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DAME TU NEIN por SoulKarasu

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Notas del fanfic:

Bien para empezar, mi dignidad como autora seria en AY se fue muy al caño con este fic y no me arrepiento de nada.

Siendo la 1:44 de la mañana he terminado este fanfic, todo comenzó con cantar Mein Teil en pleno TL *créditos a Mitsuki* Y lo demás es una historia que despues se contará

Este fanfic se lo dedico a Romano, estuvo chingue chingue con que lo escribiera y AQUI ESTÁ EL PINCHE FANFIC. Se feliz *inserte corazón*

Sólo quise alegrar el día de todxs ustedes espero y sea posible, porque hasta yo me reí con esto.

Quiero darle las gracias a las Voladoras Sepsuales, a Mitsu y todxs lxs que estuvieron participando para que esta idea diera sus frutos.

Notas del capitulo:

Las canciones de Rammstein no son mías, los lives menos, todos los derechos reservados.

ZIMILARES CON Z POR DERECHOS DE AUTOR.

Y SI HAY COMIDA MEXICANA EN JAPÓN YA INVESTIGUÉ.

REITA X RUKI NO ES MÍO PERO EN FIN LA OTP ES VIDA.

Y ahí estaba, en una cama que apestaba más que él cuando no se bañaba después de los lives, abrazando a su querido novio rubio, en lo que este dormía cómodamente en su pecho, mientras que la mano izquierda del bajista reposaba cómodamente en su nuca, recordaba todo lo que había pasado esa noche, durante la tarde y la mañana. El concierto, la resaca, la noche apasionada con Ruki.

 

 

 

¿Qué mierda hizo?

 

Lo peor era que no se arrepentía de nada, que la verdad se reía como estúpido en aquel lugar estrujando con más fuerza aquel hombre que tanto amaba. En sus 34 años de vida...

 

 

 

 

 

FLASHBACK. DONDE TODA LA HISTORIA COMENZÓ.

 

 

 

— ¿Por qué no quieres ir? Anda cari, ven conmigo.

 

—No es que no quiera Taka, pero no me gusta esa banda, no es mi favorita. No es mi estilo.

 

El más bajo de los dos hacía pucheritos de ternura, había comprado dos boletos para aquella banda que tanto le gustaba, Rammstein, siempre estuvo esperando a que ese grupo musical viniera a Tokio y al enterarse de la noticia, no pudo evitar salir corriendo como niño que está persiguiendo un caramelo alemán y comprar las entradas; una para él y otra para su querido novio con aquella tela que cubría su nariz.

 

Lo que necesitaba era convencerlo, aquel tema de las bandas era “complicado.” Ya que ambos tenían una diferencia musical bastante grande, pero ya sabría cómo.

 

Ahora que estaba convenciéndolo teniéndolo frente a él, el vocalista sonrío y comenzó acercarse de manera lenta y sensual al más alto, con uno de sus dedos acarició el pecho ajeno coquetamente mientras que el contrario lo miraba con una sonrisa entre juguetona y confundida.

 

—Compré las entradas para los dos—  Decía con una sonrisa coqueta igual que los movimientos de sus manos de forma infantil aún con el pucherito que tanto usaba. —Yo quiero ir contigo, puedo darte lo que quieras—  Susurró esto último en el oído ajeno comenzó a jalar los botones de aquella camisa.

 

El más alto sólo suspiraba, mierda, mierda, siempre hacía eso, lo increíble de todo era que lograba convencerlo, aquella actitud que tomaba su novio lo volvía loco y de igual forma, hasta tierno le resultaba.

 

—Bien iré contigo al concierto.

 

—Perfecto— Dijo separándose del mayor con sonrisa bastante grande, lo consiguió, orgullosamente posó sus manos en su cintura. Y volvió a aquella actitud de hace una hora.

 

—El concierto es el jueves, o sea, en dos días—  Dio media vuelta y se fue con una carita ilusionada.

 

«Maldito enano del Limbo», pensaba Reita, ahora no tenía otra opción que ir a aquel concierto, no quería ir, tuvo un pensamiento random… Bastante bizarro que incluso le provocó una ligera sonrisa de diablillo.

 

Pero por otro lado, se sentiría mal, fingir una enfermedad, no mortal, pero sí que lo deje en cama sin poder moverse para el concierto…

 

Creo que sería lo mejor para él, para los dos, no quería amargarle el concierto a su querido novio…

 

¿Qué enfermedad podría crearse ahora?

 

¿Gripe? El clima estaba perfecto, no hacía frío sino calor, pero no era para estar arrastrándose por toda tu casa sufriendo como lombriz por el maldito sol, no, era un calor tranquilo.

 

¿Temperatura? Menos.

 

¿La cabeza? Unas cuantas pastillas y se solucionaba.

 

Piensa Reita… Piensa Reita…

 

Nueve letras aparecieron en su mente:

 

G A S T R I T I S.

 

¿Y cómo? ¿CÓMO DIABLOS CONSEGUIR GASTRITIS EN DOS DÍAS?

 

Tomó su celular y marcó al número de su novio.

 

— ¿Hola?

 

—Hola, Ru, oye, ando aburrido así que planeaba…

 

—No quiero sexo.

 

—Idiota, déjame terminar primero. Hace mucho que no salimos, así que ¿Te gustaría ir a comer… Comida Mexicana?

 

— ¿Comida Mexicana?

 

No había otra opción, la comida japonesa es la más saludable y sana como para enfermarse, pero todas las personas  -incluyendo a los mismísimos mexicanos- suelen enfermarse del estómago debido a la alta cantidad de “ingredientes.” Que esta suele tener. Provoca que varias gentes salgan corriendo al baño.

 

—No es que no quiera, Akira, pero… Estoy a dieta.

 

Genial, se le olvida lo muy diva que puede ser su pequeño vocalista.

 

—Pero no importa, puede comer una sola vez, no te va a pasar nada, anda, quiero ir a comer contigo…

 

Por la otra línea se escuchaba como Ruki pensaba… Soltó un suspiro terminando por aceptar la cita, Akira emocionado le dijo que lo vería a las 5, y que pasaría por él al departamento.

 

.

 

.

 

.

 

Ya de esto, fueron directo al restaurante, había variedad de comida mexicana.

 

Akira  -a propósito-  pidió una orden de tacos, por lo que lo típico sea que contenga 5 tacos.

 

Ruki sólo lo observó cómo preparaba su comida, demasiada salsa, cebolla, etc. Más le vale al idiota de su novio que no se enfermara del estómago… Y que llevara una mentita en el bolsillo.

 

— ¿Seguro que no quieres, amor?

 

—No gracias, ya comí mucho.

 

—… No llevas ni la mitad de tu comida—  Era cierto, sólo llevaba la mitad de una ensalada que había pedido hace 10 minutos. Su novio tenía ese complejo de que no le gusta ser gordo y prefiere verse bien, aunque el rubio siempre le decía que estaba bien de cuerpo, que para él era perfecto, no entendía y se aferraba mucho.

 

— ¿Quieres ir hacer algo después de comer? —  Preguntó el bajista.

 

—Quiero ver ropa, vi que sacaron una playera en una tienda que está por aquí—

 

Al terminar, fueron a la tienda a la que el menor quería ir, al estar ahí comenzó a ver toda la ropa mientras Reita sólo caminaba detrás de él viendo una que otra prenda.

 

A la media hora de salir, Ruki no llevaba sólo la playera que quería, sino un pantalón, zapatos, lentes, shorts, y más ropa, más ropa, kilos de ropa.

 

Como siempre Reita cargando las bolsas, todas las que su cuerpo puede aguantar.

 

—No puedo creer que la tienda haya tenido tantos descuentos ¿Y tú sí, Aki?

 

—No, pero creí que sólo verías, no comprarías.

 

—Lo sé, pero quiero cambiar todo mi closet, hay mucha ropa que ya está muy vieja y…

 

Sólo vio como un rubio con una bandita en la nariz salía corriendo y miles de ropas salían de todas las bolsas disparadas, el más bajito vio como tropezaba su novio con las personas, lugares, sin saber a dónde exactamente iba.

 

Mierda, mierda, mierda.

 

Malditos tacos, malditos tacos, se sentía peor que comer un bote de puros zetas, se sentía feliz pero igual del asco, quizá ya no iría al concierto, sí sí, no iría pero igual… No podría hacer cosas. Lo que le gustaría de igual era que su pequeño lo cuidara mientras el moría de una enfermedad.

 

Llegó al sanitario, entró al primero y fue ahí donde “escupió” Todo, no pienso dar detalles, pero aseguro que fue demasiado asqueroso.

 

— ¿Rei? ¿Reita? ¿Estás bien?

 

Escuchó aquella voz, un tanto preocupada afuera del W.C. Por lo que salió y vio al castaño, este se acercó y puso su mano en la frente ajena.

 

—Mira lo que te ha pasado, por comer tacos con mucho condimento, tonto.

 

Ruki le ofreció una menta por lo que el rubio la comió y fueron al auto con todas las bolsas…. ¿Y más bolsas?

 

— ¿Qué compraste?

 

—Ya sabes cariño, compré muchas cosas para el concierto mira esto —Sacó una playera con el símbolo de Rammstein  —Si queremos ir, al menos con algo puesto de ellos podremos ser felices.

 

Se quedó hablando sólo, buscó a su acompañante y vio como varias personas salían corriendo del sanitario debido al mal olor que había y porque había un viejo con un trapo en la nariz vomitando como su hubiera comido comida mexicana.

 

 

 

Al llegar después de aquella escena que pasó, Reita fue asearse y acostarse en la cama, mientras que el bajito le daba unas pastillas.

 

—Perdón Taka, por lo de hoy, pero no importa, mañana es el concierto.

 

Ruki lo ignoró por completo, no se veía tan mal pero su novio sufrió de gastritis que lo dejó en cama casi toda la noche.

 

—Mi amor, no vayas al concierto—  Reita celebraba, por fin se había librado de ese tonto live al que no quería ir.  —Invitaré a Kai… o Aoi, quizá… A Kaolu.

 

Y ahí fue cuando Reita perdió un poco la cordura ¿Kaolu? ¿En serio? ¿ERA CIERTO LO QUE ESCUCHÓ? Ese sujeto medio calvo y hípster que cambió por completo a su Ruki ¿QUÉ?

 

—La verdad es que ver a Rammstein con Kaolu, será genial, mañana iré a comprar unas cosas con él, le puedo dar el boleto mañana.

 

Ruki lo miró de manera sería, mientras que el otro se levantaba de la cama brincando como si un milagro del señor lo hubiera hecho sentirse bien.

 

—QUE VA, MIRA RUKI, YA ME SIENTO MEJOR.

 

Se le había ido el dolor de estómago claro que no, se sentía asquerosamente mal, pero no dejaría que su maquillista acompañara al vanidoso de su novio. Ruki sonrió para sus adentros. «Serás tonto, amor, pero no te creí nada. »

 

—Oh pero… Mira… Ya estás mejor, pero insisto, mejor quédate en cama.

 

—NO, bueno cari… Es que ya sabes son solo unas cuantas vomitadas, no es para tanto.

 

—Perfecto, entonces mañana a las 5, de todas formas, iré con Kaolu a comprar varias cosas que necesitamos, descansa mi cielo—  Dio un suave beso en su mejilla y salió con una sonrisa triunfante mientras que el otro rezaba, hacía ritos satánicos, estuvo a punto de ofrecer a Oscar al mismísimo lucifer para que no sufriera ningún malestar, aunque no pudo, sus pequeños loros era parte de su vida.

 

 

 

Ya eran las 5, del día siguiente no podía creer que iba a un concierto de una banda que; Uno: no sabía nada de ellos; Dos; Son alemanes ni entendía ni pico de ellos, en fin, no quería arruinarle el día a Ruki.

 

Comenzó a llenarse de gente, miles de personas llegaron, se habían puesto en un lugar donde podían ver perfectamente el concierto… Hasta que un tipo gordo del tamaño de Uruha se les puso en frente, Ruki molesto, trató de llamar la atención de aquel sujeto pero este no presto atención, de pronto las luces se apagaron y gritos de las personas -incluyendo el del bajito- mientras el rubio cruzado de brazos observaba el lugar, con fuegos artificiales, grandes luces rojas y salieron 5 hombres con trajes negros dos de ellos sin camisas y al final salió el vocalista con una alas parecidas a las de un ángel y de ellas salían fuego, Reita no tuvo mala expectativa hasta que comenzó a sonar la música, la voz de aquel vocalista era tan impresionante que por eso no le esperaba tanto que el castaño gritara cuando Kein Lust saliera dos canciones más. Para cuando sonó Ich tu dir weh, el tipo que estaba frente a la pareja sacó un latigo y comenzó azotarlo cual loco que perseguía un caballo.

 

Con luces azules, una guitarra sonó igual que la batería; un ritmo que le llamó la atención a Reita: Du hast sonó a un ritmo en donde el público comenzó hacer head banging. La música hizo que Reita comenzará a bailar hasta el coro se comenzó a aprender, mientras hacía movimientos demasiado extraños con su cintura y sus brazos volaban como si no tuviera huesos, el castaño río por aquello y como no sabía silbar, comenzó con su boca a decir “fiu, fiu.” Riendo como niño chiquito.

 

Las luces volvieron a apagarse, hasta que salieron una de color rojizo, delgado y una pirotecnia por todos lados. Una especie de “caldero.” Apareció y el vocalista comenzando con un fuerte grito. Reita comenzó a seguir aquel ritmo con el coro hasta que de sorpresa tomó de la cintura al más pequeño, este, un tanto sorprendido miró a su novio, quien se acercó demás a su pequeño cuerpo.

 

Y como sabrán el inglés de Reita no es bueno, entonces pueden imaginarse su alemán… —DAME TU NEIN—  Ruki comenzó a carcajearse en pleno lugar olvidándose completamente de todo, besando al rubio mientras que al paso del tiempo aquel tierno beso se volvió pasional, el más alto volteo el cuerpo contrario y comenzó a restregar su miembro en el trasero del menor, Ruki sonrojado hasta las orejas se aferró a los brazos bien formados del mayor.

 

 

 

Al termino del concierto, fueron al auto para ir a un hotel, estaban tan excitados que les importó un comino a que hotel ir…

 

Pero esta vez… Se pasaron.

 

Llegaron a un hotel de mala… ¿suerte? SI de mala suerte -además de que era de mala muerte- Precisamente a lado de una Farmacias Zimilares, no compraron protección, y eso que estaba justo AHÍ esa farmacia. Al entrar al hotel llamado; LPVBS, por sus siglas significan; “Las putas vacas de la basura sexy.” Pidieron una habitación una de los mejores que podría tener el hotel una Queen Size para ser específicos.

 

Había un bar, junto a la recepción, entraron ahí para ver que podían encontrar, beber podría ser una buena idea para comenzar con su velada sexual, aunque notaron algo extraño en las personas que los atendían… Eran hombres… PERO ¿QUÉ HOMBRE LE BAILA A OTROS? Hasta el recepcionista le guiñó el ojo a Reita.

 

Claro un hotel con hombres así… Daba a saber que esto no era nada normal, no era que ocultaran su homosexualidad, pero ver a chicos bailando con trajes demasiado eróticos hacían que se sintieran un tanto extraños.

 

Ambos pidieron en la barra un vaso de whisky, al probarlo… El rubio no pudo reprimir una cara de asco debido al sabor demasiado corriente para su gusto -todo gracias a su querido amigo Uruha quien le enseñaba toda clase de bebidas alcohólicas-  Por lo que mejor pidió unas latas de cervezas.

 

Después de estar bebiendo casi diez latas de cerveza comenzó a sentir un dolor horrible en el estómago… Oh la gastritis… Pero algo más importante ¿Y Ruki? ¿Dónde demonios estaba? Ah pues escuchó varios aplausos y dirigió su vista al escenario donde su querido y apreciado novio estaba ahí, por la forma de caminar y de tambalearse supo que igual que él, se había pasado de la bebida.

 

— ¡Caballeros este pequeñín nos va a deleitar con una canción! ¡Démosle un fuerte aplauso de nuevo!

 

Recibió los halagos del público incluso del bajista.  —Está canción se la quiero dedicar… A mi querido novio que tanto amo—  Todavía se tambaleaba de un lado a otro soportando su peso en el micrófono  —REITA TE AMO, VENGA LA MÚSICA.

 

Comenzó una balada, Ruki se movía al compás del son

 

¡¡¡¡Yo lo conocí en un taxi

 

En camino al club

 

Yo lo conocí en un taxi

 

En camino al club!!!!

 

 Me lo paro

 

El taxi

 

Me lo paro

 

El taxi

 

Me lo paro

 

El taxi

 

Me lo paro

 

El taxi!!!

 

 

 

Uno que otro gutural salía de su boca, el bajista reía mirándolo con amor mientras veía a su novio bailar como en los lives hasta de manera sensual moviendo las caderas como al rubio tanto le gustaba.

 

En el taxi lo conocí por un basil

Estaba sexy, pero tan sexy

que por poquito arrollamos un tipo y chocamos el taxi

 

                    era el chofer, el que dijo:

                 "¡ OYE MIRA ESE HOMBRE!"                   

 

ESTA DURO, AH DURO, QUE DURO

Lo paro con una mano, lo paro que yo la vi  

 

CHO CHO CHO FE PARA EL TAXI

CHO CHO CHO CHO CHO FE PARA EL TAXI

 

 

Al terminar Reita y Ruki entraron a la habitación… TODO ERA HORRIBLE, el cable no servía, no había luz, olía a cadáver -puede que hasta hubiera uno-  Pero que más daba, estaban excitados.

 

El bajista acorraló al menor en la pared  —Repite eso que dijiste en el escenario —Toda iba perfecto hasta que el vocalista dio media vuelta y encontró una preciosa araña en el mueble, corrió y gritó como niña en apuros mientras que se fue a esconder en el baño, casi se desmaya debido al mal olor y por la taza que estaba más sucia que la de un baño público hasta notó una cola de un ratón en la alcantarilla, sintió un bulto en la bolsa de su pantalón y al sacarlo era un pequeño bulto y se sonrojó al saber que eran.

 

Maldito kaolu, eran ligeros, LIGEROS, se los iba a probar para otro día estar con Reita pero bueno no sería mala idea para ponérselos esta noche.

 

—Taka, ya está, no hay nada de arañas, ningún insecto nos va a molestar.

 

Akira fue a sentarse a la cama, escuchaba ruidos del otro lado de la puerta, se abrió la puerta del baño, Ruki sólo asomaba su cabeza y parte de su rostro estaba sonrojada.

 

— ¿Pasa algo?

 

—Acuéstate.

 

El rubio hizo caso y se fue acostando en la cama recargando su espalda en la cabecera de la cama. El menor comenzó a salir, aquellos ligeros con encaje hacían lucir sus piernas demasiado bellas para la vista de su mayor.

 

— ¿T-te gusta? —Se fue acercando y a gatas subió a la cama sentándose en la cadera del bajista.

 

—Amor… Me acabas de parar el taxi.

 

Ambos rieron y comenzaron a besarse, hasta que Ruki terminó debajo de Reita mientras que este besaba su cuello dejando marcas rojizas sobre este, frotando su miembro contra el ajeno provocando que gemidos salieran y que la cama rechinase demás.

 

—Ahh… Reita… DAME TU NEIN.

 

Tuvieron sexo, toda la noche, sin descansar hasta las 3 de la mañana, daba igual todo Reita estaba feliz de saber que el más pequeño estaba igual que él.

 

 

 

FIN DEL FLASHBACK. VOLVIENDO AL AHORA.

 

 

 

Estamos de nuevo con uno de los protagonistas, ahora que el vocal estaba despierto, ambos mirando el techo y entrelazadas sus manos dijeron al mismo tiempo.

 

 

 

¿Qué mierda hicimos ayer?

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado tanto como a mí escribirlo, fue un bonito pasatiempo.

Nos vemos.~


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