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Otoño por Miku_shinee

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Notas del fanfic:

Hello darlings <3

Bueno quise volver a escribir despues de un laaargo tiempo en "pause" y ¡¿Que mejor que regresar con esta linda -Y poco querida- parejita?!
Realmente em gusta mucho el AoSaku, se me hace una pareja tan linda pero con un toque sensual.

El fic es una serial, tengo escrito ya 7cap y los ire subiendo cada tres dias si me dan amor en los comentarios¿? :D <3

Habra lemon jujuju por si se preguntar las curiosas :P

Sin mas, pasen a leer :D
Denle amor a mi fic ¿si?

 Otoño, esa fue la palabra que se colo en su mente al ver como las hojas de los arboles que rodeaban el instituto comenzaban a tornarse de tonos rojizos y amarillos. Lanzo un bostezo al aire sin tener la mas mínima intención de disimularlo, escuchando a su alrededor los murmullos de las chicas, así también como la platica de un grupo de chicos menores que el sobre un videojuego de moda, rodó los ojos, maldiciendo internamente al capitán del equipo de Basquetball por hacerles ir a la platica de día sábado de forma obligatoria ya que según había dicho este mismo, era de gran importancia. Mascullo una hilera de maldiciones en voz baja al sentir una brisa helada golpear su rostro.

Habia tenido la opción de quedarse en casa, después de todo hace pocos meses había comenzado a asistir a los entrenamientos del equipo con mas frecuencia ¿¡Podía haber inventado alguna excusa, no?! Chasqueo la lengua cruzando las grandes puertas del instituto Tohou, sin llegar a divisar a muchas personas a esas horas de la mañana. Llevo sus manos dentro de la chaqueta que portaba encontrando en los bolsillos un afiche de un torneo de basquetball callejero al que había asistido junto con los demás miembros de la “Generación de los milagros”.


Él había cambiado, eso lo sabia bien. Luego de su derrota contra Seirin meses atrás todo su mundo había dado un brusco giro, su lema de “Solo yo puedo vencerme” había sido destrozado por el AS del equipo rival, y quien era actualmente un buen amigo; Kagami Taiga, aquel chico pelirrojo que había aparecido de la nada, les enseño a todo los miembros de la “Generación de los milagros” una lección acerca de la perseverancia, confianza y unión que debe haber en un equipo para triunfar, que una victoria real es aquella que alcanzas al trabajar en equipo. Lo admiraba, aunque nunca se lo diría de frente, su orgullo no se lo permitía, Kagami le había recordado aquellos sentimientos de diversión y adrenalina al jugar contra alguien mas fuerte. Pero también había otra persona a la que le debía su cambio, aquel chico fantasma que fue durante la secundaria su mejor amigo, su compañero y al que dejo de lado cuando creyó que nadie podría vencerlo; Kuroko tetsuya se había convertido en un fuerte pilar para mostrarles a todos su verdadero estilo de basquetball “El juego en equipo”. Eran ellos dos, la “Luz y sombra” de Seirin quienes le habían recordado su amor por ese deporte.

Un tornado de cabellos rubios interrumpió su camino.

De un segundo a otro sintió como era golpeado por otro cuerpo, y no le hizo falta mirar a su agresor para saber de quien se trataba. Sonrio de lado dejándose abrazar de aquella forma por aquel chico rubio tan revoltoso, algunas cosas jamas cambiaban.

Si algo había agradecido luego de haber recuperado su amor por el basquetball es que había podido volver a reencontrarse con sus viejos amigos, aquellos con los que compartió varios años en Teiko, los denominados “Generacion de los milagros” Aomine no podía decir que se llevaba de maravilla con todos, tenían sus diferencias y puntos de vista desiguales pero eso hacia todo mas interesante. Era aquel chico que ahora le abrazaba con tanta fuerza y entuciasmo, uno de sus amigos mas cercanos; La copia perfecta.

- Kise te he dicho siempre que dejes de saludar a la gente de esta manera, es molesto –Declaro sin poder mover un musculo, al estar inmovilizado por los brazos del chico rubio

- Aominecchi eres cruel –Susurro Kise mientras desvanecía su abrazo - ¿Vas a practicas matutinas? Es raro verte tan temprano ¡Mas si es para entrenar! –Exclamo Kise de manera dramática, dándole una mirada divertida al otro

- ¡Quieres callarte! –Grito Aomine sintiéndose ofendido ante tal cuestionamiento por parte de quien fue su compañero años atrás- Y tu ¿Qué haces aquí, ayer dijiste que era tu dia libre, no?

- Si, lo es…-La sonrisa se Kise se hizo mas amplia, y Aomine podría jurar de que el chico estaba brillando-…Las practicas de Kahijo se suspendieron por ese fin de semana.

- ¿Y eso te tiene asi de feliz? –Cuestiono alzando una ceja sin llegar a entender bien, para luego retomando su camino hacia el instituto de Tohou siendo seguido por un nervioso rubio - ¿Una cita? –Pregunto intentando saber cual era la razón de la alegría del otro

- Bueno, no es una cita – Respondió Kise haciendo un puchero pronunciado- Es mas una salida de amigos, bueno, ni siquiera se si el me considera su amigo.

- Ah – Articulo, procesando de manera lenta las palabras dichas por el rubio.

¿Acaso Kise había dicho …? Le miro de reojo, encontrándose de frente con un par de ojos ambarinos que le observaban con atención, analizando su reacción ante las palabras dichas, allí lo confirmo, no había sido su imaginación; A Kise le gustaba un hombre

- ¿Y, quien es? –Pregunto sin rodeos, logrando un pequeño sonrojo en las mejillas del otro – Oh vamos, es la primera vez que te veo actuar tan tímido

- Es una persona importante para mi, realmente no quiero meter la pata –Confeso Kise en un suspiro cargado de angustia.

Aomine alzo una ceja. Era la primera vez desde que conocía a Kise que le veía nervioso o inseguro, después de todo estamos hablando del modelo de revistas para chicas mas famoso de esos tiempos ¿Cómo podía pensar que alguien le pondría en ese estado? Sin duda debía ser alguien importante para el rubio, era aquello principalmente lo que mas despertaba la curiosidad de Aomine

- ¿Y bien? – Cuestiono nuevamente mirando de reojo al otro.

Kise detuvo sus pasos de golpe, bajando la mirada en un vano intento de ocultar su sonrojo. Aomine no lo dejaría ver en ese momento, pero aquella situación le estaba divirtiendo enormemente.

- Kasamatsu Sempai – Murmuro lo suficientemente alto como para que Aomine escuchara.

- El capitán cejon de Kahijo ¿No? –Interrogo teniendo leves recuerdos de aquel chico durante las vagas ocasiones en que se habían visto dentro y fuera de la cancha. Kise hizo un puchero

- No le llames así, el es hermoso –Reclamo, como un niño pequeño defendiendo algo – Realmente…el me gusta mucho-Confeso moviendo sus manos de manera ansiosa, con un sonrojo marcado que podía competir con el color de pelo de Kagami

- Vaya…- Hablo Aomine rascando su nuca, era la primera vez que escuchaba aquellas palabras de los labios del rubio. A Kise le había visto muchas novias pero jamas escucho aquellas palabras: “Me gusta”-…Eres un masoquista ¿Lo sabias?

Un golpe suave en su hombro fue la respuesta del rubio ante aquellas palabras.
Aomine desordeno el cabello del otro, dándole una sonrisa sincera, deseándole buena suerte aquella tarde. No le importaba si era hombre o mujer mientras sus amigos encontraran a la persona indicada el les apoyaría ¿Por qué para eso estaban los amigos, no?

Ambos sonrieron, intercambiando algunas palabras al azar hasta llegar al paradero donde sus caminos se separaban. Se despidieron, dejando pendiente la organización para una salida grupal con todo los demás miembros de la “Generacion de los milagros” Su mirada siguió el trayecto que tomo el autobús de Kise hasta que se perdió de su vista, realmente nunca espero ver en un estado tan ancioso a su rubio amigo, y por un momento deseo poder presenciar aquella salida junto a Kasamatsu, pero la pregunta que rondaba su mente en ese momento ¿Podría kasamatsu corresponder los sentimientos de Kise? Aomine no conocía mucho al otro chico, pero por lo poco que le había observado, esa posibilidad era casi imposible, pero Kise no era alguien que se rendía fácilmente, el podría manejar aquello estaba seguro, después de todo, vio el brillo de la determinación acunarse en las ordes ambarinas

Sacudio su cabeza despejando su mente de todo cuestionamiento, ya había llegado al instituto por lo que debía concentrarse en el entrenamiento que tendrían esa mañana.
Alzo su mirada observando a lo lejos el ginmacio, reconociendo ya a algunas personas haciendo calentamientos ¿Por qué no se había quedado en casa a dormir unas horas mas? Era fácil, quería hacerse mas fuerte, quería alcanzar su limite y superarlo para asi tener su revancha contra Seirin nuevamente. Por esa razón se había levantado aquella mañana y luchado contra sus propios deseos de pereza, quería saber que era aquello que su capitán deseaba decirles, después de todo conocía bien a Imayoshi como como advertir de que algo interesante ocurriría, si no se trataba de alguna nueva formación de entrenamiento para aumentar sus habilidades, al menos pasaría la mañana haciendo enojar a wakamatsu, aquel chico era realmente molesto pero extrañamente divertido también.

- Buenos días Dai-Chan –Saludo Momoi al verle llegar al gimnasio, con una típica expresión aburrida marcada en sus facciones – Pensé que no vendrías, ayer te quejabas mucho con respecto a levantarte temprano un fin de semana –Rio la chica sin despegar su mirada de los ejercicios de calentamiento de los demás

- No me lo recuerdes, Satsuki – Se quejo, dejando en el suelo su mochila – ¿Imayoshi aun no llega? –Cuestiono al no ver la sonrisa espeluznante de su capitán en el gimnacio

- Fue a tratar algunos temas con la dirección…-Comento la chica, desviando su mirada del entrenamiento hacia su amigo-…creo tiene algo que ver con lo que dira al final–Comento, haciendo una mueca pensativa.

Aomine simplemente rojo los ojos comenzando a hacer unos cuentos estiramientos para soltar sus musculos, escuchaba sin mucha atención la platica de Momoi mientras su mirada recorría todo el gimnasio identificando a los jugadores que faltaban aun. El club de basquetball había crecido mucho en los últimos meses, ya que después del termino de a Winter Cup que había coronado a Seirin como el ganador, muchos estudiantes habían pedido unirse al equipo de basquetball motivados por los emocionantes partidos que todo el país presencio, claro que no solo era Tohou, todo los institutos donde se encontraba algún miembro de la “Generacion de los milagros” había recibido cientos de solicitudes para nuevos miembros, y por supuesto Seirin era quien mas atención tenia sobre ellos. Aomine había recibido desde el termino del torneo mas de quince becas para universidades tanto nacionales como extranjeras, y sabia que las ofertas seguirían llegando con mas regularidad cuando diera inicio el torneo de Kanto en tres meses mas.

- …No ha llegado aun – Salio de sus pensamientos al escuchar la voz de Momoi murmurando en voz baja.

- ¿Qué sucede? –Pregunto quintándose la chaqueta que portaba, comenzando con las elongaciones pero sus movimientos se detuvieron al ver la mirada llena de preocupación de su amiga –Satsuki –Llamo frunciendo el ceño.

Conocía a la chica desde que tenían 5 años, no había algún gesto que Aomine no le conociera o supiera interpretar por lo que aquella mirada le advertia que algo no estaba del todo bien.

- Debes prometer no decir nada a nadie –Pidio la chica hablando en susurro. Aomine frunció mas el ceño ¡El no era ningún chismoso! Pero, al ver la mirada suplicante de la chica solo pudo asentir – Desde hace un par de semanas, han estado acosándolo mucho, no solo dentro del club de basquetbal sino también en los pasillos….-Aomine alzo una ceja interrogante-…los acosos iniciaron con insinuaciones y han subido hasta el punto de que lo ha intentado tocar en mas de alguna vez …-

- Pero de quien diablos hablas Satsuki ¿¡Quien es?! –Cuestiono intrigado, con un tono serio.

- Sakurai – Susurro la chica, como si fuese el mas grande de los secretos

- ¿El chico disculpo? – Cuestiono Aomine, ganándose una mirada asesina de la chica –Todos le dicen asi, no me culpes

- ¡Aomine concéntrate! –Exclamo Momoi, frustrada por la poca atención de su amigo con un asunto que ella consideraba tan delicado – Le pedi a Sakurai ir por unos balones extras al deposito detrás del gimnacio pero aun no llega…-Comento intranquila – Ire a verlo, tu…-

- Espera Satsuki –Freno Aomine, tomándola del brazo antes de que la chica saliera corriendo – Si en verdad paso algo, tu presencia solo podría empeorar todo –Declaro serio, el no podía permitir que ella se expusiera a algún peligro, era su mejor amiga, casi una hermana pequeña – Ire yo

- Dai-chan – Murmuro ella sorprendida por tal gesto.

Sabia que Aomine no era un chico frio, ella lo conocía mejor que nadie, incluso podía decir con certeza que sabia muchas mas cosas de el que su propia madre, por esa razón cuando podía apreciar un gesto protector de aquel chico su corazón se llenaba de emociones y su mente recordaba aquellos días cuando ambos eran niños y Aomine siempre la protegia. Los años habían pasado pero algunas cosas no habían cambiado mucho, entre ellas el sentimiento sobreprotector de Aomine hacia ella aunque claro ya no era algo frecuente, después de todo Momoi era una chica inteligente y podía resolver cualquier tipo de problema sola, pero ¿Pensar en enfrentar a un acosador sola? ¡No! Era allí cuando Aomine entraba en juego.

- Inventa alguna excusa si Imayoshi llega antes que nosotros –Pidió dándole la espalda a la chica para salir del gimnasio rumbo a los depósitos que estaban en la parte posterior del edificio.

- Gracias Dai-chan –Exclamo la chica mostrando una gran sonrisa, llamando la atención de mas de algún alumno que se encontraba cerca- ¡Vamos ustedes no se distraigan! –Ordeno haciendo sonar su silbato, poniendo en orden a los nuevos miembros del club.

Aomine se encogió un poco al sentir la brisa helada que le golpeo al salir del gimnasio, hubiera sido mejor traer su chaqueta pero ya estaba en marcha no regresaría solo a buscar su prendar, además las posibilidades de que Momoi le regañara por ser tan desordenado eran grandes por lo que prefería no arriesgarse. Diviso a lo lejos el viejo deposito de basquetball ¿Por qué a pesar de que el instituto de Tohou tenia una gran infraestructura no podía algo de dinero para arreglar aquellas bodegas? Porque no solo era lo competente al club de basquetball, los depósitos de Tenis, fútbol, natación y varios mas estaban en pésimas condiciones; Pintura florecida, parches improvisados en los techos, algunos incluso tenían cartones puestos en algunas ventanas rotas. Era un total contraste con lo grande y moderno de los gimnasio que tenían para entrenar.


El teléfono en su bolsillo vibro, anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Leyó el nombre de “Kise” en el remitente por lo que supuso era algo relacionado a la reunión que el rubio quería organizar con los demás chicos; Se habia vuelto una rutina para ellos el reunirse al menos dos meses al mes a jugar en las canchas publicas que estaban cerca de Seirin, jugaban entre ellos o con algun equipo que les quisiera desafiar, después de todo su fama entre los alumnos de otros equipos tanto como jugadores callejeros era grande. Aquellas eran sus raices como le llamaba Momoi, en aquellas canchas aprendió todo lo que sabia hoy. Sonrio ante aquel recuerdo, encongiendose de hombros guardo nuevamente el teléfono, luego le respondería.

Centro su atención en la puerta de del deposito, observando como se encontraba entreabierta por lo que seguramente Sakurai aun estaba allí, chasqueo la lengua ¿Qué tendría entretenido al chico castaño como para tardar tanto?. Acelero su paso, preparando mentalmente su regaño para el otro.

- S-sueltame-e….-Los músculos de Aomine se congelaron repentinamente quedando a solo dos pasos de la puerta del deposito, donde podía escuchar con claridad la voz agitada de alguien

- Eres bastante débil, pero eso te hace aun mas adorable Ryo – Se escuchaba otra voz, gruesa y con un tono ansioso ¿Qué demonios estaba pasando? ¡Esperen! ¡¿El había dicho, Ryo?!

Aomine abrió su boca sorprendido ante aquella situación ¿Acaso ellos dos estaban….? Se acerco despacio, sintiéndose por primera vez en su vida un total metiche y pervertido, pero la curiosidad podía mas.

Podia ver claramente el interior del deposito gracias a que las luces de este se encontraban encendidas, pero la imagen que vio allí consiguió remover algo en su pecho al mismo tiempo que calentaba su sangre; Sakurai estaba en el suelo sin su tipica polera negra, podía ver claramente un camino de lagrimas ir desde sus ojos chocolare hasta perderse en la barbilla mientras intentaba frenar las ansiosas manos del chico que estaba sobre él intentando quitarle el pantalón deportivo que traía siempre en los entrenamientos, podia ver leves marcas de rasguños en los brazos desnudos de Sakurai hechos seguramente mientras intentaba detener el actuar del otro, fue entonces que las palabras de Momoi llegaron a su mente con tal fuerza como un golpe

- “…los acosos iniciaron con insinuaciones y han subido hasta el punto de que lo ha intentado tocar en mas de alguna vez” - Era real, las palabras de su amiga no eran solamente exageraciones como el las había pensado al inicio.

Frunció su ceño de tal manera que sus cejas se juntaron, al mismo tiempo en que los músculos de su cuerpo se tensaban de sobremanera dándole un aspecto aterrador, se sintio furioso, como si alguien hubiera habierto una caja de pandora dentro de él. Se alejo unos cuantos pasos del deposito, imaginándose mentalmente la golpiza que le daría aquel chico, después de todo Sakurai era su compañero de equipo, y si Aomine tenia que clarificarlos a todos podía decir que era el UNICO con el que nunca había discutido antes.

- ¡HEY PORQUE TARDAS TANTO, RYO! – Grito con fuerza haciendo que su voz se escuchara a varios metros a la redonda, dando una advertencia de su llegada al deposito – SATSUKI ESTA MOLESTA!

Queria partirle la cara a aquel chico, pero sabia que Sakurai era un chico lo bastante tímido como para no volver a mostrar su rostro en el club de basquetball si era sorprendido en una situación así. Camino con paso lento, haciendo uso de toda su paciencia y auto-control para fingir no saber nada de lo que ocurría dentro del deposito.

- Ryo ¡¿Qué diablos haces que no contestas?! –Exclamo abriendo la puerta de forma brusca, sobresaltando a los chicos que se encontraban dentro

Aomine mordió su lengua para no soltar alguna palabra, manteniendo su expresión molesta se acerco hasta Sakurai, ignorando completamente al otro chico allí presente, quien fingía ordenar los conos que habían caído antes la repentina llegada de Aomine. Debía admitir que todo lucia normal, y que de no haberlo visto con sus propios ojos nunca lo hubiera sospechado; La ropa de ambos estaba arreglada casi por completo y los balones junto con los conos que había visto en el suelo antes estaban casi plenamente ordenados, pero había detalles que eran imposibles ocultar en solo segundos, tal así como la erección de aquel chico, los ojos rojos de Sakurai o el temblor de sus manos.

Miro de reojo al otro chico presente, reconociendo su rostro al instante. Era uno de los nuevos miembros del club de Basquetball, se había proclamado a si mismo un “Miembro ilegitimo de la Generación de los milagros” haciendo alarde de sus grandes habilidades desde el primer dia, un ego bastante grande que el mismo Aomine se encargo de aplastar en el primer partido de entrenamiento; Hiroki Matsura, era el nombre de aquel chico, el acosador de Sakurai.

- A-Aomine-san buenos días –Saludo Sakurai cuando Aomine estuvo cerca, mostrando una sonrisa débil pero agradecida por la intervención del aludido

- ¿Cuándo dejaras de llamarme asi, Ryo? –Cuestiono con un tono que mezclaba la arrogancia y la diversión, acercándose a Sakurai, rodeo la cintura de este con sus brazos – Acaso no tenemos confianza –Susurro lo bastante alto para ser escuchado en todo el deposito.

El tartamudeo de Sakurai no se hizo esperar, así como el sonido de la puerta del deposito siendo azotada con gran fuerza tras la salida de Hiroki. Aomine sonrió complacido al saber que el otro chico había captado su mensaje, después de todo, nadie era tan valiente o estúpido como para enfrentarse a el.

Volvió su atención al chico entre sus brazos, permitiéndose por primera vez observar aquellos ojos castaños enmarcados con largas pestañas ¿Sakurai siempre había tenido una mirada tan transparente? El chico parecía gritar toda sus expresiones mediante aquellos posos de chocolate. Su mirada bajo un poco contemplando de paso la piel blanca, de apariencia suave, hasta llegar asi a sus labios, y fue en ese punto que Aomine recordó lo vivido por el chico minutos atrás; Los labios de este estaban hinchados, presentando incluso un pequeño corte.

- ¿Desde cuando ocurre? –Cuestiono, soltando lentamente el agarre con el que mantenía al otro chico

Sakurai lo entendió con esa simple pregunta, Aomine lo sabia.

Guardo silencio por varios minutos, intentando encontrar la mejor forma de contar lo ocurrido pero nada llegaba a su mente ¡¿Cómo decir a otro que estas siendo acosado?! ¡¿Cómo decir, que de no ser por la intervención de Aomine el hubiera sido violado?! No habían palabras suficientes para expresar como se sentía en ese momento, su orgullo estaba hecho pedazos, por eso le fue imposible controlar las lagrimas que comenzaron a salir de sus ojos transmitiendo en parte el dolor que le aquejaba.

Un llanto silencioso, desgarrador.

Un sentimiento de impotencia se apodero de Aomine al ver aquellas lagrimas bajar por las mejillas de Sakurai como si se tratase de un pequeño rió ¿Qué debía hacer en un momento así? ¿Llamar a Momoi? ¿Decir algo para calmar al otro? Pero ¡El no era alguien bueno expresándose, mucho menos para consolar! 
Por segunda vez en su vida un sentimiento como conocido lo invadió, uno que habia conocido durante su derrota con Seirin; La impotencia, era ese mismo el sentimiento que surgía ahora. Por esa razón, por parte de un impulso fue que tomo el control de su cuerpo, lo abrazo con fuerza.

- Aomine-san –Susurro Sakurai sorprendido ante aquel gesto, pero sin rechazarlo.

Mordió su labio con fuerza, abrazándose al pecho de su compañero dejo salir toda aquella frustración acumulada, dejando en la polera del otro los testigos salados de ese momento.


 ...CONTINUARA

Notas finales:

¿Que les parecio? ¿Les gusto? ¿Alguna queja?

Perdon por los errores de ortografia pero mi note no tiene el word aun instalado y no me podido corregirlo completo :D
El proximo cap lo subire en tres dias mas, porfavor denme sus comentarios...Una autora vive de ellos¿? :P

 

Adelanto del Cap2:

-          Claro que se su significado, no soy un idiota Satsuki –Reclamo ofendido – Ademas, no creo que la idea sea mala…-Comento llamando la atención de los otros dos-…Piensalo, yo seria una especie de rival para ese idiota –

La mente de la chica hizo “clik” al entender una idea general de lo que estaba pasando por la mente de su amigo.

-          Oh, entiendo cual es el punto –Declaro Momoi, analizando con cuidado los detalles, aunque había un punto bastante importante que no encajaba en todo aquello

-          Yo aun no entiendo ¿Qué significa? –Pregunto curioso Sakurai, sacando a la chica de sus pensamientos

La sonrisa amplia de Momoi y un brillo desconocido en sus ojos provoco que el castaño sintiera un escalofrio en la espalda; Algo le decía que no se avecinaba nada bueno.


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