Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El ultimo Seguidor de Set por AleCab06

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este Fic lo voy a volver a subir porque tenia una serie de errores -.-   pero ahora esta mejor gracias a copañera que se ofrecio a ser mi beta, te agradezco mucho... Los Reviews que fueron super importantes los guarde :3 

Espero les guste!! Estare publicandolo los lunes y jueves :) 

Prólogo

Corría por las calles de Brixton a toda velocidad, tratando de escapar de sus agresores, que desde hacía unos momentos no lo había dejado en paz.

 —¡Corre, Caitif, muerto de hambre! Ya no tienes a tu Sire. Es mejor que no te acerques a estos barrios. No queremos sangre débil por acá.

Suga recordaba todo lo que habían escupido los demás vástagos cuando él salió de un bar ubicado en Westminster. Mientras escapaba, recordó el último día que vio a su Sire en sus brazos, escupiendo sangre por la boca mientras caía la peor tormenta, escondidos en un callejón de Newham. Suga tenía en sus brazos a su mentor, Andy, formulando las últimas palabras que cambiarían su destino y su vida.

—Suga, encuentra a Mekhet, él te ayudará a cobrar venganza y a despertar a Set…  —Muriendo así inmediatamente después y dejando a Suga  como último seguidor de Set.

Ese día juro tomar venganza de aquellos cazadores de vampiros y del vampiro que le tendió la trampa a su Sire…

Cuando se detuvo de tanto correr, notó que ya les había perdido el rastro a aquellos vástagos que se creían superiores porque provenían de Sires de alto rango.

—Malditos imbéciles… me las pagarán —dijo mientras tomaba un paso más ligero para llegar con su único compañero, un huérfano llamado Jungkook, a algo parecido a una casa.

La casa consistía únicamente en un cuarto con un colchón un mueble viejo y una parrilla eléctrica.

Entró y lo primero que vio fue a su compañero  leyendo algún libro de fantasía. —¡Min! Has vuelto… Pero te ves demasiado agitado, ¿ocurrió algo? —Lo miró con preocupación.

—No pasó nada, Jungkookie. Yo… lo he conseguido…

Jungkook se quedo pensativo, hasta que relacionó la frase. —¡¿De verdad, Min?! ¡¿Lo has conseguido?! ¡¿Por fin saldremos de aquí?!

—Así es. Por fin sé cómo entrar a la Camarilla. Tendremos una entrevista en dos días.

 

 

Capítulo 1

Diez años después.

Era aproximadamente la una de la madrugada. Llovía ligeramente en Soho, en una habitación de motel. El aroma a perfume barato y humo de cigarro inundaba el lugar. En un sillón estaba Jimin, terminando su cigarrillo. En la cama, una chica pálida con mordiscos en su cuello; el cuerpo de una prostituta desnuda y sin vida. Un mensaje en el celular  logró distraerlo de sus pensamientos.

«30 minutos», decía el mensaje.  Jimin sonrió ladinamente.

***

Sonaba el timbre de la puerta de la Veterinaria ubicada en los barrios de Brixton donde trabajaba Jung Ho Seok. Él siempre se quedaba hasta altas horas de la noche, ya que para él  no había descanso para rescatar vidas.

Cuando abrió la puerta, vio a un perrito aullando de dolor porque tenía lastimada una pata. Hoseok miró hacia los autos que se encontraban cerca para buscar a la persona que desde hacía varios días dejaba animales lastimados a su puerta. Al ver que no tendría éxito de ver su cara, al fin recogió al animalito y lo introdujo a la veterinaria.

Desde una distancia lejana y escondido en un carro, se encontraba Kim Tae Hyung, mejor conocido como V, riendo y sonrojándose al ver la cara del dueño de su corazón,  «Jhope», como le decía él. En mensaje a su celular lo interrumpió de sus ensoñaciones. Al leerlo, sonrió y se retiró, no sin antes mandar un beso a aquella persona que ya se encontraba con su bata y listo para realizar una operación.

***

En el hospital Saint Thomas, uno de los hospitales más importantes de Londres, ubicado en Lamberth, corrían desesperados dos chicos por los pasillos, hasta que por fin encontraron lo que tanto buscaban.

—Mira, Junkookie, aquí sí hay.

—Grandioso, Min, es ahora o nunca.

Ambos se miraron y asintieron con la cabeza. Entraron, se dejaron caer en los sillones desocupados y se echaron a reír. Jungkook miró a Suga y le enseño el mensaje que hace unos segundos le había llegado.

—Min, hoy es el día.

Suga lo miró con satisfacción. —Así es, hoy es el día después de todo.

—Ahora no podre hablar de tú, tendré que hablarle formal, disculpe usted —dijo, haciendo una reverencia mientras Suga no paraba de reír.

De pronto se escuchó el azote de la puerta y Jungkook pegó un salto al ver la cara de Jimin haciéndole una seña  de que se fuera de ahí.

Suga que estaba de espaldas no alcanzo a ver lo que hacía.

—Min, me retiro, te vino a visitar Jimin, adiós. —Fue lo único que alcanzó a decir, sin llegar a ver la cara de Suga sorprendido y enojado al ver a Jimin cerrar la puerta apretando el botón de seguridad. 

Suga solo rodó los ojos. Sabía lo que vendría ahora. Jimin lo arrinconó en la pared,  quedando a pocos centímetros de distancia.

—¿Qué quieres? ¿No deberías estar acostándote con alguien? —le pregunto Suga con cara de fastidio.

—¿No estás nervioso, mi querido Suga? No te preocupes vengo de ahí.

Suga, que ya estaba perdiendo ante aquella situación, despertó al escuchar esas últimas palabras y lo empujó con fuerza. —¡Me da gusto! —Dio un último sorbo a su bebida y tiró la lata en el basurero, retirándose sin voltear a ver mientras caminaba por los pasillos aguantando las lágrimas.

***

En un restaurante ubicado a unas cuadras del hospital, se encontraba Luhan terminando de lavar los últimos platos que habían quedado pendientes, cuando entró Chen por la puerta que  conectaba la cocina con el área principal.

—Chicos, habrá un evento exclusivo, pueden retirarse ahora. —Chen, que era el gerente del Restaurante «La buena Vida», continuó—. No se quedarán a cocinar, así que pueden irse.

Uno de ellos preguntó. —¿En serio no pedirán nada? ¿Y entonces por qué reservarían un lugar así?

—No te preocupes, vayan a descansar. —Luhan  sonrió al escuchar lo último. Estaba exhausto y quería descansar.

Una vez que quedó solo el lugar, Chen marcó a su amigo. —Ya está todo listo.

—Perfecto, en diez minutos estaremos ahí —respondió la otra persona.

Pasados los diez minutos, Chen terminaba de poner la última copa en su lugar…

—¡Chen! —Él volteo y sonrió al ver a Rain entrar por la puerta. Alzó los brazos y le dio un abrazo—. ¿¡Cómo estas!? Recuerda que tenemos partido de póker el jueves.

Chen rio. —Claro, claro. Ya está todo listo, amigo mío, pueden entrar todos.

 —Magnífico. ¡Xiumin!

—¿Sí, señor? —En ese momento cuando entró Xiumin,  Chen se perdió ante aquella figura que apuntaba las indicaciones de Rain… ¿Cómo era posible existir tanta belleza junta en un sitio?, se preguntaba. Esos ojos, esos labios, esos…

—¿Chen?¡Chen!

—¿Ah? ¿Mande?

—Es todo.

—Perfecto. Llámame para cualquier cosa. Que pasen una  linda noche. —Se retiró, no sin antes dar un último vistazo a aquella criatura que se llamaba Xiumin.

***

Rain tocaba la copa con una cuchara para llamar la atención de los demás vástagos, mientras estos empezaban a prestarle atención.

—Buenas noches. Veo que les está gustando esta velada, espero que se estén divirtiendo. —Todos sonreían—. Pero hoy es una noche muy especial… ¿Podrías ponerte de pie, Min Yoon Gi? —Todos aplaudieron cuando Suga se levantó, haciendo reverencias a sus invitados. Buscó de reojo a Jimin, que se encontraba en otra mesa. Se sonrieron—. Ven, Min Yoon Gi, que esta noche estarás más cerca de nuestro padre Caín —dijo, al levantar una copa vacía—. Esta sangre que beberás. — Empezó llenar la copa con su sangre—. Te hará más sabio, más fuerte, tendrás más respeto, respeto que te has ganado por parte mía y de tus compañeros. Hace diez años entraste a la Camarilla como un novato; hoy eres un hermano, un amigo y un hijo para mí. —Suga rio un poco por aquel último comentario—. Así que Min Yoon Gi, te pregunto: ¿aceptas ser parte de nuestra familia?

Min Yoon Gi miró a su alrededor y vio a todos los presentes. Había algunos que solo había platicado alguna vez, entre ellos miró a los hermanos Ravnos N y Hyuk. En otra mesa estaban sentados Xiumin, DO y Jin murmurándose algo,  y una mesa más, Jungkookie, que lo miraba emocionado y riendo con el pulgar hacia arriba, junto con V, que también sonreía. Y en la mesa más alejada se encontraba Jimin, con Woohyun y Junho. Jimin movía los labios. «Felicidades».

Después de unos segundos, tomó la copa que Rain sostenía y dijo:

—Con gusto seré parte de esta familia, hasta el final. —Y bebió la copa hasta el fondo de un solo trago. Todos se levantaron y aplaudieron.

—Felicidades, Suga, ahora eres 8º Generación.

 

***

Ya eran aproximadamente las tres de la madrugada. Suga estaba sentado en la mesa mientras todos los demás disfrutaban de  Jungkook y V cantando en el karaoke. En ese momento, recibió el mensaje. Miró hacia todos lados para ver si alguien lo observaba. Sonrió victorioso al notar que todos estaban mirando a los «cantantes».

Ni siquiera Jimin se percató de que Suga había salido del lugar…

Suga caminó por las calles con su traje Armani color negro, con camisa y corbata de igual color, justo a su medida, con las manos metidas en los bolsillos. Vio una Van estacionada y una silueta que desprendía humo de su boca.

Suga saludó a Joon, que se estaba terminando el cigarro, lo arrojó al suelo y le hizo un ademán con la cabeza como forma de devolver el saludo. Joon vestía un overol color caqui. En la parte de su espalda decía «Fumigaciones Lee». Se quitó la gorra, se acomodó el cabello y volvió a ponérsela.

—¿Estás listo? Hoy la luna roja nos saluda. —Ambos miraron hacia arriba, donde podía apreciarse una perfecta luna llena roja anaranjada.

—Más que listo.

—Perfecto, solo hay que esperar a Yongguk, que fue a comprar unas cosas —le sonrió Joon.

Escucharon unas voces a sus espaldas. Ambos voltearon y vieron a una pareja. Eran Tao y Kris, que caminaban tomados de la mano.

—Kris, eres un tonto. ¿Cómo que el personaje principal se parecía a Jason Statham?  Era todo un caballero, y tenía cabello.

—Tao, por Dios, eran igualitos —rio Kris.

Tao le iba a dar un beso en la boca cuando los interrumpieron.

—Vaya, vaya, el Señor está de nuestro lado hoy— dijo Joon, levantando los brazos junto con Suga, que también sonreía con malicia—. El gran Kris, cazador de vampiros en persona.

Kris se tensó. —¡Tao, huye!

Tao asintió y corrió. Joon miró a Suga y haciéndole un ademán, este obedeció y corrió tras Tao.

—¡No! —gritó Kris, pero Joon se le apareció justo enfrente de él y lo golpeó en la boca del estomago, haciendo que este cayera al suelo.

Joon empezó a reírse a carcajadas—. Más te vale que hayas recordado ese último beso que te dio… ¡Porque será el último! —Le escupió en la cara, Kris se le levantó y le tiró una patada a Joon…

Tao corría buscando refugio. Se encontró con un callejón, se metió y se escondió entre dos botes de basura. Estaba muy agitado y sudaba a montones. De repente, escuchó un silbido. En ese momento se exaltó e hizo ruido con una lata que estaba ahí. Lamentándose por esa acción, cerró los ojos y se tapo los oídos. El silbido cesó.

—No me gusta que cierren los ojos cuando van a morir.

Tao abrió los ojos y miró hacia arriba para ver a Suga con sus ojos brillantes como los de una serpiente.

—No, por favor. —Empezó a levantarse lentamente, mientras se le salían lágrimas.

—No, no, no tienes por qué llorar, esto será rápido —le dijo Suga mientras sacaba una daga. Tao intentó defenderse sin éxito y Suga enterró la daga en su estómago —Lo lamento pero debo alimentarme. —Sacó sus colmillos empezó a devorar la sangre de Tao.

Suga regreso donde estaba Joon, con la ropa, boca y manos manchados de sangre. Joon sonrió y miró a Kris, que estaba tirado con golpes en la cara y estómago.

—Es mejor que busques el cuerpo de tu novio.

Kris abrió los ojos y volteó para ver a Suga, con esos ojos amarillos brillantes. Al ver la sangre en su cara pudo deducir que Tao estaba muerto.

—¡No! —fue lo único que pudo decir.

Suga se sentó encima de él. Éste intentaba zafarse, pero era más fuerte el otro. Con lágrimas en los ojos y las manos de enemigo sosteniéndole la cara, logró escuchar: —¡Mírame! Yo, Suga, último hijo de Set, he asesinado a la persona que amabas, así que ódiame,  búscame y trae a tus compañeros, que con gusto los esperaré — le escupió.

—Felicidades. —Suga volteó y vio a Yongguk. Éste sonrió y se levantó de Kris, que estaba demasiado adolorido y golpeado y solo podía distinguir unas siluetas—. Felicidades, Suga, por fin eres un octavo.

—Lo sé. Ese perro de Rain quería que le rogara, pero por fin podemos seguir con el plan.

Yongguk rio un poco. —Tranquilo, todo a su debido tiempo. Por el momento, solo tenemos el paradero de Mekhet. Partiremos mañana en la noche, aquí está tu boleto de avión y esta poción para que desaparezca tu Aura y no puedan encontrarte. Puedes quedarte en tu casa hasta que nos vayamos, este será tu nuevo número. —Le dio un celular.

—Excelente, este… —Miró su viejo celular.

—Debes entregármelo —le indicó Yongguk, poniendo la mano.

Suga lo pensó un poco. —Está bien, no es como que extrañe algo o a alguien de la Camarilla.

—¡Oye! —Se escuchó a lo lejos.

—Es Jimin— dijo Joon, preparándose.

—¡No! No queremos llamar la atención.

—Suga es momento de que te vayas. No puede verte con nosotros.

Suga asintió y huyó del lugar.

—Vaya, si es nuestro vástago favorito. — Joon se acercó para dar un abrazo a Jimin, pero este se alejó y miró con desprecio—. Parece que a nuestro toreador no le gusta el aroma de pesticida. Es una pena.

Jimin miró al suelo y vio a Kris sin reaccionar. —¡¿Qué han hecho?! ¿Lo han matado? Esto no se va a quedar así, ¡ahora todos nos buscaran de nuevo! ¡Le diré a Rain!

—Tranquilo —Joon lo tomó del brazo.

—Sí, Jimin, tranquilo. Este tipo estaba merodeando cerca del restaurante, así que lo noqueamos para que no vea… Tú me entiendes —le dijo Yongguk, levantando una ceja.

—Ah… Pues… Gracias… Pero como quiera, tengan cuidado. Lo que menos queremos es que se desate otra guerra.

—Claro, claro, ya entiendo —dijo, haciendo un gesto preocupación junto con Joon—. Por eso ya nos íbamos. Es mejor que tú también lo hagas antes de que despierte y te vea.

 Yongguk subió a la Van y Joon tomo el volante. —¡Mándales saludos a todos de mi parte! — Yongguk sacó la mano y se despidió.

Jimin esperó a que la Van se alejara. —¡Ah! Con su sola presencia me llenan de escalofríos… ¡Oh! Olvidé lo que estaba haciendo. ¿Dónde estará Suga? ¿Se habrá ido a su departamento? — Jimin empezó a caminar en dirección al departamento de Suga...

Notas finales:

Gracias por leer!! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).