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Cruel Deshielo por Glace Rose

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Notas del fanfic:

Primera vez que publico un fanfic yaoi, no es lo primero que escribo pero jamás me animé a publicar nada, gracias a los comentarios positivos que recibí tomé la desición de hacer una trama extensa y no solo un oneshot.

Espero le den una oportunidad :3


Notas del capitulo:

Los personajes no son míos sino que propiedad intelectual de Shiori Teshirogi.

Degel de Acuario, uno de los santos más poderosos de su generación, un hombre refinado, culto y sumamente hermoso, considerado por muchos como el más sabio de la orden de Athena, jamás mostraba perder los estribos, era un modelo a seguir.

Sin embargo el venido de Bluegraad poseía un talón de Aquiles, aquella persona que le sacaba de todas sus casillas haciéndolo actuar de manera irreconocible…

_¡Kardia!!

Un encolerizado peliverde ingresaba al octavo templo, sus ojos fulguraban furibundos en búsqueda del arconte de escorpio, de ser necesario le daría su merecido, había perdido todo rastro de paciencia en su antes frío mirar. 

_¡Degel! Jajaja – el griego imitó la voz del acuariano haciéndole burla.


_¡Que andas diciendo en el santuario!! -se le veía alterado y lleno de ira - ¡Que carajos dijiste!

 

_¿Que hice?  - simuló como si no estuviera enterado de nada, amaba ver esa mirada furiosa.

 

_¡No te hagas el imbécil! - Lo toma de las ropas con una fuerza inusual - ¡Manigoldo me dijo que le contaste que nos acostamos! ¡eso no estaba en el trato!

 

_Ohhh a veo... - rasca su nuca un poco nervioso - ese Manigoldo soplón me las pagará.

 

Degel estrecha mas el agarre pegando su frente a la del griego

 

_Qué demonios le dijiste...

 

Kardia lo mira desde arriba sin resistencia con una mirada casi indiferente a la situación.

 

_Le dije que te usurpe – corto pero certero, así era Kardia.

 

_Eres un.... - le da un empujón tirándolo lejos - te lo advierto Kardia, si mi reputación es manchada debido a esto, au revoir a todo ¿me oíste?

 

_¡Oye tranquilo!! Tu hermosa reputación está a salvo.

 

_Puedo intentar pensar que no soy el único inclusive que soy solo un juego para ti, pero no quedaré como una conquista mas de tu extenso prontuario.

 

_No eres una conquista más de mi prontuario eres el trofeo, ¡y no me amenaces! – el de escorpio estaba comenzando a perder la paciencia.

 

_Independiente de eso, no soy el único y no me dejas tener mi libertad, Kardia yo sé que me sigues pensando que te soy "infiel".

 

_ ¿y? ¿Piensas que quiero destruir tu reputación para demostrar que eres mío? Jajajaja pues si – afirmó de modo descarado.

 

_No soy tuyo, no soy de tu propiedad pese a que compartamos lecho, entiéndelo.

 

El griego da un giro hacia el galo y le da una mirada sumamente enfurecida, aunque el griego intentaba contenerse solo aprieta sus puños fuertemente.

 

_¡Y tu cuando entenderás que eres mio!


_No haces nada para ganarte eso Kardia, solo vienes me ultrajas y te vas a ver a alguna chica mas complaciente, siempre es así – un dejo de dolor se mostró en la antes enojada voz.

 


_No es así, deja de poner acciones por mí, no sabes en realidad a donde voy ni lo que hago solo especulas – no comprendía porque le daba explicaciones. 

 

_Siento tu aroma, se que antes de estar conmigo estas con otros, ¡lo se! – latentes celos en esa afirmación.

 

_Ajá, habla la voz de la razón si tu lo dices quien soy para reprochar a su excelencia.



Derrochaba ironía aquellos azulinos orbes, frustrado da media vuelta para retirarse últimamente andaba buscando a Unity ya que pensaba dejar las cosas claras, no soportaba la cercanía que tenía con “su” Degel, desde el día que habían compartido lecho por primera vez se adjudicaba la pertenencia del de acuario.  


_¿Donde vas?,  ¡no te atrevas a dejarme hablando solo! - odiaba que le ignoraran, más al saber que sus celos eran tan evidentes

 

_¡¡Cállate y vuelve a tus deberes!! -desde hacía un rato que el griego andaba molesto y rechazaba a Degel pero solo sería hasta terminar con Unity.


_¡De que carajos hablas! tu no me das órdenes Kardia, menos tras tratarme de ese modo despectivo -bufo molesto mientras arreglaba su esmeraldino cabello - a donde piensas ir...

 

_Al pueblo - miro al francés pícaramente y le regaló una sonrisa traviesa haciéndole ver sus posibles intenciones.


_Haz lo que quieras, veré donde voy alguien querrá charla conmigo quien sabe -no tenía pensado hacerlo solo quería hacerlo enojar, llamar su atención.

 

El heleno viró y tomó a Degel del brazo arrastrándolo hasta la cocina, busco con insistencia entre los cajones valiéndose solo de su mano libre hasta encontrar una cuerda amarrándola entre las muñecas del acuador, como un tipo de esposas improvisadas.

 

_Si te sueltas lo tomaré como cobardía y divulgare lo nuestro por todo el santuario ¿entiendes?

 

_¡Suéltame imbécil!, ¿qué crees que haces? -se le veía enfurecido, su mirada era filosa y amenazadora - haz lo que quieras... déjame en paz, solo no abras tu boca.

 

_Entonces, ¡no te sueltes idiota!!  -mira al francés completamente lleno de indiferencia - si te sueltas divulgare hasta lo que hicimos.

 

_No te creerían... -susurró con cautela, no quería que explotara la bomba, menos que contara sus intimidades.

 

_¿Quien dice? , Manigoldo me creyó… ¿o no? – su expresión era socarrona, demostrando que tenía dominada la situación.

 

Kardia sonreía levemente mientras hablaba sin ninguna delicadeza, no le molestaba la actitud del francés pero quería divertirse más tiempo, darle un paseo por el pueblo para mostrarlo como un trofeo viviente a sus "amigas", de esta manera otra vez podría disfrutar de los celos del galo y saber que éste sentía algo por él.

 

_Eres un... ¡desgraciado! ni se te ocurra volver a tocarme, sales de este templo y olvídate que existo ¿me entiendes? ¿Sabes la facilidad con la que puedo conseguir a alguien?, ¡te puedo reemplazar haciendo tronar mis dedos escorpio - mascullo iracundo, ateniéndose a las consecuencias.

 

El santo de escorpio tironeo de la cuerda amarrada entre sus muñecas y alzó sus manos unidas por esta para que las viera bien el francés.

 

_¿Ves esta cuerda? Tu y yo estamos unidos por el destino y si salgo de este templo… será contigo.


_¿Me vas a llevar?... ¿a dónde? , ¡No entiendo que mierda quieres! – algo de temor se reflejo en su profundo mirar, sabía que si el griego percibía su miedo estaba perdido.

 

_¿Por que estas tan a la defensiva Degel?  Será… ¿Que tienes miedo? - comenzó a provocar al galo para que este accediera en su ira.


_¿Miedo yo? estas demente, ¡como podría temerle a un sujeto asi! no me hagas reír Kardia  - balbuceo las palabras de modo atropellado dejando a la vista su acento galo.

 

_¡Entonces vamos!!  -tiro de la cuerda para hacer caminar a Degel y sacarlo por fin del templo.

 

_Ni pienses que saldré de este modo del templo, no soy tu mascota... ¡¡Kardia suéltame!! -se le veía iracundo y totalmente alterado mientras era llevado a rastras.

 

_¡Ya cállate! ¡tu voz chillona me pone de los pelos!  - seguía arrastrando al francés primero dando la vuelta al templo y luego caminando los restantes templos en dirección al pueblo, ninguno de sus camaradas se opuso pensando que era uno de los tantos juegos de Kardia, ambos santos caminando de modo algo lento debido a la resistencia del peliverde, de ese modo se demoraron mucho llegando recién a la altura del bosque colindante con el santuario.

 

_Te dije... ¡¡que me sueltes!! -había perdido la paciencia, no permitiría que el griego lo humillara enfrente de la gente el pueblo, con su cosmos comenzó a congelar la cuerda transmitiendo todo el frio al heleno.

 

_¡¡No hagas berrinches Degel!! -sintió como el frío subía desde su muñeca hasta su antebrazo y comenzó a molestarse de más- ¿quieres que mis chicas vean que ahora estoy contigo o no?

 

Era mentira pues jamás mantuvo un contacto más allá de lo carnal con sus amantes, sencillamente no le interesaban, solo le interesaba Degel y su cúmulo de secretos sentimientos.


_Tu.... ¿tus chicas? -arqueo su ceja de modo sumamente molesto, su ira iba aumentando de modo abismal, aumentando aún más el frio terminando por desintegrar la cuerda como escarcha - si es tan así... les mostraré el cristal de hielo que forme contigo... ¡¡a tus rameras!

 

_O... Oye.. Que...te -se quedó completamente sin habla no entendía para nada al francés ni la actitud que tomaba en este momento.

_Te dije que me dejaras en paz.... ahora ¡atente a las consecuencias! - lanzó un rayo de hielo a sus piernas dejándolo aferrado al piso - ahora ¿quién es el que está atrapado?

 

_Degel!!! ¡¡Suéltame!!! ¿Estás loco? ¿Qué te pasa?

 

 El griego sintió el frío entumeciendo su cuerpo y aferrándolo al suelo ahora estaba atrapado y molesto pero aún lo que era peor: ¿qué pensaba hacer Degel con el ahí?

 

_Ahora aprenderás a temerme, deberías tenerme miedo, nadie juega conmigo Kardia, ni siquiera tu… -se acerca con cautela para dulcificar su mirada dándole una intrépida belleza, paso sus manos por los hombros del griego y luego por su pecho sintiendo la musculatura- lástima que desperdicies este cuerpo con aquellas... mujerzuelas - masculló de modo despectivo.

 

Aún que su cuerpo estaba cautivo la boca de Kardia estaba libre para decir lo que fuera como era usual en él.

 

_Tu fuiste el que desperdicio esto desde el principio, en cambio ellas hacen lo que deseen con el- se burlaba del francés pues estaba molesto y se sentía rechazado, aún no podía creer que el galo lo reemplazará con un incompetente como lo era Unity.

 

_¿Piensas que te desperdicie? Vaya, que tonto eres... -simulo decepción para luego fulminarlo con aquella bella mirada - no iba a ser uno más te lo repito, no soy tu juguete si me place puedo ir donde quiera y con quien quiera, ¿acaso no piensas que puedo acceder a lo que se me plazca?

 

El atrevimiento del francés comenzaba a colmar la paciencia del griego, comenzó a enfurecerse y a medida que apretaba su quijada aumentaba su cosmo de manera inconsciente a medida que seguía escuchando al francés sin decir ni una palabra lo que era un mal augurio, por su parte el venido de Bluegraad seguía con su pocas veces vista soberbia actitud.

 

_Por favor Kardia, ahora mismo puedo ir al pueblo y tomar a la doncella que quiera, nada me lo impide soy un hombre libre, al igual que tu -palabras retadoras y mirada férrea, el francés lo miraba con altivez y elegancia.

 

El heleno se enfureció tanto que de un golpe elevó su cosmos hasta derretir el hielo se abalanzó hacia el galo estrellándolo contra un árbol lo miro a los ojos mientras que con sus manos le cerraba paso.

 

_Cuidado Degel... he sido paciente hasta ahora, todo lo que has hecho es por que yo he dejado que así pase pero no te engañes... 

La expresión del francés fue impasible, parecía esperar que ocurriera algo así, debía saber que decir para hacer desistir al griego de sus deseos malsanos aunque en su interior lo deseaba.

 

_¿Y que me vas a hacer? ¿Matarme? por favor Kardia ya se lo que es recibir una paliza tuya, no creo que pases de eso – lo subestimaba por completo, una de las armas infalibles del acuador.

 

_¿Quien dijo que te daré una paliza? -pasa sus manos por el cabello largo y suave del francés hasta llegar a su brazo derecho, toma su mano y besa su palma para luego dar un pequeño y travieso mordisco a su dedo índice - tengo algo que de verdad me hace sentir orgulloso... a pesar de que te hagas el estúpido.

 

Degel se ruborizó ante la acción, aún mas ante la mirada zafiro cargada de profundo deseo y complicidad, ladeo la mirada fastidiado de lo que sentía intentando esconder su bochorno de modo obvio.

 

_No se dé que hablas Kardia... solo divagas - su voz sonaba suave, y sumamente avergonzada

 

El santo de escorpio tomó su rostro para que lo mirara fijamente, mordió un poco más fuerte su mano mientras que sus turquesas estaban embelesadas con los violáceos orbes del francés.

 

_Sabes que tu castidad... es mía, eso es... lo que jamás podrás darle a nadie... en cambio la mía ajaja vaya saber quién la tiene- sabía que aquellas palabras harían realzar en furor al francés sin embargo eso le encantaba.

 

La antes mirada perpleja del acuador se tiño de profundo odio ante los vocablos oídos por parte de Kardia, odiaba cuando le hacía recordar tales cosas le hacían sentir un completo imbécil.

 

_Eres un... malnacido!! ¡te odio Kardia te odio! - intento hacer distancia con sus delgadas manos totalmente ofuscado, molesto con todo.

 

_Jajaja eres como una doncella... Te odio te odio ajaja – comenzó a mofarse de él, apretaba más sus manos hacia él para evitar que el galo se le escapara mientras que entre burlas comienza a robarle pequeños y fugaces besos.

 

_¡Suéltame!!! Malnacido... ¡que me sueltes!... - intentaba hacer distancia pero le costaba no someterse ante los intensos y cortos besos, a veces se daba el lujo de morder los labios del griego totalmente molesto.

 

A pesar de las palabras dichas por Degel, Kardia las ignoraba y continuaba aquellos besos mientras que con una mano lo tomaba desde la nuca para profundizar más aquellos cortos pero intensos roces.

 

Poco a poco el de acuario fue cediendo ante los besos, profundizándolos con su suave lengua envolviendo a la contraria, se notaba la furia entre cada embate, sentía sus manos arder debido al fuerte agarre mientras la distancia entre ambos se hacía más pequeña.

 

_Ni se te ocurra… pasarte de listo... – susurró de modo frío el peliverde

 

_¿hmm? Como si no te gustara que me pase de listo - tomó del brazo del francés para que pusiera su mano en su pecho.

 

_¿Siente esto? si se estropea será tu culpa…

 

_Tu... tu corazón - susurró totalmente agitado mientras sentía su caja toráxica moverse sin control, su adrenalina a mil por hora debido a la zona donde estaban - acá... acá no Kardia… nos pueden ver...

 

_¿Quien va a vernos? - arrebata uno que otro beso para comenzar a posar su mano por su falo acariciando levemente sobre la ropa.

 

_Cual...quiera puede... ahhh - gimió interrumpido por el improvisado estímulo hecho por el griego- Kardia... para…

 

_Hace un buen rato que no pasa nada, ¿estás bien con eso? me tienes descuidado y luego te quejas si busco placeres en otros lugares- comienza a besar su cuello acorralado al francés para evitarle salida.

 

Degel jadeaba ante los abrasivos y poco delicados besos mientras su piel comenzaba a enrojecer, su cuerpo se contraía contra el árbol donde el griego lo tenía arrinconado.

 

_No quiero aca.... no.. no es que... no... te desee.... ahhh -le costaba hablar debido a los constantes placeres y mas al escuchar lo de las "alternativas" -ni se te ocurra.... irte... por ahí…

 

_No me iré si me satisfaces  - pasa su húmeda lengua recorriendo su cuello mientras que con su mano estimula suavemente al acuariano para luego comenzar a morder como si fuera algo para comer sin importar si lo lastimaba un poco.

 

_Yo... no sé cómo hacer... eso... ahhh... Kardia - gemía su nombre con cierta sensualidad mientras se retorcía sumamente nervioso sintiendo la adrenalina en cada poro de su piel, devuelve la acción acercando su delicada mano a la zona intima del griego, acariciando con suavidad casi como de modo temeroso- luego no te quejes bicho tonto... ahhh

 

_Nunca me... he quejado... ¿o si?

 

Kardia levanta el ropaje del galo lamiendo su pecho dejando tras de sí una estela de hilo blanco, su lengua bailaba sobre su cuerpo como si fuera a escapar su espíritu, se regocijaba en aquellas delgadas y frías manos, comenzó a aprisionar al galo aún más contra sí mismo mientras que el estímulo del peliverde pronto comenzaba a erguir su falo.

 

El francés podía sentir cada movimiento, como el heleno se apropiaba de modo obsceno de su cuerpo, se sentía temblar agradeciendo tener un apoyo, cerró sus amatistas mientras seguía sus suspiros intentando bajar la intensidad de los mismos, conforme pasaba el tiempo aumentaba sus estímulos sintiendo como el falo crecía en sus manos.

 

_Solo preocúpate de ser.... rápido... no podemos.... ser pillados... ahh - hasta el final el galo se preocupaba del qué dirán, no podía permitir que su pulcra imagen quedara distorsionada, menos por sus mas impuros deseos

 

_¡Cállate!... Deja de preocuparte... Por eso... - le da la vuelta al francés para dejarlo de cara al árbol bajando de modo rápido y certero tanto pantalón como ropa interior para de ese modo poder acercar su turgente miembro hacia su entrada - Si... quieres que sea rápido pues bien... lo haremos rápido!

 

_Espera.... Kardia... no...has... estimulado! 



Degel abrió sus ojos totalmente asustado sintiendo como quería entrar en él sin siquiera haberlo preparado, sabiendo que no lo haría solo busco relajarse, no debía sufrir o no debía dejar que Kardia lo viera perecer

 

_¡Bruto! Ahhh

 

_No querías que fuera... ¿rápido? no perdamos el tiempo... en pequeñeces - comenzó el acto de modo tosco y violento mientras se aferraba al galo.

 

El de acuario gruño de modo gutural mientras se aferraba al árbol, era extraño que no siendo su primera vez doliera más que esta, quizás por el hecho de que ni siquiera fue preparado, ni el más mínimo cuidado había tenido el griego con él.

 

_Eres un.... animal!! Ahhh - acallaba sus gemidos apegando su frente en el tronco del árbol mientras se retorcía de modo furioso, el dolor era ardiente, lacerante y ardoroso - maldición... sale!! me... me duele!! ahhh - su voz era quejumbrosa pero totalmente rendida.

 

_Ahh... Eres un quejón... Ahh... No chilles trataré de ser menos agresivo... Ahhh

 

A pesar de lo dicho anteriormente el griego no cedía su fuerza mientras comenzaba a moverse más rápido y a apretar cada vez más, paseo su lengua por la espalda del francés y con su otra mano estimulaba el falo de este apretando sin querer, a medida que más sentía más aumentaba la velocidad y la crueldad con su contrario.

 

Degel mordía su labio de modo furioso al punto de hacerlo sangrar, el ardor era insoportable, como si fuera partido por dos desde su interior, cerró nuevamente sus ojos intentando respirar de modo acompasado, quería relajar su cuerpo y no sufrir de ese modo, cada embestida era cruel y dolorosa y parecía ser que el griego disfrutaba de ello, en parte él mismo también lo disfrutaba.

 

_Ahhh.... Kardia... mais... s'il vous plaît! - profería variadas palabras en el más sucio francés mientras el dolor se iba atenuando de a poco

 

_En... ¡¡griego Degel!!.. Ahh

 

Comenzaba a llegar a su punto de derrame comenzó a embestir a toda potencia mientras aferraba al cuerpo del francés, daba mordiscos agresivos en su espalda luego lo volteo sin dejar de penetrarle, subió hasta la boca del galo para lamer la sangre de sus labios.

 

_Debes... relajarte... o esto será doloroso...

 

Degel lo observo algo asustado dejando que lamiera sus labios sirviéndole como un bálsamo, de a poco su cuerpo se iba habituando a las constantes embestidas, solo pudiendo afirmarse y disfrutar cada embate, su interior lo clamaba, su porte, su calor y el éxtasis que le hacía sentir, todo acrecentado por el estímulo a su falo.

 

_Tu solo... ¡sigue!!

 

Todo daba exaltación para Kardia, la voz de Degel, su aroma sus formadas caderas, su cabello, su nívea piel, todo lo excitaba, sentía el frenesí recorrer su estómago apuntó de derramar comenzó a profundizar más.

 

_Ahh.. te... te... Amo..

 

El francés se sintió en el abismo del dolor y placer, del amor y el odio, todo iba entrelazado como una obra de teatro, intentó observarlo entre la conmoción y los embates sintiendo su vista nublada debido a la transpiración, su mirada empañada y perdida pero su voz se hacía notar.

 

_Je t'aime! Kardia... me... ¡me vendré!... -su resistencia estaba al límite y su cuerpo ardía por sentir la estela caliente recorrerlo.

 

_Aguanta... Ahh... Un poco más...  - sintió un rastro de electricidad recorrer su espalda y estómago haciéndole dar un salto en el lugar mientras se derramaba dentro del galo lamiendo su mano y empujando para sentir el último rastro de aquel cimiente tan fuerte.

 

Por su parte el francés sintiendo su cuerpo al límite y su propia hombría a punto de explotar no pudo evitar venirse sobre la mano del griego, manchándolo a él y parte de su propio estomago, a su vez sentía como la estela caliente recorría todas sus entrañas, una sensación totalmente placentera.

 

_Ahhh.... Kar... Kardia.... -sentía que desfallecería debido a la conmoción sus piernas totalmente temblando y el miembro del griego en su interior apropiándose de todo- estamos... locos...

 

_Pero... Seremos locos felices… - una sonrisa de satisfacción recorría los rasgos helénicos sintiéndose un total triunfador al apropiarse nuevamente del galante francés.

 

_Kardia... esto.. esta... mal - su cuerpo seguía agitado y totalmente marcado por la pasión del griego -

 

_Pero.. ya... esta hecho.. -aún ahogado y empapado en sudor suelta a Degel para darle aire, mira su mano y no puede evitar hacer la broma - eres un...francés sucio ajaja

 

_Imbécile... me dejaste manchado entero... y marcado - se le veía perplejo buscando de algún modo poder asearse, no le quedaba otra opción que volver rápidamente a su templo - debo... volver a acuario.



Pese a lo que decía sentía sus piernas trémulas y su respiración errática, obvio lo antes vivido pensando que para Kardia sería solo un revolcón mas sin embargo algo lo hizo quedar en la intriga.

 

_Si vuelves ahora todos verán que estas manchado de... mi semilla ajaja - limpiando su mano con su propia ropa no se hacía problema alguno miraba al francés completamente tranquilo y satisfecho.

 

_Cierto... no me pueden ver en estas pintas... pero necesito asearme - su rostro se veía algo angustiado aunque no comprendía si era por su situación o por lo que ambos se dijeron mientras llevaban el acto sexual- ¿tienes alguna idea señor "me follo a lo que sea?" - dijo molesto mientras intentaba sentarse en una piedra sintiendo un horrible punzada atacarle.

 

_Pues si pero dudo que te guste - saco su remera y se la pasó al francés - toma límpiate con eso... yo iré hacia el pueblo, tu ve a tu precioso templo a asearte.

 

Degel pestañeo repetidas veces pillado de sorpresa por el gesto pero aún más por lo último dicho.

 

_¿Estás loco? crees que te dejaré ir sin remera... a Rodorio!¡? - se le veía totalmente molesto más al ver el formado torso de su amigo y ahora amante.

 

_Todo te molesta ¿ha? - refunfuño ante las palabras del galo haciendo un gesto de desprecio emprendió viaje de todas maneras a Rodorio.

 

_¡No necesito tu lástima Kardia! si tan poco importo esto, destrozarme el culo, si no se satisfacerte… ¡ándate al demonio! - estaba totalmente molesto, tiro la camisa a cualquier sitio y se levanto dispuesto a volver a su templo - siempre mientes...

 

_Oye tranquilo, ¿que hice?- se le veía una expresión tranquila tratándose del griego.

 

_Obvio, te irás con cualquiera de tus amigas, piensas que soy un imbécil pero no es así - sostiene su cabeza de modo cansado, tenía algunas heridas en su frente por haberla presionado tanto en el tronco del árbol -soy yo... que divago cosas, será mejor que lo olvides - su voz cambio abruptamente de tono intentando asumir sus cambios de humor, debía irse de allí.

 

_Dime como te sientes... No te comeré por eso... – dijo de la nada el ateniense mientras se acerca al galo dándole un beso en la frente, para luego estrujar su nariz y reír - no seas celoso Degel…

 

Comienza a caminar hacia el pueblo pues le, habían prometido que le darían una canasta de manzanas y no perdería tal oportunidad.

 

_No te preocupes... mis amigas si me necesitan irán al templo jajajaja - siempre le gustaba levantar un poco la molestia del galo aquello irónicamente le llenaba de gozo.


_No estoy celoso Kardia – intentó volver a su habitual compostura, ciertamente le descolocaba esa ternura en el usual Kardia - ¿Como me siento? - sonrió de modo resignado - aunque no lo creas... vacío, pero es normal con el sexo casual ¿no?

 

El de acuario sabía que aquello heriría el orgullo del griego, no espero que respondiera y se levanto con dignidad intentando tapar con su cabello las heridas

 

_Pues si te sientes basura y estas bien con eso, allá tu - el griego fingió que no le importaba aquello anteriormente dicho, la manera de vengarse sería algo peor que unos golpes o insultos, heriría el orgullos del francés - me voy, nos vemos.

 

Saludo con la mano de espalda al galeno para retirarse siempre lo dejaba hablando solo y eso le daba gusto aún que sabía que todo aquello podría terminal en problemas.

 

_No se qué puedo esperar de una persona como tú, ¿solo sabes esto verdad? maltratar e irte, eres tan cobarde, me das vergüenza... - Lo dijo con profundo rencor, no le importaba en absoluto dañarlo, él había sido dañado lo suficiente como para pensar en tener consideración - Solo te pido que cuando quieras volver a verme no vengas con aroma a perfume de “mujer corriente” - le dio la espalda pensando en volver al santuario, no perdería su tiempo allí.

 

_¡¡Degel!!!  - dio un giro y miró directo al caballero de acuario ahora si estaba molesto nadie lo avergonzaría o siquiera miraría por sobre el hombro - ven aquí, ¡¡si tanta vergüenza te doy terminaremos con esto ahora!!

 

_Me niego, tu me ignoras, yo te ignoro es una ley justa ¿no?- lo miró de perfil dejando ver una de sus penetrantes amatistas, se veía que el galo no jugaba en lo que decía - ¡¿Que?! ¿acaso quieres matarme?, si lo haces también morirías Kardia, nadie puede producir mi frío.

 

_...

 

Las palabras del Degel retumbaron en su corazón tal cual un eco ruidoso, comenzó a mordisquear su dedo índice tanto que una estela roja cubrió su dedo, tomó del cabello al francés y lo aventó contra el lugar en que habían intimado, dónde aún estaba mojado por qué parte de la eyaculación de ambos.

_No eres la gran cosa francés, ¡¡no me amenaces!!

_¿Qué? ¿Me golpearas?... hazlo así puedo justificar mi deplorable estado!!

 

Sus nebulosos orbes brillaban furiosos pero debajo de aquello se podía vislumbrar miedo, Degel debía asumir que había colmado la poca paciencia de Kardia, sintió el árbol crujir contra su espalda provocándole más dolor.

 

_¡Mátame! ¡y termina con esto de una vez por todas Kardia!

 

_Sería demasiado fácil!! - observó altivo al galo con desprecio y furor en sus ojos ya no estaba en sus cabales y lo peor que podía sentir era el desprecio del francés.

 

_¡¡No vales ni mi tiempo!!  ¡¡Las rameras son menos chillonas!!


_Si no valgo tu tiempo, márchate y déjame en paz de una buena vez por todas, necesito curar mis heridas, necesito tranquilidad - Su mirada estaba dolida sin embargo era algo que estaba hecho con el consentimiento de ambos, no podía vivir quejándose.

 

_Bien!! ¿Sabes Degel? A veces las personas también se cansan que los desprecien.

 

Todo aquello era mentira, un vil engaño para molestar a Degel se haría el tonto y el ofendido, a ver qué pasaba por la mente del galo, todo esto era apodado como experimento “mariposa francesa”, entonces tomó viaje hacia Rodorio y de paso comprar alto de ropa.

 

Degel al verlo marcharse no lo detuvo, solo tuvo la oportunidad de decirle una última cosa.

 

_¿Quien desprecia a quien Kardia?

 

Se levanto y cubriéndose como pudo fue en dirección al santuario, afortunadamente nadie le preguntó nada sospechoso, quizás era paranoia del francés pero podía percibir que sus compañeros dimensionaban hasta cierto punto su situación y siendo un hombre reservado se abstuvieron de preguntar.


Al llegar al onceavo templo terminó por derrumbarse en uno de los pilares del mismo, sin el más mínimo decoro o protocolo, pasó su mano por su magullado rostro conteniendo el llanto, no lloraría y menos por algo de ese calibre, solo se alcanzó a ver una solitaria lágrima que nunca rodó por el fino y perfilado rostro.

 

_Dime quien desprecia a quien… Kardia  

Notas finales:

De antemano muchas gracias por leer, toda opinión es bienvenida.

Intentaré actualizar pronto, hasta la próxima! :D  


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