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Destino y azar por BlackLady24

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Notas del fanfic:

¡¡¡Hola a todos!!!

Vengo con mi debut. ¡¡Que emoción!! ¡Mi primer fic! Un one-shot de una de mis parejas yaoi favoritas de One Piece. Espero sea de su agrado :D

Quiero agradecer a mi mejor amiga Antonella, quien fue la primera en leer mi fic y darme su sincera opinión, además de que fue la encargada de corregir mis errores de novata xD Gracias amiga

Sin más preámbulo los invito a leer... 

 

Los personajes que se mencionan en este fic son propiedad del Gran Eiichiro Oda-sensei… yo solo se los tome prestados un momento (aunque no para lo en realidad quisiera xD)

Trafalgar Law, un estudiante de preparatoria, moreno y de cabello azabache, caminaba por la acera con su compañero de escuela Eustass Kidd: un pelirrojo, de piel pálida y ojos color ámbar.

Law estaba enojado y Kidd caminaba unos cuantos pasos más atrás del moreno.

 

- Vamos Trafalgar… no tienes que ser tan gruñón… fue un accidente…

 

- ¿Accidente? - Gruño molesto- ¡Todavía no siento la mitad de la cara!

 

Durante el partido de football Kidd había pateado la pelota fuertemente con tal suerte que atizó a dar un golpe seco en el rostro de su amigo. El pelirrojo lo había acompañado a la enfermería, aprovechando que la clase de deporte era la última del día. Le proporcionó cierto alivio enterarse que el daño infligido no era nada grave, sin embargo  eso no quitaba que Law sintiera un dolor horrible y mareos recurrentes. Así que al terminar la jornada, decidió acompañarlo hasta su casa. Pero claro, el gesto no quitaba el enojo del moreno.

 

- No lo hice a propósito… no seas malo… vamos perdóname – volvió a pedir Kidd.

 

Law lo ignoró. Al ver su reacción de indiferencia aligeró el paso hasta que sus cuerpos se vieron enfrentados, impidiendo que su amigo hulla de la situación.

- ¿Qué haces Eustass-ya? ¡Déjame pasar!- Profirió con voz molesta

- No hasta que me perdones… - el moreno le dedico una mirada asesina que le erizo los pelos, pero aun así se mantuvo firme- Vamos, como compensación… ¿Qué tal si te acompaño a ver esa película de terror que tanto quieres ver? ¿Cómo era…? ¡¿La Sombra?!

- Es esa. Pero… tú odias las películas de terror…

- Si, pero no importa… será para para redimirme por haberte golpeado con la pelota…

- Está bien- realmente quería ver esa película y aunque no lo quisiera admitir no podía estar enojado mucho tiempo con el pelirrojo, le gustaba mucho aunque no se atreviera a confesarlo.

 

Kidd estaba feliz de que Law aceptara la oferta de ir al cine juntos, si bien era cierto que odiaba ver películas de ese género debido a un trauma de la infancia, generado por su amigo Killer, era capaz de superar cualquier reto si eso complacía a su querido moreno, aunque este no estuviera enterado de eso.

 

 

Cuando llegaron al cine, se dispusieron a ver la película. A pesar del sentimiento de incomodidad y miedo que invadía a Kidd, no podía evitar sentir que aquella hermosa expresión de felicidad y diversión en el rostro de su amigo valía la pena, incluso si eso significaba tener que soportar más de una hora de gritos y sangre.

 

Intentando distraerse de la horrorosa escena en la pantalla grande, Kidd comenzó a recordar en aquel día en que, unos amigos que ambos tenían común, los presentaron. Si bien era imposible evitar este encuentro, sus compañeros habían hecho todo lo imposible para evitar su reunión ya que creían que sus personalidades serían altamente inflamables. Y así era: Law tenía, tiene y siempre tendrá un don para hacer enojar a las personas, mientras que Kidd, bueno…  podría decirse que es del tipo que se cabrea con facilidad. Lo temido había ocurrido, creando al comienzo enemigos con amigos en común; los cuales sabiamente creyeron que no era buena idea dejar solos a los dos (ya que sería caótico). Sin embargo con el tiempo comenzaron a tratarse y a entenderse mejor. Mientras que el pelirrojo evadía los comentarios burlescos de Law, este aprendió a lidiar con el carácter inflamable de su compañero.

 

Claro que el tiempo no solo hizo que se llevaran mejor como amigos, sino que también logro aflorar un sentimiento de atracción antes desconocido por Eustass. Era de esperarse que su primera intensión fuera olvidar este sentimiento, ya que existían varios factores que le jugaban en contra. Pero, ¿Cómo demonios olvidas a una persona a la que ves todos los días? Estaban en la misma clase después de todo, compartían amigos en común por lo que también era inevitable que se vieran los fines de semana. Todo su ser lo embobaba: sus ojos color gris metálico, su piel morena, su carácter altanero, y sobre todo la forma en que le hacía frente sin titubear…  

 

Al final de cuentas él sabía que por más que intentara negarlo, el moreno le gustaba mucho. Y allí estaba él, arriesgándose a tener pesadillas durante  toda una semana solo para poder ver la alegre expresión en el rostro de Law.
Maldito Trafalgar… deja de verte tan jodidamente lindo’ pensaba mientras lo miraba.

 

Inmediatamente tapó sus ojos para no pensar en esa morena y sensual tortura andante que se reía a su lado como si estuviera viendo una película cómica, claro que tampoco quería ver la película, así que maldijo a su amigo Killer (culpable de su desagrado hacia las películas de terror) e intento llevar su mente hacia un lugar más agradable.

 

Tan perdido estaba en sus pensamientos que no noto cuando la película termino hasta que Law  llamó su atención picándolo.

- Eustass-ya… - el pelirrojo destapó sus ojos y miro al pelinegro… - La película terminó…

- ¿Eh? – miró hacia los costados, descubriendo que no había nadie en la sala más que ellos.

- ¿Te quedaste dormido? ¿O tenías miedo?- pregunto  burlón.

 

El pelirrojo desvió la mirada, avergonzado tanto por la cercanía del moreno como por la respuesta a esa pregunta.

 

- Cállate Trafalgar… - gruño- esta película fue muy aburrida, por eso me dormí.

 

Trafalgar revoleó la vista acostumbrado a esa clase de mentiras, mientras que su compañero lo arrastraba hacia la salida.

Una vez fuera del cine, Eustass descubrió que ya había anochecido, por lo que insistió en acompañar a Law hasta su casa.


Mientras caminaban junto con  un incómodo silencio, Law  pensaba en la forma de ser de Kidd: era considerado y atento (claro, a su manera), y eso le atraía,  no había duda; aunque no era lo único que amaba de él. Eustass  era agresivo y salvaje, con cierta despreocupación infantil y un humor alegre y divertido. También pensó en lo mucho que le gusta hacerlo enojar, para poder ver su rostro en todas sus expresiones: enojado, alegre, riendo como psicópata, preocupado, sorprendido o su expresión de asesino cuando se metía en alguna pelea para defender a sus amigos. Pero había una expresión del pelirrojo que Law aún no conocía: “¿Qué expresión mostraría Kidd cuando esta excitado?”; solo de imaginársela hacia que la sangre se le acumulara en la mejillas. Definitivamente ese torbellino de sensualidad y despreocupación lo tenía atrapado; estaba enamorado, no había vuelta atrás. Suspiro frustrado, casi inconscientemente.

 

- ¿Qué te pasa Trafalgar? – pregunto al oír el suspiro extrañamente dramático de Law.

- ¿Eh?... ¡Ah!- dijo una tras pensar en la pregunta- yo… te agradezco haberme acompañado a ver la película…

- ¡¿Ah eso?!… no hay de que… te lo debía por lo del golpe jejeje – reía nervioso- Ya no te duele ¿Verdad?

 

Law sonrió levemente  y negó con la cabeza. Aprovechando el silencio que nuevamente se hacía presente no pudo evitar molestarlo.

 

- Oye Eustass-ya- el nombrado volteo ante el llamado- ¿Cómo es posible que alguien con tu porte y carácter le tenga miedo a una simple película?

Kidd enrojeció casi tanto como su cabello, tanto de ira como de vergüenza.

- ¿QUE DICES IDIOTA? ¡¡YO NO TENIA MIEDO!!- Profirió molesto.

- Sí, lo que tú digas…

- Maldito Trafalgar. ¿Estás diciéndome cobarde…?

- ¡¡¡Yo no dije eso!!!… no pienso que seas un cobarde. Solo quiero que enfrentes la verdad y admitas que estabas asustado ¡¡¡Idiota!!!

Kidd desvió la mirada y su sonrojo se intensifico más: - Estaba asustado… ¡¿Tienes algún problema con eso?!

- No, pero quería escucharlo de ti Eustass-ya.

- Es culpa del idiota de Killer- dijo en voz baja mientras el rubor le teñía de rosa las orejas-al menos no soy un sádico que se ríe de las películas de terror como si fueran de comedia…

- Cada uno tiene sus gustos… - dijo mientras se encogía de hombros - no pienso que sea malo… - la indiferencia se reflejaba en sus palabras- y aunque las películas de terror no te gustan me acompañaste…. Eres tan tierno cuando te lo propones Eustass-ya – sonrió. Esa sonrisa hiso Kidd se sonrojara más, si es que eso era posible, claro. Iba a recriminarle al moreno cuando este agregó- cuando haya una película que tú quieras ver, te acompañare, no importa de qué genero sea…

- ¿Y si fuera una romántica? - pregunto sin pensar. Law agrando sus ojos ante esa pregunta, imaginarse a ellos dos viendo una película romántica le parecía muy cursi, pero la idea no le desagradaba del todo; por supuesto eso no evitó que se sonrojara un poco.

Al notar la idiotez que había preguntado, agregó nervioso: - lo… lo siento… olvídalo… - y giro su cabeza evitando la mirada de su amigo.

- Iría contigo igual… - Kidd se detuvo en seco- Si es lo que quieres.

- Está bien Trafalgar… te tomo la palabra entonces…

 

Ambos siguieron caminando hasta llegar al fin a la casa del moreno, Eustass estaba decepcionado de llegar a destino ya que deseaba pasar más tiempo con Law.

 

- ¿Cora-san está adentro?...- preguntó mientras pensaba una excusa para permanecer más tiempo juntos- me gustaría saludarlo.

- No, su turno termina a media noche.

 

Era la oportunidad perfecta para pasar un poco más de tiempo con el moreno.

- Entonces ¿Quién te hará la cena? …tú eres muy malo en la cocina – dijo con burla.

- ¿Y eso que?... yo puedo alimentarme solo…

- Sí, claroSi quieres puedo hacerte algo.

 

A Law le sorprendió la oferta, pero tenía que reconocer que la habilidad culinaria de Kidd era mucho mejor que la suya, así que decidió aceptar la propuesta.

Mientras Kidd preparaba la cena, Law aprovechaba el tiempo restante para darse un baño refrescante; para cuando esté volvió a la cocina descubrió una sencilla pero deliciosa comida servida en dos platos. Luego de comer, el moreno decidió pedir helado ya que era lo menos que podía hacer para agradecerle el gesto.

 

Mientras disfrutaban el postre charlaron sobre trivialidades: la escuela, sus amigos… cosas de la vida. Pero cuando lo temas de conversación de terminaron, un silencio incomodo se hizo presente. Law quiso romperlo pero, en su total y completa falta de habilidad para comunicarse, no eligió otra peor forma de hacerlo.

 

- La verdad es que me has sorprendido completamente Eustass-ya… - el aludido lo miro confundido - Me llevas al cine, me acompañas hasta casa… y no conforme con eso me preparas la cena. Eres todo un encanto.

 

Kidd por poco se ahogó con el helado al escuchar esas palabras, su cara enrojeció tanto que hasta se podía sentir el calor de sus mejillas.
Al ver esa reacción, Law, no pudo evitar reírse, su intención solo era sacar tema de conversación, por lo que no esperaba ver esa expresión entre avergonzada y sorprendida en la cara del pelirrojo, la cual le resultaba tan atractiva y divertida a la vez. Pero se estaba metiéndose, sin saberlo claro está, en terreno peligroso.

Kidd por su parte al ver la risa del pelinegro se le olvido el hecho de querer matarlo por burlarse de él por lo que solo recurrió a una maniobra evasiva.

 

- Ya te lo dije Trafalgar, solo hago estas cosas como disculpa por el golpe de hoy... – La tristeza que poseían estas palabras era tan desgarradoras que se le hizo imposible a Kidd ocultarlas en su totalidad.

 

- Que lastima Eustass-ya… pensé que lo habías hecho por otra razón…- Kidd volvió a mirarlo sorprendido – Tenia la ilusión de que me dijeras que me quieres y que por eso haces estas cosas por mi… - su mirada era brillante pero su sonrisa burlona, por lo que Kidd no sabía si tomárselo como una mala broma del moreno, reírse sarcásticamente y rematarlo con un insulto cuidadosamente seleccionado. En resumidas cuentas: seguir el maldito juego de Law aunque después le doliera la dura realidad. O simplemente ignorarlo como si no le importara.

Pero Eustass Kidd no es del tipo de persona que piensa mucho. Si bien podría haber fingido una risa de cómico y evadir el tema, él era consiente que meditar las cosas antes de decirlas no era, no es y nunca sería lo suyo, por lo que, tras unos cuantos parpadeos de sorpresa le gritó eufórico:

 

- ¡¿POR QUE NO TE VAS AL INFIERNO MALDITO IDIOTA?!-

 

En realidad él solo dijo lo primero que pasó por su cabeza, o mejor dicho, lo que pasaba por su corazón. Como era de esperase, Law no había descubierto los sentimientos ocultos tras esta furia.

Ya no había vuelta atrás, él se encontraba caminando hacia la salida y no podía borrar lo que había hecho; lo había insultado en un grito y probablemente el moreno se encontraría sin entender nada y con cara de idiota en la sala de espera. Pero el pelirrojo tenía que salir de ahí y rápido. No quería que el otro viera su rostro.

 

Por otra parte Law se quedó de piedra por unos segundo, segundo que le bastaron para pensar… “¿Qué demonio había dicho para que el pelirrojo se enfadara de esa manera? Había metido la pata, eso era obvio… pero ¿En qué? ¿Qué había dicho de malo?... solo había hecho una inocente broma ¿O no? La verdad es que había cierto grado de verdad en lo que había dicho, pero ¿Por qué Kidd se lo tomaría tan mal? ¿Podría ser que…?”  Solo pudo llegar a la conclusión de que si quería saber lo que había ocurrido debía preguntárselo a Kidd.

 

Antes de que el pelirrojo pudiera abrir la puerta Law lo detuvo abrazándolo por la espalda; no podía dejar que se fuera así de enojado, si lo dejaba ir talvez le costaría mucho lograr que lo perdonara.

 

- Espera Eustass-ya- suplico apegándose más, Kidd no pudo evitar tensarse- No te vayas… ¿Qué dije de malo para que te enojes así?

Kidd no respondió. No sabía que responder… ¿Debía decirle a Law que la razón de su enojo era el maldito hecho de que le dolía como los mil demonios quererlo tanto y tener miedo de confesarlo?

- ¿Tanto te molesta que tenga la ilusión de que me quieres?

Kidd se zafó del agarre para voltearse y encararlo.

- Lo que molesta es que digas algo tan importante como si en realidad fuera una broma… - dijo usando todo su autocontrol para dominar a la bestia que en ese momento sentía ser. Estaba enojado, pero no con Law, él no tenía la culpa. Estaba enojado con el mismo, por ser tan cobarde. Suspiro cansado y sin estar seguro de que podía hacer, por un momento pensó en salir de la casa del moreno en silencio y alejarse de él.

- Kid… - Law no fue consiente de porque lo llamo por su nombre, nunca lo hacía, pero no pudo evitar notar como la mirada del pelirrojo se ilumino al escuchar su nombre de sus labios - No entiendo… dime lo que realmente te sucede…

Kidd en un solo segundo decidió arriesgar el todo por el todo y que fuera lo que tenía que ser.

- Me gustas mucho Law- dijo mirándolo a esos ojos  de color gris profundo que tanto le gustaban

- ¿T-te gusto?- Kidd lo miro molesto, notó como el rostro del moreno comenzaba a teñirse de rojo. Era todo o nada.

- ¡Sí!, lo que oíste, ¡me gustas! - reafirmo sin titubear- ¿Quieres reírte de eso? Adelante hazlo, no me importa, lo que siento no cambiara- Dijo cruzándose de brazos y desviando la mirada.

Law se acercó al pelirrojo, le rodeo el cuello con sus brazos, y lo beso profundamente. Kidd no reaccionó, su cabeza daba vuelta por la confusión ¿Se había vuelto loco o Law en verdad lo estaba besando? No. Definitivamente era la segunda pero… ¿El moreno lo hacía porque le correspondía o porque solo estaba jugando? ‘Oh, al demonio’ pensó… ya le preguntaría después.

Kid rodeo la cintura de Law con un brazo y mientras le sostenía suavemente la nuca, profundizando así el beso. La ansiedad y la pasión comenzaron a aumentar en ambos y ninguno estaba seguro  en que momento terminaron en la habitación del moreno sobre la cama, devorándose las almas en ese beso intenso que mostraba sus más profundos sentimiento y el deseo de estar uno para el otro y sin que nadie más existiera en todo el mundo.

Law por fin había conocido la expresión de Kidd cuando estaba excitado, y le había encantado, aunque sabía que aún quedaban muchas cosas más para descubrir que seguro le gustarían más.

 

Ambos sabían lo que iba a suceder y aunque estaban nerviosos, también sentían ansiedad, la ansiedad de mostrarle al otro todo lo que tenían para dar.

 

- Tú también me gustas Eustass-ya, y mucho… - dijo Law con un ligero sonrojo, antes de que aquello llegara más lejos, el moreno sintió que debía confesarle al pelirrojo lo que sentía- perdóname- dijo al notar su expresión de sorpresa-, no fue mi intención hacerte enojar… no sabía cómo decírtelo…

- Ya lo sé, eso es lo importante… todo está dicho… y ahora solo quiero demostrarte lo que siento con acciones…

 

Kidd volvió a besar Trafalgar, esta vez de una forma más demandante y así comenzó una guerra de besos, caricias y gemidos de la cual ambos salieron victoriosos. Esa noche se entregaron en cuerpo y alma sin límites.

 

Al día siguiente Law fue el primero en despertar, su cuerpo se sentía adolorido pero no se arrepentía en lo más mínimo. Ahora el pelirrojo era solo suyo y aunque aún no establecían un nombre para su relación, en ese momento el moreno simplemente decidió ocupar su mente en otra cosa más importante: acababa de descubrir otra expresión de su amado que le gustaba mucho, una que tampoco conocía hasta ese momento.

Se giró en la cama, recargando su cabeza en su mano, para poder admirarlo mejor. Sí, definitivamente la expresión tranquila de Kidd mientras dormía era lo más tierno que conocía hasta el momento. Y sin duda jamás se cansaría de verla.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Es el primero que escribo y lo hice con mucho cariño :)

(y pensando en lo mucho que amo esta pareja, claro)

Imagino que habrán notado la ausencia de lemon, pero es lo mejor que puedo hacer, al menos por ahora :D 

Acepto críticas, sugerencias, preguntas, alabanzas o abucheos, y su mas sincera opinión jajaja 

y si estoy inspirada talvez se me ocurra una continuación (donde pondría la presencia de mi querido Cora-san

Saludoooos :)


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