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(J-Min/Ji-Hope) It Does Not Hurt Anymore por BANGLOVETHEM7

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Bajo lo opaco de las nubes uniéndose y creando un cielo gris, seco sin lágrimas que derramar, rechazaban la presencia de un ángel de su corteza de pureza.

Caía sin saber su destino, alas fueron averiadas para no funcionar. Caía todo el camino, inconsciente entre las ramas de un frondoso árbol parando su forzada caída para finalmente parar en el común suelo de todo desconocido.

El cielo finalmente goteaba en desgracia al despedir y eliminar los rastros de su camino al medio bajo mundo. La Tierra.

En la Tierra habitaba cierto ex-demonio de las tinieblas, sin razón de ser. Carecía de un corazón sano, siempre en constante dolor. Estacas y agujas era lo que sentía en su corazón. Padecía la soledad de los días, tumbado en dicho árbol. Fue despertado por la compañía de su opuesto.

Si solo el oro era reluciente, los diamantes brillaban y las palomas eran la pureza de ciertas almas. El demonio podría comprobar lo contrario. Tenía todo eso ante sus somnolientos ojos y era hermoso.

No quito la vista de aquel ángel ni un segundo. Un ángel. Pero el cielo tronaba y las nubes limpiaban las calles con el agua que corría. Desafortunadamente las ramas no cubrían toda el área  y las contantes gotas aterrizaban y rodaban por el cuerpo del pedazo de cielo. El ángel.

 No quería que se mojara aquel tesoro.

Se levantó, y tomó unos pasos adelante. No sabía cómo tomarlo  después de todo era un impuro.

¿Y que si lo rompo?

Pero no pudo eludir la urgencia de alejarlo de la lluvia. Entre sus brazos lo arrastró, hasta donde el reposaba hace poco y en sus piernas recostó su cabeza.

Cabellos dorados.

Su rostro.

¿Acaso este ángel es un bebe?

Si la inocencia se reflejara en algún lugar ese sería el rostro de esta criatura. Pensó. Observando su rostro. Si la paz con que el inocente dormía se le concediera por un día, que agradable le sentaría.

Labios muy rojos y piel muy blanca era lo que le asombraba de ese ángel, parecía que los rayos del sol nunca habían llegado a su piel. Pues claro el ex-demonio creyó que el Sol estaba en la cabellera de este ser. Sin olvidar la belleza del resto de las partes de su cuerpo. Jamás había visto una parte baja de un cuerpo como la que poseía esta cosa que ahora reposaba en sus piernas y brazos. Ver su respiración le causaba calma. Podía dormir en cualquier momento con solo oír su respiración.

Carecerás de calma y paz, desterrado. Recordó. Pero ese ya no era el caso.

Morfeo has tu trabajo...

 

 

‘*’

 

 

Grillos. El sonido que emitían los insectos lo desvelo de inmediato.

¿Aun duermes?

Disfrutaba verlo dormir pero la oscuridad no era segura para un ángel recién caído, así que coloco sus manos cuidadosamente alzo su barbilla y con sus dedos en la nuez de Adán hizo movimientos juguetones con su mano.

Cosquillas.

El ángel dejo salir un agudo sonido de risa y se retorcía tratando de zafarse de las cosquillas causadas. El alguna vez demonio sin expresión u emoción excepto curiosidad, observo al ángel abrir sus ojos igual de confundido.

Abrió sus ojos. Paisaje oscuro, frio y tenebroso lucía sobre ese árbol. Después fijó su mirada en el extraño de quien encima se ubicaba. La urgencia de aferrarse a él no dejaba su cuerpo en paz. No lo hizo de igual manera. 

-¿Podrías tu humano, decirme donde me encuentro?

-En los brazos de un demonio desterrado. –El rubio de pequeña estatura abrió sus ojos muy grandes y después los acomodó.

-Ya veo… -Se dirigió a levantarse sentándose al lado de ese demonio desterrado. No sabía que sentía pero no le importaba que lagrimas rodaran en su rostro al recordar su caída y saber que ahora estaba en el mismo lugar que un demonio.

Pero este demonio solo limpio con el costado de su mano, lo que no parecían lágrimas sino cristales embelleciendo. Su alguna vez enemigo se asustó pensando que algo malo sucedería, el impuro de cabello oscuro se dio cuenta de su rechazo. Sintió lastima. Hasta por sí mismo la sintió. Sabía que el rechazo lo esperaba en cada esquina.

 -¿Tienes miedo de mi ángel?

-No-no… ya no soy un ángel.

-Aun tienes tus alas.

-No funcionan…

-Ya veo… -Después de unos minutos de silencio el ya no-ángel observó muy bien al demonio, una vez más. Su cabello negro con el largo hasta el comienzo de sus ojos, sus labios eran en forma de corazón y un lindo lunar adornaba cerca de ellos. Su barbilla era ciertamente esculpida por los dioses. Y sus ojos.

Sus ojos no reflejaban ruina sino esperanza que algún día vio en el cielo. A pesar de que no tenía alguna emoción en el resto de sus rasgos.

-N-no… no pareces un demonio.

-Pero tu si un ángel. -Respondió rápidamente al oírlo hablar de nuevo. Se tornó  a verlo y sonreírle por primera vez. El de blanca y brillante piel juró sentir deficiencia de aire, y el frio que la noche ofrecía ya no le era suficiente.

-Ya… ya no soy un ángel, -Comentó nuevamente el rubio, defraudado, era su único orgullo. -no… no comprendo.

-¿Uhm? -no comprendió a que se refería.

-Siempre me dijeron que cosas malas ocurrirían si hablaba  con un demonio. –dijo, tratando de saber la respuesta.

-¿Es por eso que me temes? -Afirmo con la cabeza sin mirarlo. –Yo no sé qué cosas malas habrás oído de mi pasado o lo que era. Sin embargo no me sorprende que todo termine siendo cierto. –Sonrió después de alguna vez haber causado él sufrimiento ajeno. -Pero ya no siento nada.

Sonrisa que se desvaneció al instante.

-¿Nada? -Esta vez preguntó preocupado. -¿No quieres hacerme sufrir?

-No. -Bajo y levanto sus hombros. Frunció el ceño. Definitivamente ya no tenía deseo de algo así.

-¡Demonio! Di-… Digo… uh…-El ser de alas rotas se vio en conflicto al llamarlo de esa manera. -¿Cu-cuál es tu nombre?

-J-ho-… -Estuvo a punto de decir su nombre de antes, su nombre como demonio de la burla y encargado del sufrimiento ajeno. -Jung Hoseok.

-¡Hoseok! ¡Quédate a mi lado! -sugirió emocionado esta vez. Hoseok podía ver chispas salir de los ojos de este casi-ángel.

¿Acaso espera un sí? ¿Esperas algo bueno?

-¿Porque habría de hacerlo?- Pregunto Hoseok aun sin saber las intenciones de un ángel como él. Fue demonio, la desconfianza era parte de él, así como lo contrario con su opuesto.  

-Para… ¡Para que no me dejes solo…! -Sí que se sintió rechazado.

-¿Solo…? -Hoseok sí que sabía que era eso. El otro no lo merecía.

-¿Cuál es tu nombre ángel?

-Park Jimin. –Dijo este sonriente. Hoseok sintió como su corazón palpitaba más fuerte de lo normal, su boca se medio abrió sin entender. Colocó  su mano en el corazón de Jimin, y Jimin no comprendía la razón y menos el fuerte temblor que fue enviado a su espina baja sacudiendo su pecho.

¿Acaso eso verificaba Hoseok?

-¿Sientes algo? –Hoseok solo quería oír una sola palabra, quiera saber si esta vez el causaba algo bueno o desgracia. -¿Dolor?

 -Mi corazón… esta acelerado. –Si no fuera por la debilidad y pocas ganas Hoseok hubiera saltado de emoción.

-¿Si?- Hoseok juro que nunca se había sentido así.- Yo también.

-¿Qué es?

-Uhm… creo que es amor- Dijo Hoseok mirando su mano desde que la retiro del pecho de Jimin.

-¿A-amor? –Jimin había oído de el en el cielo pero nunca supo su significado.

-¡Si amor! ¿Sabes? Eso que los humanos dicen anhelar y hacer -Hoseok insistió en explicar con señas pero que confundió aún más al ser ante sus ojos. Jimin prestó atención pero esto no tenía una explicación o Hoseok era muy malo explicando.

-Ohh… ¿Duele? -Jimin lo llenaban las preocupaciones, asustado, nunca había sentido dolor excepto cuando le fue desterrado y le arrebataron sus alas y lo aventaron a la nada. Su cara exactamente como la de un niño aterrado de que sus golosinas fueran arrebatadas.

-No lo sé. -Hoseok respondió sin saber que más decir, sin embargo recordó algo.- E…Ellos hacen algo como esto. -Hoseok sin permiso o represión, se acercó al delicado rostro de Jimin, sus ojos bien abiertos. Tomo un gran respiro antes.

Un beso.   

-¡Aaaah! -Jimin se alejó de Hoseok. Un ciervo indefenso nunca se había visto tan atemorizado.

-¿Y? ¿Te dolió?- Pregunto Hoseok comprobando.

-No… Pe…- Jimin toco sus labios. Y volvió a unir sus labios con Hoseok. Hoseok no sabía la razón por la cual sonrió mientras Jimin devolvió el beso pero le complacía.

-¿¡uhm!? -Hoseok había cerrado sus ojos. Le impresionó.

-¿Y… ahora? -Pregunto Jimin preocupado de que no había hecho algo bien. Aun pegado de los labios de Hoseok, sin embargo se sonrojó y se separó mirando a un lado.

-Creo… creo que ahora podemos permanecer juntos. -Colocó Hoseok sus dedos en su babilla como si dedujera la respuesta.  Jimin reaccionó colocándose de rodillas y juntando sus manos con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿¡Tú crees!?- Jimin se iluminó de alegría.

-Si ahora sí. –Aseguraba Hoseok.

-¿¡Que te hace pensar que si!?- Jimin aún seguía confundió ante la vaga respuesta.

-Es que mi…- Hoseok exhalo en alivio. Y sonrió ampliamente.- Mi corazón ya no duele Jimin.

Hoseok no se había fijado de ese gran detalle, y todo sucedió en el momento que Jimin se encontraba a su lado.

Ya no pesaba como cuando llego al mundo de los humanos.

Solo era falta de esperar la llegada de su opuesto.

Carecerás de calma y paz, desterrado. No serás merecedor del aprecio. Serás parte de los miserables, bajo mis juegos. A menos que otro desahuciado y desdichado de tu misma calaña enfrente tu cruel y exacta realidad. 

Notas finales:

uhhh... esto no salio como esperaba (?) -esta chica siempre dice lo mismo- en fin XD 

 solo leanlo (?) no espero comentarios ya que es algo que quise hacer y postear xd... yeah well J-min sin lemon es extraño para mi si se trata de escribir... pero publicare algo especial para ellos >_>

Peace out ^^/


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