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El Deseo de Vivir por Sailor cosmos

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Notas del fanfic:

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Yo un Vampiro y tu un Lobo...Que importa? Te Amo!2: End Of Fight

Los que escribieron Cartas por 15 Años

Siempre a tu Lado

Quítate la mascara...y Muestra tu Verdadero Ser

Vocaloid:

Te Amo...Aunque lo Descubri al Hacerte Daño

One-Shots:

Solo Para Mi

Kingdom Heart/Final fantasy:

Siendo Consumido por la Oscuridad

Cars:

Amor Enfermizo

Yuri: 

Mirame solo a Mi

Crossover:

La Magia que Sanara el Corazon

Notas del capitulo:

Holo~ Esta idea surgio de la nada, relamente nos e por que se me ocurrio y quizas (quizas y espero que no acusen de plagio) se paresca un poco a una historia con al misma mezcla, aunque en esa debo decir que me enrede bastante y la pareja era al reves... pero bueno, se podria decir que me inspire, mas no me copie, asi que por favore relax

Aparte Plagio no e slo mismo que parecido, plagio es algo absolutamente igual y ponerlo a mi nombre, esto lo hice yo misma y me mate mas de 2 semanas (si, soy uan viciada) escribiendole y (para mi dolor) corrigiendolo. 

Dejando eso de lado espero que les guste, en cuanto a FMA es un amezcla un tanto anormal entre el anime del 2003 y el manga :v 

Uno, dos, tres…

 

Doce, Veinticuatro, Treinta y seis…

 

Trecientos sesenta y cinco, Setecientos Treinta, Mil noventa y cinco…

 

El tiempo que llevaba en ese mundo sin alquimia, sin su hermano, sin Winry y la abuela, sin saber si logro salvar Central, sin saber nada del estúpido coronel, sin saber nada de cómo han ido las cosas…Simplemente era completamente ignorante, todo por estar, encerrado en ese horrible mundo que ahora se quería hundir en una guerra

 

Ya no lo soportaba, se sentía sofocado, como si alguien lentamente amarrara una cuerda a su cuello y de forma parsimoniosa la fuera apretando. Perdido, desorientado, deprimido, furioso, impotente, frustrado, agonizante y muerto… así era como se sentía Edward Elric

 

¿Era tanto pedir? Claro que sí, el mundo, Dios…”La verdad” no perdona a un pecador, ¿y por qué hacerlo con él? Si tanto a pecado y sin embargo de algunas de sus acciones no se arrepiente, quizás por eso no tenga perdón, quizás por eso muy probablemente muera en esa guerra que se avecinaba

 

La desesperación se acrecentó, el sofoco y la ira también. Inicio de nuevo, buscando cualquier rastro de alquimia o hasta lo más absurdo –que vendría siendo brujería- para poder volver, así fuera solo en alma, así fuera sin otro brazo, así fuera sin otra pierna, pero tenía que volver si o si

 

Su ego en sí, es grande pero no venía mal, quien no le daría lo que quisiera por estar con él, con alguien de cuerpo tan menudo pero perfecto –algo bajito pero que no quiere recalcar aquí- cabello cual oro derretido al igual que ojos como dos monedas de oro pirata y piel blanca, fina a pesar de haber sido militar

 

Lo obtuvo todo, cada libro, cada componente, cada teoría, todo lo obtuvo, no de manera limpia he inocente pero lo obtuvo que era lo que ahora le importaba, no el olor de los hombres con los que había estado por conseguirlo todo, ya para que molestarse, si desde los 12 años había sido así…

 

Si bien no tenía propiamente una piedra filosofal, al menos no completa, de seguro tendría una sola alma si acaso, pero no le importaba, con eso podría al menos llegar en una pieza –y vivo- a Ametris. Había gastado todo un día en hacer el circulo de transmutación, que era una mezcla con los que había encontrado con los que conocía –que tampoco eran muy distintos- y saco el pedacito de piedra filosofal que tenia

 

—Si esto no funciona…Que solo me mate de una vez—susurro. Puso sus manos sobre los trazos de tiza blanca, con la piedra roja en su palma derecha. Los rayos azules comenzaron a  salir, lo cual le causó cierta emoción de al menos poder utilizar la alquimia

 

Paso lo de costumbre, la puerta se abrió, esas pequeñas manos negras fueron jalándolo y finalmente entro en la puerta…Sin embargo…

 

No tiene ni la más remota idea de que fue lo que vio o hablo con la “Verdad”…

 

Era la primera vez que el pasaba esto… y le preocupaba…Quizás quería decir que estaba muerto… Quizás quería decir que por fin pagaría por pecador…O sería algo mas

 

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Por fin termino de firmar toda aquella montaña de papeles que Reborn había dejado en su despacho, eso debía de ser maltrato contra su persona, debía haber alguien que le ayudara, siendo el Décimo Vongola podía morir por tantas horas sin sueño

 

O al menos eso creía pero Reborn no le dejaría morir de forma tan ridícula, además ahora no estaba así que podría pasar un rato por el jardín que ahora era un logro, considerando que llevaba 5 días ahí metido y de seguro tendría raíces en las nalgas por estar tanto tiempo sentado

 

Se quitó el saco del traje, también se desato esa cola de caballo que tenía y se miró en un espejo que había  mitad del pasillo. Bueno, sus ojeras eran enormes pero seguía viéndose bien, por fine era alto –tenía 26 años y 1.80 de altura, que ya era un logro- rostro maduro que no era afeminado ni tan… ¿delicado?

 

Además de eso había adquirido cierta musculatura, no era exagerada ni tanta como la de Ryohei pero era buena forma. Era bueno ver que ya no era tan… ¿Delicado? De verdad que le había afectado tanto entrenamiento de Reborn. Salió al jardín y se estiro un poco, para luego dejarse caer hacia atrás, recostándose en el verde pasto y sonriendo con cierta felicidad

 

—Por fin un día que no es caótico~—dijo con una silbidito. Peeero como siempre pasa…jamás tendrá un día normal o sin nada de caos…

 

Escucho un gran trueno que le hizo espabilarse y levantarse del suelo, miro el cielo, había nubes negras, no grises, negras que soltaban rayos azules. El último que impacto en su jardín fue el más potente que le hizo hasta cerrar los ojos.

 

—¿Ahora qué? —dijo casi en un gemido.

 

—0—0—0—0—0—0—

 

Sintió como si el golpearan contra el suelo, lo cual era lo más seguro, se removió un poco, al menos estaba en tierra firme…y vivo al parecer, lo que le llevaba a la siguiente preocupación y muchas mas

 

¿Estaba en Ametris?
¿Tenía Alquimia?
¿Por qué no recordaba la puerta?

 

La Última le causaba más intriga pero las dos primeras le daban pánico así que después de limpiarse los ojos de la tierra que había levantado y de toser abrió los ojos. No reconocía el lugar, solo veía un campo algo extenso de color verde por la grama y algunos árboles que al final formaban un bosque

 

—¿Dónde…Estoy? —pregunto mirando a los ledos, se tocó el hombro adolorido, al parecer se había dañado –más de lo que estaba- su Automail, por culpa de la caída, no quería ni imaginar su pierna

 

Se levantó, le dolía un poco pero nada fuera de lo común. Tendría que caminar un poco para ver donde estaba y saber si debía pegarse un tiro por fallar o celebrar por haberlo logrado.

 

—Disculpe…usted quien es—volteo lentamente hacia atrás, haba un hombre ahí parado

 

Para su real desgracia, el condenado era demasiado alto o al menos esa era su perspectiva –ya que el ahora estaba midiendo 1.55 apenas, al parecer se encogía con el tiempo- con cabello castaño largo. Debía admitir que tenía muy buen parecido, bastante guapo y cuerpo trabajado, peros in exagerar –y con exagerar se imaginaba a Armstrong mostrando sus músculos-

 

Parpadeo un par de veces, mientras Tsuna de igual forma le analizaba, la persona frente a él era preciosa, cara redonda, piel fina, cabello de oro, algo enmarañado pero no le quitaba lo precioso, además de esos los ojos perdidos y desorientados del mismo color que su cabello

 

Edward reacciono primero y casi se le abalanza encima al pobre castaño que se aturdió por el rápido movimiento del rubio

 

— ¿Qué país es este? ¿Qué año estamos? ¿Dónde estamos exactamente? —pregunto con cierta preocupación y desespero. Tsuna parpadeo un par de veces y alzo una ceja, en muestra de confusión por las preguntas

 

—Estamos en Italia, 2015 y ahorita mismo en estas en el jardín de la Mansión Vongola, es decir, mía—aclaro, el rubio se apartó lentamente  y se dio la vuelta

 

Les dieron unas tremendas ganas de llorar, de romper algo, de todo, ¿cómo era posible que otra vez estuviera en el lugar equivocado? Debía ser un mal chiste, la verdad se estaba burlando en toda su cara. Tsuna le miraba temblar, parecía impotente peor no entendía el por que

 

Lo vio juntar sus dos manos, se escuchó como un pequeño aplauso y luego pegar las manos al suelo, le miro con más duda aun, definitivamente no existía la normalidad en su vida.

 

Edward junto sus manos con la esperanza de como mínimo tener alquimia, así quizás podría tener más posibilidades de volver, de explorar y buscar el cómo quedo en otro mundo, ¿que acaso habían más? Al pegar sus palmas al suelo, pequeños rayos azules empezaron a  aparecer y finalmente se fue alzando hasta finalmente tener una lanza en sus manos

 

—Aquí si hay Alquimia—dijo con cierto tono de alivio, movió un poco la lanza, al parecer aun con los 3 años sin usar la alquimia estaba bastante bien.

 

—Como…hiciste eso…—balbuceo mirándole con algo de asombro, no es como que después de estar en su familia se sorprendiera fácil, pero esa era extraño, no vio una llama de la última voluntad ni nada

 

—Ehhh… Creo que…tengo que irme—balbuceo Edward al sentirse observado con tanto detenimiento. Planeaba irse a investigar un poco, ahora tenía más posibilidades…al menos eso quería creer. En eso simplemente vio una dinamita frente a él, lo cual le hizo saltar hacia atrás por el espanto

 

Miro de dónde provino la dinamita, un hombre peli plata de ojos verdes tenía más en la mano. Frunció el ceño, ¿qué querían matarlo o qué? Bueno, tampoco es como si fuera la primera vez. Se supo en posición con su lanza

 

—No espera…¡¡Gokudera!! —volteo a verle, sin embargo escucho el ruido de una pelea, volvió su vista al rubio que ahora hacia frente con su guardián de la lluvia, iban bastante igualados, aun cuando Edward siguiera medio pasmado de ver una espada recubierta en fuego azul

 

— ¡¿Qué les pasa?! —chillo algo molesto de que le atacaran sin razón alguna, en eso alguien más apareció, con un par de tonfas que esquivaba a duras penas, ¿porque tenían llamas de colores? Además también estaba esquivando flechas que enviaba el peli plata

 

—Gokudera—gruño Tsuna, con clara molestia de que estuvieran atacando al pobre rubio que no comprendía que ocurría

 

—Quería atacarle Juudaime—decía como explicación apuntando con intenciones de dejar inmóvil al rubio que se movía de forma casi perfecta –por culpa del Automail- para esquivar golpes, ataques, mordidas hasta la muerte que era lo que gruñía el pelinegro con las tonfas

 

Edward puso sus manos en el suelo creando una pequeña cúpula, pensando en crear un agujera debajo de el para llegar a alguna alcantarilla o hacer un túnel de topo hasta otro sitio donde no le fueran a matar. Sin embargo esa cúpula que había creado fue destruida de un golpe por el pelinegro de las tonfas

 

—Maldito Herbívoro…

 

—¡¡No soy vegetariano!! —chillo al no comprender a que rayos se refería, a lo que bloqueaba un golpe por las tonfas usando la lanza pero esta se rompió

 

—¡¡DETENGANSE!! — Tsuna hablo con fuerza y firmeza, Las tres personas dejaron de atacar al rubio que respiraba agitado.

 

—Pero Tsuna…—susurro Gokudera

 

—No me iba a atacar, además se defenderme muy bien solo, ¿o tengo que demostrárselo acaso? —gruño con voz fría, el pelinegro de las tonfas no le presto demasiada atención

 

—No es eso Tsuna, tenía una lanza justo frente a ti, pensamos que venía a matarte—explicaba el de la katana.

 

—No vino a eso, al menos mi intuición me dice que no vino a eso, así que pueden no se… ¿Relajarse un poco? Casi lo matan

 

—No moriría tan fácil, además me tomaron demasiado desprevenido—refunfuño Edward cruzado de brazos

 

—Hump—el de las tonfas solo se fue, a Edward ese ya le caía mal. Por otro lado Tsuna se acercó a el

 

—Lamento eso. Me llamo Tsunayoshi Di Vongola, Decimo Capo de Vongola—se presentó extendiendo su mano

 

—Edward Elric—dijo respondiendo al saludo, estrecho la mano de Tsuna, no era tan grande pero era increíblemente cálida por alguna razón…

 

—Dadas todas estas molestias, él es Gokudera Hayato—presento al peli plata que solo inclino un poco la cabeza con el ceño fruncido—Y él es Yamamoto Takeshi

 

— ¡Yo! —saludo como si nada hubiera pasado, a Edward eso le recordó a Alphonse, habían veces en las que la bipolaridad era grave

 

—Y bien, porque…

 

—Que pasa aquí Dame-Tsuna—de la nada –nuevamente- apareció un pelinegro, de traje elegante y costoso, con una fedora y ojos negros, tenía una sonrisa socarrona

 

—Ah… No sabía que llegarías ahora Reborn—dijo casi lamentándolo

 

— ¿Y el rubiales quién es? No debe ser un enemigo sino lo están matando justo ahora

 

—No sé por qué querría matarlo si no lo conozco, ni siquiera sé cómo llegue hasta aquí, quiero irme—decía con completa naturalidad. Reborn le analizo un poco

 

—Bueno, adentro nos explicaras, así que vamos, además Varia esta aquí—

 

—La Reunión…—lamento Tsuna—Bueno, Edward, ven con nosotros, así me explicas como es que literalmente caíste del cielo

 

 

Edward no sabía cómo escaparse de esta, por primera vez no sabía cómo huir, aun cuando lo había hecho a tantas reuniones de la milicia y a tantos oponentes. Se dejó arrastrar por Tsuna al interior de la mansión, aunque si lo pensaba mejor podía sacar provecho de esto, esas personas se veían poderosas, además con esas extrañas llamas podía encontrar una forma de volver a su mundo

Notas finales:

Espero que les haya gustado y que no se confundieran con and ay ruego a los dioses no tener mas errores de los cuales preocuparme, deos mi cabeza va explotar de lo horrible que escribo!!

bye -3-


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