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Donde Las Flores No Crecen por TeruNishimura

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Notas del fanfic:

Este fanfic no lo escribi para que la gente lo disfrute, mi intencion fue llevar al lector por un pasaje oscuro y desagradable.

No es una historia bonita de amor, donde los personajes son plenamente felices, todo lo contrario, no creo que muchas personas quieran terminar de leerlo.

 

 

El arte imita a la vida, y esta es una situacion en la cual pudimos haber estado cualquiera de nosotros...

Cruzó  la calle sin importarle demasiado si venia algún automóvil que podía atropellarle,  la verdad es que a estas alturas de la vida muchas cosas ya no le importaban. No quería llegar a casa, intento caminar lo más despacio que pude para hacer que su llegada se postergara lo más posible. Sabia en lo absoluto que él iba a estar ahí esperándole, para hacerle lo mismo de todos los días…

Estaba ya en la maldita entrada de aquel edificio, apretó el puño con fuerza, sacando algo de valentía desde donde solo había miedo, caminó hacia las escaleras, pensando en  dónde había empezado todo esto… quizás hace 7 años atrás cuando mamá les dejo solos porque éramos solo “un estorbo para ella”. Quizás empezó cuando Akira comenzó a hacer “eso” con el…o no sabía desde cuando, lo único que sabía es que nada está bien en esta maldita familia.

Al tener la maldita puerta frente a sus ojos le hizo sentir atemorizado, con un total y doloroso nudo en la garganta, puso la llave en el orificio y la giró esperando que la puerta abriera de una vez por todas para que toda la tortura terminara pronto, pero no fue así, el muy hijo de puta había dejado la puerta cerrada con candado por dentro, quizás iba a pasar otra noche afuera de casa.

Un par de lágrimas corrieron por sus mejillas, esto era totalmente injusto, él no le había hecho nada a nadie como para merecer esto… ¿tendría él la culpa de ser hijo de unos padres adolescentes?  Mamá tenía catorce y papá quince, había sido el descuido de unos jóvenes que estaban descubriendo su sexualidad… él no tenía culpa de nada ¿Por qué le pasaba esto?

   -Shima… ¿Qué te ocurre? –no se había dado cuenta, detrás de él estaba uno de sus vecinos,  Uke Yutaka era un estudiante de arquitectura bastante gentil, le conocía desde hace unos años cuando su padre había comenzado con la maldita costumbre de dejarle afuera y este joven se apiadaba de él y le invitaba siempre a su casa… a pesar de que tenía 22 años pasaba desapercibido por un chico de su misma edad.

   -No, no es nada, no te preocupes…  -respondió

   -¿Te quedaste afuera otra vez? – le miró con una pequeña sonrisa

   -Corrección, me dejaron fuera. – Shima le sonrió de vuelta 

   -Bueno, si quieres puedes entrar a mi departamento, no quiero que te quedes aquí y le des en el gusto al imbécil de Akira.

   -Está bien,  lo hare.

Le siguió hasta su departamento que estaba casi al final del pasillo, las pocas veces que había estado ahí le hicieron sentir bastante bien, era un lugar acogedor con un aire hogareño que le faltaba al departamento que compartía con su padre, desde que tenía memoria jamás le gusto estar ahí.

   -Siéntete como en tu casa… ¿tienes hambre?

   - Yo… no, no tengo hambre – la verdad era que si tenía, pero por alguna razón había dejado de comer, no se sentía bien consigo mismo.

Se sentó en el sofá con Yutaka a su lado, quien le miro el cuello detenidamente… tenia marcas… unas muy extrañas marcas ahí que resaltaban en su nívea piel.

   -Shima ¿Qué te paso ahí? – intentó tocar con su mano el cuello del adolescente pero el otro se alejo y se tapo con una de sus manos su cuello.

   -Yo… me golpee con una repisa… no la vi y choque con ella…

   -Eso no es un golpe… - le miro a los ojos muy preocupado - … Dime Shima… Akira… ¿Abusa de ti?

  -¡Claro que no! ¿Cómo puedes decir algo como eso? El jamás haría algo así… - sintió que su pecho le apretaba de sobremanera.

   -Lo siento pero es que no creo que te hayas golpeado con una repisa y de ese tipo puedo esperar cualquier cosa

Shima le miro a los ojos y luego miro a sus pies, se sentía bastante triste al ocultarle la verdad.

Escucharon unos gritos en el pasillo… posiblemente era su padre despachando alguna puta que se había llevado a casa ese día, decidió salir a mirar, Yutaka le siguió de inmediato, en el marco de la puerta se dieron cuenta de que lo que pensaba Shima era totalmente cierto… su padre estaba discutiendo con un joven bastante atractivo quien apenas se acomodaba la ropa como podía mientras le gritaba y se alejaba de  Akira.

Miro al par que le observaba desde la puerta que estaba casi al final del pasillo, noto que ahí estaba su hijo.

   -Shima… ven aquí.

El adolescente tembló al escuchar la orden de su padre, era obvio que tenía mucho miedo, sabía de sobra que él estaba muy enojado y en ese estado era capaz de hacer cualquier cosa…

   -Me tengo que ir… o si no se va a enojar más… - le miro apenado y ni si quiera dijo adiós, prefirió apurar el paso para que Akira no se enojara mas.

Camino con la cabeza gacha y apuro el paso, entro rápido y grande fue su sorpresa, había otro chico dentro, estaba semidesnudo sentado en el sofá revisando su celular. Al parecer Akira se había divertido bastante ese día.

   -¿Qué es lo que hacías ahí  Shima?

   -Yo…

   -¿Intento algo contigo? ¿Te tocó?

   -N-no, para nada – Akira le tomo el brazo con fuerza y lo zarandeó con ímpetu.

   -¡Mientes! – le abofeteo con fuerza.

El chico les miraba totalmente sorprendido, se levanto del sofá, tomo sus cosas y se fue sin decir absolutamente nada, se había asustado por aquella reacción del mayor  con aquel adolescente que parecía ser su hijo.

Shima cayó al piso y sabia que ocurriría… le iba a violar como siempre.

Con un llanto excesivo le rogó que no le hiciera nada, pero no le sirvió de mucho sus ruegos, Akira se estaba acercando a él y no tenía intenciones de solo hacerle cariño, sus manos le estaban retirando bruscamente la camisa escolar que llevaba sin escuchar las suplicas, el pequeño Shima debía entender que era de su propiedad y de nadie más.

Las manos del menor intentaban alejarlo sin mayor éxito, cansado por la actitud del menor le tiro de su largo cabello con fuerza para hacer que se detuviera y le dejara follárselo de una vez por todas.

   -Entre menos te resistas, mejor te voy a tratar ¿vale?

Shima solo le miro y dejo caer sus brazos rendido, a estas alturas una vez mas o una menos ya no importaba. Le soltó el cabello para dedicarse a retirar la ropa del menor mientras él no dejaba de sollozar, le subió la camisa escolar hasta donde se podía dejando los pezones a su total disposición, sus manos pasaron por su cintura descubierta hasta llegar al borde de su pantalón negro, sus dedos se apuraron a bajar la cremallera, tenía unas inmensas ganas de poseerle de una vez por todas.

Kouyou entro más en pánico cuando sintió que Akira le había bajado los pantalones y le observaba atentamente, sabía que el maldito tenía un fetiche con la ropa interior femenina y le obligaba a usar de esa a diario, esta vez estaba utilizando pantaletas de encaje de color purpura.

 Tan solo le bajo las pantaletas hasta la rodilla y le hizo voltearse y levantar las caderas lo mas que podía manteniendo la cabeza apegada al piso, escucho como Akira bajaba la cremallera de su pantalón y unos segundos después como forzaba su entrada sin ninguna advertencia ni preparación previa.

Se mordió con fuerza el labio inferior evitando gritar de dolor ante tal intromisión, aun no había terminado de penetrarle por completo cuando sintió algo caliente correr por el interior de sus muslos, era definitivo que mañana no iba a poder caminar bien.

Akira apretó sus caderas con fuerza para poder entrar completamente, pero no fue posible, así que solamente se dedico a embestirle con fuerza para que esa pequeña entrada se abriera un poco más y poder moverse con mayor facilidad.

Le tomo del pelo levantando su cabeza del suelo y se acerco a su oreja para susurrarle algo.

   -Esto es para que comprendas que eres totalmente mío… ¿lo entiendes ahora?

   -S-si –tartamudeó con miedo.

Siguió ejerciendo más fuerza en su interior que iba cediendo poco a poco, el menor gritó de dolor al sentir como sus paredes se habían desgarrado y comenzaban a sangrar aun más. Akira solo puso una de sus manos sobre la boca de su víctima y le dijo que se callara, por favor, que los vecinos le podían escuchar.

Cuando había sentido que entro totalmente comenzó a moverse con mayor libertad, haciendo que la sangre salpicara al piso y se deslizara aun más por sus muslos.

¿Desde cuándo que no lo hacían así? Hace varios meses que no se había comportado de una manera tan… salvaje… de seguro estaba frustrado, si eso debía ser… ese pendejo hijo de punta se había regalado como una cualquiera y a la hora de demostrar lo que “se jactaba”  no había hecho más que llorar como una nena dejando a su padre con las ganas (y la ira a flor de piel).

Padre… esa palabra quizás le quedaba muy grande  a ese desgraciado.

Esto no parecía acabar jamás… cerró los ojos e imagino que mami llegaría en cualquier minuto a salvarle, a abrazarlo y decirle que esto nunca volvería a ocurrir y que le amaba sobre todas las cosas…

mami jamás te quiso, por eso te dejo aquí, pudriéndote en ente infierno porque eres un maldito estorbo

Sintió la respiración agitada del mayor cerca de su oído y el jadeo incesante que le rozaba la nuca con fuerza… se iba a venir pronto.

Las uñas se las clavo con fuerza en la cintura con el impetuoso orgasmo le invadió por sorpresa, se había sentido tan bien que callo rendido sobre el cuerpo de su precioso hijo ya sin fuerzas, noto que este se cubría la cara sollozando casi en silencio.

Akira salió del interior del menor y vio que sus pantalones le habían manchado con sangre, maldición, eran sus pantalones favoritos. Sin meditarlo demasiado le dio un puñetazo en la espalda al pequeño dejándolo inerte por un par de segundos, pero no por eso no dejo de gritar por el dolor.

   -¿viste lo que hiciste?  ¡¿Lo viste?!-  Kouyou solo soltó unas lágrimas… pero  Akira le tomo del cabello para que mirará sus pantalones. – mañana los vas a lavar tu ¿entendiste?

Solo se limito a asentir lo que el mayor le decía, quería que le dejara en paz aunque sea por un par de minutos. Se sentía devil, mareado, cansado, no había comido nada desde hace un par de horas… subió sus pantalones junto con su ropa interior con demasiada dificultad. Intentó ponerse de pie pero fue inútil, el golpe en la espalda le había afectado bastante y más aun con la reciente violación.

 Se arrastro como pudo hasta el baño dejando el piso con un rastro de sangre y cuando se dio cuenta de esto miro sus pantalones… también estaban empapados de sangre.

Se acerco a la bañera y comenzó a llenarla de agua caliente, deslizo sus manos por su cuerpo para retirar la ropa que le quedaba, miro su cuerpo, las marcas en sus caderas eran el triste testimonio de la crueldad de su padre. Como pudo, se apoyó en el borde de la bañera y se sentó en esta sintiendo la punzada de dolor en su entrada, se mordió el labio reprimiendo sus quejidos y metió poco a poco sus piernas ahí en el agua, se deslizo hasta quedar dentro de la bañera, viendo como el liquido cristalino en el que se había sumergido se tornaba rojizo por su sangre.

Aprovechó y tomo sus prendas de vestir y las sumergió en el agua para lavarlas, las necesitaba para ir a la escuela al día siguiente. Vio como las manchas desaparecían de a poco… se quedo unos minutos mirándolas…

 

  

Cerró los ojos con fuerza suplicando que mañana si podría ir a la escuela.

 

Notas finales:

Espero recibir sus opiniones independiente de su indole, no me haria mal saber si a la gente le gusta leer este tipo de cosas...

Hasta el proximo capitulo...


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