Lluvia de amor
Era un día más en la escuela de Hechicería y magia, Hogwarts, bueno en realidad estaba bastante lluvioso. Hace casi un año que el señor oscuro fue destruido por el elegido, Harry Potter, aunque debería estar feliz de que ya no tenía detrás de su cabeza a un mago psicópata, no lo estaba persiguiendo para quitarle la vida.
Eran finales de noviembre, dentro de poco serían las vacaciones de navidad y aunque muchos de sus amigos le invitaron a pasar las fiestas con el declino. Había molestado mucho a los pelirrojos y ya no quería ser una carga. En cuanto a su padrino y Remus, pues n quería interferir en la relación con sus rubios háblese de Lucius para su padrino y Draco para Remus. Todavía no podía digerir bien la noticia. Y aunque los cuatros insistieron que fuera a la mansión por las vacaciones, no quería ser el mal tercio de ellos. Así que mejor no.
Había tomado el día de hoy para hacer sus compras de navidad no quería estar unas horas antes de navidad buscando algo que regalar y por cosas del destino, encontró algo único para cada uno de sus amigos, familia y conocidos especiales. Pero era raro verlo solo, siempre andaba con Miome o Ron, pero por primera vez desde que entro a Hogwarts había terminado sus tareas, las cuales eran perfectas, antes inclusive antes que su amiga castaña, lo cual asombro a muchos.
La cosa era que pasaba mucho tiempo en vela y para no pensar en una persona que lo tenía calado hasta los huesos, mejor ponerse a hacer sus tareas.
Al pensar en esa persona busco en su bolsillo a caja de terciopelo de tamaño regular donde estaba guardado celosamente el regalo de un peli negro de ojos color ónix. Era un collar de oro blanco, muy masculino con un dije, que para muchos no era nada, pero para ellos dos al verlo sabían lo que significaba y eso era algo que preocupaba al moreno, pues era muy explícito en lo que le trataba de decir al profesor sobre sus sentimientos. Al inicio estaba muy seguro, pero ahora se estaba acobardando y estaba a punto de regalarle otra cosa al profesor.
El dije consistía en una cierva y un ciervo viéndose de frente como si se estuvieran besándose. La cierva tenía por ojos dos ónixs, mientras que el ciervo tenía dos esmeraldas. Dejo salir un suspiro y cerro la caja y la volvió a guardar dentro de su bolsillo. Aparto un poco el paraguas y vio que el resto del día y quizás mañana sería un día muy lluvioso. Lo que no sabía el moreno que alguien le seguía, pues lo había visto muy pensativo.
- No me sorprende que siempre se meta en problemas Potter si siempre anda por las nubes – dijo una voz que hizo sobresaltar al menor, no porque le asustará sino que conocía es voz donde fuera.
- La razón de que me metiera en problemas, no era porque andaba por las nubes, sino porque “su señor” quería matarme, Profesor – dijo con voz serena, aunque por dentro estaba que se lo comían los nervios
- Tiene suerte que no estamos en la escuela, señor Potter, porque si no ya le hubiera bajado puntos a su casa y tuviera detención después de sus vacaciones, fregando calderos – dijo con voz entre divertida y seria.
- Si pero como usted lo ha dicho no estamos en la escuela – dijo con una sonrisa el moreno menor.
Desde que había terminado la guerra su relación se volvió más amena. Uno que otro desacuerdo, para no olvidar los viejos tiempos, pero era menos tensa sin dudar alguna su relación. Algo que le alegraba mucho al director (N/A: no murió la vieja cabra jajá).
- Que hacías por Hogsmeade, que yo sepa no eres muy amante de salir de tus habitaciones – pregunto el moreno reanudando su marca junto al mayor.
- No sabía que supieras mi rutina de los fines de semana Harry – afirmó algo curioso. Poniendo algo nervioso al menor, ya que siempre que podía lo espiaba con el mapa del merodeador.
- En realidad lo digo, pues nunca sales acompañándonos, cuando salimos al pueblo, aunque hacerle compañía aun grupo de estudiantes que lo que más deseas es darle un veneno, si es comprensible que no te haya visto – dijo algo divertido.
- Si bueno que se le puede hacer, en este fin de semana tuve que salir, porque sí. Dentro de poco es navidad y decidí comprar los regalos que voy a dar en esta fecha, además me quede sin unos ingredientes por culpa de los ineptos que tengo por estudiantes – informo el mayor.
- Sin duda un crimen lo que hicieron esos estudiantes, deberían ir a Askaban – dijo haciendo que ambos rieran por lo dicho – y más te vale Severus Tobías Snape Prince que hayas comprado un regalo para mí porque si no te cruciare donde no te llega el sol – dijo tratando de imitar la voz de profesor cuando trata de atemorizar a sus estudiantes.
- Pues fíjate que no. No me digas que me compraste algo – dijo algo divertido al ver la expresión de indignación el menor – jajaja debiste ver tu cara, claro que te compre algo, tonto gryffindor – termino de decir.
- No es gracioso, creí que no era importante para ti y por eso no me había comprado algo – dijo con voz triste, haciendo detener al mayor, el cual estaba algo mojado por la lluvia. Podía convocar un paraguas, pero prefería sentir la lluvia.
- Mira Harry, te diré esto solamente una vez, pues no es común que repita las cosas. Por más de 15 años he arriesgado mi vida por la tuya, al principio lo hice por la promesa que le hice a tu madre, pero después fue porque no podía permitir que alguien como tu muriera a manos de un loco psicópata como Voldemort. Al enterarme de como viviste antes de que tu padrino apareciera, me sentí culpable, porque en vez de darte apoyo, lo que hacía era lastimaste y comparándote con tu padre, y eso, es algo que nunca me lograre perdonar, Harry. Cuando termino la guerra me propuse a mí mismo, de enmendar mis errores del pasado contigo. Te conocí y me di cuenta que perdí 6 valiosos años de poder interactuar y convivir con un joven maravilloso. Así que sácate esa idea, de la cabeza, de que no eres importante para mí, porque eres la persona más importante en mi vida Harry y más te vale hacerte la idea de que nunca te desharás de mi – termino de decir, justo en el momento de que una maraña de pelo negro se le lanzaba encima para abrazarle tirando el paraguas en el momento.
Se pasaron unos minutos abrazados, cuando el profesor decidió que era momento de que el menor volvía a cubrirse con el paraguas, pues era muy delicado en cuanto a su salud y seria horrible que acercándose las fiestas cayera enfermo.
Volvieron a reanudar la marcha hacia la escuela. En ese momento Harry se dio cuenta de que SU Severus estaba algo frio por la lluvia, así que trato de cubrirlo con su paraguas. El cual podrían caber 2 personas muy bien. Pero la diferencia de tamaño era mucha ya que él le llegaba un poco más arriba de su pecho y para poder cubrir a ambos debía pararse de puntillas.
El profesor de pociones veía de reojo las acciones del menor, las cuales le parecieron algo graciosas.
- Señor Potter, que trata de hacer – pregunto el mayor asombrando al menor, pues él creía que el mayor no se había dado cuenta de sus acciones.
- Bueno… yo… - empezó a tartamudear el menor y sonrojarse más que el cabello que su amigo, haciendo que el mayor sonriera ampliamente.
- Déjeme decirle, Señor Potter, que la mejor manera que dos personas vaya bien debajo de un paraguas, es que le mas grande “en tamaño” lleve el paraguas – dijo con voz ronca tomando el paraguas de las manos del menor.
- Lo dices para búrlate de mí tamaño – dijo muy sonrojado por como sonó esa voz del profesor. Empezaron de nuevo la marca, pero el menor iba algo más adelantado por lo que el mayor lo tomo del brazo y lo atrajo hacia su pecho.
- Y otra manera de andar es que el menor este acurrucado, por la persona que le ame – dijo mientras de deba un casto beso al mejor., haciendo que este entrara en shock – no sé de qué te sorprendes gatito, ya te lo dije eres la persona más importante de mi vida o es que no entendiste mi declaración de amor – pregunto el profesor aunque ya sabía la respuesta.
- ¡¿DECLARACION?! – pregunto/grito el menor.
- Porque no me sorprende que los gryffindor no entiendan de sutileza – dijo el mayor ganándose un pequeño golpe en el pecho por parte de su moreno.
Y en ese son y muy abrazado siguieron hiendo hacia la escuela. En el castillo un viejo directo los veía llegar desde su oficina.
- Vez Fawkes sabía que esos dos estaban destinados y me alegra muchos que puedan estar juntos ellos han sufrido bastante en esta vida, merecen ser felices – dijo el director a su familiar, la cual ululo en acuerdo – aunque me preocupa como reaccionara Sirius, creo que le aconsejare a Severus que hable con Lucius y que Harry hable con Sirius, para cuando se entere no mate a Severus – dijo el profesor, mientras miraba entrar en los terrenos de su escuela a la feliz pareja.