Un azabache se encontraba dando vueltas en su oficina mientras era seguido por una par de ojos cafés -Por favor Shikamaru como puede ser posible que el caso se cierre si el maldito hijo de puta que mato a mi hijo está libre de culpa- Sasuke Uchiha estaba totalmente enfurecido, se le notaba por su seño fruncido, Naruto a su lado estaba con los ojos aguados de impotencia por lo que su abogado les acababa de decir.
-Lo siento Sasuke, pero el juez encuentra este caso irrelevante, ya que el testimonio de tu hijo más pequeño no es tomado en serio por ser un niño, y ya que nunca se encontró más testigos, el caso ha quedado como un intento de asalto, no hay prototipo de búsqueda ya que tu hijo menor no recuerda la cara del sujeto, yo ya no puedo hacer más, si esto sigue así el caso se cerrara en unas dos semanas.
-Pues entonces yo investigare por mis propios medios- dijo Naruto totalmente decidido- yo encontrare a ese maldito y le hare confesar.
-Cariño no digas eso, si algo te pasa a ti me muero, ya no podría soportar otra perdida- Sasuke abrazo a su esposo- Sikamaru has algo por favor, eres mi abogado de mayor confianza, si alguien puede resolver este caso eres tú.
Sikamaru suspiro profundo, estaba agotado por tanto trabajo, el maldito desgraciado era un genio, porque no encontraba ninguna pista de él, en eso recordó que todavía tenían una última opción- Naruto tu eres el más grande amigo que tengo, lo único que quiero es ayudar – tras decir eso, Sasuke frunció el seño. Siempre sintió celos de la relación de amistad de su esposo con Shikamaru- por ahora la única opción que les doy es contratar a un investigador privado.
-Contratare a un investigador privado, Shikamaru ¿me recomiendas uno?- Shikamaru le entrego una tarjeta.
-Este te ayudara, es el mejor que conozco. Bueno chicos los dejo, siento no poder hacer nada más, si llegan a averiguar algo no duden en decírmelo, convenceré a el juez de no cerrar el caso
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Un rubio iba caminando con su hijo, el pequeño llevaba un uniforme de la primaria Konoha-Adiós bebe nos vemos a la salida- le sonrio Naruto a Sora- te preparare un almuerzo delicioso.
-Gracias oto-chan- le dio un beso en la mejilla al blondo en modo de despido y corrió al encuentro de su profesor, un varón de unos 40 años, cabellos plateados y lentes redondos, este le sonrió a Naruto saludándolo con la mano, y este le respondió del mismo modo acercándose para platicar.
-Kabuto-sensei buenos días- una hermosa sonrisa salió de los labios de Naruto, nunca había confiado en el profesor, pero eso no quitaba que sea solo una idea suya.
-Buenos días Naruto-kun, dígame ¿en qué le puedo ayudar?- a diferencia de el rubio, la sonrisa de esta era tétrica, lo cual le causo un pequeño escalofrió.
-Lo que sucede es que estoy investigando el asesinato de mi hijo, ya que quieren cerrar el caso, y quería saber si usted vio a alguien extraño cuando Hiro vino a recoger a Sora.
Kabuto se acomodo sus lentes cambiando inmediatamente su sonrisa para poner una cara de total seriedad-Mmm… no lo siento Naruto-kun no recuerdo a nadie sospechoso.
-No hay problema, muchas gracias, nos vemos adiós sensei.
-Adios, suerte con su investigación.
Naruto hizo el recorrido que hizo ese día su hijo, paso preguntando a las personas que pasaban por ahí si alguien había visto algo, era casi imposible encontrar a alguien que hubiese estado en el momento del disparo hacia su hijo, pregunto en algunos locales comerciales y nada, en una tienda le Hablaron de un vendedor ambulante fue el que llamo a la ambulancia ese día, Naruto le pidió las características de esa persona, le dijeron que lo podía encontrar todos los días después de las 3 de la tarde frente a su local, así que el blondo fue a su casa para hacer la comida de su retoño, luego de ir buscarlo iría a buscar al vendedor de joyas.
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De vuelta iban de la primaria Konoha Naruto paso con Sora a la persona que paso sus últimos días de vida con Hiro-Buenas tardes me llamo Naruto Uchiha, soy padre de Hiro Uchiha un chico al que asesinaron hace 6 meses, me dijeron que usted llamo a la ambulancia ese día, quisiera darle mis más sinceros agradecimientos- una angelical sonrisa se adorno en el rostro del blondo, si quería que ese hombre hablara tenía que mostrar la mejor impresión de sí mismo.- le estiro la mano en modo de agradecimiento.
El hombre de ya una edad mayo miro a Naruto-Oh de nada joven solo hice lo que cualquier persona hubiera hecho-dijo estrechando su mano
-Es usted muy modesto, pero no estoy aquí solo para agradecerle, sino también para preguntarle qué es lo que usted vio ese día.
-Mmm… bueno su hijo con un niño de la mano cuando un sujetos los ataco, no hay mucho que decir en realidad.
-Pero ¿pudo ver a el hombre que le disparo?, ¿Cómo era?-Naruto ya estaba desesperado, ese hombre era su única esperanza, y al parecer no le seria de mucha ayuda, Sora miro a su oto-chan preocupado.
-Oto-chan ¿quién es el señor?
-Ahora no Sora, oto-chan está ocupado, por favor dígame como era el sujeto- dijo esto último dirigiéndose a el señor.
-Lo siento joven peo esa persona estaba totalmente cubierto con una chaqueta, se dejo ver su cara, aunque puedo decir que era alto, como un metro noventa, y sus manos eran muy pálidas, eso fue lo único que se puedo ver, espero que eso pueda ayudarle- el vendedor puso una cara de angustia, entendía la desesperación de él blondo, siendo tan joven y perder un hijo debía ser una de las peores perdidas para una persona.
-Gracias, perdón por interrumpirlo- no espero una despedida del caballero, simplemente camino a prisa con su hijo de la mano. Frustrado, era como se sentía, no había servido de nada su investigación, ya que muchas personas podían ser de esas características.
Camino más tranquilo hacia su casa, Sora iba muy callado y se sitio culpable, se agacho para quedar a su altura, y con sus manos agarro su carita.
-Bebe, ¿estás molesto con oto-chan?
-No solo estoy preocupado por ti, has estado muy triste, tu y oto-san, yo ya no quiero que estén tristes- los brillosos ojos de su hijo amenazando soltar lagrimas le rompieron el corazón.
-Perdóname mi cielo, no volveré a tratarte de esa manera nunca más- le dio un pequeño beso en su frente, se puso de pie y retomo su camino junto a Sora.
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En un galpón a las afuera de la ciudad se encontraba alrededor de 10 personas, levaban puesta unas extrañas túnicas, uno de ellos de cabello oscuro y largo se paro delate de todo.
-El caso se está por cerrar, ya pronto será el momento de actuar- la cara de todos los sujetos fue de total felicidad- pero hay un pequeño inconveniente, el padre doncel del mocoso se puso a investigar, no hay de que asustarse, pero creo que deberíamos darle una lección para que sepa que no debe meter sus narices en donde no le concierne- todos los sujetos sonrieron, púes ya sabían cómo lo torturarían, ese doncel era una preciosidad y no perderían la oportunidad que se les estaba presentando.
-Pero el jefe…- no pudo continuar ya que rápidamente lo interrumpieron.
-El jefe no tiene que enterarse si todos participamos- interrumpió- podremos darle una pequeña probadita antes que el jefe, ya que una vez que él lo tenga entre sus brazos, no nos dejara tocarle un solo pelo- todos movieron su cabeza en modo de afirmación, sabían cuan grande era la obsesión de su jefe con el rubio, así que tendrían que usarlo antes que él, ya después no podrían probar al exquisito doncel.