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El ladron y El doncel. por Natsuki Miu

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Notas del fanfic:

¡Gracias por darle una oportunidad a mi Fic!, espero te guste…

Notas del capitulo:

¡Buen día! O Noche o tarde… dependiendo la hora que estés pasando por aquí…

Primeramente… gracias por darle una oportunidad a mi Fic >w<.

Seguidamente permíteme agregar algunos detalles que me gustaría que tuvieras en cuenta, los personajes (como sabrás), no me pertenecen son de Masashi Kishimoto, por lo tanto yo solo los tome prestado para crear esta historia.

También debo decir que realmente no sé cómo manejar esta jerarquía, así que me disculpo. Si notan más de un error, es probablemente porque no tengo conocimiento alguno sobre este ámbito y googlearlo no resuelve del todo mis dudas.

En general este fanfic nació como un capricho mío, por eso quise que Sasu sea el Uke en la relación y que más enzima sea un doncel >w<, jejeje.

Finalmente y antes de aburrirte aún más, a lo largo de la historia aparecerán mas parejas tanto heterosexuales como homosexuales, aunque el NaruSasu predominara (obviamente =P).

Buen, eso es todo… espero les guste…

¡A leer!

>>> *** <<<: Cambios de escena.

>>> +++ <<<: Pequeños saltos de tiempo.

Capitulo nº1: -“Pasado”-.

Alrededor del mundo existen muchos reinos, pueblos y aldeas, cada uno con sus respectivos territorios, unos pequeños y modestos y otros grandes y extravagantes, estos últimos son los 8 grandes reinos; Konohagakure, Shimogakure, Sunagakure, Kumogakure, Iwagakure, Kirigakure, Ishigakure y Takigakure, los cuales y pese a la gran cantidad de tierra, alimento y reconocida fuerza, por años se han enfrentado entre sí, por codicia y por obtener aún más respeto, por lo tanto en medio de todo estos conflictos, varios de las pequeñas reinos y pueblos que rodean estos gigantescos territorios se vieron involucrados en los enfrentamientos... y el pequeño pueblito Kusagakure, no fue la excepción…

Era el final de otro día en el pequeño pueblo ubicado entre el reino de Konohagakure y el reino de Iwagakure, más específicamente la aldea de Kusagakure en el país de la hierba.

-¡Otou-san!, ¡Otou-san!-grita un pequeño rubiecito de orbes celestes como el cielo y tres marquitas en cada mejilla que sin dudarlo corre en dirección en la que se encuentra su padre, esquivando con agilidad la gente que a esas horas se dirige a sus hogares.

Minato Namikaze, el líder de la aldea con 27 años de edad, orbes azules y cabellos rubios, no dudo en interrumpir su conversación para voltear y prestarle atención a su pequeño retoño de 7 años de edad, Uzumaki Naruto.

-¡Otou-san!-exclamo con emoción el rubio, deteniéndose a solo pasos de su padre-¡Mira lo que he atrapado!-agrego estirando sus manitas hacia el cielo en señal de que entre ellas tenía algo.

Minato no dudo en arrodillarse para quedar a la altura de su hijo.

-¿Qué es lo que tienes ahí?-cuestiono el rubio mayor sonriéndole cálidamente a su retoño.

-Una hermosísima mariposa-respondió con emoción y casi enseguida abrió sus manos, dejando ver que una mariposa de alas blancas como la nieve se encontraba posada en la palma del rubiecito.

-Es muy hermosa-exclamo Minato sonriendo mientras que observaba al insecto en la palma de la mano de Naru.

-¡Verdad que sí!-concordó Naruto sin dejar su emoción, para enseguida ver como la mariposa emprendía vuelo hacia el atardecer.

En el rostro del rubio apareció una mueca de tristeza al verla alejarse.

-No tiene por qué estar triste-intervino por primera vez en toda la conversación Matsura Furada, un hombre de cabellos negros como la noche y orbes azules como el cielo despejado-las mariposas nacieron para ser libres-agrego y no dudo en responder la enorme y hermosa sonrisa que le dedicaba el menor.

-Ojiisan*-exclamo Naruto sin dejar de sonreír, por lo tanto no dudo en estirar sus brazos en señal para que Matsura lo alzara.

El pelinegro al ver esto, no dudo en levantar al pequeño rubio, recibiendo un cálido abrazo de parte de este, el cual correspondió de igual forma, después de todo el pequeño era como su nieto.

-Ojiisan, te puedo hacer una pregunta-dijo el rubio una vez que termino de abrazar a su abuelito.

-¿Qué pregunta sería esa?-contra pregunto el pelinegro mientras que Minato también observaba con curiosidad a su hijo.

-El significado de esa mariposa, ¿Cuál es?-cuestiono, después de todo nunca había visto ese hermoso color en las mariposas que rondaban en el pueblo.

Ambos adultos sonrieron, más que nada para no preocupar al pequeño de orbes celestes, ya que aquella mariposa podía significar que ocurriría un acontecimiento tanto bueno, como malo.

Matsura observo al pequeño entre sus brazos y al ver que en aquello orbes se reflejaba sincera curiosidad, decidio contestar.

-Significa que algún acontecimiento ocurrirá…-

Una sonrisa se extendió por el rostro de Naruto, al escuchar aquello.

-Escuchaste eso Otou-san-no dudo en posar sus orbes celestes en su rubio padre-ocurrirá algo-Minato no dudo en devolverla la sonrisa a su hijo-pero…-Naruto volvió a observar a su abuelo-¿Ocurrirá algo bueno o algo malo, Ojiisan?-volvió a cuestionar aún más curioso que antes-.

Pero antes de que Matsura o Minato pudieran responder, junto a ellos llego un agitado pelirrojo de orbes gris-violeta.

-M…Minato-exclamo con la respiración agitada por la anterior carrera.

-¿Qué es lo que ocurre, Nagato?-el rubio no dudo en acercarse al aludido-¿Por qué estás tan agitado?-cuestiono al ver al Uzumaki en ese estado.

Nagato no dudo en tomar una bocanada de aire para controlar su respiración antes de contestar.

-El reino de Konohagakure está atacando el pueblo-exclamo observando al rubio-lo que temíamos ocurrió, el enfrentamientos de Konohagakure y Iwagakure también está afectando al pueblo-.

El rubio al escuchar aquello no dudo en fruncir el ceño.

-Si ese es el caso, quiero que tú y ustedes-señaló a una cantidad determinada de aldeanos que se habían acercado junto al pelirrojo-traten de rescatar a la mayor cantidad de gente posible, mientras que ustedes-señalo a los demás que quedaban-deben ayudarme a combatir y así darle tiempo a Nagato y los demás para que evacuen-ordeno.

-Hai-respondieron al unísono todos los hombres alrededor de él.

Minato sonrió al ver la disposición de sus leales aldeanos, por lo tanto poso su vista en Matsura que aun sostenía entre sus brazos a Naruto, el cual ahora alteraba la vista entre su padre y su abuelo con miedo al escuchar lo que ocurría.

-Matsura-san, por favor cuida de Naru-le encargo observando los orbes celestes del adulto.

-Claro-respondió sin siquiera dudarlo Furada.

-Naru, volveré a buscarte pronto y por favor obedece a Matsura-san y a tu tío Nagato-y luego de decir aquello beso tiernamente la frente de su hijo.

-Otou-san-exclamo Naruto con la voz quebrada, antes de ver como este sin dudarlo le indicaba a los demás aldeanos que comenzaran a movilizarse.

Naruto tenía miedo de perder a su Otou-san ya que tampoco tenía a su queridísima Okaa-san.

>>> *** <<<

Minato sin miedo y acompañado de sus confiables aldeanos comenzó a dirigirse al lugar donde se encontraban los soldados de Konoha.

-¿Qué haces tú aquí?-cuestiono sorprendido pero también molesto el rubio.

-Crees que voy a dejar que hagas todo el trabajo-exclamo con una sonrisa de lado Nagato-además debo asegurarme de que regreses con mi preciado sobrino, a por cierto-se apresuró a decir al ver el ceño fruncido de su amigo-antes de que me regañes, le encargue la evacuación a Yahiko, así que no habrá problemas-le informo al rubio de orbes azules sin dejar su media sonrisa.

-Está bien-respondió Minato permitiéndose sonreír y sin decir nada más, siguieron su carrera para ir al encuentro de los soldados y así detener el avance de Konohagakure, al menos hasta que la gente del pueblo Kusagakure estuviera a salvo.

>>> *** <<<

Mientras Minato y Nagato se encontraban tratando de detener a los soldados de Konoha, en el otro extremo del pueblo, Naruto y Matsura seguían las instrucciones de Yahiko, el cual junto a otro grupo de personas evacuaban a la gente que un se encontraba con vida.

-Ojiisan, ¿Dónde está papa?-cuestiono con miedo el rubiecito-quiero estar con él-exclamo observando a su abuelito que lo había dejado en el suelo.

-Naru…-el pelinegro no dudo en arrodillarte junto al rubio-no te preocupes pronto estarás con él, prometió que volvería y así lo hará-trato de tranquilizar al menor y suavemente seco las lágrimas que se habían escapado de los orbes celestes.

El rubio al escuchar aquello sonrió.

-Tienes razón Ojiisan, papá siempre cumple lo que promete-exclamo sin dejar de sonreír y un poco más animado.

>>> *** <<<

De vuelta con Nagato y Minato…

El rubio y el pelirrojo con la ayuda de los demás aldeanos se habían encargado de una gran cantidad de soldados de Konoha, por lo tanto ahora se encontraban ocultos entre los arbustos, después de todo les habían informado que los demás aldeanos, mujeres y niños habían sido exitosamente evacuados, aunque lamentablemente con algunas perdidas de vida.

Nagato y Minato decidieron ponerse en marcha y así buscar a Naruto, el pequeño sol que los unía como familia, al pelirrojo; ya que el rubiecito era su sobrino, el único hijo de su queridísima hermana y al de orbes azules; pues obviamente por ser su hijo y el resultado del inmenso amor que le había tenido a su adorada esposa, Kushina Uzumaki… pero antes de que siquiera pudieran comenzar a caminar por entre los árboles, un soldado rezagado se dispuso a atacar al Namikaze, pero se interpuso rápidamente el de orbes gris-violeta, recibiendo la estocada en su estómago.

Minato al ver esto no dudo en acabar con el enemigo y sin dudarlo se dispuso a ayudar al pelirrojo, pero antes de que este pudiera hacer algo con el sangrado, Nagato se lo impidió.

-No te preocupes por mí-le ordeno el pelirrojo-será mejor que regreses con Naru… él debe estar asustado y preguntando por ti-sonrió ampliamente-cuida mucho a mi sobrino ya que yo por fin volveré a reencontrarme con mi adorada hermanita-le hiso saber a Minato sin dejar de sonreír.

-Nagato no hables así-exclamo el rubio tristemente-si atendemos la herida, sé que te salvaras-agrego tratando de acercar su mano al lugar dañado.

-Minato…-no dudo en detenerlo-sé que estas mintiendo-ahora su voz comenzaba hacer más suave-y esta sangre lo demuestra-levanto una de sus manos completamente ensangrentada-cuida de mi sobrinito-y sin decir más cerro sus ojos mientras que en su rostro se dibujaba una sonrisa sincera.

De los orbes de Minato no demoraron en caer varias lágrimas, sabía muy bien que en los tiempos que estaban viviendo se perdían vidas, pero pese a aquello y el entrenamiento que le había brindado su verdadero padre, no lo pudo evitar, Nagato había sido uno de sus mejor amigo y un cuñado asombroso.

-¡No te preocupes Nagato!, es mi deber como padre cuidar de Naru-seco sus lágrimas-si es necesario daré mi vida-y rápidamente comenzó a correr hacia el lugar donde debía estar su hijo y Matsura.

>>> *** <<<

Naruto poco a poco veía como él y los demás aldeanos se alejaban del pequeño pueblo en el cual había vivido toda su corta vida, pero ahora ese mismo lugar se encontraba siendo consumido por el fuego que habían provocado los soldados del país vecino.

El rubiecito al ver que cada vez se alejaban más y más, y que su padre aun no regresaba, en un rápido movimiento, soltó la mano de Matsura y comenzó a correr nuevamente al pueblo, debía encontrar a su padre, quería estar nuevamente con él, no quería perderlo. Pero una vez que se encontró frente a frente con las llamas que devoraban sin compasión las viviendas, se detuvo.

-Veo que aún hay sobrevivientes-exclamo maliciosamente un hombre detrás de Naruto.

El rubio al escuchar aquello no dudo en voltear para hacerle frente, encontrándose con dos hombres jóvenes, los cuales utilizaban la armadura del reino de Konoha.

-¿Qué te apetece hacer con él?-cuestiono el otro hombre joven-aunque no es Doncel, es bastante lindo-agregó con una sonrisa de la cual nada bueno se podía esperar.

-Tienes razón-pero antes de que siquiera pudieran tocar un solo cabellos rubio, Minato se encontraba frente a su hijo con su Katana ya desenvainada.

-¡Atrévanse a tocar a Naruto y se arrepentirán de haber nacido!-exclamo escalofriantemente el rubio mayor.

-¡Otou-san!-exclamo completamente feliz Naruto.

-Veo que solo lo quieres para ti-volvió a hablar esta vez con molestia uno de los soldadas, el cual junto a su compañero desenvaino su Katana.

En cuestiono de segundos, tanto Minato como los otros dos hombres se encontraban combatiendo, pero aquella lucha estaba siendo ganada por el rubio mayor y aquello se vio reflejado cuando uno de los soldados cayó al piso, con un profundo corte en el costado de su torso.

-Si no te puedo asesinar a ti, ¡Entonces lo hare con este pequeño!-exclamo el soldado que quedaba con vida y sin dudarlo levanto su Katana para así atacar a Naruto, ya que mientras Minato luchaba con su compañero este se había acercado sigilosamente al pequeño de orbes celestes.

Y lo demás para Naruto paso demasiado rápido, ya que cuando abrió sus orbes, él se encontraba recostado sobre el suelo, su padre le sonreía y al parecer el otro hombre estaba muerto, ya que Matsura había llegado para detener al soldado que quedaba.

Naruto al ver esto, se atrevió a devolverle la sonrisa a su padre, después de todo ya se encontraba nuevamente con él, pero toda aquella alegría se desvaneció al ver como su padre tosía, salpicando un poco de sangre en su rostro.

-O-Otou-san, ¿e-está bien?-cuestiono asustado el pequeño rubio al ver que por la comisura del labio de su padre escurría un pequeño camino de sangre.

-No te preocupes Naru, papá va a estar bien-y así con esfuerzo y la ayuda de Matsura, se puso de pie-debemos dirigirnos al bosque, este no es un lugar seguro-exclamo Minato observando al pelinegro.

Después de todo tenía razón, el pueblo aún se encontraba ardiendo por las llamas. Naruto por su parte no dudo en reincorporarse, para seguir a los dos adultos que comenzaban a dirigirse al bosque.

>>> +++ <<<

Luego de un pequeño periodo de tiempo, Minato no pudo seguir su camino, al parecer su herida era más grave de lo que había imaginado, así que pidiéndole ayuda a Matsura, se sentó junto a un árbol, apoyando su espalada en el tronco de este.

-¿Otou-san?-cuestiono el rubiecito arrodillándose cerca de su padre, el cual le sonreía cálidamente para tranquilizarlo.

-No te preocupes Naru… estoy bien-y luego tratar de tranquilizar aunque sea un poco a su pequeño hijo, Minato observo al pelinegro-Matsura-san-llamo-no tienes por qué sentirte culpable, ya que esto tarde o temprano pasaría, después de todo es mi deber proteger esta aldea y a mi hijo-agrego.

-¡No es cierto!-exclamo el de orbes azules-si hubiera cuidado mejor a Naruto, este no hubiera escapado y tú no estarías a punto de…-dejo de hablar al ver que el rubio menor lo observaba con sus orbes nublados por las lágrimas que amenazaban con salir de aquellos orbes celestes.

-Naru…-llamo la atención de su hijo-no quiero que en un futuro te sientas  culpable y tampoco quiero que odies el reino de Konohagakure, aunque ahora eres pequeño para entenderlo del todo, por favor prométeme que no harás nada contra de Konoha-ciertamente el pequeño rubio no entendía que quería decir su padre, pero de todas formas asintió-Matsura-san, te repito no te sientas culpable-volvió a toser, preocupando a Naruto y al pelinegro-y por favor cúmpleme un último deseo…

-Si es por Naru… no te preocupes-se apresuró a decir Furada-cuidare de él, después de todo es como un nieto para mí y tú, eres y serás siempre mi hijo-sonrió aunque con tristeza.

Minato no dudo en devolverle la sonrisa.

-Sé que Naruto estará a salvo contigo-dijo sin dejar de sonreír, aunque su voz comenzaba a ser un poco más suave-te encargo a mi pequeño rayito de sol, Naru-observo al rubio-mi pequeño, cuídate, crece y se fuerte, sin odios ni rencores, por favor Matsura-san-observo nuevamente al pelinegro-que Naruto no sienta odio hacia Konoha, ya que aquello no tendría ningún sentido y solo sería un daño para él-el de orbes color azul, asintió para tranquilizar al rubio de estatura mayor-ahora que sé que mi hijo está en buenas manos, puedo al fin volver a reunirme con mi amada Kushina…

-Otou-san, no me dejes solo, aun no quiero que vayas con mamá-exclamo el rubio con lágrimas en los ojos, comprendía solo un poco lo que su padre estaba diciendo y no le cabían dudas de que este se estaba despidiendo.

-No llores Naru, prometo cuidarte desde  donde este e incluso en este preciso momento tu madre debe estar observándonos, así que se fuerte y…-de su cuello y con la poca fuerza que le quedaba tomo un hermoso colgante* con una piedra color turquesa que siempre llevaba consigo-toma esto como un regalo, con esto te prometo que estaré siempre junto a ti, protegiéndote y guiándote-se inclinó un poco y como Naruto se encontraba junto a él, beso la frente de este y le entrego en su manito el collar-adiós Naru, aunque también perdóname, jamás quise dejarte solo siendo tan pequeño…-y así sin más, cerro sus orbes azules entregándose al sueño eterno.

-Otou-san-llamo el rubiecito-¡Otou-san!-repitió y al no recibir respuesta por parte de su padre, comenzó a llorar abrazando el cuerpo del rubio mayor-¡OTOU-SAN!-grito entre llantos.

 

Continuara….

 

Aclaraciones:

Ojiisan*: Matsura en realidad no es el abuelo de Naruto, este solo le dice así por cariño.

Colgante*: Es el mismo collar que Tsunade le regala a Naruto en el anime.

 

Notas finales:

¡Gracias por terminar de leer! ^w^

Y realmente me encantaría que me dejaras saber tu opinión con respecto a este primer capítulo ya que sus review realmente me animan a seguir escribiendo >w<.

Y bien, por el momento no tengo nada más que agregar, nos leemos en la siguiente actualización.


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