Todos nacemos solos y hemos de morir solos, eso es lo que siempre me han dicho, sin embargo en mi caso es un poco distinto, nunca he estado solo, desde antes de nacer había alguien predestinado a permanecer a mi lado por siempre, en mi caso nací con él, y el día que muera será con él.
Si, eso es lo que siempre he pensado, y ahora podría decirse que estoy más cerca de conseguirlo… de no ser porque siempre hay algo que se interpone…
-Ennis ¿en qué demonios estabas pensando?- mi madre de un lado a otro me regañaba mientras yo permanecía sentado en el sillón simplemente siguiéndola con la vista- y encima de todo llevarte a Joshua, ¿sabes lo preocupados que nos tenías?
Alcé la vista un poco más allá donde se notaba que mi padre también estuvo “increíblemente preocupado” leyendo el periódico mientras sin prestarle atención a mi madre asentía cada vez que ella preguntaba “¿no es cierto, cariño?”
Si, la escena parecería graciosa, pero en ese momento tenía ganas de cualquier cosa menos de reír, fingí prestar atención mientras la miraba hasta que al final se cansó.
-Ahora ve a tu habitación, estás castigado y no creas que puedes hacer lo que te venga en gana cada vez.
-De hecho estuve pensando en vivir con Ryan
-¿Con Ryan? Sabrá Dios en lo que se estará metiendo tu primo, primero aquel niño y ahora tiene a otro en su casa, no sabemos que es lo que hará con él.
“yo lo sé” pensé en mi mente, riendo burlescamente por lo conservadora que podía ser mi madre a veces, ante el resto era una fanática en pro de los nuevos derechos, apoyando a las madres solteras, las parejas gay y demás, pero si alguien en su familia pasaba por algo similar podía ser peor que la mismísima sociedad.
-Lo que Ryan hace simplemente ayudarlo y cuidarlo, Edward es un buen chico que no tenía lugar a donde ir.
-Pues si no mal recuerdo tu primo te involucró con ese niño cuando fui a buscarte
-Sabes que no es así, no entiendo por qué el drama.
-Suficiente- exclamó perdiendo los estribos- a tu habitación y no se diga más.
Me dirigí escaleras arriba, hacía un mes que le había confesado a Joshua lo que sentía por él y además de todo decidí regresar a casa siendo no muy bien recibido. Estando en casa de Ryan pocas veces podía ver a mi hermano, pero algo me decía que estar en casa tampoco sería muy diferente.
Entré a la habitación y me tiré sobre la cama, tomando una vieja revista que había en el mueble de al lado, era de bandas de rock así que supuse que sería de mi hermano, quien por cierto justo en ese momento entraba tímidamente.
-Ennis, ¿fue muy dura contigo?- preguntó de la dulce forma en que solo él podía, sentándose a mi lado y mirándome fijamente.
-Lo normal, pero no te preocupes, mientras te tenga a ti no importa cuánto deba esperar.
Me incliné y deposité un casto beso en sus labios, habría deseado profundizarlo pero poder simplemente acariciarlo ya era demasiado estando en casa así que me conformé con acariciar su cabello.
-Te quiero Ennis
-Y yo a ti, anda ve a tu habitación o mamá se molestará también contigo.
-¿Te importa si vengo por la noche?
Sentí mis mejillas arder al escucharlo, pese a que estaba seguro que no había ninguna insinuación de tipo sexual en su petición.
-En absoluto, me encantaría que vinieras.
Sonrió y depositando un tierno beso en mi mejilla se despidió para salir hacia su habitación.
Esperé con paciencia, estar encerrado no era precisamente algo malo para mí, no cuando salir no era lo mío y no conocía a la mayoría de personas, me limité a practicar con el violín hasta que fue hora de la cena.
-Este año escogerán una carrera cierto, ¿han pensado en ello?- comentó mi padre degustando la carne a la Wellington que mi madre preparó.
Mi hermano puso cara de espanto al escuchar eso, los estudios no le llamaban la atención y deseaba dedicarse lo más posible a su banda, así que hable primero para que él tuviese tiempo de pensar en algo.
-Realizaré mi examen en la universidad nacional.
Joshua pareció sorprendido, yo también sabía que algo como eso nos quitaría mucho tiempo, pero sabía que todo valdría la pena al final.
-Me alegra por ti, tienes uno de los mejores promedios hijo, ¿Qué hay de ti Joshua?
-Estudiaré comunicaciones… solamente eso.
Mi padre no pareció tan complacido con la respuesta pero no dijo nada, la cena pasó tranquilamente.
Por la noche sentí la puerta ser tocada de manera muy suave
-Adelante- exclamé suponiendo que sería Josh
-Vaya aun sigues despierto, ya todos duermen
-Está bien, ya estaba por ir a dormir también- le informé moviendo las cobijas para que entrara primero, a lo cual accedió inmediatamente.
El silencio nos rodeó pero no fue mucho, pues Josh en seguida habló.
-¿De verdad crees que podremos decirle sobre lo nuestro?
-La verdad no… pero te aseguro que esperaré hasta que lo que opine no importe, me asegurare de conseguir un buen trabajo e irnos a donde nadie pueda molestarnos.
-¿Por eso es que estudiarás en la universidad nacional?
-Sé que te preocupa, pero podemos vivir juntos cerca de la universidad, y te juro que todo mi tiempo será para ti.
-Pedir algo como eso sería egoísta.
-En absoluto, quiero que tú seas el único dueño de mi tiempo… además no es algo por lo cual preocuparse, aún tenemos un año para pensar en ello.
-Es verdad.
-¿Y qué hay de ti?- pregunte divertido subiendo encima de él- no tenía idea de que querías estudiar comunicaciones.
Apartó un poco la vista mientras sus mejillas se sonrosaban- Supongo que es lo único que podría hacer, ya sabes, no soy bueno para muchas cosas, pero al menos esto es algo que me interesa, y claro la música.
-Por supuesto, de hecho creí que únicamente querrías seguir con tu banda.
-Quizás… pero falta mucho para ser una banda famosa de la que pueda vivir sin necesidad de estudiar.
-Cuando estemos juntos no habrá necesidad que te preocupes por estudiar o trabajar- susurré colocando encima de nosotros las cobijas y besándole luego de tanto. Él correspondió abriendo la boca para permitir a mi lengua su entrada, deslizó sus manos por mi espalda y yo le imité recorriendo con las mías su pecho y su vientre.
Soltó un gemido que intentó reprimir, pero enseguida comenzó a hacer más ruido, noté que se tensaba y entonces estalló en risa.
-¿Josh que pasa?
Miré como no paraba de reír y al quitar las cobijas de encima noté que su gato se había metido y se restregaba contra él provocándole cosquillas. Sonreí y me uní a sus sonoras carcajadas.
-Lo siento, parece que también él necesitaba amor- armó una vez que su risa cesó.
-Pues tendrá que esperar- susurré de forma seductora mordiendo mi labio inferior.
Acerqué nuevamente mis labios a los suyos, y tras quitar a Cloud de la cama correspondió, pasando sus brazos alrededor de mi cuello, profundizando aquella acción. Nuevamente las cosas se comenzaban a poner más intensas, tenía ganas de llegar hasta el final, pero también sabía esperar, estando en casa no era una buena idea.
-¿Quieres que continúe?- le pregunté al oído haciendo que sus mejillas se ruborizaran a más no poder.
-Si quiero…
Le abracé dispuesto a cumplir nuestro deseo cuando de repente un ruido nos perturbó y seguido a él escuché la voz de mi madre.
-Ennis, sé que estás despierto, voy a pasar.
Definitivamente no era buena idea…