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Mi Miserable Vida. por ale-aleju

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Notas del fanfic:

Bueno aqui les trago mi primer fic nuevamente y no me apaleen. Lo siento mucho por anteriormente borrarlo...

No pasaba por un buen momento, por eso lo borre. Bueno, eso ya vale madres, vuelvan a leerlo, he cambiado algunas cosillas por ahí.

Que lo difruten ~

Notas del capitulo:

Ñom ... No tengo mas que decir al respecto, solo que lo disfruten y ya.

¡A leer!

 


No, no, no… otra vez no…. Otra vez ese hombre de traje negro aparece. Abrí mis ojos y otra vez estaba sentado en aquella  vieja  y blanca silla… oí pasos, ¡no! No, no  ahí viene otra vez él… espera, se detuvo.


Pero, donde est-t…. alce la mirada y estaba en frente mío, mirándome con su penetrante mirada, se iba acercar a mí,  sin embargo algo lo detuvo. Me sonrió macabramente, como siempre solía hacerlo, camino lento, y desapareció entre las penumbras.


Lo busque con la mirada, pero no  vi mas, de repente veo una luz, una muy intensa, e inevitablemente se cerraron mis ojos…


 


 


Odio soñar lo mismo, siempre con él, con el hombre de traje… mirándome de esa manera, como si esperase algo.


Trate de abrir mis ojos, los sentía muy pesados, pero a pesar de aquello lo  logre, y cuando los abrí por completo, una luz enceguecedora me da en el rostro.


Cierto… lo había olvidado por completo, estaba en ese horrible  hospital, en donde trataban de rescatar algo que ya no servia...


Mire a mi alrededor, y todo seguía tal cual como antes que me durmiera. Aunque había una pequeña diferencia… que ya n- espera, y ¿él? ¿Quién es él?


Lo quede observando por un rato, estaba sentado en uno de los dos pequeños muebles, leyendo un libro, pero no noto que había despertado… o eso creía…


 


–Que bueno que ya despertaste.-se puso de pie, cerrando el libro y comenzó a caminar en dirección de la cama. – ya empezaba a preocuparme, has dormido demasiado…


 


¿Preocuparse?


 


¿Por mí?


 


 No sabia si reír  o llorar, es que ¡por dios! ¡Si yo no le importo a nadie!


Menos, alguien como él se preocuparía por mi…


 


Así que opte por reír.


 


-No digas estupideces, tu, no podrías preocuparte por alguien como yo, por algo muy sencillo. Yo no le importo a nadie por eso estoy aquí y…- no pude continuar un nudo en la garganta me lo impidió.


 


Lo quede observando, estaba parado frente a mí, traía el cabello negro, como la noche, una bata de doctor, y me detuve en su mirada, sus ojos eran marrón oscuro y tenia pequeñas bolsas de los ojos, como ojeras; y en todo este tiempo mantuvo su mirada sobre mi.


 


Era serena, tratando de examinar más de lo debido a través de mi alma... así que desvié la mirada, a otro lado…


 


- …Y además tú no sabes quién soy, ni yo lo se.- sentencie.


- Tienes razón no se nada acerca de ti, es mas ni tú de mi…-sonrió, sentándose en la orilla de la cama- entonces, dime… ¿quién eres tú?


 


Dijo esta vez algo mas serio, mirándome a los ojos…


 


 


Pero… ¿a qué se refería con eso de, quien eres tú? Volví a mirarlo, y él aun lo hacia.


 


Por un momento divague por mi mente y mis recuerdos, pensé realmente quien era yo, por qué y para qué vine a este mundo, y que lugar ocupaba, y no encontré repuesta alguna… ¿acaso solo vine para sufrir y ser dañado?


 


Inevitablemente recordé lo que sucedió aquella tarde de otoño… El horrible sentimiento que me invadía en ese entonces, la necesidad de sentirme amado y querido por alguien, esa soledad que me embargaba… Y un nudo en mi garganta se formo, fue inevitable y las lagrimas saltaron.


 


Solo pensar en aquello me ponía mal. Torpemente trate de limpiar las lágrimas que salían, pero seguían haciéndolo. Y me percate de algo que había ignorado desde que desperté… Las vendas… vendas que traía en mis muñecas… quizás si…


Y con saña y maldad comencé a jalonearlas, haciéndome daño, logrando mi objetivo, viendo por fin aquel liquido rojizo que me tranquilizaba, observando como las estúpidas vendas, se teñían de un rojizo algo intenso…


 


 


-¡Oye! No hagas eso- me tomo de las manos, para que dejara lo que hacia- no lo hagas, que te dañas- dijo mirándome a los ojos.-… ¿estás bien?


 


-No, no lo estoy, quiero... quiero irme de aquí, quiero salir de esta habitación, salir de este hospital, y salir de esta vida...- y rompí en llanto, me soltó ambas manos, inevitablemente me aferre a mi mismo, como siempre, abrazándome, sintiendo que era yo contra el mundo y que si no cerraba los ojos con fuerza el mundo cruel y extraño vendría por mí y me consumiría… hasta que sentí su tibia mano limpiándome  la mejillas de las lagrimas. Se detuvo en mi barbilla, y alzo delicadamente mi rostro hasta que lo mirara a los ojos, abrí los ojos lentamente, apretando las sabanas entre mis dedos.


 


-¡No digas eso! Ni lo pienses… no es correcto que un chico como tu, haya decidido tomar una solución permanente para un problema temporal… el suicidio no es la mejor solución para los problemas….-lo único que hice, fue desviar la mirada, débilmente sollozando.


 


Con tal de mirarlo a los ojos, esos ojos que en un momento tan simple como ese, habían leído hasta mi alma…


 


-¿Te sientes mejor? No quiero que tengas esas ideas de ti, sé que eres bueno, solo que no has pasado por buenos momentos. Eres un buen chico…


- No, no lo soy. Por favor quiero estar solo… realmente no sabes lo que paso…


 


- Lo siento, pero no podré dejarte solo, quiero decir que, soy tu medico y como tal debo estar acá contigo, cuidando de ti…y protegiéndote en cierto modo…


Por cierto, hasta ahora no lo he preguntado, ¿cuál es tu nombre?


 


-…-baje la mirada, no quería verlo a los ojos, comencé a  jugar con mis dedos –Ji Yong, Kwon Ji Yong. Tengo una pequeña duda que  ronda mi cabeza… Fue... tú fuiste, ¿quién me salvo? ¿No es así? – pregunte dudoso, con rabia ante la respuesta que fuera a tener.


 


- Así es, Ji Yong. Gracias a mi estas aquí…


 


- ¡Pero dime, ¿por qué lo hiciste?! ¡Quien te autorizo, a que lo hicieras! ¿Por qué te aferras a la idea que puedo continuar? No vez que yo j – me interrumpió.


 


-Ji en esta vida no todo es color rosa, habrá momentos difíciles, eso es claro, pero ese es el objetivo que sigas luchando. Se que aun puedes seguir luchando por eso tienes una segunda oportunidad.


La vida es el tesoro más valioso que tenemos, tenemos que cuidarla con garras y dientes, de esas personas que osan arrebatárnosla… y tú, tú quieres acabarla, pues no, no te lo permitiré, aun no encuentras esa luz, aquella luz que guíe tu camino. -- hizo una pausa, lo mire, tenia la mirada perdida puesta en la nada…-sé que encontraras esa luz que falta, para que guíe tus sentidos…y sabes, yo me encargare de aquello.- dicho esto, volvió la mirada hacia mí, sonrío y acaricio mi mejilla.


 


 

Notas finales:

Si hay faltas ortograficas lo siento u.u

Espero sus reviews con ansias. Y gracias por tomarse el tiempo de leer uno de mis fics.


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