A CUTE SAD GHOST
Capitulo 1. Lagrimas de dolor
Corría hasta donde ya no podía más, ocultándome, pero como siempre todo tiene un límite y yo llegué a él, la barda de ese lugar era enorme no podía escalarla, nada ¿Qué haría?...pasos…puedo escuchar sus pasos acercándose tiemblo de miedo al saberme casi descubierto
-¡te encontré!- dijo abriéndose paso entre los arbustos donde me escondía –es hora, hermanito-
-hiciste trampa, itachi eres un tramposo- le dije a mi hermano, el es azabache y de ojos negros con unas ojeras bajo estos, su cabello lo lleva sujeto en una coleta baja y unos mechones que se sueltas adornan ambos lados de su rostro. Es mayor que yo por 3 años, es decir que él tiene nueve años. Itachi a diferencia de mí, es más obediente y más valiente que yo, pero aun asi lo quiero mucho.
-vamos sasuke, llegamos tarde para la película- dijo tomándome de la mano, asentí y camine junto a él.
Tengo 5 años casi 6, mi cabello es negro azulado y mis ojos son negros, mi cabello lo recojo de la parte de atrás, simulando la cola de un pato, dejando libres dos mechones que caen a los lados de mi rostro, tanto mi hermano y yo somos hijos de una de las familias más poderosas de, posiblemente, todo el mundo, por lo tanto vamos a reuniones y fiestas muy seguido, ¡madre y padre son muy conocidos!
-si ahí estaremos, gracias por la invitación- decía sonriente la mujer mientras colgaba el teléfono – ¡amor! ¡Tenemos otra reunión de negocios! – gritaba alegre
-¡eso es maravilloso! ¿Con quienes? – peguntó el hombre sentado viendo su teléfono
-con la respetada familia Hatoyama, es una reunión de negocios y también para pactar una amistad ¿no es genial?- dijo sentándose en las piernas de su esposo por unos mili segundos y después se levanto eufórica -¡le diré a los niños que se arreglen!- salió del living
-si diles, aguarda ¡mikoto! – salió detrás de ella cuando la encontró era tarde, los niños saltaban emocionados – ¿mikoto?-
-¿sí?-
-no deberíamos llevarlos, sasuke no es mayor aun-
-¿temes que sasuke nos deje en ridículo?-
-no es eso- la mujer lo observo sin creerle – bien si es eso, no quiero que sasuke nos avergüence frente a ellos-
-¡eres todo un caso!- le respondió alzando las manos y paso de largo rumbo a la habitación de sus hijos, en su trayecto escucho pequeños sollozos provenir de una de las esquinas, curiosa fue a ver encontrándose con su hijo menor.
-¿sasuke? ¿Por qué lloras?- preguntó
El niño abrió sus ojitos sorprendido e inútilmente trato de salir de ahí, mas su madre lo atrapo en el intento -¿Por qué lloras?- pregunto nuevamente acariciando sus cabellos, el pequeño ya no sollozaba sino derramaba un torrente de lagrimas - ¡bien! – la mujer se fue dejando solo al pequeño, nuevamente.
Itachi ya estaba cambiado y listo para la reunión, su madre también estaba arreglada, vestía con un vestido color plata con brillantina y un escote en la pierna izquierda, unos guantes largos color plata y una pulsera de oro sobre estos, en su cuello lucia una gargantilla de oro, unos pendientes largos del mismo material anteriormente mencionado, su cabello lo llevaba recogido elegantemente adornado con una peineta adornada con una flor grande hecha de seda fina color blanca, su maquillaje estaba perfectamente cuidado y simétrico, su cartera iba en perfecta combinación con su atuendo, sus zapatillas color platas de 12 cm de alto y tacón fino estilizaba su esbelta figura.
Su esposo iba de smoking negro perfectamente alineado y bien perfumado, zapatos perfectamente lustrados y su cabello peinado elegantemente hacia atrás.
Toda la familia lista, a excepción del más pequeño –padre, madre ¿y sasuke?-
-no irá- dijo la mujer- vamos que se nos hace tarde-
La familia Uchiha emprendió su viaje a la mansión de la prestigiosa familia Hatoyama en su lujosa Limusina de oro, la familia Hatoyama los recibió en grande, la hermosa mansión estaba decorada con los más costosos adornos, comida de la mejor calidad y ¡nada que decir sobre las bebidas! Todo era un sueño, los mayores comenzaron sus charlas de negocios y esas cosas de gente adinerada, mientras su hijo mayor estaba buscando la forma de salir de la reunión sin que se diesen cuenta.
Caminando con elegancia, digna de un Uchiha, se dirigió al chofer de su Limusina y pidió que lo llevase de vuelta a su hogar, el chofer obedeció las órdenes de su joven señor y condujo de vuelta a la gran e imponente residencia Uchiha.
-gracias, regresa ya no necesitare de tus servicios por hoy- el chofer regresó dejando a itachi frente a la entrada principal. Abrió la puerta todo se encontraba oscuro y silencioso - ¿sasuke? –Llamó -¡Hermano!-
El menor bajo corriendo rápidamente las escaleras aventándose con todas sus fuerzas sobre su hermano cayendo ambos al suelo -¡Itachi, volviste! – lloraba desconsoladamente abrazado al cuerpo de su hermano que solo le acariciaba el cabello reconfortándolo de sobre manera –volví sasuke, siempre estaré contigo – le sonrió
-gracias- ya casi tranquilo se levanto y ayudo a itachi -¡Itachi! ¡¿Padre y madre que dirán cuando se enteren que te fuiste?!-
-no te preocupes por ellos, ¿quieres ver una película?-
-¡¿comiendo helado y…y galletas?!- sus ojos brillaban con intensidad –si, comiendo helado y galletas-
-¡si quiero!- salió corriendo en dirección a la cocina por lo mencionado con anterioridad, el mayor solo analizaba su situación y siempre llegaba a la misma conclusión, su padres se enfadarían con el por haber desobedecido, pero sasuke merecía la pena. Un niño de 5 años no merecía ser tratado de esa manera por sus progenitores, ambos, - Sasuke no sufrirá- pensó y en ese momento el niño ingresaba al living con helado, galletas y refresquitos, el mayor le ayudó y juntos comenzaron a ver la película “el rey león” película favorita de ambos hermanos, entre comerciales jugaban y reían alegres.
La reunión estaba en su máximo esplendor, los mayores bebían y comían con una sola idea en mente, lograr su objetivo. Después de aburridas charlas de negocios y tratos llegaron a un común acuerdo, cada familia estaba feliz con lo que obtuvieron, 5:30 am el matrimonio Uchiha iba de salida y un recuerdo los hizo volverse para preguntar por su hijo mayor, al no encontrarlo se dirigieron al chofer.
-¡KILIAN! ¿Has visto a itachi?- pregunto el hombre
-si señor Uchiha, lo regresé a la Residencia como me ordenó- dijo respetuosamente
-yo no ordené nada…itachi nos ha desobedecido- su mujer asintió y ambos subieron en la Limusina de regreso a su hogar. Cuando llegaron no había inusual, todo estaba en una tranquilidad increíble, el matrimonio se dirigió a la habitación de sus hijos, ambos chicos estaban profundamente dormidos. Decidieron ir al living a discutir sobre lo que harían respecto la conducta de itachi.
-debemos enviarlo a un internado, a ver si ahí le enseñan a obedecer a sus padres- decía la mujer con una copa en la mano
-no, eres muy suave, yo digo que mejor a un colegio militar-
-si tienes razón, a un colegio militar será, háblale a tu primo para que reciba y eduque a itachi como es debido-
-yo me encargo, ve a dormir – besó a su mujer y está obedeció, el marcó un número desde su celular – Madara, te enviaré a itachi, necesito que lo vuelvas obediente…si, no importa de qué forma lo hagas solo quiero que nunca más en su vida se atreva a desobedecer, si, gracias- colgó, se frotó el puente de la nariz y subió a su habitación con su mujer.
Al siguiente día el matrimonio se dirigió a la habitación del mayor de sus hijos, este dormía plácidamente pero eso no detuvo a los mayores para hacer lo que iban a hacer, la mujer tomó la iniciativa y con mucho amor aparente comenzó a despertar a su hijo;
-itachi, hijo, despierta- lo movía delicadamente – se hace tarde-
El niño comenzó a despertar -¿tarde…para qué, madre?-
-Madara vendrá para llevarte –le dijo el hombre, itachi abrió los ojos tan grandes como se le permitiera – no quiero que hagas escándalo, vístete estará aquí dentro de media hora- iban a abandonar la habitación pero itachi alcanza a agarrar de la ropa a su padre y madre, estos voltean a verle -¿Qué sucede?-
-sasuke… ¿Qué pasara con sasuke?-
-se quedara aquí, no te preocupes sasuke estará bien- le dijo la mujer con fingida sonrisa, lo que preocupo a itachi y salió corriendo de la habitación, entró en la habitación del menor y lo vio dormir tan amenamente que no evito llorar, pero no importaba a donde le enviasen el regresaría por sasuke aunque se le fuera la vida en ello – sasuke-
-¿hm? ¿Itachi?...- preguntó frotándose sus ojitos -¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?-
-es…por nada, sasuke- se limpio lo mejor que pudo y camino hasta sentarse en la orilla de la cama - ¿Qué harías si yo me fuera con Madara?-
-¡¿te irás con ese monstruo?!- estaba claro que a ninguno de los dos hermanos le agradaba ese sujeto, pero ¿Por qué? – ¡Itachi sabes que ese sujeto no es bueno y es un tortura niños!–le dijo temblando- ¿¡porque te irás con él!?-
-padre y madre así lo han decidido, pero quiero que me prometas algo, ¿podrás hacerlo, sasuke?- el menor apretó con fuerza sus sabanas, su ojitos se llenaron de lagrimas, pero no lloraría frente a su hermano – ¡claro! ¿Dime qué es? – trató de sonreír, lo que alivio un poco, solo un poco, el corazón de Itachi que sonrió tristemente – no harás nada estúpido ¿sí?, no quiero que te pase nada malo, sasuke. Prometo obedecer a Madara para qué me deje libre cuanto antes y tu prométeme que pase lo que pase esperaras a que yo regrese a por ti ¿lo prometes? –
-lo…lo prometo… ¡tienes que regresar por mi!- le dijo sin poder contener mas sus lagrimas, el mayor las limpio tiernamente – te lo prometo sasuke, volveré-
-¡Itachi baja hijo!- grito la mujer
-es hora, sasuke…- al ver que sasuke lloraba aun más su corazón se encogió y lo abrazo fuertemente –sasuke, esto no es un adiós sino un hasta pronto, te amo sasuke- beso la frente de su hermanito – no podre pasar contigo tu sexto cumpleaños pero toma – le extendió una cajita, el menor la tomo y sonrió – ábrela cuando yo ya me haya ido- el niño asintió y se abrazaron, quizás, por última vez.
El mayo bajo por las escaleras y se encontró con un hombre alto, con cuerpo trabajado, cabellera negra y larga, y con traje militar que le sonreía siniestramente – itachi el es Madara, tu tutor a partir de este momento-
-si…-
-bien es hora de irnos- le dijo aquel hombre, el solo lo siguió, sus padres se despidieron de él con falso amor. Volteo a ver dentro de la casa por última vez y recordó los momentos en que había consolado a su hermanito bajo la escalera o cuando jugaban a las escondidas, sonrió y se subió al auto.
En mis manos estaba el regalo que me dio Itachi, me dijo que lo abriera cuando se fuera, la abrí, dentro de la cajita había un collar de oro con dos dijes con una foto incrustada en el, era una foto donde estábamos itachi y yo, estábamos sonriendo detrás del dije estaba inscrita la frase “siempre contigo”, sentí mis lagrimas salir baje a toda velocidad mis padres estaban cerrando la puerta ¡Itachi se iba y ellos tan naturales!, los aparte antes que la cerraran totalmente y corrí tras el auto que se llevaba a mi hermano.
-¡ITACHI! ¡NO OLVIDES TU PROMESA!- grite tan fuerte como pude, el auto se alejo más y pude ver a itachi asomarse por la ventana - ¡TU TAMPOCO, SASUKE!- me gritó y sonreí, mi hermano desapareció de mi vista – nunca…- me deje caer de rodillas en el suelo llorando aferrándome al dije, el recuerdo de la única persona que me amó y mis padres me lo arrebataron, llore hasta que sentí que ya no me saldrían más, pero el saberme solo dentro de una familia que no me ama y que mi único ser querido no esté a mi lado dándome fuerzas, me es muy doloroso. Mis últimas lágrimas fueron las que jamás olvidare ya que fueron lágrimas de dolor.