Esta historia empieza una aparentemente tranquila noche de luna llena, el cielo estaba estrellado, los amantes se reúnen en secreto y una alarma suena en alguna parte de la tranquila ciudad. Era la alarma del banco, la cual sonaba insistentemente a la vez que tres misteriosas sombras huían por las solitarias calles, alejándose con el botín en la mano hasta que llegaron al parque y vieron a un pobre hombre durmiendo en uno de los bancos. Aquel hombre estaba tiritando de frío, pues lo único que le arropaba era un misero cartón, el cual seguramente habría tenido que robar de no ser por un alma caritativa que se lo había regalado esa misma tarde, pues se trataba de una caja que nadie iba a usar.
- Esto es para ti, úsalo bien - dijo uno de ellos mientras depositava en la mano de aquel pobre infeliz un saquito con unas cuantas de las monedas robadas
Al día siguiente hacia sol y los persistentes rayos penetraron por una ventana, despertando a un hermoso joven, el cual dormía plácidamente hasta que sin que pudiera remediarlo sonó el despertdor, aquel maldito despertador, el cual había tenido que poner, pues era el primer día de su nuevo curso escolar, un curso que prometía ser maravillosamente divertido y lleno de emociones, pues nuestro protagonista tenía un secreto, el cual no podía contar.
- Hola, me llamo Alexander García soy un chico de dieciseis años y ahora mismo voy al instituto por que es mi primer día de 3º de ESO, tambien voy por que tengo unos amigos que hace mucho que no veo - dijo Alex, un chico de cabello marrón oscuro, el cual tenía un cuerpo moderadamente delgado y el cual llevaba unas elegantes gafas cuadradas, pues sufría de una horrorosa miopía que no le dejaba ver bien
Nada más terminar de vestirse, bajó a tomar el desayuno, el cual se componía de una taza de leche y cacao y una rica tostada hecha de pan bagel, la cual se tuvo llevar entre los dientes para evitar llegar tarde al instituto. Cuando llegó al hermoso, pero tedioso instituto vio que había multitud de estudiantes que se dirigían hacia dentro, entre ellos estaba su mejor amigo Leandro. Leandro era un muchacho de cabello rubio, pero un rubio muy raro, el cual parecía ser de un intenso verde lima, el cual hacía juego con su nuevo uniforme escolar, un uniforme que pretendía imitar al de los japoneses, pues era un precioso uniorme estilo marinero en el que predominaban los colores lila y blanco.
- Les presento a mi amigo o como yo digo my best friend Leandry - empezó a presentar a su amigo - Leandry o Leandro o Lean, como queráis llamarle, es un muy buen amigo que piensa las cosas antes de hablar o hacer algo, le gusta estudiar ir alcine y ver algunas noticias, sobretodo aquellas en las que se menciona a Guerrero Alex - siguió presentando mientras ponía una más que sarcástica mirada en la última parte - Ey Lean, ¿que tal? - saludó encantado de haberlo podido presentar sin añadir más palabras de las necesarias
- Ey colega, yo aquí como siempre , ¿y tu que tal? - le devolvió el saludo su amigo mientras que con los hombros hacía un gesto de... "¿que quieres que te diga?"
- Bien, gracias - respondió Alex y se fueron a clase mientras hablaban de sus cosas o mejor dicho cosas referente a la hermosa y sexy heroína
Varias horas después Alex y su amigo Leandro acababan de salir de su última clase y se dirigían fuera del recinto del instituto cuando de repente el smartphone de Alex empezó a bibrar de una forma bastante extraña.
- Eh.., ¿podrías ir yendo tú?, es que me acabo de acordar que tenía que hacer una cosa importante, nos vemos luego ¿ok? - se inventó Alex de inmediato al ver que su secreto iba a ser descubierto
- Mmm.., no sé por que, pero no te creo nada, ¿que será lo que me ocultas Alex García? - pensó su amigo Leandro, intrigado por el extraño comportamiento del que decía ser su mejor amigo
Mientras tanto en un parque, el cual quedaba relativamente cerca del instituto, una pareja de ukes de un estilo raro medio, pues parecía pijos y un estilo bastante raro de otakus que vestían la versión porno de sakura card captor... Aquellos pobres indefensos estaban terriblemente acojonados, pues de la nada apareció un enemigo del yaoi y empezó a molestarles, usandoles como carnada para atraer a su rival.
- Yaoi love dame el podeer - gritó Alex con total firmeza mientras se acercaba corriendo al lugar de los hechos
Y de su pecho salió una luz que se intensificó hasta cubrirle del todo, ocultándole de todo y de todos. Cuando la luz cesó y estaba transformado, en su transformación tenía el pelo largo y rubio, cuerpo de chica y un traje que imitaba a la perfección al del anime sailor moon, pero ese traje tenía la falda, el pañuelo y otros detalles en color rosa burdeo, lo cual hacía juego con sus elegantes lazos de color anaranjado.
- Déjalos en paz - gritó Alex, haciendose oir como si fuera un trueno- yo soy una guerrero que lucha por que haya amor en el yaoi y yo Guerrero Alex, en nombre del amor en el yaoi te castigaré - terminó de presentarse
- Oh no, otra vez no - se quejó el enemigo antes de ponerse a pelear
Así que se pusieron a pelear como los enemigos que eran hasta que el enemigo de nivel 1 usó un truco muy rastrero para derrotarle. En ese momento apareció una rosa roja que llegó como una espada voladora evitando que Alex recibiera un puñetazo sangriento, ya que el enemigo tenía unos hierros en los puños que si te dan un puñetazo te arañan la piel provocando una herida sangrante.
- ¿No te han dicho que a las mujeres no se les pega? puesto que no lo sabes, yo el justiciero enmascarado te enseñaré - dijo antes de saltar un misterioso hombre el cual llevaba una larga capa negra y un antifaz a juego - yo me ocupo de esto - le dijo a Alex el cual estaba apunto de caerse de lo maravillado que estaba
- No, esta es mi lucha - respondió Alex decidido a acabar lo que había comenzado - poder del yaoi ayudame - pensó decidido a acabar con la pelea por una vez
En ese momento se le apareció un elegante y precioso cetro, el cual estaba formado por dos barras, las cuales formaban un más que insinuante corazón dorado, el cual encerraba un pequeño cristal y el cual de no ser por unas pequeñas alitas, podría haber insinuado la posición perfecta para hacer el amor, pero la silueta que formaba era la de dos amantes que no se querían separar, unos amantes que podrían tener un destino más trágico que el de cierta pareja de una de las obras de Shakespeare.
- ¡Yaoi Love Heart.. ataca! - dijo mientras que las alas del cetro se hicieron más grandes y con las dos manos llevaba el cetro desde la cintura a su cabeza, entonces una luz salió del cristal
- Ah... no, esa luz, ah.. desaparezcooo - gritó esa luz mientras desaparecia por enésima vez
Cuando la luz del atque cesó, se dio la vuelta con la esperanza de poder ver a su salvador, pues quería agradecerselo como era debido, pero para su sorpresa, el apuesto y misterioso enmascarado ya se había ido y lo único que quedaba era el hermoso paisaje nocturno de la ciudad, el cual estaba iluminado, no solo por las miles de farolas que había, si no que también por la luna.
- ¿Quien será y que será lo que pretende el enmascarado? - se preguntó Alex intrigado mientras se ponía el sol y se fue a casa
Esa noche el apuesto enemigo volvió desolado al cuartel, una siniestro edificio, el cual podría parecer un edificio abandonado por fuera, pero por dentro era la elegancia en persona, con sus tapices y cuadros, los cuales le dotaban de un majestuoso estilo renacentista. El enemigo se sentía frustrado al verse nuevamente derrotado por la valiente guerrero. Así que se arrodillo ante su amado príncipe, consiguiendo que le concedieran una nueva oportunidad de acabar con Guerrero Alex de una vez por todas.
- ¡No lo olvides!, esta es tu última oportunidad para acabar con Guerrero Alex, ahora ve y cumple tu misión - le ordenó el príncipe de la oscuridad antes de irse con aires de superiodidad - Gabriel.., ¡ya sabes lo que tienes que hacer! - le dijo con su siniestra voz a otro de sus siervos
- Si, majestad - respondió aquel misterioso hombre, ofreciéndole una majestuosa reverencia antes de irse tras el infeliz soldado
- Ya falta poco, muy pronto volveré a verte y ya nada ni nadie podrá separarnos, te lo juro mi amor, nada ni nadie...- dijo con total solemnidad el principe de la oscuridad mientras se terminaba el capítulo dejándonos con ganas de saber a que se refería