Todo había iniciado mal en el día. Había dejado claro que solo quería descansar en su tranquila casa y ver películas, pero al parecer su esposo no lo había escuchando o simplemente no le importaba. Llevaba una semana levantándose en la madrugada por falta de sueño y las nauseas mañaneras lo estaban matando.
— ¡No quiero ir!— grito con la desesperación marcada en su rostro. Su esposo sabe que jamás a encajado con su familia asquerosamente adinerada. Sabe que ninguno de ellos lo ve con buenos ojos desde el incidente. Que todos hablan a sus espaldas. Todos lo miran con desaprobación. Todos lo odian.
— Kyungsoo, por favor— le suplico intentando no iniciar una pelea. Jongin sabe que Kyungsoo está demasiado sensible y más porque ya está en su tercer mes de embarazo— Solo será por unas horas. Es el cumpleaños de mi padre y el quiere que asistas—Tomo las pequeñas manos, acariciándolas con suavidad. Necesitaba a su esposo a su lado.
Kyungsoo lo medito por un momento. El padre de Jongin siempre se ha comportado agradable con él y siempre lo ha defendido de su esposa que parece jamás cansarse de molestarlo.
— Lo único que te pido es que no me dejes solo—dijo abrazándolo. Jongin lo rodeo con sus fuertes brazos acurrucándolo en su pecho, depositando un beso en su cabeza. Quiso estrecharlo más fuerte entre sus brazos pero había un pequeño obstáculo. Frunció un poco el ceño al sentir el bulto sobre su estomago. Pero decidió no hablar al respecto, lo que menos quería en estos momentos era iniciar una nueva discusión.
— Sabes que una vez que llego mis tíos no me dejan en paz, pero te prometo que me mantendré lo más cerca que pueda—Miro con amor a su pequeño esposo. Acariciando con sus pulgares las regordetas mejillas. Se sentía enamorado de los hermosos cambios en el cuerpo de Kyungsoo, producto del embarazo.
"Si tan solo las cosas hubieran sido diferentes"
La mirada llena de amor cambio por una de completa molestia.
— Jongin...— Los ojos de Kyungsoo se cristalizaron. Odiaba esa mirada.
El moreno se alejo bruscamente, caminando directamente hasta la puerta de la habitación.
— Ponte algo holgado—ordeno— intenta que no se te note tanto— espeto antes de cerrar la puerta detrás de él.
Kyungsoo sintió las lagrimas recorrer sus mejillas. Desde hace tres meses era lo mismo casi todos los días.
Su corazón era destrozado todos los días.
Su bebe crecía día con día.
Jongin lo odiaba más día con día.
"Lo siento Jongin"
"Lo siento"
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Habían llegado apenas a la casa de los padres de Jongin. La cual era una mansión enorme que por más que la conociera jamás dejaba de asombrar a Kyungsoo.
Jongin tamborileaba los dedos en el volante. Intentando controlarse. Intentando no estar furioso. Cosa que no estaba consiguiendo en absoluto.
Por su parte Kyungsoo sostenía con fuerza el pastel que había horneado personalmente para el padre de Jongin. Perdiéndose en las fresas esparcidas en la cubierta del pastel. Absteniéndose de mirar a su obviamente enojado esposo.
— ¿No pudiste venir más presentable?— hablo sin poder contenerse. Mirando al bajito con el ceño fruncido— ¡Sabes que odio que salgas con esos pantalones de algodón ceñidos al cuerpo!— grito haciendo a Kyungsoo asustarse por el repentino cambio de volumen.
— Ya te he dicho que son los únicos que me quedan— respondió apenas en su susurro. Sintiendo el nudo formarse nuevamente en su garganta. Se odiaba a sí mismo por ser tan emotivamente frágil en estos momentos. En otras circunstancias ya le hubiera pateado el trasero a Jongin por gritarle— La sudadera fue la más grande que encontré—
— Mañana compraremos ropa de tu talla y...— No pudo continuar. No cuando Kyungsoo estaba llorando. Se desabrocho el cinturón de seguridad, acercándose lo más que pudo hasta tomar sus manos haciendo que Kyungsoo lo mirara con sus enormes ojos inundados en lagrimas— Perdón, Kyungsoo yo no quise herirte, me comporto como un idiota y lo siento— Kyungsoo se aferro a él, escondiendo su rostro en su pecho— Aun no me acostumbro y la rabia me corrompe, pero tú y el...— respiro profundamente dándose el valor de decirlo en voz alta— se que el bebe no tiene la culpa pero aun así no puedo evitar odiar el hecho de que estés embarazado de otro hombre— el mayor de los dos se estremeció ante las palabras. No lo culpaba por sentirse así pero debía entender que ese bebe que cargaba en su vientre era algo que Kyungsoo amaba con todo su corazón. Pero también amaba a Jongin y el que no quisiera a su bebe le dolía y mucho.
— Te entiendo...— hablo al despegarse de el, secándose las lagrimas con el dorso de la sudadera— Es mi bebe, Jongin. No puedo simplemente deshacerme de el—
— Sabes cuales son las opciones— Jongin le suplicaba con la mirada. El jamás aceptaría a esa cosa creciendo en el vientre de Kyungsoo. No era suyo, ese bebe era solo un estorbo en la vida de ambos.
“Si tan solo Kyungsoo lo comprendiera”
— ¡Jamás abortaría!— exclamo con rabia— ¡Menos lo daré en adopción!— Esas eran las dos opciones que le había dado el menor, la primera fue al enterarse que estaba embarazado, la cual ocasiono que Kyungsoo se fuera de la casa. Jongin no tuvo más remedio que arrepentirse y rogarle que volviera. La segunda había surgido una semana antes en una de sus tanta peleas sobre el tema.
— Te amo Kyungsoo, te amo demasiado pero jamás aceptare a ese bastardo— Lo último que sintió Jongin fue su mejilla arder y la puerta del auto cerrarse con fuerza.
Kyungsoo lo había abofeteado.
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Fue incomodo pagarle al taxista después de haber estado llorando en todo el trayecto. Jongin lo había perseguido por toda la calle hasta que se subió al taxi y lo perdió de vista. Supo que había regresado a la fiesta cuando no recibió ninguna llamada de su parte. Se sintió triste pero decidió que era lo mejor darse un tiempo por unas horas, al menos hasta que ambos se tranquilizaran.
“Si tan solo te amara tanto como yo”, pensó acariciando su vientre. Sonriendo al sentir la calidez que emanaba.
Camino absorto en sus pensamientos topandose con alguien en la entrada de su casa. Levanto la mirada espantado, no recordaba que tendría visitas. Lo que vio fue a un hombre parado en la entrada. Alto y joven, vestido con un elegante traje negro.
— ¿Te puedo ayudar en algo?— pregunto cortésmente. El alto se sorprendido por el repentino choque y la voz que lo llamaba, dando un pequeño saltito. Kyungsoo sonrió divertido, la reacción del desconocido había sido graciosa.
— ¡Me asustaste!— se quejo dando un amistoso empujón en el hombro a Kyungsoo— Mi nombre es Park Chanyeol y busco a Kai— sonrío radiantemente. Kyungsoo se sorprendió, jamás había visto una sonrisa tan enorme.
— ¿Kai? Aquí no vive ningún Kai— Al parecer el gigante se había equivocado de casa.
— mmm...¿Jongin?— pregunto con una ceja alzada— Perdón, olvide decir su verdadero nombre—
El menor de los dos frunció el ceño. No estaba enterado que Jongin tenía un apodo. Según él sus compañeros de trabajo lo llamaban por su nombre. O más bien jamás había escuchado que lo llamaran Kai.
— Jongin si vive aquí pero por ahora no se encuentra en casa. Si gustas puedes venir más tarde— dijo abriendo la puerta de la casa con sus llaves.
— Lo sé, lo acabo de llamar y me dijo que en un momento más llegaría, que lo esperara— mintió. Jongin ni siquiera estaba enterado de su visita.
— Ah, ya veo— sonrió avergonzado. Sintiéndose grosero por no invitarlo a pasar en primer lugar— Puedes esperarlo en la sala si quieres—dijo haciéndose a un lado para dejarlo pasar— Por cierto mi nombre es Kim Kyungsoo— le informo sonriendo ampliamente.
Chanyeol entro a la casa no sin antes agradecer al menor por dejarlo entrar.
— Espera un momento en lo que me cambio de ropa. Esta sudadera me está matando de calor— Chanyeol asintió tomando asiento en la espaciosa sala. Viendo como el menor caminaba escaleras arriba a un paso lento. Se le hizo curioso pero no le tomo importancia, tal vez estaba cansado.
— Hermosa casa, hermoso esposo. Quien lo diría Kai, quien lo diría—hablo en voz baja para sí mismo. Analizando cada rincón de la enorme residencia. A pesar de estar rodeada de lujos se notaba cierto toque hogareño y acogedor, imagino que sería obra del bajito. Después de todo nada cálido podría salir de las manos del imbécil de Kim Jongin.
Gruño solo al recordar al moreno. Lo odiaba, lo odiaba demasiado y por eso se encargaría de hacerlo pagar con sus propias manos. Aunque eso significara quitarle y destruir todo lo que ama en esta vida.
— ¿Algo que quieras tomar?— pregunto el recién llegado sacándolo de sus pensamientos.
— ¡Estas embarazado!— exclamo demasiado sorprendido, notando su hinchado vientre. Eso definitivamente no estaba en los planes.
— Si...— respondió el menor con las mejillas rosadas. Tocando suavemente su abultado abdomen.
— Felicidades—le sonrío radiante. Después de todo amaba los bebes y qué decir de aquellas personas que podían traer vida al mundo. Simplemente admirables.
— Gracias— le devolvió la sonrisa. Sintiendo su corazón dar un brinco de felicidad. Nadie lo había felicitado desde que se entero que estaba esperando un bebe. Que alguien lo hiciera le llenaba el corazón de calidez.
— Te traeré té helado ¿Está bien?— Chanyeol asintió. Cualquier cosa que le sirviera estaba bien. No era eso a lo que venía después de todo.
—No tardo— dijo antes de salir rumbo a la cocina.
Chanyeol no pudo evitar devorarlo con la miraba mientras se marchaba. Era pecado lucir tan sensual estando embarazado. El menor llevaba puestos unos shorts de mezclilla desgastados y la camisa le quedaba algo grande pero dejaba ver su adorable silueta de embarazado.
Chanyeol se relamió los labios.
"Esto será divertido"
Cinco minutos después Kyungsoo volvió con una charola en manos.
La deposito en la mesita del medio y le sirvió en un vaso Chanyeol, depositando después la jarra de nuevo en la charola.
— Gracias— dijo tomando el vaso para después darle un largo trago.
— Veo que tenías sed—
— La verdad es que si—
Un silencio ligeramente incomodo se apodero de la habitación. Chanyeol no dejaba de mirarlo y eso ponía a Kyungsoo muy nervioso.
— Disculpa mi atrevimiento pero... ¿Puedo tocar tu vientre?—
Kyungsoo abrió los ojos sorprendido. Sus mejillas tiñéndose de un suave color rosado a causa de su timidez. No supo porque pero sin pensarlo asintió, dejando que el alto posara una de sus grande manos sobre su barriga.
—Se siente tan suave—Chanyeol paseaba su mano de un lado a otro sintiendo la calidez que emanaba— ¿Cuantos meses tienes?—
— Acabo de cumplir tres meses— contesto sonriendo dulcemente. Chanyeol no pudo evitar posar su otra mano en la mejilla del menor, acariciando suavemente con su pulgar. Kyungsoo se estremeció asustado, alejándose del contacto.
— Lo siento, tus mejillas estas rosadas y simplemente no lo pude evitar—
— No te preocupes...—le sonrió apenado. Se sintió avergonzado consigo mismo por sentir el contacto tan cálido y agradable.
— Antes de que lo olvide— Chanyeol trono sus dedos haciendo evidente su brillante idea—Como sabrás, Jongin cumple años en una semana y quería proponerte hacerle una fiesta sorpresa ¿Que dices?— El alto confianzudo tomo las manos del pequeño mirándolo con ojos brillantes.
— Pero...no lo sé— hablo nervioso por la repentina cercanía— Siempre salimos los dos a cenar...veras cumplimos años en el mismo mes con un día de diferencia—Chanyeol entrelazo sus dedos. Haciendo que Kyungsoo se pusiera más nervioso.
— En ese caso será una fiesta doble, aunque para ti ya no será sorpresa—repentinamente lo abrazo, susurrándole al oído— Jongin es mi amigo de infancia, hace más de diez años que no lo veo y quería organizarle una fiesta sorpresa ahora que por fin nos volveremos a ver— kyungsoo empujo con delicadeza al más alto, sintiéndose un poco sofocado— Por favor Kyungsoo, ayúdame— le imploro con ojos suplicantes. El menor se mordió el labio indeciso, quería ayudarlo pero nunca le había escondido algo a Jongin y tener a alguien más en casa lo asustaba.
— Esta bien— dijo no muy convencido. Si se trataba de un amigo de Jongin supuso que no habría ningún problema.
— ¡Gracias Kyungsoo!— exclamo emocionado. Besando la frente del menor sonoramente— Pero esto tiene que ser un secreto entre los dos— le informo a un aturdido Kyungsoo— No le digas a Jongin de mi visita, por ahora será un secreto hasta el día de la fiesta— finalizo guiñándole un ojo. Kyungsoo asintió estando de acuerdo. De sus labios no saldría ni una palabra. Jongin se llevaría una grata sorpresa.
— Creo que es hora de marcharme— se levanto del sillón dándole la mano al menor para ayudarlo a ponerse de pie— Antes de que me vaya ¿quieres que te ayude en algo?. Ya sabes, levantar algo pesado o bajar algo que no alcances—
Kyungsoo frunció el ceño. ¿Acaso le acababa de llamarlo enano?
— No soy ningún enano— en sus labios se formo un puchero— Yo puedo alcanzar todo en esta casa—espeto cruzándose de brazos.
— No dudo de tu altura, solo lo digo por el embarazó. A veces el peso te hace más bajito— Mintió tratando de no hacer enojar mas al adorable embarazado frente a él.
—Tienes razón. Ahora que lo dices, antes era más alto— dijo frotando su mentón pensativo. Chanyeol rio en voz baja.
"¿Este hombrecillo adorable enserio es de Kai?"
— Ahora que lo mencionas, hay unas cajas de té que no alcanzo en la cocina— su agradable voz saco de sus pensamientos a Chanyeol, quien dispuesto camino rumbo a la cocina siguiendo los pequeños pasos del bajito.
"Como puede dejar tanto tiempo solo a una persona tan frágil y expuesta. Yo simplemente no podría despegarme de él ni un segundo"
Después de ayudarle con varias cosas de la casa. Se despidió del menor asegurándole que volvería pronto para organizar la fiesta de Jongin.
Kyungsoo se desplomo cansado en el sillón de la sala. El embarazo lo agotaba de sobremanera. Sonrió al recodar la agradable visita ¿Por qué Jongin no tenia mas amigos como Chanyeol? Si tuviera más amigos como él, las fiestas del trabajo serian más agradables. Pero no, en cambio siempre había hombres mayores que lo miraban de una manera que lo hacía sentir incomodo. Esperaba que Chanyeol cumpliera su palabra y volvieran a verse pronto, sería divertido organizar una fiesta.
"Organizar una divertida fiesta para Jongin"
Quería ver a su esposo feliz y no molesto como usualmente estaba. Intento no recordar el tema cerrando los ojos para tomar una siesta en lo que Jongin volvía.