EPILOGO-
-cariño, de verdad debo preguntar, que pasa contigo?
Los ojos zafiros me impactaron con mas que un poco de intensidad-a que te refieres?-me mordi el labio inferior molesta, ella bien sabe de lo que estoy hablando.
-Sam-le devolvi la mirada con expresion seria.
Ella suspiro y resoplo y se encoguio de hombros como intentando huir pero aun asi contesto-Di, de verdad que no se de lo que estas hablan…
¡No Termines Esa Frase!-grite frustrada-Vos bien lo sabes, asi que explicame-la tome con suavidad de los hombros logrando que me mirara, mis esmeraldas se ablandaron al impactar con sus azules tristes-porque no lo entiendo, no puedo entenderlo-pegue mi frente contra la de ella.
-nos conocemos desde el jardin de infantes, eres mi mejor amiga, asi que por favor-pedi suplicante.
Note como apretaba la mandibula por lo que retrocedi sin dejar de verla-sinceramente no se que quieres que te diga-se froto con nerviosismo la cabeza-no me pasa nada.
Suspire irritada y me tire en la cama rebotando ligeramente-en serio?-entrecerre los ojos-entonces porque razon permites que te haga esto?, la Samantha que yo conosco y amo no se quedaria en casa un sabado por la noche solo por que su –Novia- le pidio que no saliera, la Samantha que yo conosco no rechazaria mis llamadas y mensajes, la Sam que yo conosco-me levante caminando lentamente hacia ella-no permitiria que nadie y mucho menos una arpia le dijera que puede y no puede hacer-me ofusque y comence a gritar-¡MI MEJOR AMIGA, NO ES UNA SOMETIDA NI UNA BATIDA!, ¡ASI QUE EXPLICAME!.
-¡Porque La Amo, Maldicion, Porque Es Tan Dificil Que Lo Entiendas!-se llevo las manos a la cabeza, reconosco ese gesto, su paciencia por fin se ha terminado-¡La Amo Diana!-me miro enojada-Hago lo que me pide, porque la amo-estuve tentada a golpearme la cabeza contra la pared pero me contuve.
-No, no lo haces-dije colocandome a centimetros de su cuerpo-porque, si ese fuera el caso-enfrente su mirada sin titubiar-entonces serias una estupida.
Retrocedio como si le hubieran abofeteado, detesto hacerle esto pero es hora de que afronte la verdad, no es posible que ame a una persona como esa, no es posible y aun si lo fuera, ¡No voy a permitirlo!
-Vos…Vos, no puedes…-suspiro con cansancio-no puedes entenderlo, nunca has estado enamorada Diana, no comprendes el sentimiento de querer darlo todo por esa persona-nego quedamente-tal vez Sara tenia razon-arquee una ceja, a que se refiere?-tal vez, deberiamos dejar de hablar por un tiempo.
Senti, juro que en ese preciso momento senti mi corazon resquebrarse, retrocedi hasta chocar mis rodillas contra la cama, cai sin fuerza sintiendo como se me comenzaba a nublar la vista, como pudo haber dicho eso?
-e..s es-un solloso se me atoro en la garganta-es eso lo que en realidad quieres?-pregunte sin dejar de mirar el techo, no quiero que note las lagrimas corriendo por mis mejillas, nunca he sido una persona demasiado sentimental asi que en este momento me siento absolutamente patetica.
-yo…-no tenia que mirarla para saber que se estaba mordiendo el labio, solia hacer eso cada vez que se encontraba incomoda-creo que seria lo mejor a…al menos por un tiempo-rei sin humor alguno llevandome un brazo al rostro intentando aplacar las lagrimas, es increible que se sienta como si me estuvieran terminando.
Me seque el rostro con el cuello de la camisa y me sente en el borde del colchon, di un suspiro tembloroso antes de mirarla-creo que deberias irte-senti un poco de orgullo al no percibir temblor alguno en mi voz.
-Di, yo…
Volvi a reir sin importarme el sonido miserable-apartir de ahora, soy Diana para vos-me levante mirandola esperando que mis ojos no estuvieran tan rojos como presiento que lo estan-has tomado tu decision-aprete la mandibula escuchando los dientes rechinar-solo espero, que cuando todo esto te explote en la cara no vengas a mi porque a partir de ahora…-tome la chaqueta del sofa de cuero y se la lance-no significas nada para mi.
Aprete las manos al ver sus hermosos zafiros llenarse de lagrimas, nunca me ha gustado verla llorar y menos si es por mi culpa pero, Dios, me esta destrozando es este momento y me detesto a mi misma por si quiera importarme.
-Diana, por favor no hagas esto-intento acercarse pero la aparte de un empujon, debi haber utilizado demasiada fuerza porque lo ultimo que vi antes de darle la espalda fue como caia al suelo.
-yo no fui la que hizo algo-conteste, podia escucharla moverse por la habitacion-cierra la puerta de entrada cuando salgas y por favor-la mire por encima del hombro, sus cuerpo se estremecia signo claro de que estaba llorando-no olvides dejar las llaves.
Me senti caer sin fuerzas una vez que la puerta de mi habitacion se cerro, me aferre a una almohada y la abrace contra mi pecho, nunca imagine que esto pasaria, bueno, la verdad desde hace tres meses la idea comenzo a carcomerme pero sinceramente pense que quince era mayor que cinco y por ello ella me escogueria, pero que equivocada estaba, al final la Arpia gano, se quedo con la unica persona que he llegado a amar (Ademas de mi madre), mi maldita otra mitad, la mujer con la que estaba segura queria pasar el resto de mi vida.
-joder, esto es deprimente-murmure contra la almohada enterrando mi rostro en ella.
Suspongo que eso ya no sucedera, no se realmente como podre olvidar los mejores años de mi vida pero lo intentare, despues de todo, si a ella no le fue dificil botarme no a de serme dificil el olvidarla.
Mordi el humedo y suave material con los ojos entrecerrados en el dolor-siempre me han gustado los imposibles-pense, y era verdad, en mas de un sentido.