El desayuno estaba listo puntualmente como era de esperarse del mejor cocinero de los siete mares, bueno esos halagos eran tipícos del capitán quien fue el primero en entrar corriendo en la cocina a sentarse a esperar, de seguro el pobre palto frente suyo temblaría al ver ese pozo sin fondo frente suyo.
-¡Nami-Swan~♥! ¡Robin-Chwan~♥! El desayuno está listo~ ♥.-Canturreaba feliz el rubio, abriéndole las puertas a las damas que ingresaban regalándole una sonrisa a cada una de ellas, sonrisa que se borró cuando ingresaron Usoop y chopper a quienes por poco les cierra la puerta en la cara. por el momento estaban todos solo faltaba cierto peliverde que estaba entrenando desde hace poco, en realidad parecía que se levantaba con las pesas pegadas en las manos pero que más daba. Recogió el plato correspondiente del maldito marimo junto una botella de Sake, y solo lo hacía por dos simples razones, o mejor llamadas excusas, una era porque se quedaría sin desayuno hasta que lo iba a buscar y regresaba, el causante de eso seria de Luffy ¨Pozo sin fondo¨ D. Monkey, claramente el rubio no prepararía algo exclusivamente para la alga andante, por ende lo dejaría en ayunas hasta el almuerzo y segundo no soportaría que a cada segundo, le molestará para tomar botellas de Sake, si el mar fuera Sake definitivamente ese imbécil lo secaría y si la tierra fuera comida, el Capitán se la comería.
Salió con la botella y el plato hacía donde se encontraba el marimo de porquería, no fue dificil encontrarlo pues antes de abrir la puerta el maldito ya estaba frente suyo, arrebatándole la botella de Sake de las manos y dignándose a irse como si nada, agradecia a sus adentros el ya estar afuera de la cocina donde los demás desayunaban como siempre.
-¡Espadachin de mierda~! ♥ ¡Aquí, Aquí Desayuno~! ♥ .-Dejando el plato frente al nombrado, le obsequio una de sus mejores sonrisas apretando en ella su cigarro, brotando corazones del humo blanco de este. Minimo espero un ¨Gracias cocinero de cuarta¨, ¨Jhm, cocinerucho¨, o la migaja de un ¨Bien¨, pero ¡nada! estaba cansado de que ni un misero Gracias recibiera, tomó el plato, abrió la boca y se metio todo a la boca tragándose todo, sin apreciar los sabores, aromas o nada de nada. ¿Se daría por vencido? ¡Por supuesto que no! quedaban el almuerzo, la cena, y los bocadillos para su vigilancia, tres oportunidades más.- ¿¡Que crees que haces tomando tan temprano!?
-Déjame en paz, cejas mutantes .-Ambos con el ceño fruncido, chocaron las frentes gruñiendo como perros queriéndose robar la comida, en ese corto instante el rubio no desaprovecho el descuido ni la cercania, estiro los labios junto a los brazos saliendo corazones a su alrededor, llegó a abrazar el cuello del idiota que le corrio el rostro provocando que su piquito terminará en la mejilla.- ¡Déjame! .-Con una mano en la frente del cocinero lo alejaba hacía atrás, y con la restante intentaba tomar de su botella de Sake, que no podía alcanzar por la insitencia del contrario que intentaba besarle apegándose más.
-Solo un besito, pedazo de porquería verde, solo uno~♥ .-Le quito la botella, escondiéndola atras de su espalda estirando la trompa de nuevo, ¿de alguna debía sobornarlo, o no?
-¡NO! .-Apreto los dientes lazándose encima del rubio quien reía infantilmente por eso, evitando los besos, intentando recuperar Su Botella.
-¡Te ves tan lindo enojado! ♥¬♥
-Argh, ¡Dame eso, nosebleed-kun!
-Antes un poco de amor~♥
Quería, necesitaba, tenía sed, ¡Quería Sake! una vena se remarco en la frente del peliverde quien sujeto del mentón al fastidio frente suyo, apenas rozando sus labios pues en ese momento tomó la botella y se fue como si nada hubiera sucedido, todo gracias a sus camaradas que habían terminado de desayunar, ahora tendría calma y podría beber lo que quisiera hasta el almuerzo, estaba molesto con el rubio, mejor dicho arto sobre todo sus idioteces le colmaban la poca paciencia que podía tener.
-¡ESTÚPIDO MARIMO! .-Gritó furioso, lanzándole una patada que fue a dar al suelo, le dio una pitada a su cigarro calmándose solo un poco marchando hacía la cocina no sin regalar corazones y sonrisas a las damas, y miradas asesinas a sus compañeros sobre todo a su Capitán quien lo observó sin entender porque recibia eso y concluyó...
-Sanji debe tener hambre,¡Shishishi!
Zoro 1 - Sanji 0
[Almuerzo Time]
Estaba toda la tripulación en la mesa almorzando como animales como era de costumbre, todos menos el Rubio quien estaba al lado de su pelirroja y su pelinegra, para defenderlas, protegerlas, y todo lo que él creía necesario, halagándolas por su manera tan fina de... comer, bueno como les decía, se podía oír una que otra palabrota entre el Capitán y el Vice-Capitán del barco peleándose por la comida, el cocinero pensó en intervenir de un patadon a esa bola de inmaduros pero se contuvo, a ser honestos ni siquiera se movió de su sitio, gracias a que el Vice-Capitán le entregó su comida a medias al otro que felizmente la tomó, realmente tenía un agujero en el estómago, lo que le hizo incomodarse al Cocinero fue la mirada que se dirigieron ese par, como diciendo cosas que no podían hablar o algo así.
-Sanji-kun estuvo delicioso, podrías servirme un poco más.- La voz de la pelirroja lo sacó de esa duda que tenía, en momentos como esos las ganas de repartir patadas a los loco lo inundaban, pero disimular era lo que le salvaba, y ahora tenía otra cosa más importante que hacer.
-¡♥Por supuesto que sí, mi amor♥!-Salió como bala a servirle a la navegante, a quien le sonreía de forma coqueta y con corazones en los ojos como solía hacer frente a las únicas mujeres de la tripulación, luego de unos minutos más las misma terminaron de comer, retirándose de allí hacía su cuarto, aprovechada la navegante le pidió que les alcanzará el postre y el té luego, el Rubio recogió los platos dejándolos en el fregadero, poniendo el agua a hervir, mientras que servía los postres con delicadeza, haciendo corazones de caramelos sobre la tarta de manzana que tanto le fascinaba a la pelirroja, una vez listo todo salió con una bandeja la cual contenía las dos porciones de tarta, el té para su Nami-swan, y café para su Robin-chwan. Ya había subido las escaleras y estaba frente la puerta de la habitación de las damiselas, cuando algo llamó su atención antes de golpear, pues Luffy y el marimo tenían una extraña conversación, esos dos últimamente le hacían molestarse constantemente, llamó a la puerta para que no se enfríase nada de la bandeja, siendo recibido por la morena quien sonrió de esa forma misteriosa carácteristica suya, haciendo que el pobre rubio casi se babeará y le halagará.
Ya había cumplido, pero se paró a oír la conversación que mantenían esos dos aún, pues ambos no se quitaban los ojos de encima y reían divertidos, de Luffy era normal, pero del cabeza de alga no lo era en absoluto y eso llamaba su atención, y si señores, Sanji sentía celos, unos tremendos celos, ¿porqué? porque el espadachin se negaba a sus besos, a sus abrazos, a sus provocaciones, lo esquivaba y eso era mala señal, sin mencionar que estaba muy apegado al chico de goma, y cuando le interrogaba el musgo mutante le respondía.
*Es normal que esté con él, soy el más allegado al Capitán*
Esas palabras se mal entendían en la mente del Rubio, quien se fumó de una pitada el cigarrillo entero al oír al peliverde hablar.
-Si no fuera por ti, estaría muerto...Por eso, estaré a tu lado, también como el mejor espadachin del mundo y tú, Luffy serás el primero en enterarse. -La voz de Zoro sonó suave y orgullosa, quien coloco una mano en el hombro del Chico de sombrero, quien le sonrió con alegría.
-¡Hasta el final! ¡Y tú serás el más cercano, la mano derecha del gran rey de los piratas! ¡Jajaja, ya verás que sí!
El cocinero se adentro en la cocina con rapidez, estaba que mataba a alguien, y no era buena idea revelarse contra su Capitán, se cruzó de brazos de espaldas al fregadero fumando a lo loco, en menos de media hora se había fumado dos cajas de cigarros cosa que lo improsiono hasta a él mismo.
-¡Vamos Sanji! aún tienes la cena y los aperitivos.-Se animó mentamente.
Zoro 2 - Sanji 0
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