-nik… minik… ¡Dominik! – Abrí mis ojos de la sorpresa. Mierda. Nuevamente me quede dormido en clase de literatura. Con esta van 5 en la semana.
–Repito, Señor Hansen, nombre 3 escritores del boom latinoamericano.- ajusto sus gafas mientras me dirigía una fría mirada.
Fácil, Mario Benedetti, Augusto Roa Bastos y Ernesto Sábato"
-No sé- mencione restregándome los ojos y bostezando al mismo tiempo.-
-Si hubiese prestado atención a las clases anteriores lo sabría- anoto algo en su cuadernito- Tiene 0- Rodee los ojos- Señor Franz, responda-él me odia yo lo sé, lo veo en su mirada.
-Gabriel García Márquez, julio cortazar y Vargas llosa-
-Bien, tienes 10- sonrió ligeramente- Reeds deja la goma de mascar-
Franz Hansen, uno de los “Guardaespaldas” de de Jayden, delantero del equipo de futbol y además –y con membrecía platinum- parte del club “Odiamos a Dominik”, ¡oh! Pero su odio hacia mi viene de hace ya algunos años ¿he dicho que somos primos? Ahora se los digo. Nuestros padres son hermanos aunque mi familia ya no sea muy bien recibida entre aquellas personas, ya que mi padre se caso con una americana y eh ahí todo el problema, lo irónico es que ellos profesan su odio a los yankees aun cuando viven en América. Ridículo si me lo preguntan.
Volviendo al tema de mi querido primito, aparte de sangre lo único que tenemos en común son nuestros ojos –de un color miel intenso y algo llamativos viéndose de cerca- es lo único, ya que mientras mi cabello es negro azabache –heredado de mi madre-, el de él es rubio ceniza.
¿Por qué me odia? Quiero hacerme el interesante así que por ahora no les diré.
En la realidad, la clase acaba de terminar y me he librado de entregar un reporte –que no he hecho aún- con mi mochila en los hombros me largo al comedor.
Soy empujado por uno que otro “súbdito” del dictador mientras que voy por los pasillos, la verdad todo ya se me ha hecho una costumbre, aunque las ganas de golpearnos no me faltan, solo aguanta Dominik, solo unos meses más y te largas de aquí.
Ya en la entrada del comedor se divisan los diferentes grupos –en los cuales no encajo en ninguno- a la derecha se encuentran los bohemios, relajados y llenos de paz y amor, amantes del arte y una que otra medicina alternativa. Carlos en uno de ellos, un tipo realmente relajado, un tanto vago pero siempre con una sonrisa en su rostro, de ojos amables y siempre viste ropa realmente holgada, debo agregar que a pesar de su apariencia tiene el IQ más alto de todo el instituto.
Al frente se encuentran los genios del instituto, chicos que si no tienes un promedio de notas arriba de 10 ni te dirigen la mirada, tipos altaneros al contrario de cómo se muestran en las películas, ya saben, unos verdaderos perdedores o “Nerds”, ellos son unos imbéciles a pesar se de ser genios lo cual es irónico. No conozco a nadie de ahí y no me interesa conocerlos.
Las mesas de al medio es en donde se encuentran todos los jugadores de equipos del instituto, basquetbol, beisbol, voleibol, taekwondo y los que no hacen ningún deporte pero son “Guapos”. En una de las mesas más grandes se encuentran los jugadores de Futbol, campeones por 5 años consecutivos –les tienen prácticamente un altar- los spoiled kids como los llamo, son totalmente consentidos por los profesores, inspectores y el director, que los ama.
Como he de suponer, en aquel grupo está el dictador con su flamante cabellera rojiza tinto “natural” acompañado de unos oscuros ojos, riendo despreocupadamente mientras que una de sus seguidoras coquetea desvergonzadamente con él. En las siguientes mesas están los góticos, los chicos "malos", los drogatas, los hijos de papi, etc. ohm se me olvidaba, no olviden a las zorras, ellas nunca faltan.
Al pasar por su lado, no evitaron disimular su risa y de inmediato soltaron una gran lista de insultos. Me dirigí a la última mesa desocupada del lugar y de mi mochila saque mi almuerzo, un sándwich y una bebida energizarte.
Debería de comer mejor si en unas horas más tengo entrenamiento de basquetbol, pero no gastare lo que me queda para el autobús en la cafetería y además, mi hermana prepara los mejores sándwiches
Gracias a que mi padre cayo perdidamente enamorado de la belleza yankee de mi madre, su familia lo desheredo de la “fortuna” Hansen, Por desgracia mi madre murió cuando tenía 9 años, mi padre cayó en depresión, y bueno, nunca lo puedo superar y según yo murió de la peor forma. Murió de pena cuando tenía 13 años. En fin yo y mi hermana –dos años mayor que yo- nos hemos quedado solo, aunque mi tía Nadja –madre de Franz, que debo agregar que me ama- nos ha dado sustento en estos años pero Kasimir Hansen –Su marido- la ha descubierto y le ha prohibido que nos volvamos a ver.
El cansancio comenzó a aparecer, Morfeo llego sin ser llamado, siento mis parpados pesados y La música no ayuda a quedarme despierto.... Solo 5 minutos... ó tal vez más
Mierda. Mierda. Mierda y más mierda. Me he quedado dormido y ahora voy atrasado al entrenamiento de basquetbol, el entrenador me matara y para peor mi uniforme se quedo en la sala de literatura. ¡Shaise’!
Corriendo fui directo a la sala 307 que se encontraba en el ultimo pasillo del tercer piso del instituto. Al divisar la sala comencé a bajar el ritmo de mis pisadas y rápidamente abrí la puerta. ¡Shaise!
Abrí mis ojos como platos y sin hacer ruido cerré la puerta pero con unos oscuros ojos viéndome sorprendido al igual que yo. ¿Quién se esperaría que Jayden Collins, el gran dictador estuviera haciendo una mamada al –supongo- portero del equipo de futbol?
El portero –ni idea de su nombre- se encontraba con los ojos cerrados disfrutando de aquel acto hecho por Jayden, pero la mota roja si me vio.
Así que al parecer… es ¿gay?
Caminado me fui a las canchas de Basquetbol sin mi uniforme, porque ¡por favor! Eso ya no importa.
-¿Qué mierda acabo de ver?- pensé distraídamente hasta que choque con alguien.
-Hansen, llegas tarde- despabile.