-¿Embarazado? ¿Cómo es que un hombre puede quedar embarazado?
-Pues cuando tu metes tu pene en mi…
-¡ESO YA LO SÉ! Me refiero a que ¿Cómo siendo un hombre puedes quedar embarazado?
-Eso es fácil, no soy un hombre común y corriente, anteriormente fui un conejo de pelaje blanco, además los índices de fertilidad de los de mi especie es muy alto…
-¿Hay más como tú?
-Eso no lo sé…
-¿Qué haremos con un bebé? Yo…
-¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso no lo quieres?
Ese chico comenzaba a ponerse bastante hormonal sin tomar en cuenta lo que aún me restan cosas por decir…
Cap. 1: ¡¡ ¿EMBARAZADO?!!
Soy Sakumo, y estoy de vuelta con mi pequeña y embarazada condena con cabello rosado, hipnotizantes ojos azules, orejas y cola de conejo y sobre todo con sus hormonas… Sean bienvenidos a la continuación de mi vida en pleno embarazo de Lynn…
-Cl-claro que lo quiero, los quiero a ambos, solo te preguntaba sin razón aparente, fue lo que involuntariamente cruzó por mi cabeza, siento si te hice sentir mal…
-No es necesario que te disculpes y trates de explicar, solo bromeaba Sakumo-kun… ¿Sakumo-kun?
-Sabes que odio esa clase de bromas…
-Relájate Sakumo-kun…
-Pero tomándolo un poco enserio ¿Qué haremos con un bebé? Aun estudias y yo no puedo mantener aun a una familia, tenemos ingresos, pero sabes que tengo que hacer inversiones para tu escuela y para pagar el automóvil además al jefe no la ha estado pasando bien con la falta de publicidad, lamento no poder darte lo que te mereces.
-Sakumo-kun… ¿Te parece si dejo la escuela?
-¿Dejar la escuela? ¡POR SUPUESTO QUE NO! Yo no quiero que este problema te afecte…
-Pero afecta al bebé, y no te preocupes, volveré a estudiar cuando nuestro pequeño tenga edad suficiente para ir a una guardería…
-Sabes que no puedo aceptar eso, nunca me perdonaría que dejaras de estudiar…
-¿Está bien si para cuando comience a engordar deje la escuela hasta que almenos el bebé nazca?
-¿Eh? Sigue siendo un completo y claro no, te dije que tus estudios no serán interrumpidos por nada del mundo, venderemos el auto en cuanto tenga los papeles ¿Está bien? Y claro, pediré doble turno en el trabajo, sacaré a mi familia adelante, haré feliz a nuestro bebé y a ti…
-Pero si ya me haces muy feliz Sakumo-kun.
Odio complicarme las cosas de esta manera, pero era lo único que podía hacer en ese momento, ¿Un bebé? ¿Mío y de Lynn? Nunca había visto algo tan extraño, pero cuando el embarazado es tu noviecito mitad conejo te acostumbras hasta a ver al mismísimo Dios y al diablo haciendo un trato con los aliens para comprarles los derechos de autor de los milagros y maldiciones que nos pasan a diario. Durante esa noche no había podido dormir mucho, estaba pensando muchas cosas las cuales aún me faltaría explicar, sobretodo qué es lo que pensaría el doctor al día siguiente ya que prácticamente le hice una cita para una revisión de embarazo, aunque estuviese muy confundido no podía tampoco ocultar mi felicidad, aunque me complique las cosas, yo quiero estar con mi familia, y más ahora que será alegrada por mi pequeño primogénito que venía en camino. A la mañana siguiente lo primero que oí fueron los asquerosos y preocupantes sonidos de Lynn vomitando en el baño y después el gruñir de su estómago reclamando por comida, y casi en un abrir y cerrar de ojos, nos encontrábamos en el consultorio del doctor en el hospital local, y lo sorprendente es que prácticamente Lynn podía pasar desapercibido por una linda mujercita de cabello rosado con sus orejas cubiertas por un lindo gorro color café.
-Pues hasta ahora no hay nada anormal ni ninguna complicación, es un embarazo normal y saludable…
Al escuchar ese diagnóstico podía estar un poco más tranquilo, aunque ¿Embarazo normal? Si claro, un chico embarazado, con orejas y cola de conejo ¿Qué carajos tenia eso de normal? Pasó como me imaginé que sería si llegaba a formar una familia, le recetarían muchas medicinas, una buena alimentación y muchas horas de reposo, algo que conociendo a Lynn nunca cumpliría… El doctor nos guió hasta la puerta y le entregó un papel a Lynn…
-Lynn ¿Podrías ir a recibir tus vitaminas? Necesito hablar un momento con tu marido ¿Está bien?
-Sí, vuelvo en un momento…
Lynn estaba realmente feliz, pero pues si quería hablar conmigo, algo no estaba bien…
-¿Pasa algo?
-No, no es nada de mucha importancia, es solo que he tenido una pequeña duda en cuanto al embarazo…
-¿De qué se trata?
-¿Cómo podría alimentar a un bebé con unos pechos tan pequeños?
-¡¡ ¿QUÉ?!! ¡ASÍ QUE HA ESTADO MIRANDO DE MÁS!
Lo tomé del cuello sin miedo a que estuviese haciendo una escena y lo levanté tanto como pude del suelo…
-¿Sabe lo que puedo llegar a hacerle a los sujetos como usted?
-Lo- lo siento señor, no era mi intención mirar a su esposa…
-¿Esposa?
Lynn miraba con un poco de duda la escena…
-¿Qué se supone que hacen ustedes dos?
-N-nada, su esposo solo agradecía…
Miré a mi pequeño y puse al “doctorsucho” en el suelo y tomando de la mano a Lynn salimos de ahí, el con sus dudas y yo con una amenaza sin pronunciar al doctor ese… Al llegar a casa tenía que volver a salir, pues había pedido llegar un poco tarde al trabajo y tenía que llegar en cuanto volviera de mi “asunto de fuerza mayor”…
-¿puedo ir contigo? Si te vas me quedaré muy solo aquí…
-Pero sabes que es trabajo, te aburrirás muy rápido…
-Por favor, prometo no causarte problemas, es más… te ayudaré con tu trabajo…
-No, ya oíste al doctorsucho, nada de esfuerzos innecesarios…
-Por favor Sakumo-kun…
-Bien, pero solo me acompañarás… nada de querer ayudar ¿De acuerdo?
-Si…
Felizmente Tomó ahora uno de sus gorros que esta vez era verde y esperó pacientemente en la puerta hasta que yo decidiera seguirlo y ambos pudiéramos salir con dirección a la cafetería en la que ahora era el gerente, pero que eso no me quitaba mis responsabilidades de ayudar a servir como mesero en ese establecimiento, y para ser sincero, llevar a Lynn conllevaba a un riesgo… las trabajadoras… Cada vez que me acompañaba terminaba en lo mismo, Lynn siendo hostigado por esas chicas, sin contar con los hombres que llegaban de una jornada laboral a acosar a mi pequeño… esas bestias.
-¿Por qué cubres tus orejas cada vez que salimos?
-Aun me da miedo salir y que alguien pueda secuestrarme.
-Como si el cabello no te delatara, además Alexander está en la cárcel.
-Lo sé, pero aun no sé sobre qué enfermo estará por ahí y quiera tomar el lugar de ese sujeto…
-Aunque también lo pienso, sabes que no dudaría en salir a buscarte y matar a los malnacidos que quieran hacerte algo.
-¿Nos vamos?
Me entristecía un poco saber que Lynn aún tenía miedo, y la verdad es que yo también, aunque aún tengo la duda de siempre ¿Cómo fue que adquirió las orejas? Eso me dejaría pensando mucho tiempo, o hasta que decidiera preguntárselo. Cuando entramos a la cafetería podía ver que prácticamente estaba igual que en los últimos dos meses, aún faltaban clientes y la pinta del día parecía que no mejoraría en un tiempo, y lo peor es que el jefe ya no tenía muchas ideas de cómo hacer una buena propaganda para atraer a la gente, y claramente la idea de abrir otra cafetería en una ciudad vecina no era una buena idea. El día transcurrió con una gran normalidad, las chicas que atendían como ya había dicho y más bien asegurado, estaban hostigando a mi pequeño, aunque también era una suerte que ningún hombre solitario entrara ese día, comenzó a llover y podía notar a Lynn y su aburrimiento, miraba caer la lluvia y me acerqué esta vez con la duda dispuesta a salir en modo de pregunta, me miró con sus hermosos ojos azules y me sonrió de esa manera tan única que sólo él sabe que me hace estremecer el corazón y hacerme sentir una felicidad inexplicable con palabras.
-La nostalgia del día contagia a todos…
-Te dije que te aburrirías…
-N-no estoy aburrido… bueno, solo un poco, pero siguen cocinando muy bien aquí, es por eso que me gusta venir aquí además de que estoy contigo Sakumo-kun…
-Tengo una duda, es sobre ti… quiero saber, pero me da un poco de miedo preguntarte…
-¿Quieres saber cómo es que tengo las orejas?
¡¿Acaso puede leer la mente?!
-S-sí, perdona si no quieres hablar de eso yo… disculpa.
-No hay problema, después de todo sabía que tenía que decirte algún día…
-¿Eh?
-Pues aún estoy con dudas igual que tú, pero esto es lo que sé… yo fui un deseo en Tanabata…
CONTINUARÁ….