Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"En la noria...." por Anttara

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de su creadora. Sólo los utilizo para fines de recreación, sin lucro alguno.

Notas del capitulo:

Pues si, de nuevo yo aquí, subiendo un fic nuevo antes de actualizar los pendientes. En fin ¿que se le va hacer? Todo es culpa de mi ardillita mental


Ya sabrán de que va este fic, así que sin más preámbulos, los dejo leer :D

No sé cómo terminamos en este lugar, pero estoy consciente que en este punto no podría correr a ningún lado ni de ocultarme de las miradas de las mujeres que curiosas nos miran. Algo me dice que no es común que dos hombres se formen en la fila de la noria  y menos cuando uno de ellos llama mucho la atención con su amplia sonrisa, justo como lo está haciendo Usagi-san.


Hace un par de horas salimos de un lujoso restaurante de la ciudad, después de haber cenado se suponía que debíamos regresar  a casa pero me tomo del brazo y nos dirigimos a un parque de diversiones. No entiendo que es lo que Usagi-san pretende, pero sé que es algo que definitivamente no me gustara.


Seguimos formados en la fila, en pocos minutos una señorita amablemente nos abre la puerta de una de las cabinas, Usagi-san le sonríe de una forma algo sugestiva y hace que se sonroje. Me molesta tanto que haga eso,  porque aprovecha lo distraída que se encuentra ella y le comenta que estaremos ahí un par de horas. Trato de decirle que es mucho tiempo pero no me escucha, de un solo movimiento me jala al interior del lugar y pone seguro en la puerta dejándome algo extrañado por eso.


Yo me coloco en uno de los extremos de la banca esperando que este sea un paseo normal, pero cuando veo que Usagi-san se sienta a un lado de mí, empieza mi mente a pensar que algo pretende y que mi dignidad no saldrá intacta del lugar.


Prontamente la noria empieza a moverse y  a dar vueltas lentamente,  la cabina va subiendo y yo voy empezando a ver el paisaje nocturno de la ciudad  enfrente por los cristales.


¡Wow! No puedo aparentar mi ¡asombro es increíble! muy pocas veces he subido a la noria y las veces  que estado a aquí  termino intimidado por Usagi-san. Aun no puedo olvidar la vez que creyó que estaba celoso de Isaka-san o cuando le dije que lo quería.  Pfff


Creo que mi rostro se puso algo rojo de imaginar lo anterior. Usagi-san me mira fijamente mientras me sonríe de manera misteriosa. Debo comportarme y aparentar que no pasa nada. Si él se da cuenta de mi nerviosismo ¡Estaré perdido!


Trato de hacer conversación para alejar mis pensamientos y distraerlo, pero creo que es algo tarde. Poco a poco siento como se va acercando a mí y una de las manos frías de Usagi san empieza a desabrochar mi saco gris y su boca a acercarse a cuello para comenzarme  a besar.


-¿Sabes que eres muy irresistible Misaki?- Me susurra cerca del oído para después  darme una pequeña mordida en la oreja. ¡¿Qué está haciendo?! Me pongo tenso y trato de alejarme de él, este no es un buen lugar para hacer este tipo de cosas, pero me acorrala a una de las paredes de la cabina y con su cuerpo impide que yo me pueda mover. Su mano ya desabrocho por completo mi chaleco y sigue con mi blanca camisa.


De inmediato me retuerzo por sentir el frio en mi pecho, quiero quitarle su mano de ahí, pero antes de que pueda de nuevo se acerca hacía para mi oído y comienza susurrarme con una voz bastante entrecortada y varonil  “Mi Misaki… que lindo eres” “Me tienes totalmente enamorado” y hace que me distraiga de mis planes de separarme.


Odio que me diga que soy lindo, ¡no lo soy!, ningún hombre de 24 años lo es, pero no deja de repetirlo una y otra vez mientras empieza a besar lentamente mi cuello y me acaricia mi pecho. No puedo reprimir un gemido y él empieza a bajar hasta mi hombro.


Trato de hacerlo recapacitar ¡estamos en un lugar público!, ¡simplemente no podemos hacerlo aquí! alguien podría vernos y descubrirnos, pero no logro minimizar sus caricias, por el contrario siento como con una mano toma mi cadera y de un solo jalón me sube en su regazo para quedar arribar de él dándole la espalda. Ya no tengo mi saco ni mi chaleco puesto, ¡odio que Usagi-san me quite la ropa de esa manera tan sencilla!


Sin embargo, en esta posición puedo ver de nuevo la ciudad a lo alto, está totalmente iluminada y hermosa ¡Impresionante! Si no fuera por qué en este momento estoy en una situación bastante comprometedora gritaría de la emoción de ver a Tokio tan precioso.


No pasa mucho tiempo para que Usagi-san me despoje de mí ropa y deje que mi abdomen desnudo se refleje en el cristal enfrente de la vista de la ciudad.  Nuestros cuerpos se reflejan en el cristal de la oscura cabina. Trato de ocultar el mío un poco  con mi camisa, me avergüenza tanto verme desea forma, pero Usagi-san no me lo permite. Lentamente toma mi mano que busca cubrirme, la desliza hacia abajo  y la entrelaza con la suya para dejarme semi desnudo.


Mi rostro empieza a calentarse y ponerse colorado de la pena. Se sus intenciones, pero no podemos hacerlo aquí ¡Esta no es una de sus pervertidas historias boy´s love! Le llamo la atención diciendo que si esta ebrio para intentar hacer algo así en un lugar público donde hay muchas familias y personas, pero no recibo la respuesta que quería. Por el contrario Usagi-san me besa, con los ojos cerrados, mi mejilla derecha y me susurra suavemente “Por supuesto que lo estoy, pero de Misaki… te deseo tanto en este momento” después comienza a tocarme uno de mis pezones, grito por la acción, pero no parece importarle, lo retuerce con 2 dedos  y  lo aprieta un poco mientras su boca va dejándome marcas en el hombro. Posteriormente pasa al otro para hacer lo mismo.


No puedo negar que ya estoy excitado y lo él lo sabe, mi rostro esta rojo y mis labios empiezan a ponerse del mismo color mientras que mi hombría me empieza a palpitar debajo de mi pantalón. Me molesta pensar que él sabe cómo volverme loco con un par de toques y palabras, y que cada vez que quiere hacerme el amor solo necesita ponerme nervioso para hacerme suyo.


Con estos pensamientos me estremezco más y me muevo un poco en el regazo de Usagi-san, dándome cuenta de que también él se está poniendo duro. Su erecto miembro empieza a clavarse en mi trasero y un sonoro gruñido que emite, me lo confirma.


Me pongo más nervioso, sé que mi dignidad no saldrá completa de esta cabina ni que volveré a ver este lugar de la misma manera en que lo veía.


Usagi-san nota que estoy perdido en mis pensamientos y me muerde suavemente mi oreja izquierda, reacciono y noto que su ropa ya también ha sido desabrochada.


Su camisa está abierta mostrando de su perfecto, así como bien delineado pecho y su corbata yace en el suelo junto a mis pantalones que también están en el mismo lugar ¡¿Cuándo me los quito?! Solo estoy en bóxer y temo que corran la misma suerte que mi demás ropa.


Usagi-san no se detiene más y mete su mano en mis calzoncillos para empezarme a masturbar, grito fuertemente al sentir lo frio de su mano en mi pene y como lo empieza a mover suavemente de arriba abajo para que se lubrique. Pude por un momento notar que también él se estremeció por la acción, mi oído percibió un ligero gruñido llamándome cuando comenzó a tocarme.


Aunque no lo admita abiertamente, debo  aceptar que Usagi-san es muy bueno acariciándome. Siento como en pocos minutos mi líquido pre seminal está mojándome y mi hombría incrementa de tamaño, más cuando con el pulgar de su grande mano se detiene para tocarme la puntita de mi virilidad en círculos. Estoy empezando a gemir fuerte y repetidamente “ ahhh Usagi-san ahhh detente ahh” mientras trato de controlarme y poner una mano en mi boca para que nadie escuche lo que estamos haciendo, pero no Usagi-san no me deja, la quita enseguida y la entrelaza con su mano libre.


Siento como sube y baja  con su otra mano por mí pene, sus dedos largos de vez en cuando me aprietan y me estimulan tratando de que yo me venga, al mismo tiempo que siento como me besa mi hombro seductoramente, pero con la poquita conciencia que tengo, trato de reprimirme para no manchar la cabina. Él lo percibe y empieza  a morderme mi cuello eróticamente… ¿Acaso sabrá que eso me estremece más y que ya no pienso lógicamente cuando me deja marcas?


Con voz entrecortada lo llamo y con mucho trabajo le trato de decir las consecuencias de que me venga en ese lugar. Por un momento pienso que ha recapacitado y me dejara libre, pero me equivoco la mano con la que me estaba masturbando, y la cuál se encuentra mojada con líquido pre seminal, desciende y empieza a  meterse y dilatar mi entrada.


Grito fuertemente su nombre, ¡aun no estoy preparado!, siempre me vengo antes de que me haga suyo, pero esta vez es diferente sé que no me dejara hacerlo y el sentir dos de sus largos y fríos dedos dentro de mi pequeño y apretado trasero me lo confirman. Siento como se mueven de un lado a  otro, en círculos tratando que mi cuerpo permita la entrada de su erecto y grande miembro. Muy pocas veces he visto la hombría de Usagi-san, pero por el dolor que me causa cuando me penetra y por lo ansioso que esta por dilatarme, sé que no es fácil su entrada.


No noto que  mientras estoy  jadeando y gimiendo constantemente, y que mientras me está dilatando, él  está devorando mi cuello con sus labios. Mañana voy a tener machas rojas que serán difíciles de quitar. Quizás tenga que utilizar una gruesa bufanda para que nadie se dé cuenta, aunque estemos en pleno verano.


Sin embargo mientras estoy perdido en mis pensamientos, los dedos de Usagi-san dejan  de moverse en círculos y se empiezan a hacerlo en forma de tijera. Ese movimiento hace que me vuelva loco de placer y no puedo reprimirme más, en un par de instantes termino viniéndome sobre mis boxer´s  y gritando con todas mis fuerzas su nombre.


No sé cómo lo logra, pero ya no me interesa en qué lugar nos encontramos. Estoy  muy agitado y sudando, mi ropa interior esta mojada de mi  propio semen y él me sonríe lujuriosamente. Tengo la sensación que a él no le importa  cómo me siento, por el contrario se acerca a mi oído para susurrarme… “Eres un niño tan lindo que solo  con mis dedos te viniste y manchaste tu ropa, pero de mí no te escapas  mi Misaki,  en este instante voy a hacerte completamente mío”


No alcanzo si quiera  a decirle algo por lo de “niño lindo” cuando siento como baja un poco mis calzoncillos y  lentamente se va introduciéndome en mí. Su duro miembro poco a poco se va metiendo entre mis entrañas y yo me estremezco al sentirlo.


No puedo evitar gemir sonoramente al tenerlo dentro de mí y escucho como también el gruñe por lo apretado que me encuentro. Aún no puedo acostúmbrame a aceptar tan fácil que él me haga el amor de esta forma. Después de varios años de unir nuestros cuerpo en la intimidad aun no puedo dejar de ponerme nervioso cuando él me penetra y menos de esta forma tan prohibida.


No obstante, cuando ya está completamente dentro de mí, se detiene unos minutos para que me acostumbre, me besa suavemente una de mis mejillas y empieza a susurrarme entrecortadamente y con algo de dificultad que por favor me relaje y no lo apriete tanto, le está costando mucha fuerza de voluntad controlarse y si sigo así, terminaremos haciendo el amor salvajemente por horas.


Una corriente eléctrica circula por mi columna vertebral al pensar en lo que me acaba de decir y trato de hacer lo que me dice, pero  el sentirlo tan ansioso, con mi espalda recargada en su amplio pecho, sus brazos abrazándome y su boca gruñendo eróticas palabras cerca de mi oído derecho, me ponen más nervioso y me estremezco de nuevo. Él vuelve  a  decir  mi nombre con dificultad y de nuevo me pide que me relaje un poco mientras  comienza  a moverse lentamente para que yo sienta más placer.


Las penetraciones empiezan y siento como Usagi-san se mueve una y otra vez deliciosamente dentro de mí, haciendo que ya no coordine mis ideas. Solo veo nuestros reflejos en el cristal de la pequeña cabina, él me tiene posesivamente  abrazado con sus dos brazos mientas  juega y muerde lujuriosamente mi oreja derecha y yo estoy sujetándome de dónde puedo para no caerme. Mi rostro está muy rojo, mis labios también lo están por que varias veces he mordido para callar mis jadeos y mis ojos no pueden ocultar el placer que estoy sintiendo cada vez que el sale y entra, sin pudor alguno de mi cuerpo.


Odio como me pone Usagi-san en la intimidad, estoy tan ansioso, mi corazón late rápidamente y mi boca gime como plegaria su nombre al compás de sus embestidas.  Él sutilmente sale de mi cuerpo y después de unos segundos vuelve a entrar con más fuerza, buscando entrar hasta lo más profundo posible.


 Escucho su respiración agitada acompañada de varios “Misaki” mientras me embiste. Poco a poco el dolor va desapareciendo y el placer va llenando todo mi cuerpo, tanto que ya no razono a la perfección. Lo único que deseo es que Usagi-san siga besándome y haciéndome el amor hasta que mi cuerpo se sacié de él. Sin embargo  en pleno mar de sensaciones, noto que la noria poco a poco se va deteniendo para que bajen las personas de sus cabinas, primera hora se terminó. Prontamente las cabinas se van deteniendo frente a una gran fila de personas  que esperan disfrutar la vista.


¡No puede ser! Hay decenas de gente formada en la fila para subir y yo estoy  aquí  desnudo, sudado y gimiendo de placer el nombre de mi casero  mientras él me hace suyo sin pena alguna.


Un poco de conciencia regresa a mí, de nuevo me altero y trato de alejarme de él, pero Usagi-san no quiere romper el contacto y me sostiene con más fuerza.


-Ah Misaki relájate por favor, no pasará nada- Trata de decirme para calmarme  y que no me separe de él, pero no lo logra. Si alguien nos ve en esta posición, si alguien se da cuenta que estamos haciendo ese tipo de cosas aquí ¡me da un infarto! ¡No puedo soportarlo!


No sé como lo logro, pero me separo de Usagi-san, él gruñe fuertemente por la acción y yo grito por separarme bruscamente de su contacto, mis entrañas arden, pero después de unos segundos de recuperar mi aliento buscó mi camisa para cambiarme lo más pronto posible mientras rezo con todas mis fuerzas que nadie nos descubra.


Usagi-san trata de volverme a tomar para seguirme amando pero no se lo permito, estoy tan aterrado porque en pocos minutos abrirá la puerta y me verán desnudo, agitado  y erecto con uno de los más famosos escritores de Japón.


Con mucha rapidez me colocó mi camisa y cuando está a punto de pararse la cabina frente la fila me pongo mis pantalones. ¿Alguien me crearía si digo que estoy sudando y agitado porque  me estaba dando un paro cardiaco y mis labios están rojos porque Usagi-san me estaba dando respiración boca a boca? ¡Imposible! ¡Estamos muertos!


No obstante cuando mis peores pensamientos se están proyectando, Usagi-san me vuelve a abrazar, dejándome sentir su duro y desnudo miembro. ¡Está loco!


Trato de zafarme nuevamente de su contacto pero noto que nuestra cabina pasa de largo de la fila y continua su recorrido. Hay mucha gente afuera que sonríe feliz  y señala hasta donde estamos pero no se da cuenta de nuestra presencia. ¡¿Qué está pasando?!


Como si pudiera leer mi mente Usagi-san me besa suavemente en mi mejilla derecho y después me susurra en uno de mis oídos que no tengo nada de qué preocuparme, pago dos horas para que nadie nos molestara y los vidrios de la cabina son polarizados, para que no se pudiera ver desde afuera lo que estamos haciendo. No dejaría que nadie más me viera desnudo y agitado, así como totalmente entregado como lo estoy en este momento.


Esto último me estremece pero poco a poco mi alma regresa a mi cuerpo, pero no es una justificación para hacer lo que estamos haciendo, quizás deberíamos dejarlo para más al rato.


No me da tiempo de pensar en una estrategia para salir desapercibidos, cuando de nuevo siento como me jala mi casero y me sienta arriba de su regazo, solo que esta vez frente de él.


Poco a poco me quita de nuevo mis pantalones y desabrocha mi camisa, me abraza otra vez posesivamente y se introduce de una sola estocada en mi cuerpo.


-AHHH ¡USAGI-SAN!- Grito  fuertemente por la intromisión y mi cuerpo se mueve bruscamente por el contacto, pero ahora Usagi-san  no me deja acostumbrarme a la acción. Me toma de mi cadera y me mueve de arriba hacia abajo tratando de tocar cada espacio disponible de mi interior, al compás que besa salvajemente mi cuello y repite una y otra vez mi nombre gruñendo.


La sensación es  totalmente dolorosa,   tanto que tiene que pasar varios minutos para que vuelva a acostumbrarme a la intromición y gima de nuevo su nombre, pero esta vez siento como nuevamente el placer inunda mi cuerpo y ya no me reprimo, paso mis manos por su cuello mientras disfruto el contacto. Al parecer esto le gusto a Usagi-san por qué mientas me embiste empieza de nuevo a besar suavemente mi cuello  de una forma tan deliciosa que mi cara no puede disimular que estoy sintiendo mucho placer.


Aun no puedo decirle a Usagi-san abiertamente lo que siento,  pero estoy temiendo que cada vez que el me tocay  juntamos nuestros cuerpos, una parte de mi alma se va perdiendo en su esencia. Solo con él podría hacer esto, podría dejar mi voluntad en sus manos y permitir que me hiciera suyo en un lugar público. Solo  con Usagi-san.


Las penetraciones son más intensas así como certeras, con cada estocada yo toco el cielo y lo llamo una y otra vez agitadamente haciéndole saber que está haciendo muy buen trabajo. Por su parte, él también está disfrutando  de nuestro contacto.  Tiene sus ojos cerrados fuertemente, gruñe eróticamente cada vez que lo llamo, sus labios me besan  hambrientamente mi cuello y orejas y  mientras me penetra,  sus grandes manos están sosteniendo mi pequeño trasero  para que no me separare ni un centímetro de su hombría.


Puedo notar que tanto como yo, él está muy excitado. Desde hace años he descubierto que cuando Usagi-san en la intimidad me dice frases raras como: “estoy muy enamorado de ti” “te amo demasiado” “Me tienes  rendido a tus pies” o “ Eres mi pequeño y lindo tesoro” y  es porque, como yo, ya no puede coordinar ideas, pero debo aceptar que cuando Usagi-san me llama de esa forma, me estremezco totalmente, mi corazón no deja de latir fuertemente  y también me pongo muy nervioso a tal punto de no razonar, pero no digo nada. Hace tiempo comprendí que  es mejor no decir nada cuando me llama “Mi Misaki” una y otra vez o me dice  esas cosas vergonzosas y besa mi cuerpo posesivamente como lo está haciendo ahora, no hay forma de que hacerlo razonar o discutirle, solo puede dejar que me consuma lentamente hasta que nos saciemos uno del otro desesperadamente.


Yo tampoco puedo detenerme  lo abrazo fuertemente y dejo mi voluntad en su manos.  Sintiendo como va llenando lentamente mi cuerpo con su esencia e impregnando mi piel con su aroma


En pocos minutos mi cuerpo no resiste más y comienzo a decirle a Usagi-san que tendré mi segundo orgasmo.  ¡Ya no aguanto más! Él lo comprende y aumenta la velocidad de sus penetraciones mientras con una de sus manos me masturba una y otra vez para que no tenga problemas en venirme.


¡Tantas sensaciones son increíbles! La corriente eléctrica que provoca sus caricias va apareciendo en mí, y siendo como voy derramando mi esencia entre sus dedos que siguen masturbándome de mil maneras. Grito desesperadamente su nombre y  me aferro a su espalda como si mi vida dependiera de ello y ya no me importa si estamos en la noria, si alguien nos ha visto o si media policía está afuera esperándonos por faltas a la moral, solo me importa estar con Usagi-san y fundirme en él.


-Ahhhhh Usag… ¡¡¡Usagi-san!!!-


Me vengo violentamente en medio de su mano, mientras el me sigue penetrando. Dejó mi voluntad en sus brazos y por unos instantes soy totalmente del hombre que me tiene posesivamente abrazado así como besándome hambrientamente, y no me incomoda pensar en ello. De hecho quiero estar eternamente entre sus brazos y que él haga conmigo lo que quiera.


Sin embargo algunos minutos después de tener mí orgasmo reacciono y regreso a la realidad, avergonzándome por lo que he pensado. ¡Por favor que no lo haya dicho en voz alta!


Trato de reprimirme mentalmente por lo que ha pasado cuando notó que Usagi-san me sigue embistiendo con dificultad, me abraza muy fuerte, sus ojos están cerrados y su entrecejo fruncido…. Aun él  no ha terminado.


No puedo evitar sorprenderme. Nunca había visto la cara de Usagi-san antes de que se viniera, de hecho siempre cierro los ojos fuertemente cuando tengo mi orgasmo y los abro  ya cuando él esta recostado a un lado de mí acariciándome suavemente el cabello o besando amorosamente mis mejillas, pero nunca antes de eso,  aunque no puedo dejar de pensar que se ve algo apuesto desde el ángulo desde que lo estoy viendo.  Muy varonil y seductor, con su expresión seria y  ansiosa por venirse, con sus ojos fuertemente cerrados, sus labios entre abiertos gimiendo una y otra vez entrecortadamente mi nombre  y esas gotitas de sudor que juguetonamente recorren su frente y rostro. Jamás había pensado que fuera tan atractivo mientras me hace el amor.


Con estas ideas en  mi mente, me acerco más a su rostro para observarlo detalladamente, pero sin saber exactamente por qué en un par de minutos recuesto mi cabeza en su hombro y empiezo con una mano tímidamente  a acariciar su espalda, como lo hace el cuándo aún no me recupero de los espasmos del orgasmo que me provoca.


-¡Ah Misaki!-


No tarda mucho Usagi-san en sentir mis caricias y entender lo que estoy haciendo, pero al parecer le gusta, porque mientras  aumenta sus embestidas  de una forma salvaje y desesperada, jadea entrecortadamente  “Mi Misaki… Mi hermoso Misaki…. Mi amado Misaki”.


Así mismo me besa varias veces posesivamente y, como si mis caricias le hubieran dado permiso, se viene violentamente en mi interior.


Ya hace varios años que Usagi-san y yo estamos saliendo, mi cuerpo en cierta parte se acostumbró a su aroma y toque, pero no puedo dejar de sentir mariposas cada vez que él dice mi nombre en la intimidad, cuando él me besa o me dice que me ama…. Quizás es  por qué aunque no lo diga, también yo siento lo mismo.


Pasan varios minutos para que me suelte de su fuerte abrazo y  que su respiración se normalicé., pero cuando abre sus violetas ojos,  lo primero que hace es  sonreírme amorosamente para después besarme una de mis mejillas con mucha ternura y acariciar mi cabello dulcemente como agradecimiento por lo que hemos hecho.


-Te amo Misaki-


Me dice dulcemente mientras nos quedamos varios minutos abrazados, recuperándonos de lo que acabamos de hacer. El silencio nos envuelve mientras siento como se va normalizando los latidos de nuestros corazones. De nuevo vuelvo a ver las luces de Tokio desde lo alto de la Noria y no puedo evitar pensar que toda la ciudad ha sido testigo de nuestro amor.  


He recuperado un poco más de mi conciencia y vuelve a ponerme nervioso que estamos en un lugar público. Ignoro lo anterior y me preocupo por nuestra condición. Sé que un par de horas obligaré a mi mente a olvidar todo y negaré lo que pasó en este pequeño lugar.


Lentamente me bajo de su regazo y busco mi ropa que esta esparcida en el suelo y, mientras él me observa detalladamente, me visto. ¡¿Cómo demonios terminamos teniendo sexo en la noria?! ¡Usagi-san es un completo pervertido!


Pocos minutos después él también se arregla su ropa para que nadie se dé cuenta lo que paso y cuando está listo se sienta a un lado de mí para contemplar lo que resta del paseo la hermosa vista de Tokio.


-Misaki no tienes idea de cuánto te amo- Me  vuelve a decir en voz bajita mientras recarga su hombro en el mío y me toma de la mano para enlazarla con la suya.


De nuevo mi corazón vuelve a estremecerse -No digas esas cosas raras aquí- Hago un puchero y finjo que estoy molesto, ocultando de nuevo mi nerviosismo. ¡Odio que me haga sonrojar tan fácilmente!


Así nos quedamos, tomados de las manos hasta que la máquina se  detiene y una mujer de cabellos negros y sonrisa amable abre la puerta.


Prontamente nota que las cosas están un poco raras, que yo estoy totalmente sonrojado y que Usagi-san sonríe ampliamente. Sé que va hacer preguntas y nos descubrirá pero antes de que pueda decir algo, Usagi san le dice que fallo el aire acondicionado y  que por eso estoy rojo, me toma del brazo y salimos lo antes posible del lugar.


 Aún no puedo entender como todo llego este punto,  estoy de nuevo escapando del lugar a lado de Usagi-san, pero sólo puedo cerrar mis ojos, ignorar como toda la gente nos mirar  extrañados por ver a dos hombre caminando rápidamente tomados de la mano.


Para mi fortuna, en pocos minutos llegamos a un callejón obscuro de la ciudad, no hay nadie y mi alma puede relajarse. O eso creo has que Usagi-san me acorrala en una de las paredes de allí.


 Sin darme tiempo para actuar, me abraza firmemente  y después se acerca a mis labios para robarme un apasionado beso que dura varios minutos.  Después de lo que acabamos de hacer ya no tengo fuerzas para detenerlo, mucho menos voluntad.


Al terminar el beso se acerca a mi oído solo para susurrarme en un tonito muy bajito, con el fin de que solo yo pueda escucharlo.


-Misaki vamos a casa, quiero amarte y tenerte de nuevo toda la noche… aun no me lleno de ti-


Yo me estremezco y trato de aparentar que me ha ofendido, le insulto y empiezo a caminar rápidamente para ignorarlo, aunque muy dentro de mí sepa que es lo contrario.


Él se ríe al ver mi puchero y me alcanza, me toma del brazo  y lentamente nos vamos a su departamento para cumplir su sentencia.


Quizás nadie pueda comprender lo que es vivir con Usagi-san como yo lo puedo comprender, saber que algo inocente se puede convertir  en un lugar de perversiones y que un par de sonrisas como palabras puedan estremecerme hasta el punto de perder mi voluntad en sus brazos, pero si he de ser honesto, no quiero que nadie más lo sepa. Pues aunque aún no pueda expresarlo abiertamente, sólo yo quiero ser el único que pueda tener a Usagi-san  de esa forma tan apasionada y prohibida como lo que acabamos de hacer en la noria para perder mi cordura entre sus manos… Sólo yo y nadie más.


---------------------------------------FIN----------------------------- 

Notas finales:

Próximo fic a actualizar " El manual del buen uke"

Cuidense mucho ¿ok?

¡¡VIVA EL LEMON!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).