Capítulo I
-¿Porqué me haces esto?... ¡¿porqué?! ..– en el suelo estaba derrumbado un chico de apariencia afeminada, de cabello castaño y piel blanca que lloraba descontroladamente, mientras apretaba la mano de un chico más alto, el cual le daba la espalda en silencio y que al mismo tiempo con su otra mano sujetaba la puerta que daba a la calle.
-¡Hangeng, es nuestro bebé! ¿No se suponía que me amabas? –Jalaba la mano del muchacho que se mantenía firme sin mirarlo hasta que sintió como le daba un duro tirón soltándose de su agarre-
-¿mío? ¿Enserio crees que voy a tragarme eso de que es mío? ¡¿Qué acaso crees que soy tan idiota como para no saber qué has estado viendo a Siwon a mis espaldas?! –gritaba molesto por fin mirándolo directamente, con la cara roja de coraje y casi fallando en pronunciar bien las palabras en coreano
-¡yo no te he engañado! –Grito con todas sus fuerzas pese al llanto abrazando su vientre aún plano temblando ligeramente- Hannie… no me dejes… por favor hannie…
Por un momento la imagen frente a él le causó un nudo en la garganta, jamás había visto a ese chico tan débil en todo el tiempo que llevaban juntos. El gran Kim Heechul no era de los que lloraba frente a otro y mucho menos humillarse como lo hacía en ese momento; pero Hangeng no iba a ceder, no esta vez, se sentía realmente molesto porque recién había descubierto ese mismo día que su novio se había estado viendo con otro hombre a sus espaldas, ni más ni menos que su ex pareja Siwon. ¿Cómo se había enterado? El mismo había visto a Hee entrar en el departamento de su ex por la mañana. Simple y sencillamente su corazón se había roto.
Su dolor y celos se dispararon al llegar al departamento que compartía con Heechul por la noche; después de una larga caminata tratando de olvidar lo que vio, hasta que sus pies no aguantaron e inconscientemente lo llevaron a ese lugar, donde había sido recibido por aquel joven que apenas una hora atrás sonreía completamente ilusionado mostrándole una prueba de embarazo positiva.
-“oh por dios Hannie… ¡Vamos a ser papás! “
Esas palabras fueron suficientes para hacerle hervir la sangre. Todo parecía avanzar rápidamente; tomó a Heechul del cabello y lo lanzó sobre la cama con fuerza. Aturdido momentáneamente por el tirón y la repentina agresión de su novio el castaño fijo de nuevo su mirada en él y con los ojos abiertos como platos vio como rompía y lanzaba todo lo que había alrededor: la mesa de noche y papeles que habían sobre esta, un porta retrato con una foto de ambos fue destruida contra el suelo seguida de un par de almohadas. Miedo, sólo eso podía sentir el castaño, se aferró a si mismo mientras veía el espectáculo de ira que el moreno frente a él daba.
La respiración de Hangeng era acelerada, conteniéndose de destruirlo completamente todo, se mantuvo de pie viendo lleno de furia a Hee.
-¿Tú crees que soy idiota o qué?... No quiero verte más ni a ti ni a “eso” – esas palabras golpearon duramente el corazón de Heechul quien veía con lagrimas en los ojos como el moreno se dirigía de vuelta a la salida y de prisa fue tras él hasta alcanzar su mano a punto de abrir la puerta
-¡ya! Hannie…que te... –fue jalado de nuevo por el cabello con fuerza hasta dejarlo en el suelo-
- no te atrevas a decirme así…
- - - - - - -
Habían pasado días desde aquello y Hangeng no regresaba al departamento con Heechul, ni siquiera podía verlo en la universidad porque sus facultades estaban en puntos opuestos dentro del campus, Hangeng estudiaba finanzas y Heechul diseño de modas.
-ahora que lo pienso, somos como polos opuestos… pero por alguna razón nos conocimos… -el castaño susurraba para sí mismo sentado en una de las bancas cerca del patio central. Llevaba días haciendo lo mismo, sentarse en esa banca que era el punto desde el cual tenía una vista perfecta de cada persona que pasaba por ahí cuando se dirigían a su facultad, esperando el momento en que el chico de origen chino apareciera.
Hee no tenía más de un mes de embarazo pero gracias al estrés provocado por lo que había pasado con su novio sumado al estrés de estar a mitad de su último semestre en la universidad su cuerpo se sentía débil y cansado. Ese día en especial parecía que todo estaba en su contra poniéndole los nervios de punta, pero el recuerdo del día en que se conocieron dibujo una tenue sonrisa en su rostro mientras acariciaba su vientre.
Al caer la tarde y después de haber terminado sus clases del día se dirigió a su departamento encontrándose con un par de maletas listas y a Hangeng terminando de guardar en una mochila sus pertenencias más personales tan distraído que ni siquiera se dio cuenta de la presencia de Heechul hasta que este cerró la puerta.
-¿Qué se supone que haces chino idiota? –le dijo con un tono molesto y una ceja levantada fingiendo arrogancia pero con un nudo formándose en su garganta y su cabeza dando punzadas-
-me voy a vivir con un amigo hasta que termine el último semestre, después de eso volveré a china… mi tío jackie me ofreció un trabajo cuando terminara la carrera y pienso aceptarlo – le dijo mientras terminaba de guardar sus cosas sin tomarle atención al joven castaño-
- ¿así de fácil? ¿Pensabas irte sin que yo lo supiera? Ha… -bufó mientras se cruzaba de brazos retomando su postura normal de arrogancia, sus manos sudaban y se sentía mareado pero no volvería a desmoronarse frente a él- bien, lárgate pero déjame decirte una última cosa Hangeng, así que mírame a la cara…
La frialdad y enojo en la voz de Heechul era notable así que Hangeng decidió hacer caso y pararse de frente a Heechul junto a sus maletas ya listas esperando lo que sea que tuviera que decirle, estando de frente pudo darse cuenta de cómo la mirada de aquel joven perforaba su alma de una manera rara que no podía describir, además de que su cara lucia mas pálida que de costumbre
-el castaño suspiró ligeramente tratando de relajarse y no explotar al hablar, debía sonar lo más tranquilo que pudiera aun si sentía que no podía contener su dolor y coraje- quizás no me crees ahora, pero algún día te darás cuenta que este bebé es tuyo… pero una vez que cruces esa puerta puedes olvidarte de mí, yo jamás existí y este bebé es mío y sólo mío, así que si un día te arrepientes no esperes nunca, NUNCA que nosotros te recibamos…
Un silencio crudo se hizo presente entre ellos mientras se miraban fijamente a los ojos en una especie de duelo de miradas que sólo fue roto por los ojos del más delgado cerrándose dejando salir un suave suspiro mientras se desmayaba.
-“Hm… ¿Porqué me siento tan débil?, espera ¿Porqué todo se pone tan negro? … ¿Por qué siento que caigo?”
- hey! Heechul! ¡Despierta!
- “hannie por fin me habla… Pero suena alterado y yo siento tanto sueño…”
- - - - - - -
-Hm… -abrió lentamente los ojos acostumbrándose a la luz a su alrededor despertando debido a un constante ruido agudo muy cerca de él, incomodo también por el dolor en su mano como si tuviera clavado algo- ¿Dónde estoy?...
-en un hospital, en su estado no debería descuidarse tanto, recuerde que todo lo que usted siente también lo siente el bebé –le sonrió una joven enfermera que revisaba un extraño aparato causante del ruido que tanto le molestaba-
-¿Qué pasó? ¿Cómo llegue a aquí?...- intentó sentarse pero de nuevo el mareo lo hizo caer contra el colchon-
-tuvo un desmayo a causa de una ligera descompensación, debido al embarazo usted necesita tomar vitaminas y mantenerse saludable -la enfermera se mantuvo leyendo una hoja en una tabla sujeta papeles que después puso al lado de la cama de Heechul-
-por el momento permanecerá esta noche en el hospital y mañana podrá irse después que le den el alta- la enfermera le sonrió y se dirigió a la puerta pero antes de salir se detuvo y miró de nuevo a Hee- ah! el joven que lo trajo me pidió que le dijera adiós de su parte
Después de eso se retiró sin conocer realmente el significado de esa despedida, dejando al castaño solo en la habitación con los ojos humedeciéndose mientras se escapaba una delgada y casi invisible lágrima que humedecía su mejilla derecha.
-bien… supongo que ahora seremos sólo tú y yo… -acarició su vientre suavemente con una mano mientras sonreía con un aire de melancolía- sabes, tu padre es un babo…pero fue el único amor de tu omma…