Prologo:
El hijo mayor de la familia Uzumaki se encontraba en su habitación, había discutido con su padre. Sinceramente, no le veía el sentido a que su padre preferiría estar más tiempo con su trabajo como Hokague que un tiempo de caridad con su hijo. Estaba molesto.
Es decir….¡Siempre era lo mismo! Además, Sarada hablaba como si supiera, ella no sabía nada, que no tratara de consolarlo, porque era imposible.
Como aquella vez en que el “Gran” Hokague había quedado con él para almorzar juntos, donde se había esmerado preparando un bénto, para que el Hokague se tuviera que ir de misión para buscar a un tal Shin. ¡¡¡SE HABIA IDO CON SARADA!!! (y con ChouChou también) pero no lo había llevado a él, ¡A su propio hijo!
Era molesto. Saber que otros tenían más prioridad sobre su padre que él.
Se movió sobre su cama algo incómodo, buscando la postura para poder estar. Cerró los ojos para tratar de conciliar el sueño, se sentía solo, como si algo le faltara. Era extraño. Es decir…
¿Por qué se sentía incompleto?
¿Qué le faltaba?
No lo sabía… no le dio importancia y se durmió. Con enojo y todo…recordando un suceso que creía olvidado, algo que le había pasado…no solo a él, sino que también a sus amigos. Algo que le paso con solo 6 años de edad, hace 10 años atrás.
Sus risas, sus bromas, su manera molesta de ser, su pose arrogante y altanera, pero amable y tierna. Aquella manera lenta de hablar y pronunciar las palabras, su atención y preocupación.
Se podría decir que era…simplemente perfecto. Aunque era imposible volverlo a ver,…..y todo por culpa de la inútil de Sarada.
Aquello que empezó siendo un simple juego por ver quién era el mejor, los había mandado a otra dimensión. Extraña y loca, donde básicamente todo estaba de cabeza.
Pero gracias a eso, lo había conocido…
¿A quién?... simple.
A su medio hermano.
y…..al que sería su primer amor.
Les resultara extraño y asqueroso seguramente, pero cabe aclarar..que Boruto no lo veía como un hermano, es mas, pensaba que quería acaparar la atención de su padre. Que lo quería alejar de él y de su madre.
Eran las claras acciones de un niño celoso de su padre. Pero con el tiempo, se había dado cuenta de que no estaba celoso de su padre.
Bueno, técnicamente si, porque era él, el que resivia esas sonrisas, era él, el que tenia su atención, era él, el que resivia esos abrazos que Boruto…..por derecho, le pertenecían.
Porque, aunque Naruto Namikaze Uzumaki era su padre, y en esa dimencion se llamaba Menma, eran de por si, la misma persona.
Pero eso no lo detuvo, y cuando apenas era un mocoso que no sabia atarce adecuadamente las agujetas, le había dicho que cuando sea grande, luego de vencer a su padre y ser el Hokague de la aldea, iria a por él y se casarian. Era imposible, pero cuando uno es un niño, las cosas para soñar eran fáciles y una gran fantacia.
Pero eso nunca ocurrio…
Fin del prologo.