Sasuke se preparó para ir a su trabajo, se puso su vestido favorito, se echó colorete rojo en las mejillas, y se marchó. Mientras caminaba, pensaba en cómo había llegado a caer tan bajo, pero demasiadas razones se le acomulaban.
Trabajaba en un restaurante-cafetería, y al caer la noche, se llenaba de la escoria de la ciudad. Sí, un burdel nocturno.
Y, ¿en qué involucra esto a Sasuke? Que él forma parte de eso. Él es uno más.
Siempre fué un doncel de carácter fuerte, pero era diferente a los demás donceles, desde que era pequeño le gustaba vestirse de chica, y a menudo, seguían confundiéndolo con una mujer a sus 19 años de edad. Pero, él atendía en un bar vestido de mujer, ¿era normal, no? Sí, claro, pero mucha gente solía darse cuenta y lo trataban de otra fulana más, cosa que le entristecía.
A Sasuke, también le hacía diferente el hecho de que antes de estar vestido así y trabajando ahí, cuando todo era mejor, él había estado con varias chicas, saliendo con ellas, a pesar de ser un doncel. Pero también llegó un chico que trajo de cabeza al azabache, pero con el paso del tiempo y todo lo ocurrido; quedó atrás. Por lo tanto, se le podría considerar bisexual. Él lo sabía, pero no quería admitirlo.
Después de ir paseando por las frías calles del Londres Victoriano, llegó a su trabajo, un edificio algo viejo pero que seguía teniendo su encanto, a pesar de que por dentro estaba decorado con un gusto exquisito, con muebles de lujo, y un piano que animaba el ambiente que olía a alcohol y sexo.
Entró, y como siempre, estaba lleno de fulanas y donceles, y no hay que olvidar a los clientes, sí, los babosos y pervertidos que acudían todos los días a satisfacer sus 'necesidades'. Más de una vez Sasuke ha estado a punto de ser llevado a la fuerza por alguno de estos tipos, ya que debido a su belleza es bastante famoso en su trabajo, pero jamás ha estado en la cama con nadie, y todos se extrañan, pero Sasuke jamás ha cedido, porque a pesar de trabajar ahí, es un doncel con principios; hecho y derecho.
Se acercó a la barra para empezar su turno,y cómo no, un tipo se le acercó.
-Oye, ¿me sirves una copa?- Sasuke miró desconfiado al tipo, que no había visto nunca por ahí.
-¿Qué quiere?- El extraño seguía con la mirada fija en él, y empezaba a incomodarle, pero la tenue luz reflejó el color de los ojos de aquel tipo, que dejó a Sasuke atónito, pues eran de un precioso azul que no había visto jamás y un inusual pelo rubio.
-¿Qué tal a ti?- la broma de aquel provocó una sonrisa nerviosa que Sasuke no pudo ocultar.
-Lo siento Señor, no estoy en la carta- el extraño hizo una mueca, para luego girar la vista y observar el lugar donde se encontraban,y preguntar:
- ¿Pues por qué estás aquí? Tú no tienes pintas de fulana- miró a Sasuke delante de la barra, y añadió- bueno,un poco, pero me gusta.
-No le importa, y dígame ya qué va a pedir, tengo más clientes esperando.- con voz cortante despachó al extraño de ojos azules, sirviéndole un whishkey y marchándose a atender a los demás.
-¡Eh, tú, guapo! Pónme un Tequila- <> pensó. Hoy ya se había topado con 3, parecía que todos vayan sólo a por él. Estaba mucho más que harto, estaba harto de los atrevimientos y libertades que se tomaban con él a pesar de no ejercer nada más que la función de atender la barra.
Pero, no vender su cuerpo hacía que le pagasen menos, así lo decía en el contrato que hizo, y así será.- ¡Vamos!
Cuando aquel borracho le grito a Sasuke, el extraño de antes le dio un puñetazo y cogió a Sasuke y lo arrastró dentro dentro de una habitación, alarmando a la mayoría de la gente del local.
-¡OYE! SUÉLTAME.- Sasuke se retorcía en los brazos del extraño, pataleaba y gritaba, pero era demasiado fuerte y no había manera de zafarse.
-Tranquila, no te voy a hacer nada.- algo en esas palabras reconfortó un poco a Sasuke, haciendo que se tranquilizara. Para luego caer en una cama.- Me llamo Naruto Uzumaki. ¿y tú?
-E-esto...- no podía decir su nombre real, ya que le descubriría, así que improvisó uno.- Mary, un... gusto conocerle.- Naruto, le besó cortésmente la mano haciendo que Sasuke se sorojara por el noble gesto.
-Siento lo de antes, yo no soy como los demás.
- Ya, claro... Bueno, su nombre me suena bastante, ¿usted es alguien importante, verdad?- Naruto hizo un gesto de desagrado para asentir con la cabeza y sentarse al lado de Sasuke.
Naruto se quedó mirando la cutre y oscura habitación por unos segundos, antes de preguntarle lo mismo de antes.
-¿Es usted una fulana o prostituta?- y se acercó aún más a Sasuke, haciendo que sus respiraciones se chocaran.
-No- No le gustaba cómo estaba yendo todo y se alejó un poco, pues estaban demasiado cerca.
-Lo sabía... ¿y por qué stá usted aquí?
-No le importa- Sasuke giró la cabeza con indignación, pero Naruto le cogió la barbilla y lo besó. Se alarmó y empezo a enfurecerse y sacar todo su carácter.- Usted, ¡¿diferente?! ¡¡Y una mierda!! Sois todos iguales, ¡vete de aquí, márchate!
Le apartó de una bofetada y se puso a llorar en la cama, sin importarle el maquillaje, sin importarle nada, ya estaba harto de su vida, de parecer una fulana dando un espectáculo con su cuerpo. Era demasiado. Así que esperaría llorando hasta que ese imbécil se fuese, y volviese todo a la 'normalidad'.
Pero él no se fué. Y en vez de eso, se acercó a Sasuke, lo abrazó, y se disculpó.
-De verdad, lo siento. Discúlpeme.- Miraba a Sasuke atormentado, y con tristeza en sus ojos, a lo que Sasuke respondió abrazándole aún más fuerte, desahogándose en él.- pero antes, dígame, ¿por qué aquel hombre la llamó, 'guapo'?
Sasuke hizo un sonido de molestia, y se apartó y se sentó al borde de la cama. -Porque... Iba borracho, suele pasar. - se rascó los ojos-debo retirarme, me estarán buscando...- se levantó, se atusó un poco el vestido, y se marchó dejando a Naruto intrigado, y decidido a averiguar el secreto que guardaba.