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Te odio, pero te amo por LumyLum

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Notas del fanfic:

Todos los personajes aquí me pertenecen, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia

Notas del capitulo:

Bien, Lum reportándose :'D


Ha pasado mucho desde que suyo algo aquí, desde que terminé mi otro fic, y si, sé que les debo una continuación, pero es que la inspiración no vienen a mí :c


Pero vengo con esta otra historia, será corta, ya que no tengo así muchas ideas que poner, pero igual espero que les guste :'D

La luz le daba en la cara, le molestaba enserio, tenía una resaca horrible, probablemente sería la última vez que tomaría alcohol en su vida, o al menos en mucho tiempo. Ahora recordaba porque no le agradaba acompañar a su hermana a aquellos eventos.

Cansado de que la luz no le dejara dormir, decidió levantarse entonces a cerrar las persianas. Miró un segundo la ventana, no recordaba que en su habitación del hotel la ventana fuera tan grande.

Apenas e hizo un ligero movimiento, sintió un no muy fuerte, pero sí bastante incomodo dolor en su parte baja. Emitió un casi inaudible quejido. Un poco alarmado levantó las sabanas comprobando que se encontraba desnudo.

Volteó hacia atrás de él encontrándose con una espalda, una muy ancha espalda pálida adornada con unas cuantas pecas y visibles rasguños. “Oh dios…” fue lo primero que pensó mientras un escalofrío le recorría la espalda. ¡Se había acostado con un chico! Decidido a irse a su habitación,  se envolvió a sí mismo en una de las sabanas y luchó con las punzadas de dolor para levantarse.

Fue entonces cuando el individuo se dio la vuelta palpando el lugar vacío que el pelinegro había dejado. Abrió un poco los ojos. Ambos, ojos verdes y ámbares se encontraron. Si antes había sentido un escalofrío, ver el rostro de aquél otro chico fue como un balde de agua fría.

Conocía bastante a aquel muchacho frente a él. Cabello pelirrojo, ojos verdes, piel pálida y pecosa y aquella característica sonrisa que tanto le molestaba, era…

- Francesco De Luca – el pelinegro continúo mirando fijamente al otro.

- Buongiorno, amore mio – habló el pelirrojo con una seductora y cariñosa voz.

El más bajo solo lo ignoró y busca su ropa que se encuentra dispersada en el suelo. Una vez que la tiene, camina decidido a la puerta. Se pretendía pensar que nada, NADA había pasado. Apenas y llegó a la puerta y sintió los brazos del otro rodearle la cintura.

- ¿Ya te vas amore mio? – le susurró al oído dándole una cariñosa mordida en el mismo.

- A-ah… - aquello lo había tomado por sorpresa y terminó soltando su ropa y un poco de la sabana que le cubría – S-suéltame… - su voz sonó menos firme de lo que intentaba hacerla sonar. El pelirrojo rio por lo bajo.

- Oh, Renji, amore mio – volvió a susurrarle al oído Me agrada que no te quedaras sin voz después de todo lo que hicimos – formó una sonrisa socarrona en sus labios.

- ¡N-no me llames así! – gritó para luego apartarse.

- ¿Cómo? – Preguntó divertido - ¿Amore mio? ¿Renji?

- ¡Es lo mismo, idiota! – respondió el pelinegro con la cara roja de vergüenza.

- Vamos, tu nombre es precioso – sonrió tiernamente el pelirrojo – Mi piace il tuo nome

- ¡No me hables en Italiano! ¡Sabes que no te entiendo! – gritó nuevamente irritado.

- Despertaste de muy mal humor, amore…

- ¡Ya cállate! – se agachó tomando su ropa.

- ¿Qué pasa? ¿Planeas irte y fingir que nada pasó?

- ¡Sí! ¡Eso es justo lo que haré! – nuevamente al darse la vuelta para salir el más alto le tomó por la cintura pegando sus cuerpos. – ¡O-Oi! ¡S-Suéltame!

- Che bello, si guarda tenero veramente arrabbiato – rio él sin soltarle.

- ¡Cierra la boc- ahh~…! – ahora Francesco le había mordido el cuello dejándole otra nueva marca en su colección. - ¡M-Maldita sea…! ¡Déjame ya! – gritaba desesperado el de ojos ámbares.

- Está bien, está bien – rio por lo bajo – pero antes de que te vayas…

- ¡Ah no! ¡Ni creas qu- …! – sus labios finalmente fueron sellados con los del pelirrojo.

Si antes, Francesco de Luca era su más grande enemigo y rival en la vida, ahora podía estar seguro de que lo detestaba a muerte.

Ya habían pasado alrededor de tres años desde entonces.

Francesco de Luca, de 19 años de edad, un joven Italiano que acompañaba a su hermano mayor Antoine De Luca en su trabajo. Desde joven, Antoine había demostrado tener un gran talento con las ciencias y la robótica.

Y Francesco, él era un fanático de la velocidad, le encantaban los autos de carreras, al igual que las motos, proyecto en el que su hermano trabajaba, y por supuesto, el pelirrojo menor se había ofrecido a probarlo en una carrera que, los científicos de muchas corporaciones, habían organizado para saber cuál era la mejor, porque, así de competitivas eran aquellas corporaciones.

- Empujen con más fuerza chicos – se escuchó una voz femenina a sus espaldas.

Ambos italianos voltearon encontrándose con una pelinegra de mechas azules con su larga cabellera recogida en un broche. Sus brillantes ojos ámbares les llamó rápidamente la atención, esta se encontraba cargando  algunos documentos en su brazo izquierdo y revisando más cosas en una pantalla holográfica que salía de su reloj en su brazo derecho.

Junto a ella se encontraba un joven de cabellera oscura cargado de cajas, las cuales impedían que se viera su rostro, pero el pelirrojo menor sabía de quien se trataba. Tras ambos se encontraban los asistentes de los laboratorios INUKAI con un inmenso tanque con algo en su interior cubierto por una manta.

Los hermanos Inukai pasaron frente a los pelirrojos ignorándolos completamente. Inevitablemente Francesco esbozó una sonrisa. Sabía lo que el Inukai hacia allí, aunque “se odiaran” sabía qué clase de gustos tenía el pelinegro. Y ambos tenían en común el hecho de que amaban la velocidad, seguramente venía a hacer el mismo trabajo que él.

- Francesco, ya es hora – llamó Antoine al menor. Este solo se limitó a asentir y seguir a su hermano.

- Vamos Ren, ya casi llegas – murmuraba la científica representante de una de las compañías de laboratorios Japoneses. La joven Inukai de 18 años de edad se encontraba rodeada de pantallas holográficas vigilando que el vehículo funcionara correctamente.

- así que la ragazza regresó – Antoine se encontraba a un lado de la joven, que a diferencia de esta, él se encontraba vigilando su vehículo desde una laptop.

- Antoine – respondió la ragazza, como él la había llamado – Que gusto verte – sonrió leve sin apartar su mirada de sus pantallas.

- Igualmente Ryuu~ - el pelirrojo continuaba tecleando en su laptop - ¿Qué tal tu fratello?

- No quiere ver a tu hermanoni en pintura – rio por lo bajo.

- Me lo imagino ¿Sabe que estamos aquí?

- No lo sé, aunque si lo supiera no habría aceptado venir a ayudarme…

- Me parece que tu fratello le tiene más amor a la velocidad que odio a Francesco – ambos rieron.

- Supongo, seguramente se encontraran cuando sea el final cerrado, están cada vez más cerca de la meta…

- bien, prepárate para separar alguna pelea si es necesario.

Y…. Final cerrado. Un empate por parte de las corporaciones De Luca y los laboratorios INUKAI. Mientras ambos se bajaban de sus vehículos comenzando una discusión los jueces decidían como deshacer el empate.

- ¡¿Qué rayos haces aquí?!

- Oh, amore, me da mucho gusto volver a verte – sonrió este como si el pelinegro no le estuviese gritando - ¿Me extrañaste?

- ¡¿Qué?! ¡¿Estás mal de la cabeza o qué?! – Volvió a levantar la voz mucho más enojado ya que el pelirrojo sonreía de oreja a oreja como si nada.

- Amore, amore – rio Francesco – Realmente te extrañé todo este tiempo, extrañé ver tu lado Tsundere…

- ¡Cierra la boca! – gritó a la defensiva el de ojos ámbar con un notorio sonrojo en su cara.

- Quanto simpatico come da sempre– Rio el pelirrojo por lo bajo.

- Eres tan molesto – el de cabellera oscura le enviaba miradas asesinas al otro.

- Y tu così bello – Volvió este a sonreír mientras el chico frente a él se sonrojaba cada vez mas – Renji, amore – le llamó – Me gustaría que dejáramos de pelear ¿Qué tal si vamos a tomar algo? Un appuntamento, ¿va bene?

 - ¿“Appunta- que”? – preguntó confuso.

- Solo acompáñame ¿Si? – el pelinegro solo suspiró y lo miró con fastidio.

- De acuerdo… Te sigo

Tras caminar hacia una cafetería, entraron a dicho lugar y cada quien pidió un café a su gusto. Una vez que el barista se había ido comenzó el silencio incomodo por parte de ambos.

- Y… Ha pasado bastante desde que nos vimos… - comenzó el oji ámbar a hablar

- Si… sobre eso…

- ¿Qué pasa? – Preguntó curioso – No me digas, estás arrepentido

- No, no… No es eso… - Francesco dejó salir un leve suspiro – Renji, amore…

- Ya te he dicho que no me llames así, no me gusta – enarcó una ceja.

- Pero ese es tu nombre, y a mí me gusta… de hecho me gustas – con aquellas palabras lo había dejado por completo en blanco.

- ¿Qué…? – alcanzó a decir este.

- Me gustas – repitió completamente serio – sé que suena raro y todo eso pero… no te he podido sacar de mi cabeza estos tres años, estoy loco por ti, Sii mio fidanzato per favore

- Y-yo… - Renji miraba sorprendido al pelirrojo frente a él, no sabía italiano, pero lo demás que le había dicho le fue suficiente para dejarlo sin habla.

Para cuando una palabra estaba por salir de su boca, esta fue cubierta por la del otro, sus labios fueron aprisionados en un cálido y apasionante beso que ninguno de los dos parecía querer terminar.

Continuará…

Notas finales:

Bien, espero que les agrade, aún estoy pensando si lo haré Two-Shot o Three-shot, veré que saca mi mentecilla xD

Me agradaría saber opiniones de esta historia, ¿la sigo o no?

gracias por leer, byee


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