oOo
Decir que no estaba de acuerdo con el plan era como decir que los Uchiha eran solo un poquito rencorosos, era minimizar su gran malestar ante la idea. Pero eso no evitaría que Sasuke participara, porque oh pobre el que se opusiera cuando Naruto estaba tan emocionado en actuar. Y con Naruto abordo era imposible para él simplemente zafarse, así que solo tenía que tragarse su orgullo, ser un hombre y aceptar.
No como si lo que iban a hacer fuera exactamente masculino, pero no diría nada porque Sakura era terrorífica y estaba seguro que la vio comprando pastillas para el malestar ¨femenino¨. Así que no, apreciaba su vida.
—Y entonces se darán cuenta que se aman y vivirán felices para siempre—finalizó en un suspiro Sakura que era la mente maestra del plan.
Plan con el que Sasuke NO estaba de acuerdo por si no había quedado claro. Pero Naruto era una de las piezas claves en el plan de esta, resultado de una borrachera de la peli rosa y quizá el hecho de que estaba ¡loca! Y despechada. Especialmente despechada.
—¡Y nos lo agradecerán! ¡Con ramen! —gritó feliz Naruto.
Sasuke quería decirle que si solo quería ramen él le compraría todo el ramen que quisiese. No importaba si tendría que aceptar más misiones S o el puesto de líder de escuadrón. Lo haría. En serio lo haría si solo pudiera llevarse a Naruto y alejarlo de la locura de la que alguna vez consideró su amiga. Ahora era una amenaza.
—Naruto yo-
—Pero lo mejor será verlos felices—agregó con un tono pensativo para luego mirar a Sasuke—, ¿cierto, Sasuke?
La expresión de Naruto era una de profundo deseo por el bienestar y felicidad de sus amigos, una mirada sincera y tan abierta que a Sasuke solo le quedó cerrar la boca y asentir. Ramen no sería suficiente.
Naruto le sonrió y lo tomó de la mano.
NO estaba de acuerdo, pero participaría.
—¡Bien! —interrumpió bruscamente Sakura. La despechada. —Entonces, el primer paso es ir a Suna y comenzar con la parte uno del plan.
Sasuke apretó los dientes y se tragó su molestia.
—Para eso debemos ir a pedir que nos den una misión o algo por allá.
—Eso no será complicado, estoy segura que Shikamaru tendrá alguna carta o regalo que quiera que se le envíe a Temari.
—Que yo sepa él regresó hace unos días de Suna, dudo que tenga que o quiera mandar algo—decidió aportar por el bien del fracaso de la parte uno del plan.
Que formara parte del plan por el bien de Naruto no significaba que participaría positivamente en este.
Sakura solo lo miró con odio.
—Estoy segura que querrá.
—¿Segura, Sakura-chan? —preguntó Naruto ignorante de la mirada de odio que se enviaban ambos.
—Absolutamente—respondió esta—, ya verán.
Por el brillo en sus ojos verdes Sasuke sintió lástima por el Nara.
No lo suficiente como para no intentar llegar antes que ella y obligarlo a que se niegue a sus ¨pedidos¨.
—Ok, entonces cuando tenga que llevar algo, ¿cómo haremos para que Kakashi-sen- Kakashi—corrigió, Naruto aún tenía problemas con dejar el ¨sensei¨ pese a que Kakashi se lo había pedido, era una costumbre que a Sasuke no le costó mucho dejar—nos mande a los cuatro para llevar un simple paquete? Porque si fuera una carta, enviaría a un ave.
—De eso yo me ocupo, le diré algo como que queremos recordar viejos tiempos o algo así. Yo me las arreglo.
Sasuke estaba planeando hablar con Kakashi y quizá ofrecerle sus servicios en deshacerse de todo el papeleo que lo tenía esclavo en la oficina del Hokage, quizá sobornarlo con alguna nueva edición del Icha-Icha, si no se equivocaba Naruto tenía unas copias que dejó Jiraiya con los sapos.
—¡Genial! Estoy seguro que todo saldrá bien, Sakura-chan. Sai y Gaara serán muy felices. Es algo muy lindo lo que haces.
—Oh, no. Descuida. Al contrario, gracias por tu ayuda, Naruto. Sai es nuestro amigo y merece ser feliz con alguien tan especial como Gaara.
Y no con Ino que estaba detrás de él. Fue lo que no dijo pero Sasuke sabía muy bien que era así. Porque cuándo no las acciones de Sakura eran impulsadas por algo que hizo Ino.
Sakura era una buena amiga, muchas veces razonable y bastante capaz de actuar en situaciones de emergencia, especialmente hábil con jutsus médicos y Sasuke apreciaba y admiraba su talento. Pero su gran defecto era que pese a que ya había salido de su etapa de fanática empedernida y había dejado el club de Sasuke Uchiha (algo que Sasuke apreciaba con fervor), aún tenía su talón de Aquiles en el romance. Especialmente chicos y claro, su competencia con Ino.
Los rumores decían que Sakura estaba detrás de un jounin que después de un par de citas la rechazó (Sasuke no mencionaría la vez que él tuvo que rechazarla, porque fue difícil y horrible en muchas formas, porque nunca supo cómo actuar ante gente llorando), al parecer porque este había también estado saliendo con Ino y este había quedado prendido con la rubia. Pero sorpresa, sorpresa, Ino lo rechazó porque había encontrado un gusto mejor. Sai.
Así que el plan maestro de Sakura era emparejar a Sai con alguien para vengarse de Ino y… ¿pruebe su propia medicina?, ¿chocolate?, ¿así era el refrán? En fin, para que pase por lo mismo que ella y cosas que las chicas parecen encontrar lógico.
Sasuke estaba seguro que Sakura, la despechada, ni siquiera le gustaba ese chico tanto. Pero el orgullo que tenía no dejaría que ella se quedara sin su venganza.
(No. Él no encontraba la ironía de él hablando de venganzas tontas u orgullo ridículo).
Resultado de todo, el gran plan. El nombre tampoco fue su idea, pero como el plan era ridículo y estúpido merecía un nombre ridículo y estúpido:
¨El genialoso plan para juntar a dos idiotas que obviamente están enamorados solo que no lo saben. Pero se aman, ¡de veras!¨
Sí. No tiene comentarios al respecto.
Sasuke ni siquiera sabía si a Sai le gustaban los hombres y siempre creyó que Gaara era asexual.
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La primera parte del plan era una pesadilla.
La culpable no solo era Sakura. Shikamaru también lo era porque el muy cobarde aceptó las amenazas de esta y decidió que Temari necesitaba un nuevo florero de arcilla. Arcilla. Suna es uno de los mejores productores y exportadores de muebles de arcilla y otras chucherías. Pero Temari quería uno de Konoha.
Kakashi también era un debilucho que no pudo decir que no a la mirada de Sakura y Shizune juntas. Porque al parecer Shizune es una romántica ingenua que cree en lo que peli rosas mentirosas y psicópatas tienen que decir. Además que Shizune es quien ayuda a Kakashi con todo el papeleo, Sasuke no tuvo oportunidad contra ella.
Naruto continuó siendo ignorante de todo hasta que recibió la misión y saltó de alegría creyendo que todo era gracias a la suerte.
Sasuke usó su poder de lucir indiferente en un rincón de la oficina mientras recibía la misión, su nube negra que decía lo contrario sobre su cabeza no significaba nada si Naruto no se daba cuenta.
La primera parte: Celos.
Sasuke no entendía cómo pensaban las mujeres, pero estaba seguro que ninguna de sus mentes era como la de Sakura, ella merecía una nueva categoría única para ella porque no había nada de lógico en su plan.
En primer lugar, cómo esperaba que Gaara sintiera celos de Naruto si ni siquiera se sabía si él sentía algo por Sai. ¡Era ilógico! El par nunca interactuó más de la cuenta. Quizá la conversación más larga y amena que tuvieron fue un: “Kazekage, su gorro está chueco¨, sonrisa fría; ¨Oh, gracias¨, mueca de labios que ni se asemejaba a una sonrisa.
¡Y ya! Cada uno se fue caminando a su rincón a ser frios y raros.
Por alguna razón Sakura creía que era amor. De algún modo convenciendo a Naruto que era así y el muy lindo y amable y optimista de Naruto aceptó los delirios de su amiga porque era buena gente.
En fin, el plan, ¡horrible!
—No tienes que hacerlo—volvió a pedir en un susurro a su novio. Naruto lo miró de reojo, vio que Sai y Sakura estaban bastantes metros adelante y lo tomó de la mano.
—Descuida, ni Gaara ni Sai saben que estamos juntos. No sospecharan nada.
Sasuke se mordió el labio interno hasta que saboreó sangre. No era esa la razón por la que no quería que lo hiciese.
Y sí. Ambos estaban ocultando su relación, la única enterada Sakura. Para desgracia de Sasuke.
Tenía que admitir avergonzado que fue su idea y Naruto pese a su expresión triste y sus dudas al comienzo aceptó el razonamiento de Sasuke que si andaban publicando que estaban juntos causarían más problemas que otra cosa. Preguntas, acosos y etc. Sasuke quería evitar eso como sea.
—Está bien—fue lo único que dijo. Naruto volvió a fijarse que ni Sakura ni Sai estuvieran observando para acercarse y darle un beso. Un casto beso que no duró mucho y que Sasuke extrañó cuando Naruto se alejó de inmediato porque Sai había girado.
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Sasuke quería asesinar a Sai.
Sería fácil, solo tendría que convencerlo que ese acantilado lejano y peligroso era un buen lugar para ponerse a dibujar y ups Sai tuvo un accidente.
¿Acaso tenía que aceptar los avances inocentes de Naruto como si de verdad tuvieran algo?
Los cuatro estaban frente a Gaara y sus hermanos en una de las oficinas más cómodas de la torre del kage en Suna. Y todos estaban viendo atentos cómo Naruto estaba sentado más cerca de Sai y se apoyaba ligeramente hacia él y sus manos rozaban con las de este… Y Sasuke no podía soportarlo más. Tenía que arrancarle la mano a esa copia barata que al parecer aceptaba la atención y atraía a Naruto hacia él y tomaba su mano con la suya y se acercaba a susurrarle cosas y-
—¿Sasuke? —preguntó Temari al notar que había roto el vaso que tenía en la mano. Ahora todos lo veían a él—¿estás bien?
—Sí—dijo entre dientes.
Sai lo miró con una sonrisa.
Los trozos del vaso comenzaban a hundirse en sus palmas y gotas de sangre gotearon sobre la mesa.
—Creo que mejor limpiamos eso—interrumpió Kankuro que se levantó y se fue a traer un trapo o quizá escapar de todos.
Como no volvió en los minutos siguientes mientras sangre seguía goteando de la mano de Sasuke y él seguía viendo con deseos de muerte a Sai que solo lo veía sonriendo y haciendo círculos en la mano de Naruto, Sasuke estaba seguro que Kankuro había huido.
Temari tosió.
—Yo iré por un trapo.
—Te acompaño—agregó Sakura.
Ambas no regresarían, Sasuke lo presentía.
Así que solo quedaron cuatro. Sai con sus manos sobre Naruto y Sasuke haciendo todo lo posible por contener su furia y deseos de eviscerar y descuartizar. Gaara por otro lado seguía tomando su té con paciencia.
No parecía celoso.
Naruto por otro lado, solo veía por donde Sakura se fue confundido y sin importarle que Sai tuviera sus patas sobre él. El muy perro las pagaría caro cuando les tocara una misión juntos. Sasuke ya estaba planeando qué decir cuando regresara solo con los pinceles y quizá una pierna. Al menos así diría que intentó rescatarlo pero Sai había metido la pata y no lo logró.
—Y Gaara, ¿te gusta alguien? —preguntó Naruto.
—No—respondió Gaara.
Y el pelirrojo siguió tomando su té y Naruto siguió confundido y Sai siguió acariciando y a Sasuke solo le quedaba tragarse la cólera, gruñir y seguir perdiendo sangre.
El trapo nunca llegó.
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La segunda parte era hablar con ellos y hacerles darse cuenta de sus sentimientos.
Sasuke odiaba esta parte también. La detestaba. La despreciaba con toda el alma. Quizá ya no estaría observando a Naruto ser manoseado por otro, pero eso no calmaba sus nervios. Porque no vería. Porque Naruto hablaría con Sai a solas. A. Solas. Para hacerle saber que, ¨Sí, Sai, esas miradas indiferentes de Gaara significan que esta locamente enamorado de ti. Que ni te preste atención no significa nada¨.
Tonta Sakura y sus delirios ridículos.
Lo peor es que ahora él estaba a solas con el otro pretendiente.
Gaara, frente a él solo lo veía con indiferencia y con un leve ceño fruncido. Como preguntando con este, ¨en serio, ¿qué rayos hacen en Suna además de perder el tiempo y de paso el mío también?¨
—Es culpa de Sakura—le respondió al ceño que solo se frunció más.
—¿Sakura?
—Sakura y tu amor no correspondido—aclaró. El ceño solo se frunció más y Sasuke tomó la taza con sus manos vendadas y probó el té. No sabía a nada.
Solo a sufrimiento y miseria.
El sufrimiento y miseria sabían amargo.
—Mi- —sus labios se fruncieron. Gaara lo pensó un poco y solo asintió. —¿Estarán solo unos días?
—Solo unos días.
—Bien.
Ambos siguieron tomando el té. Sin mirarse, sin hablar.
—¿Azúcar? —preguntó el pelirrojo después de casi una hora.
Sasuke vio su taza medio vacía.
(No estaba medio llena, en serio. No significaba que era pesimista o nada).
—No, así está bien—respondió.
Gaara asintió y siguió tomando su té.
A Sasuke le gustaba su sufrimiento y miseria amargos.
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El tercer paso era tan horrendo como el resto. La cita a ciegas.
Lo que Sasuke no entendía era cómo el hecho que Sai y Gaara tuvieran una cita a ciegas implicaba la necesidad de que él y Naruto estuvieran ahí.
Hasta que Sakura lo explicó.
La doble cita a ciegas. Porque la completamente loca de su no amiga creyó que Sasuke sería un buen componente para sacarle celos a Sai.
Ja. Ja. Ja.
Gaara parecía estar ahí por amenaza. Rígido en su asiento y con un rostro pálido bajo la luz de las velas.
Sai solo asentía a lo que Naruto decía con su odiosa extremidad sobre la mano de un inocente Naruto.
Sasuke atacaba lo que estaba sobre su plato con su tenedor. Alguien había removido los cuchillos de la mesa. Alguien cuerdo, al parecer.
Naruto… Naruto era Naruto.
—¿Están saliendo o algo así? —preguntó de la nada Gaara cuando pasaron horas y el único que hablaba era Naruto. La pregunta sorprendió a los tres, pero Gaara ya se había resignado a su destino y mientras comía lanzó la pregunta viendo a Naruto y Sai.
Sasuke estaba por negarlo rotundamente cuando-
—Aún no, pero quizá pase algo—respondió Sai de la nada.
Sasuke pestañeó.
—¿Eh? —preguntó Naruto confundido. —Pero nosotros…
—Oh, bien por ustedes. Naruto merece ser feliz.
—Sí, sí.
—Más te vale-
—Descuida lo sé. Aunque yo ni pensaba en una relación pero bueno, es Naruto.
—Um—respondió Gaara como si eso bastara.
Y Sasuke podría decir que SÍ eso bastaba porque Naruto era Naruto y ser Naruto significaba más que cualquier otra cosa. Pero al parecer el par de idiotas no habían entendido el propósito del gran plan porque por alguna razón Sai hablaba de una relación con su Naruto y Gaara lo apoyaba y ambos estaban completamente de acuerdo y- y-
—¡Basta! —gritó levantándose de la mesa y al fin tirando lo que estaba sobre esta que sabía rancio y estaba frío. Sin soportarlo más caminó hasta Sai lo empujó de un golpe, levantó a Naruto de la mano y lo jaló hacia su cuerpo. Aun sosteniendo a Naruto de la cintura, miró hacia Sai que estaba sentado en el suelo y lo señaló con su otra mano—¡Tú seguirás no pensando en relación alguna porque no tendrás relación con nadie de esta mesa! ¡Quizá el mapache este pero lo dudo porque en serio creo que es asexual! ¡Pero ni se te ocurra acercarte o seguir poniendo tus pesuñas sobre mi novio!
—¿Tu novio? —preguntó Gaara su cabeza ladeada y su ceño de regreso fruncido.
—¡Sí! ¡Mi novio! ¡Naruto es mi novio y solo mío!
—¿Naruto? —preguntó Gaara como si Sasuke fuera a mentir sobre algo así.
—Oh- yo…
¿Y no era eso lo más doloroso? Sasuke giró a ver a Naruto con tal rapidez que sintió su cuello crujir. Su rostro incrédulo ante la falta de respuesta de su novio.
—¿Na…ruto?
Naruto solo se relamió y mordió los labios su rostro apenado y frustrado por alguna razón. Cuando es Sasuke quien estaba al borde del pánico.
—¿No estábamos ocultándolo, Sasuke? Se supone que soy un secreto.
Y fue en ese momento recién cuando Sasuke se dio cuenta que quizá Sakura no era un idiota, loca despechada y quizá solo era una amiga furiosa y dispuesta a darle una lección.
Porque sí, Naruto había sido su secreto por tanto tiempo, sus sentimientos por él, su relación con él, su amor por él, siempre en secreto todos sus intercambios, sus palabras, sus caricias, sus miradas cómplices y sus besos apasionados. Siempre ocultando que ocurrieron y que ocurrían tras puertas con llave y callejones oscuros y cuartos con las cortinas cerradas.
Naruto esperando que no hubiera nadie para recién tomar su mano. Naruto revisando que nadie escuchaba para poder recién decirle que lo amaba. Naruto que a veces estaba por lanzarse a sus brazos pero se retenía porque Sasuke era un imbécil cobarde que le había pedido a su energético y apasionado novio que era mejor guardar su relación en secreto.
—No—dijo casi sin aliento. —No, Naruto no eres mi secreto- yo-
—Pero dijiste-
—Fui un idiota, olvida lo que dije. Demonios. Soy un imbécil, en serio. Cómo aún puedes seguir conmigo—dijo mientras cubría su rostro con una de sus manos, la otra aun aferrándose a Naruto, porque por muy bastardo que era también era egoísta y no quería soltar a la única persona que amaba y que había estado haciendo sufrir.
—Hey, no. Sasuke, no es así. Yo acepté eso y escuché tus razones y creí que-
—No, Naruto. No es excusa. Es mi culpa. Lo siento—abrazó a Naruto con fuerza y hundió su rostro en el cuello de Naruto, aspirando su aroma y ocultando su vergüenza, porque eso era lo único que debía ocultar y Naruto no era algo por lo que avergonzarse. Cómo se estaba odiando por si quiera hacer que Naruto pensara por un segundo eso.
—Te perdono. Pero en serio no hay que-
—Naruto—alzó el rostro y lo vio a los ojos—dime con sinceridad que esto no te causó si quiera algo de daño—Naruto abrió la boca para decir algo—, con sinceridad.
Cerró la boca y se relamió sus labios.
—Sí me lastimó—dijo en voz baja—era muy difícil para mí y… y a veces sentía que tú no-
—Fui un idiota, perdóname. ¿Me perdonaras? —volvió a pedir.
Naruto sonrió con esas sonrisas que no paraban de iluminarle el día y Sasuke sintió que tendría esperanza y que amar a Naruto era un milagro de por sí, que Naruto lo amara de regreso era algo completamente increíble.
—Claro, pero sería bueno si ya no-
—¡Sí! ¡Sí! Cuando lleguemos si quieres corro por toda la aldea gritando mi amor por ti solo-
Naruto rio con lágrimas en los ojos. Sasuke no quería saber si eran de alegría o no.
—Eso no es necesario, pero sí me gustaría decirle a Iruka-sensei, es difícil ocultarle algo así a él—respondió con calma.
Sasuke no dejaría de culparse por haberle pedido algo tan estúpido a Naruto. Alguien que ni sabe guardar secretos por su propio bien, mucho menos a los que ama.
—Claro, iré contigo estoy seguro que querrá hablar conmigo también.
No esperaba con ansias esa charla.
—Gracias.
Sasuke sonrió, Naruto le respondió con un beso que Sasuke aceptó con felicidad.
Fueron todavía minutos más tarde y besos apasionados después que Naruto se acordó que no estaban solos (Sasuke lo sabía pero no le importaba) y ambos giraron a ver al par de idiotas.
Sasuke parpadeó en sorpresa.
Sai estaba con un pergamino abierto mostrándole a Gaara algo sobre ellos mientras le hablaba y la mueca en los labios de Gaara era distinta a los que antes había visto.
—Oh, Gaara está sonriendo. Eso es bueno.
—¿Eh? —preguntó en el mismo tono bajo que Naruto usó.
—Gaara—dijo mirándolo con diversión en sus ojos celestes—está sonriendo a alguien que no soy yo—susurró emocionado.
Sasuke se había dado cuenta que Gaara no mostraba sus emociones. Y que usualmente la única persona con quien era expresivo era Naruto, por muy furioso que eso le pusiera. Así que ver una sonrisa (¡sonrisa!) en el usual inexpresivo rostro del mapache era increíble y esperanzador. Que estuviera dirigido a algo que Sai le mostraba era algo aterrador, no por Sai, sino porque quizá Sakura tenía poderes más allá de lo ordinario.
Sasuke decidió no decir más y solo aferrarse a su Naruto, su rubio solo sonrió y se hundió en el abrazo mientras ambos salían de ahí.
Las velas aun colgando e iluminando a medias, la comida en el suelo y los platos rotos. Pero Sai y Gaara parecían entretenidos así que Sasuke quizá no llamaría a alguien para que limpie.
No era un buen plan que alguien entre y arruine el momento. Sakura se molestaría y eso no era bueno.
Después de todo, Sakura tenía razón y su gran plan funcionó. ¨El genialoso plan para juntar a dos idiotas que obviamente están enamorados solo que no lo saben. Pero se aman, ¡de veras!¨ Solo que los idiotas no eran Sai y Gaara, y que Naruto y él sabían que se amaban solo que no se habían percatado el daño que se hacían.
Quizá, solo un poquito, Sasuke no odiaba tanto el plan.