Paralelismo
Capítulo único: Alternativa
–Alicia – susurro besándola suavemente en los labios
–Lu – me separo de ella y acariciándome en la mejilla veo en esos ojos verdes el amor que profesa.
Habíamos pasado un examen de gran magnitud, para nosotras era un poco más complejo, sin embargo los frutos dieron mucho éxito, en fin, fue una semana bastante larga, solo quería mirar más de cerca esos ojos tan hermosos, entiendo por fin el sentido de “me pierdo en esos ojos” y es así, perdida por completo, me acerco a su cuello, suspirando su aroma mientras mi manos tiemblan de nervios, la cama suave y la sábana desastrosa será testigo de lo que la luz de luna no será, más solo unos pocos rayos que se escabullen débilmente por la ventana a la cual le doy la espalda.
Me separo y la vuelvo a mirar, no sé siquiera por dónde empezar, podría estar encima de ella todo el tiempo sin moverme, solo para observar aquella ventana que me brinda tanta paz. Sonríe, toma mi mano izquierda y la posa sobre su mejilla, mi corazón late desesperado, puedo sentir como quiere salir de mi pecho y entrar al pecho de Alicia para sentirse acompañado y amado por ese corazón que late tan cálidamente.
Cierro los ojos, ella posa sus manos en mi cuello, acariciándolo, levanta un poco su rostro y siento su calor a milímetros de mis labios, el sonido de la cama rechinar, de su corazón que también está nervioso y de mi garganta sedienta de sus besos, de su lengua, de su movimiento, no hay más nada en lo que pienso y anhelo, solo eso, quiero besarla pero los nervios no me dejan, siento congelarme, siento que debería, abro los ojos lentamente y me encuentro con sus facciones llenas de ternura, sin recriminaciones, con una sonrisa cálida, no puedo corromper eso, no siento que sea lo suficientemente digna como para besarla de verdad, ya lo había hecho antes pero esta ocasión es especial, me quito la chaqueta con la ayuda de ella porque mis movimientos son un poco torpes, todo eso sin dejar de mirarnos a los ojos.
Un segundo para mirarnos, ella se acerca más y apoya su cabeza en mi cuello, acaricia mis muslos, mi espalda, sube poco a poco por mis brazos, mi cuello, reparte besos pequeños hasta alcanzar mis labios, un roce húmedo resuena en la habitación, junto mis labios a los de ella, suavemente se escuchan sonidos hermosos, sus manos resbalan por mi espalda como agua de cascada suave, las mías con miedo acarician tenuemente sus senos, la excitación recorre mi cuerpo, no hay palabras, sabemos lo que tenemos que hacer.
Desabrocho un poco su camisa, aspiro su aroma y suelta un suspiro, me toma fuertemente del cabello y hace que me excite más, la termino de recostar en la cama, lamo su cuello, lo beso, sus piernas se acomodan a un costado de las mías, su piel se calienta al igual que la mía, su ropa se resbala de su cuerpo, es más un estorbo, su torso queda desnudo ante mis ojos, trago en seco con muchos nervios, una mirada que me dirige me relaja totalmente para poder empezar acorde a la situación, la situación de amarnos esta noche, no hay espacio ni tiempo, es adimensional el cómo sus ojos me hipnotizan a la verdad más certera de todas, nos acomodamos más cerca una de la otra, beso su cuello mientras mis manos se van a sus hombros y las suyas a mi cuello, un abrazo de la manera más cálida y sentimental, un beso salvaje, nuestras lenguas chochan apasionadamente, diente con diente, labios con labios, no me importa si se desgastan, la necesito, ¡Te necesito! Necesito expresarte este amor, anhelo sacrificarme por ti, me gustaría me encantaría hacer tantas cosas por y para ti, la presión en los hombros de ella aumenta, la cercanía de nuestros pechos al punto de sincronizar los latidos del corazón, el calor que expulsa nuestro cuerpo porque ya es uno, no lo evito, mi ceño se frunce, la pasión aumenta y con ello el repentino lagrimeo de una emoción reprimida acaricia la mejilla de Alicia.
– ¿Estás bien? – Susurra
–Sí, es solo que, tiemblo al besarte, al tocarte, quiero hacerlo bien, después de haber estado en coma por casi cuatro años ya no sé, solo sé lo que te dije antes de pelear con mi lado oscuro, que te amo Alicia, te amo – me escondo en su pecho, llorando silenciosamente.
–Lu, somos jóvenes ¿No? A ver, te recuperaste muy rápido en menos de un año ya estabas lista además – ríe como solo ella sabe hacerlo - ¿Cuántos años tienes? - Pregunta
–22 – Respondo – ¿Tú?
–23 – responde ella – Falta poco para tu cumpleaños número 23, ¿No? – pregunta
–Sí bueno, agosto, que mes – respondo – Mañana es el tuyo, te tengo una sorpresa – susurro nerviosa
–Sí bueno, enero, que mes – se ríe – Te amo Lu – responde – Te amo sinceramente, con todo mi amor, con todo mi cuerpo, con todo mi ser, con toda mi energía espiritual, con todo lo bueno y lo malo mío, con todo eso, yo te amo – responde
Sin más la beso fuertemente, abrazándonos aún más, bajando hasta sus senos, besándolos, cerrando los ojos a la sinfonía de suspiros y dejando paso a sus gemidos, sus pezones que con mi lengua estimulo, calentando lo que ya está caliente y divagando en todo su alrededor, su comodidad de almohada en mi boca está, como olas de placer tomo lo que es y no es mío, el sonido que nace a partir de un placer que no es solo mío, ambos sonidos se mezclan, me desnudo el torso, no hay nada más que ocultar, ella me mira acaricia mi espalda, se acomoda y me ordena que me acueste boca abajo en la cama, empieza a repartir besos empezando por el cuello, los suspiros hacen de ella una gran experta.
Escucho como se deshace de la última prenda de ropa quedando desnuda, estiro mi mano tocando su muslo desnudo, me acerco suavemente dándole un beso, la observo de arriba abajo, está apenada, pero aún así no evade mi mirada, estiro mi mano derecha y su mano izquierda entrelaza a la mía, nos quedamos mucho tiempo mirándonos a los labios, sonriéndonos con los ojos, acariciándonos con los suspiros, me recuesto del espaldar de la cama arreglándomelas para no soltar su agarre, separo las piernas y ella se sienta en mis caderas, encima de mí me toma del cuello y estirándolo nos besamos, lentamente, suave para escuchar el llanto, la alegría, la paz, mi mano derecha resbala, ella asiente tomando la mía en señal de aprobación, gemidos se escapan de esa jaula y se eleva mis ganas de amarla y de darle placer.
Solo espero sinceramente compartir el resto de mi vida contigo, a pesar de los obstáculos y si yo, me llego a convertir en uno te ruego Alicia que no dudes en separarme de ti, así sea lo más que nos duela a las dos, solo te digo que podrás contar conmigo y yo contigo, jamás pensé en amar de esta forma a alguien, no amo con locura, la locura ata a las personas, amo con libertad porque es lo que siento al estar a tu lado, siento como mi libertad se hace más fuerte al momento de verte, de observarte, de fundirme en una sola contigo, es inesperado pero es así, pedirte matrimonio es ahora un vía, no significa que con esto te ate, solo que la sociedad ha avanzado un poco más y ahora que recién volvimos a estados unidos esperaste muchísimo para contarme esa gran noticia, de que habían aprobado hace más de dos años, ¡Casi tres! los matrimonios gay, había estado mucho tiempo dormida, en casi cinco años pasó de todo, en este 2019 con casi 23 años jamás imaginé que yo Lu Vólshovic te fuese a pedir matrimonio el día de mañana, en tu cumpleaños número 24, tiemblo de los nervios al pensarlo mientras te beso, mientras te toco, mientras te amo, Alicia.