Axel es rubio... WHAT!!?
Axel... Alex... Alexis... Alexei...
Altos, delgados pero no al extremo, cabello oscuro en su origen, labios suaves y de un natural tono rosado que hacía pensar en las cerezas de verano, piel blanquecina ojos profundos y de un verde azulado que hipnotizaba a cualquiera... Estos cuatro hermanos eran idénticos, en todo lo que el físico respecta, aunque siempre se las apañaban para cambiar lo justo y necesario para que cualquiera pudiese diferenciarlos, por ello era que solo uno de ellos seguía manteniendo su color natural.
Axel era mayor que los trillizos por dos años, pero aun así era idéntico al resto por lo que parecían cuatrillizos cuando salían juntos o cuando estaban en la escuela, ese tema siempre los hacía reír en las horas de receso o cuando alguno de los amigos de Alexei cogían al que no era para intentar convencerlo de que los maquillara para alguna función de teatro. Se llevaban de maravilla entre ellos, apenas tenían esas pequeñas discusiones típicas de hermanos y cuando aparecían, no tardaban ni dos minutos en arreglarlo. Eran el orgullo de sus padres en todos los aspectos, la envidia de casi todo el instituto de artes al que acudían, parecían ser mimados por todos, tenían muchos amigos, amigas, admiradores de ambos sexos... pero nadie los conocía de verdad, solo ellos mismos. Eran cuatro hermanos inseparables y lo que a uno lo hacía fallar a otro lo levantaba por lo que, sin llegar a ser unos chulos arrogantes, se sentían perfectos juntos... Pero no lo eran...
...
-ALEEEEEX!!!!... AAAALEEEEEEEEEX!!!- La potente y grave voz del mayor de los cuatro Sixx resonaba por toda la casa mientras abría una a una todas las puertas en busca de su hermano. Eran las 5 de la mañana, era sábado, pero le importaba realmente una mierda que los otros dos se quejasen. Axel quería su hermano menor ante él y lo quería ahora. - ALEX MALDITO MOCOSO DÓNDE ESTÁS!!!
-Mierda mierda mierda mierda... - murmuraba para sus adentros el pequeño de la familia mientras daba vueltas rápidas y de veras ridículas al rededor de la mesilla de centro que tenían en la segunda sala de la casa. Era obvio que había escuchado a su hermano, de hecho sabía que de no ser porque sus vecinos se habían ido de vacaciones ya los habría desertado de un susto. Trató y trató sin ningún resultado calmarse dejar de dar vueltas, pero había cometido un gran error y sabía de sobra que su hermano mayor no lo dejaría pasar esta vez... Alex ya estaba pensando en la tontería más grande de su vida... a quién le legaría su colección de videojuegos y a quien la de novelas.
De pronto la puerta de aquella sala se abrió golpeando con fuerza la pared, sin duda su hermano la había abierto de una patada. Alex dio un brinco en el sitio y Axel lo miró enfurecido. Podría haber sido una escena realmente cómica si pasásemos por alto el enfado del mayor y el susto, miedo y terror que emanaba el menor, dado que el menor estaba completamente vestido con unos jeans ajustados de color negro, una camisa blanca algo ancha para él y unas martens de 16 agujeros color rojo que combinaban a la perfección con sus cabellos rojizos mientras que Axel.... bueno... Axel estaba completamente desnudo a excepción de la toalla que rodeaba su cadera demostrando que acababa de salir de la ducha y no estaba para nada contento con el resultado.
Todos y cada uno de los músculos del mayor se encontraban tensos por el enfado, su mandíbula apretada solo lograba dar más énfasis a la expresión de monstruo que ahora mantenía su rostro y sus manos se encontraban apretadas también en dos fuertes puños aunque en uno de ellos un bote estrujado parecía estar sufriendo toda la ira de un Sixx muy pero que muy furioso.
-Pero qué hac.... AXEL!!??? qué... WAAAAAAAAAAAH!!! Alexis!!! corre ven mira esto!!!- Alexei se había asomado por la puerta más dormido que despierto, pro nada más ver a sus hermanos, más bien al ver al mayor de ellos, dio un brinco y volvió su vista atrás para llamar al último de ellos que también llegaba adormilado. Ambos parecían dos zombies recién levantados de la cama, vestidos con sus pantalones de pijama y con los pelos revueltos, pero al ver a Axel habían tenido la misma reacción... Sorprenderse primero, reírse como locos después. -
-em... yo.. - Alex no podía reírse, aun se encontraba muy asustado por la forma en la que su hyung lo miraba pero su cuerpo ya no estaba tan tenso y una leve curva asomaba por sus labios al ver a sus dos gemelos retorcerse de risa junto al marco de la puerta- em.. Ax... yo.. lo siento no qu..
-NI SE TE OCURRA! Ni se te ocurra decir que no querías hacerlo y... tú y tú! FUERA!- se volteó a mirar a sus desternillados hermanos menores señalándolos amenazante con el bote del supuesto champú todo estrujado, lo cual solo logró hacerlos reír mujo más alto y al ver que no se movían los empujo de mala gana y cerró la puerta aún furioso con todo aquel tema. - Cómo diablos se te ocurre meter esta mierda- señala su pelo de mala gana- en MI champú!!! ALEX!
- em...
-HYUUUNG! no te enojes con él!! te ves hermoso de rubio!!! HAHAHAHAHAHA- las voces de Alexei y Alexis resonaban junto a sus carcajadas a través de la puerta. Alex se mordió el labio nervioso y Axel dejó escapar un resoplido pesado, estaba enfadado, muchísimo, pero no podía evitar sentir cómo su cuerpo entero flaqueaba ante la idea de castigar a sus hermanos
-Vete antes de que cambie de idea... VETE!
Alex no daba crédito a sus oídos "me... me está dejando marchar sin más?" su mente intentaba trabajar a toda pastilla para entenderlo pero no podía, aún así sus pies obedecieron sin rechistar y salió pitando de la sala, encontrándose con los otros dos nada más cerrar la puerta. Aun estaban riéndose, pero con vagos intentos de parar y controlar las carcajadas pues sus estómagos ya dolían. El menor de todos sonrió un poco más relajado y después de una mirada cómplice entre los trillizos el ambiente se calmó un poquito y se dirigieron al vestidor para que los dos zombies se pudiesen poner algo de ropa antes de bajar a desayunar. Después de todo debían llegar puntuales a clase.
...
[POV. Axel]
-Quita esa sonrisita de tú cara Alexei o te la dejaré del mismo morado que tu cabeza- mi voz siempre sonaba grave, pero esta vez era más bien un gruñido. Seguía enfadado por el accidente de esta mañana y tenía toda la intención de seguir enfadado mucho más tiempo.
Toda mi vida... Veinte años... TODA MI PUTA VIDA!!!
Golpeé el volante sin fijarme en si Alexei seguía o no sonriendo y en cuanto la puerta del garaje me dejó el espacio suficiente como para salir lo hice. Si por mi fuese, aquella mañana podrían haber ido hasta le universidad a patita, pero yo no podía faltar a mis clases y por mucho que me pesase Alexis tenía razón... El rubio me sentaba bien. Mi piel seguía igual de blanca pero no parecía la de una momia, mis ojos seguían siendo del mismo verde de siempre pero parecían notarse más y me daba un toque rebelde que antes no tenía ... pero qué diablos hago dándoles la razón! mierda... yo adoraba mi cabello negro natural!
Llegamos a la facultad y yo les había estado contestado entre gruñidos que duraron tooodo el trayecto hasta el mismísimo aparcamiento de la universidad de artes. No me gusta eso de ser arrogante y creído, pero mi coche era sin duda el mejor de aquel aparcamiento- Abajo!!- gruñí de nuevo nada más soltar el freno de mano y no tuve que comprobar que obedeciesen, sabían que con el humor que tenía no esperaría a que bajasen para cerrar el coche, si no salían rápido se quedarían encerrados en el Aston Martin hasta que yo volviese. El característico "BipBip" me hizo sonreír levemente, aunque dicha sonrisa se me borró de golpe cuando unos brazos me rodearon el cuello y sentí que una vocecita chillona inundaba mis oídos de mala manera mientras hacía un peso innecesario en mi espalda.
-AAAAX!! Estás Rubio!- toma obviedad al canto!... apreté mi mandíbula de mala gana y me volteé para tomar las muñecas de la menor y así poder apartarle las manos de mi cuello- Debiste haberme dicho que lo harías cariño, mi tía tiene una peluquería t podría haberte hec...
-Para Boa - resoplar furioso parecía no surgir efecto en ella así que simplemente me alejé dejándola ahí plantada, con las manos en sus costados y la palabra en la boca-