dejo con la palabra a J-hope, que le contaba acerca de sus días de secundaria. Un tema que había sacado de repente para contentar a Jimin.

—¡Son las once y media YoonGi!

Y por supuesto los regaños de la princesa Jin no se hicieron esperar. Le había lanzado una mirada tan insinuante.

—Tuvimos que comer sin ti, como puedes ver. Pero JIMIN no ha comido nada por esperarte.

Suga se había mantenido erguido a unos pocos centímetros de ellos, con un vaso para café en una mano y un paquete en la otra. Sin poderlo evitar se había encontrado con la molesta mirada de Jin y continuamente con la de Jimin.

—¿Qué trae ahí, hyung? —Cuestiono Tae, rompiendo la tensión, señalando el paquete que YoonGi sostenía.

—Es una tarta. —Comento como si nada y continúo con su trayectoria.

YoonGi sólo tenía como destino un lugar, y era el que estaba al lado de Jimin. Pero claro, a sus costados tenía que estar J-hope y V.

—¿Me dará tarta hyung? —Le había preguntado el Alien del grupo al verle acercarse. Pero Suga simplemente negó.

—HoSeok. —Pronuncio YoonGi con frialdad. —Cámbiate de lugar, por favor.

—Pero ¡¿Por qué?!

—J-hope, ven y siéntate a mi lado. —Había interferido Jin. —Quiero que le cuentes a Jungkook lo que me dijiste el día de ayer.

—Eh?

—¡Si hoppie, hyung!

Hoseok, desconcertado y con un puchero en sus labios obedeció, aunque no sabía a qué se refería Jin, así lo hizo. Y le cedió su lugar a YoonGi.
Jimin en esos concisos momentos no había apartado la mirada de Suga, así fue hasta que este le miró fijamente. Jimin no pudo aguantar su mirada y la desvió.
Y las cosas parecían ser iguales. No le dirigió la palabra y se limitó a moverse. YoonGi sólo se concentró en ver como los demás charlaban y terminaban de engullir sus últimos bocados.

—Creo que será mejor que se vayan a casa —Había hablado al fin Suga con voz cansada y serena, todos lo voltearon a mirar. — ya es tarde. Yo me quedare aquí a cenar con Jimin. Sabía que no querría comer y que ustedes se comerían todo así que he pasado y compre algo de comida para él. —Jimin le miro.

—¿Y ustedes…

—Nos iremos en el KTX*.

—Pero ya cerraran aquí, hyung. —Le tocó comentar a RapMon.

—Si, además ¿Qué no es ya demasiado tarde para estar viajando en tren?

—No, no lo es. Es la hora perfecta en la que el tren viaja casi vacío. Y como sabrán no me gusta viajar con tanta gente a mi alrededor.

Jimin no tenía idea de lo que ocurría, sólo escuchaba cada comentario, y escuchar todo aquello lo había dejado con una idea en mente.

“Castigarlo, hacerle entender”

¡Vaya! Pero si Suga lo había estado evitando todo el tiempo, y ahora llegaba de la nada y sentencia un ¿Qué le estaba ocurriendo? ¿Acaso quería volverlo loco? Jimin había pensado todo esto mientras los demás aceptaban por fin y comenzaban a retirarse sin antes despedirse de las ajummas y dar varias palabras de agradecimiento a Suga tanto como a las cocineras.
Jin y J-hope en especial, no estaban muy seguros de dejarlos solos, pero a fin de cuentas se habían metido a la camioneta y habían partido a Seúl con los demás. Así fue como YoonGi y Jimin se quedaron a solas, claro a excepción de las cocineras y empleados.

—Ahora, debes comer para así podernos ir. Tenemos quince minutos antes de que cierren.

—Eish, ¿Sólo has venido a eso?

—Sí, Jimin, sólo a eso. Sabía que cometarias tus berrinches.

—Pensé que hablarías de nosotros. —confesó Jimin cabizbajo, curvando sus labios en un bulto.

Era absurdo que pensara eso sabiendo como era Suga, era inevitable. Pero se le escapo decirlo y como consecuencia comenzó a sentir un nudo en la garganta y sus ojos comenzaban a aguar.

—Jimin…

Entonces todo fue de alguna forma peor. Suga le había levantado la barbilla y le hizo levantar la vista, los labios de Jimin habían comenzado a temblar y sentía no poder soportar su mirada. Pero Suga no le dejo bajarla y le sostuvo firmemente de la barbilla.

—Para ellos no puede haber un “nosotros” De hecho. –Suga, suspiró y prosiguió —Ni siquiera sé si hay un nosotros. Al contrario parece que el “nosotros” esta dirigido para ti y J-hope ¡oh! Y ahora se le puede sumar V —Escatimó finalmente con los labios fruncidos.

Jimin gruño y cerro sus parpados con fuerza, provocó con eso que las lágrimas que mantenía en sus ojos, se desprendieran y rodaran por sus mejillas. Cuando quiso abrirlos de nuevo, Suga ya le había dado un escaso beso en los labios y había comenzado a abrir el paquete que contenía la supuesta tarta.

—No llores, o te verás más feo de lo que ya eres.

—Idiota…. —Murmuró. Jimin, para sus adentros y cubrió su rostro en sus brazos cruzados y apoyados en la mesa.

Le frustraba que YoonGi pensara y hablar cosas como esas, le dolía. J-hope y él eran sólo amigos nada más. ¡…l era el que no se acercaba! Suga era el que ocultaba sus sentimientos, él lo evitaba, ¡él todo! Para Jimin, Suga era el de la culpa, el de cabeza hueca, que no lograba entender que sólo lo amaba a él. Sólo a él. Y hoy lo castigaría, y le haría entender, a su manera, tal y como le había recomendado Jungkook.

En fin, por el momento tenía que obedecerlo, y comer de lo que le había ofrecido, una deliciosa tarta de fresa con un café capuchino. A decir verdad, disfruto cada bocado con aquella hambre. No tardó mucho en consumir la pequeña tarta él solito.

Después de su cena, Jimin y YoonGi les ayudaron a las ajummas a limpiar y acomodar para luego cerrar el local. YoonGi había hecho un gran gesto de agradecimiento.

—Una pregunta —Les había detenido una de las ajummas mayores.

—¿Sí?

—¿Tú y el pequeño…

—No.

Después de aquel incomodo momento, fue tiempo de que los chicos se retiraran, cómo era ya tarde, el hijo de una de las cocineras se ofreció llevarlos a la estación del KTX más cercana, que estaba por supuesto en la línea Gyeongbuseon. La cual pareció ser la más larga para Jimin, la incomodidad le mataba. De vez en cuando volteaba a ver a su hyung, y su mirada se encendía de tan sólo recordar todo lo que le dijo hoy. Pero no podían ser más perfecta noche, había comenzado a lloviznar y la luna se acomodaba en su punto.
Jimin podía ver por la ventana del coche como la llovizna nublaba su vista allá afuera, donde todo parecía correr en cámara lenta. Cada rodar de las llantas del coche eran como pasos de caracol.

Cuando estuvieron en la estación esperando el tren que les llevaría a Seúl de nuevo, las cosas se pusieron más tensas y frías. A su alrededor, no había más que dos personas; un sujeto de aspecto malicioso y un borrachito tirada en una esquina cercana a ellos.
El pequeño peli-capuchino tembló al imaginarse lo peor y además por el frío que comenzaba hacer.

“Espero que Jin hyung, tenga algo calientito para cuando lleguemos”

Había comenzado a pensar en un momento para distraer su mente.

“aunque no creo que este despierto a estas horas” “Así será mejor” “Qué todos duerman”

Entonces sintió una mano fría entre sus dedos. Era Suga, quien le había cogido de la mano para hacerlo entrar al vagon del tren que se había detenido frente a ellos.
Adentro, parecía ser algo así como un tren fantasma, no había más que tres personas –aparte de ellos- en el mismo vagón; una que dormía (Y sí que dormía, porque hasta roncaba) Y los dos hombres que le habían causado miedo a Jimin, uno se había ido hasta al fondo cayendo de una en el suelo, al moverse el transporte y el otro, se había arrinconado al otro lado del vagón con sus casquillos para los oídos puestos y algo que parecía ser una revista porno. Mientras que Jimin y Suga estaban en medio, algo cerca del hombre que dormía, recargados en las compuertas opuestas. El tren eléctrico había comenzado a andar.

—Vamos, Jimin, ya puedes soltar mi mano. —Había comentado un poco incómodo YoonGi forzando a Jimin que le soltara.

—Tengo frio hyung.

—Deberías haber traído un abrigo.

–Lo sé…Usted, debería calentarme.

Pero Suga no se había dado cuenta de la manera en que Jimin miraba todo su alrededor hasta caer su mirada en él, cuando Suga la capto, por alguna extraña razón sintió un poco de morbo en ella. Y eso, lo desconcertó.

—Hyung. ¿Usted no tiene frío? —Jimin cuestiono cogiendo el brazo de su mayor como a una muñeca y abrazarse a él. Suga moldeo sus facciones en un gesto de desagrado y se movió un poco y separó a Jimin de sí. —hyung —Jimin rugió y corrió tras él.

—Basta Jimin, estamos en el tren, no empieces con tus cosas.

Pero Jimin por supuesto hizo caso omiso a aquello, no pararía, Suga merecía que se le castigara. Además siempre le dejaba escaparse y hoy, hoy sería la excepción sin importar qué.

Jimin tomo del brazo a Suga antes de que este se fuera acomodar en uno de los tantos asientos vacíos y lo arrincono en las compuertas. Prácticamente lo hizo fácilmente darse la vuelta y estrellarlo contra ellas.

—¡Ya! ¡Deja de jugar!

Había acertado, YoonGi, a casi gritarle, pero calló al acordarse de que no eran los únicos en el vagón. Entonces se encontraba inmóvil con las narices en el cristal de las puertas, y con Jimin restregándole su miembro a sus espaldas. Los brazos de Jimin habían rodeado las caderas delgadas del peli-naranja y su respiración divagaba por el cuello blanquecino del mayor. Suga no tardo en sentirse acalorado. Intento no aplastarse por completo contra el cristal y apoyo sus manos en este para impulsarse un poco hacia atrás.

—Hyung, se ha portado muy mal conmigo estos días. —Jimin, susurro seductoramente en su oído, mientras respiraba tranquilamente en su cuello y lo apretaba más contra su cuerpo.

—Basta, Jimin, me…me lastimas. —Articulo el mayor con dificultad mientras hacia su cuello a un lado para darle más accesibilidad a Jimin en esa zona.

Cosa que hizo por instinto, ya que lo que en parte deseaba era que Jimin le dejara tranquilo, pues eso lo ponía demasiado nervioso. Pero por otra parte, su cuerpo comenzaba a reaccionar de una forma distinta y algo nueva que a su vez le pedía algo más.

—Pero, usted siempre lastima a mi corazón hyung, y no me ve quejándome y aunque lo hiciera le da por igual. —Dijo el menor en forma de excusa, y abultando sus labios. —¿Dónde estuvo estos días?

—Con un amigo, Jimin, suéltame.

—¡Con un amigo! —Jimin había fruncido sus labios. —Usted puede desaparecer para ir a pasar la noche con amigos y yo no puedo hablar con Hoseok hyung.

—Es diferente Jimin. Además tú y él no sólo se la pasan hablando. J-hope se te encima mucho. Eso me molesta…

—Pero…pero eso no importa. Sólo es mi amigo, y él no sólo me trata a mí así, también esta V.

—¡Por eso es un Put*! …l no debería ser así, tu eres mío. —YoonGi al decir estas palabras, que las había dicho sin pensar, callo en un silencio de inmediato, sintiéndose algo incómodo.

—hyung...¡Me dejo solo!... y ni siquiera aceptado nuestra relación formalmente… No soy suyo, no. Pero usted si será mío.

—Jimin ah….

Jimin había acomodado una parte de su rostro en la espalda del peli-naranja y sus manos habían bajado lentamente por los muslos del otro. Afortunadamente para el menor, Suga, Llevaba unos pantalones alongados de un tela algo delgada, perfectos para la ocasión. Había comenzado a descender hasta encontrarse con su ingle y comenzar a frotar suavemente esas zonas con delicadeza, mientras Suga comenzaba a estremecerse con cada tacto. A pesar de que la acción era cometida por encima de sus telas, podía sentir aquella sensibilidad que no sabía que tenía.

—Para, Jimin es suficiente…Joder.

Suga dejó caer su cabeza hacia adelante, golpeando su frente contra el cristal. Jimin hacia aquel trabajo de repartir frotes por aquellas zonas sensibles. Recargo su barbilla en el hombro de Suga, y miro con satisfacción la expresión del mayor.

—Fue malo conmigo hyung. —Susurro en su cuello y se atrevió a dejar un rastro húmedo con su lengua, YoonGi se estremeció y bufo molesto.

Sinceramente era algo extraño para Suga, todo aquello que Jimin había comenzado a hacer en él era algo que comenzaba a molestarle un poco. Pero entonces las cosas se complicaron para el mayor cuando Jimin comenzó a rozar con intención el miembro de Suga por debajo de la ropa, el cual comenzó a querer tener una erección, y –Según Jimin- no tardaría en manifestare.

Para entonces, Jimin, había comenzado a besar y morder delicadamente el cuello blanquecino del mayor, mientras mesclaba sus manos por debajo de sus pantalones.

—Jimin, eso no… —Suga jadeo al sentir las frías manos de Jimin acariciar con más facilidad sus zonas sensibles.

Sólo quedaba una prenda que Jimin aún no se atrevía a pasar. Comenzaba a advertirle la manera en que su mayor, “sufría” por su actuar sobre él. Sabía que no se encontraban sólos, -anteriormente estaba asustado por los dos hombres que estaban ahí- pero aun así había observado las situaciones en que se encontraban y había sacado ventajas divertidas de eso. Ahora no le importaba mucho, Suga se le había escapado bastante, y esta noche de alguna forma lo haría suyo. Era una idea que tenía en mente desde antes de que se le confesara.

—Hyung. —Murmuro Jimin por encima del hombro del mayor, saco una de sus manos del pantalón de YoonGi y la uso para tomar de la nuca al peli-naranja y hacer que sus labios de alguna forma se tocaran.

La posición en la que YoonGi se encontraba no era muy cómoda, sus caderas y cuello estaban algo retorcidos, con una mano intrusa acariciándole el pene por encima de su bóxer, y con los gruesos labios de Jimin devorando los suyos. El placer por supuesto no tardo tanto en presentarse en tal ocasión que consideraba muy imprudente. Bastante imprudente y vergonzosa, pensaría Suga. Pero no podía salir de tales acciones (Podía pero su cuerpo no quería) Era como si estuviera atrapado en una telaraña, siendo el un mosquito y Jimin la araña que quería envolverlo. Para YoonGi todo lo que estaba sucediendo era algo loco y esperara y no llegara a más, quería que Jimin parara porque sabía que después ya no podría. De tan sólo pensar a lo que podrían llegar, ya se le había calentado todo el cuerpo.

Y las cosas siguieron con un paso más de lujuria. El mayor entre el beso, jadeo al sentir dolor en su entre pierna. Jimin había dejado de besarle y había vuelto su mano al lugar de antes, pero esta vez fue por debajo de la última prenda. Cogió con ambas manos el pene semi-erecto de Suga y comenzó a estimularlo con sus dedos.
Suga en forma automática poso sus manos (que anteriormente las apoyaba en las compuertas) en los brazos de Jimin, intentando hacerle sacar sus manos de sus intimidades. Pero realmente ¿Eso era lo que quería? Si lo había estado evitando era precisamente para no llegar a una situación como esta. Pero debido a las circunstancias no podía hacer mucho ya. Se dedicó a morderse los labios y a aferrarse a los brazos de Jimin.

—Jimin-a…ese…este….no es lugar para hacer esto ¡agh!

—Hyung, eso no importa. Sólo disfrute de su castigo. —Jimin respondió en un susurró seductor, desde el inicio del momento sus voces se habían convertido en susurros y exhalaciones pesadas.

Los dedos de Jimin presionaron la longitud del pene ajeno y comenzó a subir y bajar su mano en un tiempo constante. A Suga le comenzó a parecer que las manos de Jimin era todas unas expertas en el caso. Tanto así que comenzaban por ponerlo loco. La erección había comenzado a crecer gracias a la penetración que Jimin le aportaba con sus manos. Y por supuesto le dolía, pero era un dolor que poco a poco le agradaba de cierta manera. Las mejillas del mayor comenzaban a ponerse rojas y su temperamento iba en aumento. Mientras que Jimin igual comenzaba a excitarle los jadeos que YoonGi intentaba ahogar.

Las ropas del blanquecino comenzaban a molestarle al moreno, ya que no podía masturbarle con tanta libertad, sí lo suficiente para satisfacerlo, pero no tanto como para ponerlo como él quería, además de que era un tanto difícil por debajo de las ropas. Sin importarle en lo mínimo a lo que YoonGi reaccionase, Jimin saco una de sus manos para tan sólo bajar los pantalones junto con los bóxer –dejándolo un poco más arriba de las rodillas- y ahora utilizar esa mano para masturbarse de alguna manera a él mismo.

—Hay… hay más personas ¡Coño! —Suga había podido quejarse con voz forzosa al tiempo de haberse encontrado en una nueva situación.

El tan sólo pensar en los tres hombres, su cara había enrojecido más de vergüenza, y se preguntaba que pasaba al rededor suyo. “Espero y no se den cuenta” Había casi pensado a deseo “Esto es tan humillante” después de lo otro apretó sus dientes al sentir cómo Jimin había cogido ahora sus testículos. Sus piernas temblaron y se dejó caer al suelo.
Jimin cayó junto a él de rodillas.

—Lo deseo mucho hyung. —Había jadeado Jimin en el oído del otro con una voz ronca. —Sólo lo amo a usted. —Le dijo y respiro lentamente en su cuello, mientras terminaba por masturbarle mientras masajeaba sus testículos. Sólo un poco más y Suga sentiría su liquido venirse.

–Ca-c…cállate insecto…

El pene de Suga ya estaba lo suficiente erecto y listo para expulsar el semen que ya comenzaba a dolerle por tanto resistirlo. Sólo unos cuantos movimientos más por parte de la mano del menor, y su liquido caliente salió por completo en la mano de Jimin. YoonGi apenas pudo alcanzar a morder el brazo de Jimin para que su gemido no se escuchara.

El KTX iba solitario por las vías, en una noche tranquila, con unas cuantas personas durmiendo bajo su techo. En uno de los últimos vagones, un hombre de piel lechosa, cabellos grasosos y sucios y ojos cansados y esquizofrénicos, mirando plácidamente imágenes realmente excitantes mientras escuchaba música a todo volumen. Sus ojos parecían quererse salir de sus orbitas; otro hombre, de piel un tanto morena. La ropa llena de alcohol a igual que su aliento, intenten taba no caer debido al movimiento del tren, intentaba dormir e intentaba tomar de su botella de licor al mismo tiempo; uno más, de unos cuarenta y tantos años que iba sentando y con la cabeza colgándole de un lado, durmiendo plácidamente en los brazos de Morfeo. Y finalmente dos Idols muy despiertos que se encontraban arrodillados, intentando ser consumidos por la extinción y placer.

Jimin de alguna forma, había hecho voltear a Suga para tenerlo de frente y así poder tomar de él, algo que había necesitado durante todos esos días. Sus labios. Tomo sus mejillas con ambas manos y lo acerco lo suficiente para iniciar un beso necesitado. Suga en esta ocasión no dudo en responder, aunque no pudo seguir el ritmo debido a que se sentía desorientado. Seguía arrodillado y con los pantalones a la mitad de las piernas. Ante todo se sentía terriblemente débil ante Jimin, estaba siendo ukeado por su Dongsaeng, por Jimin.
Mientras su beso tomaba un cierto ritmo, Jimin había soltado una de las mejillas de YoonGi y se auto masturbaba.

Pero como era de suceder, el beso se cortó, debido a la falta de aire. Y ambos se miraron a los ojos por varios segundos, porque el minuto no pudo hacerse esperar ´para el menor.

—Ya es suficiente, Jimin. —Dijo, Suga, no pudiendo evitar bajar su mirada al pantalón de Jimin y ver como se auto masturbaba. Jimin apretaba sus labios y bombardeaba su pene cada vez más. –¡Deja de hacerlo!

—Hyung. —Articulo Jimin con una voz ronca y se lanzó a los labios de YoonGi para aportarle un largo y cansado beso. —Hyung… —Esta vez sollozo entre sus labios. Las lágrimas habían comenzado a rodar nuevamente por sus mejillas. —Sólo hago esto… yo… porque… debo hacerlo entender…que sólo lo quiero a usted y que me lastima mucho en verdad su manera de ser conmigo… yo debo castigarlo por eso…

—Jimin-ah.

YoonGi le miro con culpa. Vio el dolor de Jimin a través de sus ojos lluviosos. No le gusto verlo así, le partió el corazón en mil pedazos e incluso olvido en la situación que se encontraban. Nunca imagino, más bien nunca se detuvo a pensar en lo que estaban provocando sus acciones. De una cosa estaba seguro, y esa era que amaba a Jimin, pero también dudaba en si era lo correcto. Sus celos y dudas lo llevaron hasta ese punto. Y lo hacía sentir tan mal. Todo eso, en concreto TODO, era algo nuevo para él y por eso le constaba el saber cómo debía comportarse. Le había costado mucho el aceptar su preferencia sexual. El enterarse que le atraían los hombres o más bien uno en particular. Park Ji Min.

Era frío por temor a decir cosas que tal vez no se ajustarían y lo era porque tampoco quería sentir más posesión sobre alguien que en realidad no era del todo suyo.
Nunca pensó que Jimin se atrevería a confesársele y tampoco que él llegaría a corresponderle en un frenético beso, para que al día siguiente tuviera que hablar con él y decirle que no podían decirle aún a los demás miembros.
Y no quería decirlo porque no estaba seguro de la palabra “Novio” a disposición de que todos lo supiesen. O bueno sólo los Bangtan boy’s.
–Jimin, yo lo sien…—Pero Jimin no le dejo terminar. Sabía que YoonGi se disculparía y creía en lo que diría pero aun así iba terminar con lo que había iniciado.


El menor había cogido nuevamente el miembro del mayor para llevarlo directamente a su boca y engullirlo por completo. YoonGi en esa ocasión no tuvo ni tiempo para respirar y lo único que acertó a dar fue un gemido que sólo animo más a Jimin para continuar con su felación. Lubricaba el pene del mayor con su boca; lo sacaba y metía, daba lamidas desde la punta a la base y volvía al mismo patrón de actos.
YoonGi enredo sus dígitos por los cabellos capuchinos de su menor y apretaba los labios mientras las mejillas volvían a intensificarse.

—Jimin-ah…ya…eso….no es...

Pero YoonGi no podía ni siquiera hablar, no podía negar que lo disfrutaba, aunque también por su lado pensaba que era algo un tanto extraño y poco higiénico. Estaba sumamente avergonzado. No había podido evitar ver para sus lados con la frustración de no poder saber que ocurría, de si no había alguna cámara o si alguno de esos hombres ya los había escuchado.

Jimin siguió lamiendo toda la extensión del miembro de YoonGi -que había vuelto a endurecer- y mientras se dedicaba en eso, había conseguido sentar a YoonGi sobre el piso del tren y así continuar mientras metía de una uno de sus dedos en el ano principiante del mayor. YoonGi arqueo instintivamente su espalda y jalo los cabellos de Jimin con fuerza mientras su cabeza se dejaba caer recargada en las compuertas. Aquel dedo intruso le había dolido de una manera alucinante y comenzó a sentir más dolor al sentir un segundo y finalmente un tercero. Cosa a la que fue acostumbrándose a pesar de que lo tenía incómodo.

“No, no puede continuar”

Pero aun así Jimin prosiguió hasta que consiguió que YoonGi se corriera una vez más, y esta vez en la boca del menor. Jimin algo inseguro se había tragado el semen de YoonGi y había ido directamente a los labios de este para poder besarle.

—-Suga, hyung…es tan delicioso. —había murmurado Jimin con morbo.

— ¡Cállate! —Le medio grito Suga jadeante.

Jimin se rio y comenzó a mover sus dedos –que invadían el trasero del mayor- abriéndolos y cerrándolos, intentando hacer círculos y de cualquier forma posible para poder estimular la entrada de su presa.
El pecho de Suga se extraía y contraía de una manera casi frenética, la respiración le pesaba y por otra parte, se sentía más deseoso. Sus mejillas ardían al igual que su cuerpo. Por un momento creía sentirse en una situación en que Jimin lo violaba, pero ¿Era así? …l estaba dejando que prosiguiera, por lo tanto no lo era, más bien lo que estaba ocurriendo era que su menor lo estaba ukeando a él. Esa era la parte más vergonzosa y la otra, bueno ya había hecho mención de que se encontraban a bordo del KTX.

Aquello era algo tan… extravagante…Suga no quería seguir pensando en que su primera vez seria en los pisos de un tren. Pero aquello también tenía su lado excitante y de alguna forma enferma. Se preguntaba si era un sueño ¡Y vaya que si lo fuera, sería demasiado!

Los dedos de Jimin al fin habían salido del ano del mayor, el cual se sintió algo liberado y necesitado al instante. Los efectos del erotismo y negación luchaban entre sí para apoderarse totalmente de su cuerpo.
Jimin había bajado el cierre de su pantalón rojo y había sacado al descubierto su pene ya erecto. –el cual le dolía- y lo metió sin delicadeza alguna en la entrada de su mayor, así habriendole un poco más las piernas.

YoonGi había arqueado su espalda y se había abrazado a la espalda de Jimin para morderle hombro. Estaba siendo ahora invadido por algo más que dedos, y eso era algo que no necesitaba ni pensarse.

—¿Hyung, está bien? —Le pregunto, Jimin entre cortado, quedándose en tal posición y sosteniendo al mayor por las caderas.

—Agh…co-cómo te atreves a preguntarme tal cosa. –Pudieron apenas emitir sus labios entre jadeos.

Jimin dejó escapar una sonrisa ladina y movió un poco sus caderas con intención. YoonGi se aferró más a él y le susurro un “Termina de una vez, Coño” Y como era de esperarse, Jimin lo hizo, pero no tanto porque el mayor se lo pedía, sino por su propio actuar. Comenzó con una primera embestida que le costó un poco, debido a que las paredes del mayor eran estrechas y apenas podía moverse entre ellas, y aquello también lograba satisfacerle. La segunda, fue un poco más firme seguidas de una y otra más, que comenzaron en un vaivén constante.

Las caderas tanto de ambos, comenzaron a moverse a un compás interminable, YoonGi había caído en el deseo absoluto. Por lo tanto no pudo evitar entre el transcurso del momento, pedir un “más” jadeante a Jimin, que por supuesto había sido más bien un bajo susurro, que apenas pudo escuchar el dominante.

Su concentración estaba en golpear la próstata del mayor, la cual consiguió romper al cabo de pasar unos minutos. Suga, había arqueado su espalda, como si una corriente le goleara bruscamente y varios espasmos vinieron a él cuando Jimin se esmeró en golpear cada vez más ese punto perfecto. Las embestidas habían aumentado su velocidad y profundidad y entonces llego la fase en la que el orgasmo se llevaría el premio estelar.

Hoy por primera vez se habían hecho uno, en una noche embelesada, camino hacia Seúl.

Sus gemidos los habían ahogado en los labios uno del otro, sellando finalmente aquellas acciones. Un beso agotado y cálido.

—Suga hyung… —había intentado hablar Jimin, al finalizar el beso y junto su frente con la opuesta, relamió sus labios y los habrio para proseguir hablar.

—guárdate tus comentarios, Jimin. —Suga, le interrumpió mirándole un tanto molesto. Aun así su vergüenza se podía distinguir a la perfección. Jimin no pudo evitar soltar una risa cansada.

—Suga hyung, ¿Le ha gustado mi manera de castigarlo?

–Ah... Si claro, debería tratarte mal más seguido…—Habló con un poco de sarcasmo y volteando sus pupilas. Y eso no le agrado mucho al menor.

—Eish. Ese no era el punto. Debía aceptar lo nuestro.

Entonces un tanto como pequeña venganza, Jimin salió bruscamente de las paredes de Suga. —Ya que no lo había hecho con anterioridad-

—Jimin-agh…. Estúpido… te amo.

El KTX viajaba con pocos pasajeros, en una noche, tranquila y húmeda. En uno de sus vagones, un hombre de mal apariencia que había quedado semi dormido con los audífonos puestos, escuchando música a todo volumen. Un hombre ebrio que finamente había vomitado un par de veces y había creído alucinar al escuchar sonidos extraños y finalmente se había desmayado en los asientos. Uno más que dormía en un sueño tan pesado, que nada podía parecer despertarlo. Y dos más que acababa de tener una noche impura y loca en las instalaciones de ese cálido tren.

On a Train…where you can consume the plausure.
Notas finales: *El KTX es un tren expres de corea. (Korea Train eXpres) y pos en si la descripcion que utilice aquí ni al caso, porque para empezar en el tren hay personal (Como tipo azafatas) XD y pos como que el espacio es algo pequeño y muchos asientos alineados, y luego no tengo ni idea de si a las doce de la noche siga dando servicio u o haya muy poca gente cx. Pero pos bueno, ustedes imaginen que si. Lo unico real fueron las ubicaciones y pos así.

Me dio hasta cosita escribir esto ewe El jimin se violo bien sabroso al suga apoco no XDDD

El YoonMin is Love.

Pues orwa! -huye una vez más-

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