Mi amada esposa había sido tan amable de traerme el desayuno a la cama, anoche me había desvelado con el trabajo que debió haberme visto muy agotado, agradecí internamente y vi que me había traído la correspondencia, mientras desayunaba empece a leerla, todas eran sobre alguna que otra cosa que pagar, así que ya sabia que haría el día de hoy iría a pagar las cuentas.
Cuando terminé de desayunar, me pare viendo un sobre de color azul tirado en el piso sin abrir, me agache y lo recogí, note que solo traía mi nombre escrito, así que me senté de nuevo en cama y abrí el sobre viendo que era una carta, sin pensarlo empece a leer la carta:
Martes 30, junio.
¿Por donde debería empezar a narrar esta carta? Realmente no podría dar una fecha exacta, solo diré que me di cuenta que empece a verte, a ser uno mas de los que te veían en silencio, no es como si no llamaras la atención de por si con tu "gran" personalidad, la cual es como si gritaras "¡Mirenme estoy aquí!", así que decidí mantenerme lejos de ti y conservar la poca paz que conservaba, pero al parecer el mundo es el mayor hijo de puta que puede existir ¿sabes por que? Porque cada vez que me alejaba de ti, él se encargaba de ponerte lo mas cerca posible.
Siendo sincero -cosa rara en mi- jamas creí que entabláramos algo semejante a una amistad, realmente en esa época no le hubiese reconocido a nuestra relación como algo mas que conocidos, pero creo que la necesidad de ambos de demostrar que eramos mejor que el otro era tan grande que empezamos a acercarnos uno al otro sin querer, nos volvimos rivales y compañeros al mismo tiempo. Al final y sin comprenderlo del todo llegamos a ser amigos.
¿A poco no suena como a un cliché barato? Yo decidí pretender que serias otra persona que saldría de mi vida como las demás en un abrir y cerrar de ojos. Me equivoque. Sin duda, debí de darme cuenta antes que las cosas contigo no serian fáciles ni predecibles, mucho menos que me matarías -si estas leyendo bien- de forma lenta, silenciosa y finalmente, dolorosa.
¿A que me refiero? Simple. Cuando en mi empezaron a nacer sentimientos negativos a toda chica que se te acercara, dime ¿Que hacías tu? Nada, nunca las apartabas, solo te limitabas a sonreirles y a tratarlas bien a cada una de ellas, dándoles esperanzas de algo mas que tu ni enterado te de dabas cuenta. Si que eras y eres lento en ese aspecto, pues ni tanto, por algo terminaste así, ¿No? Feliz de la vida. Pero me estoy adelantado. Regresando a cuando eramos jóvenes, cuando empece a sentir celos (que después de un tiempo supe que eran eso y los acepte) me la pasaba la mayoría del tiempo molesto, sin embargo tu descubrías rápido mi estado de animo e intentabas cambiarlo, algunas con éxito, otras no. Era un poco incomodo al principio, pensar que te irías con cualquier chica me atormentaba de una manera que jamas exprese pero que sentía en lo mas profundo de mi ser. Después de saber que tu tenias para mi un lugar reservado únicamente para mi y que nadie podría quitármelo, me alegre dando un respiro a mi alma, obteniendo una paz efímera, me sentí en la gloria. Y ese momento acabó.
Cuando por fin entendí que aquel lugar especial se trataba de ser tu mejor amigo, algo en mi cayo y jamas se levanto, había descubierto que jamas podrías verme de otra manera. En varias ocasiones me llamaste "hermano" y no tienes ni la mas remota idea de que eso en vez de ser un halago para mi, era una abofetada que ardía y no dejaba de arder.
Por ser mejores amigos intente con mucha prisa reprimir lo que sabia que era imposible, para mi mala suerte, no pude. Si supieras todas las cosas que hice a tu espalda para intentar destruir lo que mas apreciaba evitando que te dieras cuenta en el camino, ¿Te asombrarías? que pregunta mas tonta, ya que ahora no sirve de nada.
¿Crees que todo acaba ahí? Ojala y hubiese pasado así.
Un día cuando me disponía a seguir con mi camino, surgió una idea en mi cabeza de que tal vez tu también estuvieras igual que yo, pensando que era imposible sentir eso. Ese día se desgarro mi alma, ¿Reconoces ese día? Te doy una pista: 7 años atrás. ¿Sigues sin saber? No me sorprendería, pues habías bebido demasiado alcohol y en un juego de verdad o reto confesaste a todos, incluyéndome ahí presente, que nunca amarías a un hombre aunque eso te costara la vida, todo mundo rió ante tu declaración, excepto yo, me sentí tan imbécil en ilusionarme con algo tan idiota. Si algún momento tuve la idiotez de pensar decirte lo que sentía, se esfumó para nunca mas volver, hasta ahora.
Ese día huí a un lugar que considere seguro, donde nadie me conociera, mucho después me entere que me buscaste por un tiempo, que estabas desconcertado por mi desaparición, pero necesitaba tiempo para curar el dolor que en esos momentos sentía, llegue a un punto en que me daba igual si moría o no, era una herida bastante profunda que no tenia intención de curar.
Pasaron 6 años y 9 meses hasta que regrese y supe que te habías casado hace no mas de 2 meses, pensé que lo había superado, pero cuando nos topamos en la calle sin querer, todo el tiempo que estuve sanando mi dolor no sirvió de nada, pues algo en mi se removió, algo que anhelaba desde hace mucho, tu me trataste como si no hubiese pasado nada, me sonreíste y te alegraste de corazón de que volviera, no sin antes pedirme explicaciones del porque me fui. Dando excusas baratas me creíste y querías retomar nuestra amistad como si nunca me hubiera ido, tu parecías tan feliz, como si no hubiese pasado el tiempo, como si nada mas me hubiera ido un día y no años. Por un segundo acepte sin razón, luego me enteraría que te habías casado y que tenias un hijo en camino, me alegre por ti de que ya tenias la familia que siempre habías soñado, aunque yo ya estaba muriendo. Esa noche cuando llegue a mi hogar nada mas para llorar como otras tantas noches hasta quedar dormido.
Después de eso empezamos a vernos estos últimos 3 meses pero creo que llegue a mi limite, así que decidí escribir esta carta mal hecha para liberarme de esto.
Puedes tirar la carta, destruirla si gustas, sin embargo mencionare lo que he guardado durante tanto, quizá ya sabes lo que voy a decirte, aun así lo diré claramente:
Te amo.
Siempre te ame.
P.D. Perdona si te doy asco, o me odias, mas mis sentimientos tenía que expresartelos. Tranquilo, jamas seré un problema en tu vida porque he decidido estar muy lejos, a estas horas ya nunca me volverás a ver, nos vemos hasta la próxima vida.
Atte: Nada mas que tu mejor amigo Sasuke Uchiha.
Adiós, dobe.
Así acababa la carta y unas lagrimas salieron sin darme cuenta.