Capitulo 1:
Empezando.
Bueno, para empezar soy Kim Kibum un chico de 17 años casi por cumplir los 18, ahora mismo me encuentro en la escuela, va, en el secundario mejor dicho en mi último año por cursar, ya es julio por suerte no queda nada para tomar mis lindas vacaciones y no verle la cara a nadie más aunque sea por dos semanas, algo es algo.
Tampoco falta nada para terminar el año y perder contacto con todos y hacerme nuevos amigos y dejar de lado estos bue… si es que se los puede llamar amigos porque siendo sincero…ya no los soporto, el primer año de secundaria era todo rosita, el segundo iba empeorando de una forma que me causaba estrés, y ahora estamos en el tercer y último por fin, en donde todos se vienen a hacer los amigos de 54165465 años cuando sabemos todos que no es así, es todo falsedad lo que hay aquí hasta con decirles que no estoy ni soportando a mis amigos, mi grupo, con los que me siento, aunque… no es que no los soporte pero hay actitudes de ellos que ya me rompen seriamente los… bueno, mejor lo dejemos ahí. Taemin era con el que me sentaba el cual bueno obviamente que considero amigo pero hasta ahí no más igual que Jinki.
Jinki y Taemin era algo que no podía juntar porque eran insoportables, me hacían poner de mal humor y cero paciencia para soportarlos toda una mañana y este caso no fue la excepción, estaba en la entrada, ya llegaba tarde cosa que no aguantaba, nunca fui de llegar tarde o muy temprano, siempre justo pero hoy mi hermano se quedó dormido y obviamente llegué tarde, todos los preceptores, directores y demás me conocían entonces apenas entré dejé mi cuaderno de comunicaciones para que me anotaran la llegada tarde y empezaron a romperme las bolas con sus comentarios que en otra ocasión me hubieran causado gracia como “¿Kibum nos quedamos dormido?” “Eh que cara ¿Despertaste con el pie izquierdo?” y miles así, solamente me dedique a fulminarlos con la mirada.
Bien mi mañana iba cada vez peor cuando al subir el segundo escalón mi zapatilla aún se encontraba mojada por la fuerte tormenta que había afuera lo cual hizo que me resbalara y tropiece con dicho escalón, sentí unos fuertes brazos agarrándome con fuerza mi delgada cintura, bien, vamos muy bien Kibum, mi mañana se arruinó más ¿Por quién? Por Minho el estúpido arrogante repitente el cual se creía que se las sabía todas, no lo aguantaba, se creía mucho el desgraciado como si lo tuviera todo, como si todas estuvieran a sus pies, se creía la gran cosa que no era.
La presión de su agarre hizo que me cayera de culo hacia adelante casi por el quinto escalón con él encima de frente, nuestros rostros quedaron muy, muy cerca, que horror.
— ¿Qué pasa Kibum? ¿Vienes dormido que no ves por dónde vas? si no estaba atrás tuyo te matabas literalmente.— Se atrevió el descarado a susurrarme justo cerca del lóbulo de mi oreja con su voz malditamente grave haciéndome estremecer sin razón alguna.
— Córrete quieres, ni creas que te lo voy a agradecer.— Lo empujé con fuerza, agarré mi bolso que estaba a mi lado y seguí subiendo escaleras hasta llegar a mi salón por mala suerte nuestro salón. ¡Mierda! Estábamos en clase de filosofía y al abrir la puerta me percate de ello al ver que todos estaban callados mirándome, nunca antes me habían prestado atención pero ahora todas las miradas estaban en mí, lo supuse cuando vieron a Minho detrás de mí y sus miles de suposiciones como “Minho se está comiendo a la putita” “Kibum nunca llega tarde y míralo ahora” idiotas. Mis piernas empezaron a temblar, lo único que pude hacer fue decir los debidos “Buenos días” y sentarme en mi lugar con Taemin a mi lado y Jinki al frente como siempre.
Mi cara lo decía todo, no estaba de buen humor pero parecía que hoy era el día de “joder a Kibum” dale, que es divertido, Taemin me miró y yo solo me dediqué a sacar mis carpetas, folios con las fotocopias y mi cartuchera.
— ¿Por qué llegaste tarde?— Me pregunta Taemin pero no con ese tono que tenía él, sino uno más sarcástico, más potente, el cual odio cuando viene de mal humor y se cree no sé, mi padre para venirme a preguntar ese tipo de cosas, suspiro fuerte manteniendo la poca calma que tenía hasta que escucho al enano estúpido de Jonghyun, el amigo de Minho, también repitente metiéndose en donde nadie lo llamaba.
— ¿Acaso eres ciego Taemin? ¿No ves que Minho se está tirando a tu amiguito la diva?— Todas las miradas de la clase se fueron a mí, de nuevo, cosa que más bronca me daba era que Minho desvió la mirada hacia la ventana con su forma tan arrogante y asquerosa como si todo le chupara un huevo y poniendo cero importancia en lo que estaba pasando.
— ¿Acaso eres estúpido? —Repetí la forma de su pregunta — Nadie te está llamando gnomo, quédate en tu lugar con los duendes y no molestes.
La clase empezó a gritar el debido “uooo” cuando como hay peleas, insultos o como quieran llamarle hasta que el profesor golpeó el pizarrón con el borrador imponiendo su presencia — ¡Chicos, córtenla! Sigamos con la clase.
Por suerte en lo que restaba de la mañana nadie me había jodido ni Taemin ni Jinki, ya quedaban los últimos 40 minutos los cuales me puse los auriculares y estaba terminando de copiar lo últimos trabajos de psicología que me faltaban entregar, Taemin en un momento se fue a sentar con Jongin, un morocho bastante lindo con un cuerpo de muerte, el cual para mi tenían algo pero se hacían los tarados.
Me faltaba copiar un solo trabajo el cual ya había escrito el titulo cuando siento miles de miradas hacia mí otra vez, claro estaba, raramente Minho se había venido a sentar conmigo, que insoportable, quería exiliarme lo más pronto de ahí, lo odiaba, lo odiaba mucho, me hacía sentir incómodo, no teníamos tema de conversación, me sentía muy chiquito, muy indefenso ante él y era horrible porque nunca me había sentido así con él, hasta me costaba mirarlo a los ojos, ver su fija mirada en mí, traspasándome, tenía una forma tan dominante que odiaba.
Ya algo más tenía que cagar mí mañana, Jinki estaba delante de nosotros solo lo cual parece que Jonghyun al percatarse de esto se fue a sentar con él, ellos se llevaban muy bien pero yo sabía que él se sentaba ahí para darse vuelta y molestarme a mí con Minho.
Seguí escribiendo como si nada, sin notar su presencia, de vez en cuando notaba las señas que Minho y Jonghyun se hacían y Jinki se reía hasta que el muy imbécil de Minho me sacó un auricular haciéndome la vida imposible, como siempre.
— Kibum, fuiste muy malo conmigo hoy ¿Sabes?
— Ajam, y… ¿Tienes algún problema con eso?
— Muchos, ¿Por qué me odias tanto?
— ¿Tanto se nota?
— Uuuh, como se hace rogar la divita.-Se mete Jonghyun.
— Cállate quieres, anda a besuquearte con Jinki y déjame de romper las pelotas. —Parece que había dado en el blanco, estos dos tenían algo o algo había porque Jonghyun al escuchar esto desvió su mirada cosa que pocas veces hacía y miró a Jinki el cual le sonrió.
Pero como suponía todo duraba poco.— ¿Y tú?... ¿Por qué no vas con Minho no sé, al baño y te lo comes todito? Porque a mi esa actitud de que lo odias no me va ni un poco.
— Ja, por favor ni en sueños. — Me reí a carcajadas y seguí escribiendo hasta que Minho me sacó la lapicera.
- ¿En serio nunca estarías conmigo?— Y ahí iba de nuevo su mirada dominante, esta vez no quise para nada quedar chiquito ante él, suspiré fuerte ya me estaba sacando lo muy poco de paciencia que me quedaba, lo miré muy fijo como él solía hacer y me quedé pensando ¿A que venía esa pregunta?
— Que mirada eh, ¿Y tú respuesta Kibum? Ves que tengo razón cuando digo que no te creo cuando dices que Minho es lo peor, que es arrogante, que no te lo aguantas. Si es así… ¿Por qué te lo piensas tanto?
Bajé la mirada y me doy cuenta que Minho tiene mi mano entrelazada con la suya tocando los costados de la misma con sus dedos largos causándome temblor, de los tantos nervios e incomodes saqué mi mano rápidamente y gracias a dios tocó el timbre de salida, me paré, agarré mi bolso, empecé a poner mis cosas dentro, al pasar le di mis trabajos debidos a la dulce profesora de psicología cosa que me faltaba uno por la puta interrupción de Minho pero bueno, la próxima clase lo tendré que entregar. Antes de salir del todo miré por última vez a Jonghyun para dar por terminado el asunto. — Si no me crees es problema tuyo. Y me fui bajando las escaleras lo más rápido posible, sabía que Minho me había mirado por última vez, me había dado cuenta pero no me importaba nada más que bajar, llegar a mi casa y dejar de pensar en todo lo que había pasado hoy aunque me era imposible.
Mi cabeza daba miles de vueltas, era inentendible todo lo que me pasaba, a mí nunca me había importado Minho ni tampoco me tendría que importar ahora ¿Por qué tuve que pensar tanto cuando Minho fue serio, más de lo normal y me preguntó si estaría con él? Actué como un estúpido, como si me hubiera importado su pregunta siendo que ni yo mismo entiendo porque estoy pensando tanto en eso en vez de dejarlo pasar.